Su novio...Jungkook
Rose POV.
—Lisa aun no me habla.
—Solo han pasado dos días, espera un poco más. Ya verás.
Una semana después...
—¡Ha pasado una semana!
—Aish, que impaciente eres —ruedo mis ojos— Enseguida saldré con Lisa.
Oigo como alguien le habla por unos segundos. Parece ser un hombre.
—Tengo una reunión en este momento —suelta un bufido.
—Mírate nada más, eh —canturreo divertida— Todo un empresario. A Lisa le encantara escuchar eso.
Él ríe.
—Oye, me está comenzando a gustar más este trabajo —bromea. Yo río—
Dile que me hableeee —alarga.
—Lo haré, adióooos —cuelgo.
Cuando por fin llega mi turno pago mi batido y me largo de la tienda. Allí dentro estaba hermoso, con el aire acondicionado. No pude resistirme y encendí también el de mi auto. Al llegar a casa de Lisa, solamente le envió un mensaje para que baje.
—Hola cariño —canturrea mientras se sube.
—Hola amor —respondo del mismo modo.
—¿Cómo estás? —le pregunto mientras arranco el auto.
Bajo un poco el volumen de la radio para que podamos hablar bien.
—Jungkook dejo de hablarme, ¿puedes creerlo?
—Pues deberías hablarle tú, oh, espera... estas con tu ridículo plan de ignorarlo.
—Tienes razón, creo que... —se calla y suelta un suspiro—No, creo que no. Jungkook solamente fue mi estúpido niñero y al no insistir más me dejo en claro eso.
—Lisa, él...
—No hablemos más de Jungkook —responde— ¿Cómo llevas el embarazo?
Bien, creo que tendré que idear otro plan. Tae me dijo que esto no funcionaría y debo aceptar que por primera vez en todos nuestros años de amistad, tuvo razón.
—Este pequeño alíen a veces me da dolores de cabeza.
—Bueno, sé que no lo hace apropósito —dice sonriendo— ¿Ya saben que nombre le pondrán?
—No hemos pensando en nada aun —respondo— Primero queremos saber el género.
Jimin dijo que en cuanto sepamos que será nuestro pequeño alíen, iremos a comprar un libro de nombres para bebés. Sí, no sabía que existían, solo sabía de la existencias de páginas web al respecto. No que había libros.
—¿Y cuándo podrán saber eso?
—La doctora dijo que a las veintidós semanas, aunque no es muy recomendable. Pueden confundirse —explico lo que mi doctora nos dijo cuando fuimos con mamá.
—¿Y cuantas llevas?
—Cinco semanas.
—Falta muchoooo —alarga y yo me rio.
(...)
Tomo tres vestidos y voy caminando rápidamente hacia donde mi mejor amiga se encuentra. Falta nada para la graduación y ella aún no se decidía por su vestido. ¡Eso es lo más importante de la graduación! Yo ya lo compre a principio de año para que mi único problema allí sea mi maquillaje y peinado.
—Aquí tienes, indecisa —le paso los vestidos—Iré a buscar otros.
—¡Bien! —me responde del otro lado.
Voy a buscar unos vestidos y de paso para llamar a mi querido novio. Aun no me puedo creer que este saliendo con el primo de mi mejor amiga. Me siento algo mal por no habérselo dicho al instante, pero es que tenía miedo de que se enojara conmigo. Es raro que tu mejor amiga, tu hermana de otra madre, salga con tu primo.
—¿Ya vas a tener al bebé? —pregunta en tono preocupado, pero obviamente en broma.
—Tonto —le digo riendo— Jimin, necesito que me ayudes en algo.
—Te escucho, linda.
Le explico mi plan, él estaba enterado un poco de la situación de Liskook, por lo que no fue necesario dar muchas vueltas. Jimin asiente diciendo que me ayudara, porque aparte de no gustarle verlos a Lisa y Jungkook de esta forma, el pobre no ha dejado de llamarlo.
—Bien, estoy dentro.
—Gracias Jiminnie —sonrío— Te hablo luego —cuelgo.
Tardo unos segundos eligiendo unos vestidos que me parecen de lo más lindo para mi mejor amiga. Voy sonriendo con los vestidos en cada brazo, ella no rechazara ninguno porque son todos perfectos, a mi parecer, pero tenemos gustos casi idénticos.
Mientras poco a poco voy acercándome hasta donde mi mejor amiga se encuentra, paro bruscamente para fruncir el ceño. ¿Otra vez esa mujer extraña está aquí? ¿En una tienda completamente diferente a la que estábamos el otro día? Esto es rarísimo.
Me acerco a ellas para poder oír su conversación.
—Que coincidencia verte por aquí —dice la mujer riendo— Cuando te vi a lo lejos dije ¡No me lo puedo creer! Y no pude evitar saludarte, ¿sigues en busca de tu vestido?
—Ajá —asiente mi mejor amiga— No me decido por nada.
—Suele suceder —responde la rubia riendo.
Decido intervenir. Me paro frente a la mujer, cubriéndola y le paso los vestidos a Lisa. Si, sé que es algo maleducado de mi parte, pero no me fio de esta mujer. Es muy extraño que volvamos a encontrarla en una tienda completamente alejada de la primera vez.
—Estos vestidos están perfectos, espero que te guste alguno —le digo sonriendo a Lisa.
La sonrisa de Lisa pasa a ser una forzada y me observa algo confundida,
posiblemente por lo que acabo de hacer. No soy maleducada, pero es solo que no confió en esta extraña mujer.
—Jessie ella es Rose, mi mejor amiga —pronuncia las últimas palabras con cierta dureza, posiblemente regañándome— Rose, ella es Jessie, la manicurista de Inglaterra que te conté.
Me volteo hacia la mujer y pongo una sonrisa falsa en mi rostro. Lisa tiene una mano en cada uno de mis brazos, la muy perra está casi clavándome sus uñas.
—Mucho gusto —me dice Jessie con una sonrisa.
—¡El gusto es mío! —respondo exagerada— Me gustaría seguir hablando contigo, pero tenemos que seguir buscando vestidos. El tiempo se agota. Chaito.
—Puedo ayudarles —se ofrece amablemente.
No puedo tragarme su amabilidad, no puedo, algo en mí no me permite creer en esta mujer.
—No, gracias.
—Si, por favor.
Lisa y yo nos miramos con el ceño fruncido por nuestras diferentes respuestas ante la pregunta de Jessie. ¿Por qué dejaría que esta mujer extraña la ayude con su vestido? ¡A Lisa le hace falta comer helado! Está pensando en cosas estúpidas, más que de costumbre.
—Sera un gusto recibir tu ayuda, Jessie —dice mi amiga sonriéndome falsamente a mí— Discúlpanos un segundo.
Lisa toma mi mano y me aleja un poco de esa mujer para que podamos hablar.
—¿Por qué eres de esa forma con Jessie? —me pregunta.
—No me cae —me encojo de hombros— ¿Encontrarla, otra vez? Esto me huele mal.
—Es una mujer adulta, ¿Qué podría hacernos?
Asiento rendida viendo que esta encaprichada con la idea de que Jessie nos acompañe el resto de nuestro día de compras. Le digo que no hablare con esa mujer y ella asiente también cansada del tema.
Tampoco me iré, no dejare a mi mejor amiga con esta extraña mujer. Tendré que aguantarme su presencia en lo que estemos aquí.
Cuando salimos del probador Jessie trae unos vestidos en la mano. Todos son horribles. No sé si es que tiene mal gusto o quiere que Lisa se vea lo más fea posible en la graduación. De todos modos presiento que la segunda. Porque por Dios, una mujer que usa Chanel no puede tener tan mal gusto.
Cada vez que Lisa me preguntaba mi opinión sobre algún vestido Jessie contestaba por mí. Sé que no le caigo bien y no me afecta en lo más mínimo eso. Ella tampoco me cae bien y si fuera por mí ya le habría dicho que cierre su maldita boca porque a ella no le pregunto nada, y que los vestidos que elige son horribles al igual que ella y sus labios.
Mientras buscaba unos vestidos -no tan lejos de ellas- encontré un vestido hermoso que a Lisa le quedaría perfecto. Sin duda lo tome y se lo fui a dar. Ella sonríe al verlo y veo ese brillo en sus ojos. Entra rápidamente al probador.
—¿Intenta impresionar a algún chico? —me pregunta Jessie viéndome de reojo.
—Si, a su novio —respondo elevando mi mentón— Jungkook —agrego.
De allí no pasa nuestra conversación. Los siguientes minutos ruego porque Lisa no haya escuchado nada allí dentro, porque me matara por mentir sobre que ella está saliendo con Jungkook.
Lisa sale del probador y abro mi boca. No puedo creer como se ve mi mejor amiga, totalmente perfecta con ese vestido igual de perfecto que ella. Por Dios.
—¿Me veo bien? —pregunta Lisa con inseguridad, pasado sus manos por el vestido.
—¿Bien? ¡Te ves perfecta! —muerdo mi labio mientras sonrío— ¿Este es el vestido?
Lisa se mira en el espejo una vez más.
—Este es el vestido —asiente con una una enorme sonrisa.
Lisa mira detrás de mí y frunce el ceño. Hago lo mismo que ella, solo porque no entiendo porque reacciona de esa manera.
—¿Y Jessie? —pregunta.
Ahora si volteo. No hay nadie más, estamos solo nosotras y otras chicas que también está comprando. Algunas las reconozco del instituto. Que extraño. No hay rastros de Jessie por ningún lado. Hace solo unos minutos estaba aquí...
—No sé —respondo— Y tampoco importa. Lo que importa ahora es que ya tienes tu vestido —canturreo emocionada haciendo volver esa sonrisa en su rostro.
(...)
Jungkook POV
Jamás me había desesperado tanto por algo. Me siento un tonto adolescente de quince años esperando que la chica que le gusta le hable. Por el amor de Dios, ya estamos bastante grandes. Si no fuera porque tengo responsabilidades aquí en Inglaterra, ya habría tomado el primero vuelo para Los Ángeles y hablar con Lisa.
—Fue un placer conocerlo, señor Jeon.
¿Saben qué? Tomare un vuelo en cualquier momento, ahora mismo no me importa nada más que arreglar las cosas con Lisa.
—Jungkook —me dice mi padre y reacciono. Le miro— El señor Jackson te esta hablando.
Oh, claro.
—El gusto también fue mío, señor Jackson —respondo mientras nos damos un apretón de manos.
Mantenemos una pequeña conversación de unos cinco minutos, centro mi mente en esto antes de recibir un regaño por parte de mi padre. Nos despedimos nuevamente y en cuanto el señor Jackson se retira mi padre ataca con preguntas.
—Jungkook, hijo, ¿Dónde tienes la cabeza?—me pregunta con diversión— ¿Acaso es por Lisa?
Por supuesto que Jennie no sabe mantener la boca cerrada.
—Si —asiento y paso una mano por mi boca.
Jamás me ha gustado hablar de estos temas con mi padre, ni con nadie. Bueno, jamás me he sentido de esta forma por alguien tampoco. Es la primera vez que una chica me tiene tan loco, como Lisa lo hace.
Me levanto dejándolo solo allí. Mintiendo sobre que debo terminar unas cosas pendientes.
(...)
Rose POV.
Ya llegamos del centro comercial. Ya tenemos el vestido. Todo está completamente perfecto para seguir con mi plan.
Los padres de Lisa no están. Fueron a cenar y le dijeron a Jimin que posiblemente llegaran tarde. Eso es perfecto, así no habrá nadie que defienda a mi mejor amiga cuando ella se rehusé a hacer lo que tengo planeado.
Lisa va a la cocina y Nick llega detrás de mí. Ambos nos miramos y asentimos. Me coloco en la entrada de la cocina mientras Jimin va a colocarse en la otra entrada que da a la cocina.
—Lisa.
Ella me observa mientras lleva un vaso de jugo a su boca.
—Hablaras con Jungkook y dejaras que te explique.
—No lo hare.
—No es pregunta —responde Jimin.
Lisa mira a Jimin y luego a mi. Se queda unos segundos en silencio y...
—¡Mamá, papá! ¡Intentan matarme! ¡Socorro! —grita escandalizada.
Nosotros nos reímos.
—Salieron a cenar.
Lisa muerde su labio nerviosamente.
—Intentamos por las buenas.
—Ahora vamos por las malas.
Lisa POV.
No, no, no, no, y diez mil veces no.
Rose y Jimin me ataron las manos y las piernas. Me colocaron una cinta en la boca. Esto es secuestro o algo, pero no pueden hacerme eso solo para hablar con Jungkook. Cosa que no hare. No. Me niego.
En la pantalla de mi computadora aparece el rostro de Jungkook. Una llamada de Skype. Muy inteligentes.
—Hola... ¿Lisa? —dice Tyler con confusión.
Jungkook llevaba traje, diooooooooos. Creo que así te reciben en el cielo. No puedo odiarlo y por más que quiero decir que se ve horrible y no extrañaba su voz, no puedo. Porque no es cierto. Se ve tan jodidamente caliente en ese traje que soy capaz de ir al aeropuerto y tomar el primer vuelo a Inglaterra. Extrañaba tanto su grave y profunda voz. Las malditas cosquillas en mi estómago comenzaron.
—Explícale de una maldita vez —espeta Rose.
Jungkook suspira.
—La noche anterior a la que me hablaste mi hermana me llamo y me dijo que la fuera a buscar para ir a dormir en casa de mis padres porque acababan de pintar en su departamento y olía horrible —hace una pausa— Al día siguiente Jennie se levantó de muy mal humor porque durmió incomoda. Luego llamaste tú e interrumpió nuestra conversación diciéndome eso —se encoge de hombros— No estuve con ninguna chica desde que te conocí, bueno, solamente fueron besos con Eunha, pero después de eso. Nada.
Asiento otra vez.
Miro a Rose y señalo la cinta que tengo en la boca con mis ojos.
—Oh, claro —asiente y se acerca a quitármela de un tirón.
—¡Auch! —exclamo dolorida.
—Lo siento —ríe— Les daremos su tiempo a solas chicos —me guiña un ojo.
Espero a que ambos salgan de la habitación para poder hablar.
—Lo siento —me disculpo con la mirada hacia abajo— Fui algo apresurada al tomar decisiones, lo sé. Es solo que... estaba tan celosa —admito.
—Eres muy celosa, Manoban —niega con la cabeza divertido.
—Y si tú escuchas que un chico me dice eso, ¿no harías lo mismo que yo? —pregunto sonriendo.
—No —contesta con simplicidad.
—¿Ah no? —digo decepcionada. Creí que haría lo mismo que yo... Ah, claro. Él no siente nada por mí.
—No —vuelve a repetir— Porque tú eres mía, Manoban.
Siento mi corazón latir con fuerza, como si fuera a salir de mi pecho y saltar hasta la pantalla.
No, que no pase eso por favor.
Sonrío y arqueo una ceja. Fingiendo que lo que me dice no me causa nada.
—Entonces tu eres solamente mío.
Él asiente con una sonrisa.
—Solo tuyo.
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