Capítulo 27

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*Holiwis. Desde aquí te doy una recomendación. Los capítulos están desordenados porque wattpad esta loco, si bb, te recomiendo que los busques. Igual está enumerados beisa. Disfrute no más. *

La mini reunión se llevó acabo en mi casa.

Acomodamos los muebles, para que estén más unidos acortando distancia. Una pequeña mesa llena devocadillos dulces y salados, y un proyector pequeño que consigio Liam de un compañero. Dome, había armado un video, quería verlo junto a todos.

Se negó a darme adelantos.

El timbre de la casa sonó anunciando invitados. Vi de reojo como Liam despeinaba su cabello suspirando. Meneando la cabeza avance a la puerta.

《Aún no》

—Yo abro —anuncie. Remange la camisa de manga larga, mientras abría la puerta. —Ana, Pablo.

—Hola Allan —saludaron al insonio.

—Whou, son iguales —ensache una sonrisa —.Creí que era mentira, felicidades —me miraron extrañados.

—¿De que hablas?

—No se hagan, —los señale a ambos —que ustedes dos comenzaron a...

—¡Oh Hermano! —Pedro se metió entre ambos —Te ves elegante. Mira trage una tarta. —,jalo mi hombro apegándo su boca a mi oído —Creí que lo había dejado claro de que no salen juntos... espera ¿eso es venganza o celos?

Bufie —Claro que no estoy celoso, solo... solo...

—Ni quien te entienda. Al fin sales con Domenica, sin embargo, estas confundido con Anabel.

La miré. Trae puesto un vestido suelto color turquesa, con esas puntas del cabello ondulado. Se reía junto a Pablo de un chiste amargo. Aquella sonrisa que creí que no provocaba nada ahora lucia más cálida.

—Ah, —pronto me di cuenta de mi error —que descortés de mi parte. Pasen no se queden afuera.

Todos entraron. Se acomodaron en los muebles. Con las manos sudadas forze una sonrisa.

Nada de mi vida está bien. Y tampoco hago algo para que mejore.

●●●

Vi de reojo a Liam, se fue a la cocina sin decir ninguna sola palabra. Aún sigue enfadado, quiero arreglar las cosas pero no se hacerlo.

—Psss —la mire —,puedes ir a ver más Doritos a la cocina, se acabaron.

Sonrei al entender lo que trataba de hacer. Se fija en todo, asenti, obediente.

Al ver que llegué. Siguio bebiendo, jugo de la jarra con melancolía reflejada en él. ¿Porque se ve deprimido? ¿Acaso lo lastime?

—Liam, yo...

Paso la mano por su boca, secando el rastro de jugo. —¿Te vas a disculpar? Eso sí está bueno —Se cruzo de brazos.

Tome una bocanada de aire, —Lo lamento, tu solo querías ayudarme y yo.... —rasque mi nuca nervioso. —yo fui un idiota al no escucharte. Solo quiero decir qué... qué  ¡Gracias!

Comenzó a reír. Me sobresalte, lo extraño es que reía mientras limpiaba sus lágrimas, se esta desahogado a su manera.

Perdón si te lastime, no fue mi intención.

Recode aquella vez que aprendí a manejar bicicleta. Al principio fue difícil, siempre me caía y dejaba raspones por mis rodillas. Y ahí estaba él, sanaba mis heridas, les ponía curitas de animales, mientras sonreía y decía:

Ya, ya, no llores Allan —puso la mano en su pecho —.Intentalo de nuevo llorón.

Esa sombra oscura, a la que tanto temía, siempre me estaba cuidando sin decir nada. Con Liam aprendí, que las cosas más bellas salen de la oscuridad de la gente.

—Allan...

—Liam...

—¿Quieres jugo?

Solté una carcagada —Eres malo rompiendo silencios.


•••

—¡Bueno llegó la hora! Este video es especial, aquí está grabado nuestra amistad, que las vaciones nos nos aleje. ¡Se ha dicho! —dio play.

Corrió rápido, sentandoce a lado mío. Agarro mi mano, una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo; aún no me acostumbro a esta sensación.

Las imágenes pasaron junto a la canción pejagosa que escuchamos esa vez en la camioneta. Eran recuerdos, alegres.

—¡Oh, mira eso!

Salió la foto de Pablo en minifalda haciendo el ridículo en la cafeteria. Explotamos en carcagadas fue tan gracioso ver eso.

—Que sexy me veo —relamio sus labios.

—De eso no hay duda.

–¡Mira ese trasero umm!

Paso la siguiente.

—¡Ah, no que horror!  ¿Quien tomó esa? —Me quejé.

Era cruel recordar eso. La vez que recibí diecisiete correazos en el trasero, eso sí será un recuerdo para nada sencillo olvidar.

—Yo —fulmine a Pablo con la mirada.

La siguiente fue, la que él mismo nos tomó en la noche de juegos, cuando Pedro fue cornudo por su prima.

—Esos cachos —se burló Liam. Ellos se conocían bastante bien, pues somos vecinos. —no me lo creía de ti Pedro.

—¡Mira, lo de las bengalas! ¿Porque no estoy ahí? —reclamó.

—Misterios de la vida. —le saco la lengua a la de los braques azules.

Eramos yo y Dome, la imagen era clara y nítida. Ambos reiamos mientras jugamos con las bengalas; aprete más su mano. Me siento afortunado al tenerla conmigo.

—¡Oh, ahí sale Luis!

—¡Es el equipo!

—La vez que jugamos como un deporte, —informe —lindos recuerdos.

—No tanto. Ese día te dejaron en la banca.

—¡Oh ahí salgo yo! —señaló emocionada —¡Que guay!

Si pudiera volver atrás, no corregeria nada. Aunque me equivoqué al meterme con ellos. Estar aquí, en este momento, con mis amigos. Lo vale todo.

Soy feliz, aunque lo merezca o no, y me siento bien con eso.

4 semanas y un día, después de los 17.

Capítulo 27: Reunión vieja.

¿Y si te digo que te extraño? [EN REVISIÓN]Where stories live. Discover now