Últimamente era como su Sonic estuviese en un universo paralelo. Primero Eggman desaparecido. Segundo Amy le trataba mal y no le perdonaba con facilidad, aunque supo que no debió ser tan confiado.
Seguido por el cambio en el resto de chicas, lo cual sentía que nadie más lo notaba además de él, haciéndole creer que era el único raro.
Tails sobre esforzándose al punto del colapso.
Shadow y Knuckles comenzando a trabajar juntos como si fuesen un gran dúo.
El cambio de cuerpos del equipo Chaotix.
Correr por distintos paisajes de su mundo le daban un gran alivio. Detenerse, ver las colinas tan majestuosas, árboles sonando sus hojas, un río brillando por la luz del sol, el cielo azul con algunas nubes blancas, llenar sus pulmones de aire puro y soltarlo en un suspiro.
-Necesitaba esto... - Extendió sus brazos y sintió la brisa sacudir sus púas.
Sacó una bolsa de palomitas de maíz que compró en el camino y metió un poco en su boca. La imagen del Knuckles tomando su licuado y saludándole desde la ventana apareció en su mente. Un escalofrío le recorrió el cuerpo, casi parecía estar en una película de suspenso donde pasaba algo grande a sus espaldas y él ni enterado.
Lo curioso fue que luego de pensar en eso escuchó unos movimientos desde un arbusto cercano. No quitó su mirada de aquella planta, extrañado y atento a que algo peligroso le intentase atacar. Pero nada sucedió.
-Tal vez solo sea un animalito del bosque...- Quiso quitarle importancia y volvió a sonreír al paisaje. Sin duda era hermoso, le encantaba que luego de correr por tantos lugares detenerse a ver una vista tan agradable.
Otra vez un ruido a sus espaldas. Esta vez volteó rápidamente y observó atentamente su alrededor, sintiendo que perdió de vista algo. Sin embargo, no vio nada más que árboles y más plantas bonitas de la naturaleza.
-Creo que todo esto al final sí me está afectando...- Miró con aburrimiento hacia su izquierda, no esperando encontrar tan de repente una cara conocida. Tanto fue su susto que pegó un grito espantando las aves de alrededor.
Las escaleras eran tantas que los que quedaron del dichoso equipo Dark Rose Chaotix no les quedaba de otra que seguir subiendo. No habían dicho muchas palabras desde que se fueron Silver y Cream, solo unas pocas palabras para avanzar en la misión que tenían. Lo bueno era que no tuvieron muchos ataques de robot.
Rouge había tomado la delantera, seguida por Vector, dejando atrás a Blaze y Amy quienes seguían con un aura deprimente. La eriza rosa no había intentado comenzar una conversación porque no estaban en el momento ni el lugar adecuado, sabía que lo mejor era mantenerse alerta y llegar al final de todo aquello.
Sin embargo, había algo que no la dejaba tranquila. Ella finalmente gruñe y se detiene para enfrentar a su equipo.
- ¿No les parece extraño? – Ellos se detienen para mirar a la eriza rosa. – Por un momento creí que ese robot que nos atacó fue enviado porque sabía que nosotros, unos intrusos, entramos aquí... pero desde que lo lanzamos no hemos sabido de ningún otro robot... -
Las chicas no respondieron, Vector lo meditó un poco desganado.
- ¿Se habrán quedado sin robot? – Se encogió de hombros. Rouge arruga la nariz, no muy segura de ello.
- ¿Escuchan eso? – Pregunta Blaze levantando más la mirada. El equipo rápidamente se pega a la pared y ve como un montón de robots pasan por al lado de ellos, bajando apresuradamente.
El equipo híbrido parpadea perplejos.
- ¿Somos fantasmas o qué? Pasaron de nosotros como si nada... – Vector se rasca la cabeza viendo como la tropa de robots siguió bajando sin notar su presencia.
-Algo me dice que no nos están buscando a nosotros exactamente – Rouge entrecierra los ojos.
- ¿Pero a quien podrían estar buscando? ¿no somos nosotros el objetivo? – Pregunta Amy. – De todas formas ¿Cuánto falta para llegar al final de esta torre? – Con aquella pregunta mira por la ventana más cercana, pero solo puede ver las nubes de colores.
- ¡Cuidado! – Rouge toma del brazo de Vector y Amy y los atrae para su lado. Voltearon a tiempo para ver como un robot rompe todo el muro donde estaba dicha ventana y cae al vacío en el impacto, junto a ladrillos y vidrio destrozados.
Blaze junto a Cheese parpadean en incredulidad y mira a sus compañeros con la cara pálida.
-Al menos ya sabemos que no somos invisibles –
Amy se asomó por la apertura recién hecha y miró hacia arriba, buscando el final de la torre con los ojos encogidos. -Probaré volar al lado de la torre hasta la cima y veré qué tanta falta para llegar ¡Si tengo suerte llegaré a la máquina y la desactivaré! -
- ¡¿Estás loca?! – Rouge le toma de los brazos evitando que se pudiese caer y la atrae de regreso a las escaleras.
-Hay muchas de esas nubes extrañas y no sabemos lo que puede hacernos – Vector contesta con los brazos cruzados. Sin embargo, Amy se hace soltar y mira a sus compañeros con el ceño fruncido.
- ¡Piénsenlo! Será una segunda opción para nosotros, puedo llevar a Blaze conmigo, después de todo Cream también puede volar – Rápidamente toma del brazo a la coneja y se encamina hacia la apertura, poniendo en alerta al cocodrilo y a la eriza.
- ¡Amy! Todos queremos acabar con esto tanto como tú, pero antes de arrastrar a Blaze a esto y ponerte en peligro innecesario ¿no quieres reconsiderarlo? – Intenta convencer la eriza. Sin embargo, Amy demostró su claro descontento con su expresión y soltando a la más pequeña. Blaze mira al murciélago y resopla suavemente.
-Hagámoslo – Dice con mirada firme y toma a Amy para saltar juntas de la torre.
- ¡¡NO!! – Gritan el cocodrilo y la eriza asomándose para ver como ambas chicas caen hasta subir en un vuelo rápido. El chao de inmediato persigue a ambas para acompañarles.
Amy y Blaze se sujetan de la mano con fuerza corriendo por la pared de la torre y sacudiendo sus extremidades para volar, tomando cada vez más rapidez con las piernas y tapándose levemente el rostro para evitar las nubes en la cara. El chao para no perderse se mantiene abrazado por la cintura de la coneja.
- ¡Demonios! ¡¿Por qué tiene que ser tan cabeza dura?! – Gruñe Rouge comenzando a subir las escaleras con velocidad, saltándose escalones.
- ¡¿Incluso en tu cuerpo?! – Vector le acompaña lo mejor que puede.
- ¡Incluso en mi cuerpo! – Exclama ella con claro enfado.
Al sentir que poco a poco sus manos se soltaban ambas concordaron en agarrarse de los antebrazos, sin parar de correr por la pared hasta donde la gravedad se los permitiera. Ni siquiera se molestaron en gastar energía con palabras, estaban enfocadas en llegar a la cima.
Sin embargo, cuando Amy comenzó a desvanecerse levemente, Blaze tuvo que idear una manera de no detenerse, recordando que ella confesó sentir que partes del cuerpo de Rouge a veces no le responde. Dejó colgar a Amy para descansar mientras ella le llevase, en cuanto el murciélago pudiese alzaría las alas otra vez y sería su turno de llevarla a ella. Para darse más impulso también se lanzaban entre ellas sin soltarse.
Todo empeoraría cuando de repente cada una sintió corrida de electricidad y cambios en la vista. Se miraron con los ojos abiertos y con tanto asombro descubrieron que parte de su visión cambiaba al verse entre ellas. Amy veía el cuerpo de Rouge y el de Cream al mismo tiempo, y lo mismo pasaba con Blaze.
Sabían que no era seguro correr entre esas nubes de colores extraños, y sin embargo se arriesgaron para llegar a la cima. A pesar de los constantes dolores de cabeza y sensación eléctrica decidieron no detenerse en ningún momento hasta que un piso de la torre se hizo presente y cayeron en este.
Con la respiración agitada y el sudor corriendo entre los cuerpos de ambas, quedaron tumbadas en el suelo sin siquiera poder levantarse.
- ¿Amy? – Murmura Blaze con falta de aliento. -Creo que cambiamos de cuerpos... otra vez...- A juzgar por su nueva voz, dedujo que quedó en el cuerpo de Rouge, por lo que a Amy le tocaría estar en el de la coneja.
Luego de unos segundos en silencio para meditarlo Amy maldice. Se levanta con más energía de la que esperaba y mira a la coneja y murciélago en el suelo, vuelve a maldecir repetidas veces.
"Demonios Blaze, soy un malditamente adorable Chao "Gime Amy tomándose de la enorme cabezota y haciendo la cara de un chao cuando está triste, y la bolita de su cabeza se volvió un espiral.
- ¿Qué, Cheese? – La cabeza del murciélago se levanta y mira al chao. – Oh por todos los... no me digas que eres Amy-
Tiempo después, el murciélago y la coneja estaban sentadas apoyando sus espaldas contra una pared, con un chao intentando comprender su nuevo cuerpo. La coneja lloraba una y otra vez, balbuceando sin saber cómo exactamente hablar, y Amy no paraba de decir "Chao".
-Veamos el lado positivo, Amy – El chao voltea a ver a la moribunda blanca. – Tienes las energías de Cheese, tienes que aprovecharlas –
- ¡Chao cha! ¡Cha chao! – Gruñe el Chao sacudiendo sus brazos y piernecitas.
- ¡No me "chaes" en ese tono! – Blaze se lleva la mano a la cabeza, resintiendo todavía la jaqueca por el cambio de cuerpos. – Míranos, estamos perdiendo cada vez las energías, y sabiendo las consecuencias nos lanzamos porque estamos desesperadas ¡No dejes que todos nuestros esfuerzos hayan sido en vano! –
El enojo del chao se relajó para demostrar su tristeza, pero luego de limpiarse lágrimas de chao asiente decidida la cabeza y se levanta en vuelo. Cheese mira como su cuerpo se aleja y quiere seguirle, pero no le responden las piernas y se abraza de la murciélago mientras solloza.
-Ya, Cheese, lo sé, lo sé... - Le envuelve con un brazo y le da palmadas suaves en el lomo para consolarlo. –Intenta ser fuerte... para Cream – La falta de energía en las palabras Blaze hicieron que Cheese calmara su tristeza. Ahora mismo estaba en el cuerpo de su mejor amiga de siempre, mientras que ella estaba en peores situaciones. Sentía tantas ganas de llorar, pero sentía que debía apoyar al equipo y no perder las esperanzas, ser fuerte para ella.
Silver siente que en cualquier momento lo perdería todo al ver a la gatita de lila en ese estado.
En la habitación estaba prendida la chimenea, la felina estaba cubierta por muchas frazadas, y aunque tomó un poco de color seguía teniendo frío. Los doctores no supieron decirle lo que tenía, solo pudieron diagnosticar que había perdido fuerza vital y tenía pocas esperanzas de vida. Pudieron darle un remedio para mantenerla intacta, luego de tres horas tendría que medicarse de nuevo o volvería a decaer sus energías. Desde entonces la gatita no dijo nada, parecía estar descansando.
En cuanto los sirvientes de la princesa se enteraron de su estado se reunieron a fuera de la habitación. Marine fue lo más rápido que pudo para ir a verle, pero le detuvieron diciéndole que debía dejarle descansar y que dentro de su habitación hacía un calor infernal que no se le recomendaba a nadie. Solo podían velar por su bienestar.
-No puedo creer que Blaze esté en este estado – Lloraba Marine como una niña desamparada. – Ella es la princesa más fuerte que he conocido en los siete mares, no puede ser cierto ¡Debe de ser una pesadilla! – Los demás sirvientes le intentaban consolar, a pesar de sentir lo mismo que el mapache.
-Ojalá – Susurra un decaído Silver, apartado del grupo.
- ¡Parece que está despertando! – Avisa un koala saliendo acalorado de la habitación. Marine y los sirvientes se levantaron en alerta y emocionados por la buena noticia. –No podemos entrar todos al mismo tiempo, ese calor es insoportable y el amontonamiento nos hará peor ¿Quién quiere pasar primero? –
El erizo se acercó a la cama de la princesa y le mira con cuidado, como si con la mirada se pudiese romper. Los ojos felinos lentamente vuelven a abrirse y miran perdidamente hacia Silver.
- ¡Blaze! ¿Co-Cómo te sientes? – Pregunta con timidez, pero la gata tarda para reaccionar y solo demuestra tristeza con sus ojos, lo que parte el alma del erizo blanco. Apoya sus manos sobre las frazadas, aguantando las ganas de abrazarle a pesar del calor que estaba sintiendo en ese momento, y del cual intentaba aguantar lo mejor posible para ella.
– Tengo algo importante qué decirte... me arrepentiré si no te lo digo ahora... yo te...-
-Sil... ver... - Dice antes de intentar aclararse la garganta al notar que su voz salió apagada. El erizo calla inmediatamente y se acerca para escuchar lo que tuviese que decir, pero luego le hace silenciar para que no se esforzara, dispuesto a continuar con lo que iba a decir, pero ella vuelve a interrumpirle. - ¿Ch-ch...? –.
- ¿Ch? ¿Ch qué? – Pregunta intentando buscar una palabra que concuerde. - ¿Esmeralda Caos? ¿Chaos? – La gatita cierra los ojos frunciendo su rostro, una pista de que no era lo que quería decir.
- ¿M...Ma...? –
- ¿Ma... Marine? ¡Está afuera! ¿Quieres que la llame? – Intenta apresurarse el erizo a las palabras que intentaba decir, pero otra vez tuvo una señal de que no era lo que quiso decir.
-Ma... má... - Dice con tristeza, esforzándose en formar las sílabas y decir las palabras. – Ch... Cheese... -
Silver le mira en silencio, sin poder comprender qué estaba diciendo. Se sienta a su lado, derrotado, y mira perdido hacia la cama. Lleva sus manos al rostro intentando controlar todos los pensamientos que se le cruzaban por la cabeza, sin darse cuenta que las lágrimas que tanto luchó por guardar se estaban escapando. La gatita no aguantó más y cerró los ojos para volver a descansar.
-Tranquila... Cream... - Silver levanta su cabeza y le dedica una triste sonrisa, acariciando su cabeza con suavidad. – Intenta aguantar ¿Sí? Saldrás de esta... haré todo lo posible para ello... -
Cerró la puerta detrás de él y escuchó los pasos del resto acercarse preguntándole qué sucedió, temiendo lo peor con su expresión desganada. Silver simplemente dijo que no pudo decir nada y volvió a dormirse. Se retiró al baño para refrescarse, y para meditar. Todo comenzaba a conectarse, y no sabía exactamente como sentirse al respecto.
El chao voló por la torre, esquivando algún que otro robot que ni siquiera la notó. Miró hacia abajo y notó la gran altura para luego tragar saliva y continuar volando. Cuando finalmente no había más escaleras llegó al último piso. "¡Finalmente!"
Bajó al suelo y miró alrededor, una especie de laboratorio tecnológico y gigante le rodeaba. Millones de máquinas que no sabría bien de qué servían, pero tenían muchas luces de colores y botones. También había robots, pero estaban apagados y le faltaban partes del cuerpo.
"Diría que este laboratorio se parece a uno de Eggman, pero ni él es tan descuidado" Piensa Amy notando la baja calidad de cada máquina, oxidadas, viejas y malgastadas.
Se detiene cuando nota en una pantalla una cara conocida. "¡Es Sonic! Quien quiera que sea el maldito loco detrás de todo esto... ¡Está vigilando a Sonic!" Pensó para luego notar que Sonic miraba con clara confusión hacia la cámara.
-No sé qué estás planeando... pero debo admitir que me estás asustando – Escucha la voz del erizo azul desde el altavoz. La cámara se sacudió y Amy solo pudo notar pasto, un paisaje a lo lejos y palomitas de maíz, muchas palomitas de maíz.
"Debe de creer que es alguien que conoce, pero... ¡Es una trampa, Sonic! ¡No te dejes engañar!" Aprieta sus puños de Chao.
Sin darse cuenta, una sombra ser acerca peligrosamente por detrás de Amy con los ojos iluminados. Ella lentamente voltea su cabeza y grita del espanto al descubrirlo.
- ¡AHH! ¡Aléjate de mí! – Sonic exclama apartando al villano de encima de él. –Enserio cabeza de huevo, no sé si reírme o asustarme contigo... y ¡¿Por qué me robas mis palomitas?! Eso es caer más bajo de lo que estás – Gruñe el de azul, pero el reconocido Eggman seguía dándole cabezazos que curiosamente lograba atrapar palomitas de la bolsa.
La imagen era tan bizarra y extraña que había ganado al erizo, no pudo evitar tirarse al suelo y reír descontrolado. Eggman estaba actuando como ¡un ave! Aunque no entendía el por qué. Ya era bastante extraño el que no estuviese acompañado de algún robot o que le declarase una pelea, pero su extraña actuación ganó a todo lo demás.
-Bien, está claro que no estás en tus cabales – Se limpió una lágrima del ojo viendo como el hombre seguía intentando comerse todas las palomitas de maíz, incluso las que cayeron al suelo.
Knuckles, Shadow y Tails miraron con los brazos cruzados lo que el erizo azul había traído al taller. Eggman solo miraba alrededor, sacudiendo su cabeza sin comprender nada de lo que le rodeaba. El de rojo no pudo evitar más la risa y contagió al de amarillo quienes largaron carcajadas junto al de azul.
- ¡ESTO ES ORO! ¡HAY QUE GRABARLO DE INMEDIATO! – Dice Knuckles sin aire de la risa.
- ¡Ya mismo busco la cámara! – Exclama Tails tropezándose con todo.
-A ti no te causa risa nada ¿Verdad Shadow? – Sonic codea al erizo negro quien se apartó con un gruñido.
-Sí Sonic, es muy gracioso... jaja – Responde el erizo negro con claro sarcasmo. – Ustedes sí que son fáciles de engañar y distraer ¿No se dan cuenta de lo que sucede? Eggman cambió de cuerpo con un ave... -
Todos volvieron a estallar de risa a pesar de la seriedad de Shadow al decir aquello.
- ¿Por qué siguen riéndose? ¿Realmente les causa gracia eso? – Exclama sorprendido el de negro.
- ¡Cielos Shadow! Sí que te vendría bien un poco de humor de vez en cuando – Sonic vuelve a limpiarse lágrimas de la risa.
- ¿Qué fue primero? ¡¿El eggman o la galliman? – Tails bromeó antes de volver a estallar de la risa con sus amigos.
-Realmente no les comprendo... - Shadow se retira de la casa, sin tolerar al trío de payasos riéndose a más no poder con cada movimiento de ave que hacía el villano número uno del equipo.
Mira hacia el cielo y... se tapa la boca. –Demonios... -
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N/A: ¿Qué es eso? ¿Acaso Shadow casi se ríe? lo dejo a libre interpretación (?)
Un título opcional para este capítulo sería "¿El Eggman o el Chikenman?" o algo por el estilo xdxd no lo puse por miedo a que sea spoiler o muy obvio :P También pudo ser "Las aventuras de Chao Amy", pero nunca "El infierno de Cream" :'c
¿Estarán interesados en un preguntas y respuestas al final de la historia? si es así hagan todas las preguntas que deseen aquí y cuando llegue el momento lo responderé uwu puede ser con respecto a la historia o a mí como su autora.
¡Espero que les haya gustado el capítulo y que les haya hecho reír! cada vez falta menos para terminarlo~ Muchas gracias por todo el apoyo y esperar todos los días por la continuación, sus comentarios se quedan en mi cora ♥
PD: Está bien si no lloraron en el anterior capítulo, como dije, yo lloré al escribirlo pero creo que fue más bien por los días feos que tuve mientras lo escribía n.n; espero haber compensado en este capítulo con el humor que se supone que debe tener la historia~