Cuando Minho salió corriendo se detuvo al final del pasillo y se apoyó en la pared para tomar su pecho para así buscar calmarse. Era una suerte que las clases ya hubiesen acabado y por lo tanto nadie estuviera vagando por ahí en ese momento. Cerró sus ojos con fuerza y colocó sus manos sobre su cabeza para halar un poco de su cabello estando frustrado. ¿Por qué le hacía eso? ¿Tan poco corazón tenía? Apenas lo había superado y le salía con eso. Se había convencido de que lo odiaba cuando en realidad no era de esa manera, pero ahora con lo que acaba de suceder no estaba tan seguro.
Cuando sintió que su respiración estaba calmada, tomó su celular para encender la cámara frontal y mirarse como si fuera un espejo. Comenzó a arreglarse como pudo y cuando se vio presentable guardó todo de nuevo para seguidamente tomar las asas de su mochila. Con toda la confianza del mundo salió de la escuela nuevamente y fue al encuentro con su amigo, que seguía igualito a como lo había dejado hace unos minutos, y eso solo le rompió el corazón.
-¿Quieres comer un poco de helado estando en casa mientras vemos alguna película barata de comedia romántica? -le dice eso una vez está a su lado y Hyunjin sonríe un poco.
-¿Algo así como Mean Girls 2?
-Tampoco tan barata por favor. -Hyunjin se ríe por las palabras de su amigo y Minho sonríe porque al menos su amigo estaba sonriendo un poco.
-Vamos. Le diré a mi madre que nos haga algo de comida deliciosa también. -lo abraza por los hombros sonriendo amplio y así comienzan a caminar los dos hacia la casa del mayor.
Cuando llegaron a la casa de Minho, Hyunjin llamó a su casa avisando que estaría un rato con Minho, y que lo mejor se quedaría a dormir. Eso no le gustó mucho a sus padres, pero ya no le importaba mucho la verdad. Al menos habían aceptado y eso es lo que importaba.
Esa noche hicieron el pequeño plan de Minho. Ver películas baratas de comedia romántica, comer helado y la pequeña obra maestra de la señora Lee, arroz frito con kimchi. Como al día siguiente tendrían clases, ya que apenas comenzaba la semana, no fueron a dormir muy tarde. Ambos estaban en la cama del mayor acurrucados durmiendo de manera cómoda, o al menos así estaba Hyunjin.
Minho estaba con los ojos muy abiertos mirando al techo. Cuando sintió que ya no podía estar más así se levantó con cuidado y caminó fuera de la habitación asegurando el no despertar a su mejor amigo. Fue a la cocina y prendió la luz. Su madre también hace mucho rato que había ido a dormir así que estaba solo. Puso su celular sobre la encimera, que lo había llevado consigo cuando salió de la habitación, y lo desbloqueó para verlo fijamente unos segundos. Cuando ya no pudo más lo tomó y buscó en sus archivos de Google unas viejas fotos que solo tenía guardadas ahí. Eran fotos de cuando era novio de Christopher. Fotos de sus citas, fotos que le tomó a su ex cuando estaba despistado y fotos en la casa del chico. Recordaba demasiado bien ese día, tanto que dolía.
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Minho, en ese entonces con su color de cabello natural, un negro muy bonito, y con catorce años, iba feliz caminando observando a su novio. Desde que había entrado a la escuela ese chico le había encantado, pero no se sentía lo suficiente como para tener una oportunidad. ¿Y ahora? Ahora estaba saliendo con Christopher Bang, el chico más popular de la escuela y eso que era su primer año. Habían comenzado a tener citas a eso de octubre y formalizaron su relación en diciembre. Ahora en febrero se sentía la persona más feliz en la tierra.
La razón por la que ambos caminaban hacia la casa del mayor era simple. Habían salido antes de clase ese viernes y Chris no tenía que resolver cosas extras siendo el presidente de la clase así que lo había invitado a pasar tiempo juntos. La cosa es que así había comenzado a ser cercanos. Lógicamente no podían haber dos presidentes por clase, pero aún así Minho le gustaba ser útil, y aunque no fuera su responsabilidad, le gustaba ayudar al mayor en algunos de sus deberes. Lo hacía siempre que no tenía nada que hacer el club de canto.
En fin, cuando llegaron a la casa del mayor, Minho quedó encantado. De cierta manera tenía la esperanza de conocer a los padres de su novio, pero este ya le había dicho que no se encontraban en la casa por negocios. El mayor lo había guiado escaleras arriba hacia su habitación, pero Minho se detuvo curioso al ver una habitación abierta muy bonita.
-¿Tienes hermanos? No me habías dicho antes. ¿Es mayor o menor? -Minho trata de entrar a la habitación, pero Chris cierra la puerta de inmediato y le sonríe de manera nerviosa, claro que Minho no lo notó.
-Claro que no. Esta es una habitación de invitados.
-Pero estaba decorada... -Minho señala confundido la habitación y mira al mayor haciendo un pequeño puchero.
-Un primo se quedó un tiempo de vista, un tiempo bastante largo. Para que se sintiera cómodo le dejamos decorar la habitación. Ya pronto será una habitación vacía. -le sonríe con cariño y Minho asiente entendiendo. -Ven. Vayamos a mi habitación. -Minho vuelve a asentir y toma la mano del chico para seguirlo.
Una vez en la habitación, Chris cerró la puerta y se fue a sentar en la cama mientras el menor observaba a su al rededor de manera curiosa. Casi no conocía nada de su novio más allá de lo poco que le contaba y lo que veía de él en la escuela. Es por eso que observaba con detalle la habitación esperando ver alguna cosa que revelara sus gustos, pero todo era tan... aburrido.
-Chris...
-¿Si? -el mayor se queda en la cama y Minho se voltea para verlo.
-¿No tienes algo que te guste? Es decir, más allá de estudiar y la escuela. Es todo lo que sé de ti. Sé que te gusta el Soccer, pero dijiste que habías dejado de jugarlo.
-¿Para qué quieres saber? Ven. -le sonríe con cariño y palmea a su lado en la cama para que Minho se siente a su lado.
-Es solo que... no lo sé. A veces parece como si estuvieras en esta vida solo porque no te queda otra opción. Creo que la vida es para disfrutarla y ese tipo de cosas. ¿No lo crees así? -a la vez que dice eso, se acerca para finalmente sentarse al lado de su novio.
-¿Y quien dice que no disfruto mi vida? Estoy bien así.
-Chris... -lo observa de manera seria a la vez que se cruza de brazos y el mayor se ríe un poco.
-Bien, me rindo. ¿Quieres saber lo que me gusta? -Minho asiente entusiasmado y se acerca para escucharlo mejor.
-Dime.
-Tú. Me gustas tú. -Minho abre la boca sorprendido y a los segundos baja la mirada al sentir sus mejillas caliente. -Hey... -Chris le toma el rostro impidiendo que se esconda y le sonríe. -Hablo en serio. De verdad me gustas y me haces muy feliz. -Chris le sonríe con cariño y Minho no sabe de dónde saca su valor, pero se acerca y le deja un pequeño beso en los labios.
Chris se queda asombrado unos segundos. Minho no era de tomar la iniciativa en ese tipo de cosas y el que lo hubiese hecho de verdad le tomó un poco por sorpresa. Cuando supo reaccionar le tomó el rostro con delicadeza y se acercó para besarlo de nuevo, pero más profundo. Era la primera vez que se daban un beso de ese tipo. Siempre eran simples besos tiernos muy espontáneos y rápidos, pero esta vez se estaban tomando su tiempo para disfrutar de ese beso. Cuando subió aún más de intensidad, Chris tomó a Minho por los muslos y lo hizo sentarse sobre él a la vez que lo tocaba por sobre la ropa. Minho se sentía seguro y le gustaba, pero al mismo tiempo tenía sus inseguridades y por eso cortó el beso como pudo. Chris lo miró de manera confusa y Minho lo miró nervioso.
-Chris... yo no... yo nunca he hecho, pues... esto. -admite bajando cada vez más la voz y Chris le toma el rostro de nuevo.
-Yo tampoco lo he hecho antes. -le es sincero y Minho solo asiente despacio. -¿Qué te parece si aprendemos juntos? -Minho vuelve a asentir y Chris sonríe un poco para volver a besarlo.
El beso continuó hasta que Minho terminó acostando en la cama con Christopher sobre él. La ropa comenzó a estorbar en cierto momento y poco a poco se la fueran quitando entre ellos. Cuando estuvieron completamente desnudos se quedaron observándose a los ojos hasta que se besaron de nuevo. Cuando fue el tiempo, Chris le pidió que mojara sus dedos con sus saliva y Minho aceptó. Como todo había sido tan de la nada no tenía algo preparado. Apenas tenían un condón y solo era porque los habían entregado hace unas semanas en una charla de educación sexual en la escuela. Poco a poco Chris bajó hasta que dio con la entrada de Minho. Tanteo esta unos momentos antes de insertar el primer dedo y cuando lo hizo comenzó a dejar pequeños besos en los muslos del menor. Minho apretó las sábanas bajo si con sus manos por el pequeños dolor que estaba sintiendo y se quedó observando fijamente el techo tratando de contener sus lágrimas a la vez que daba profundas respiraciones para calmarse. Los besos en sus muslos ayudaban un poco así que pudo calmarse. Cuando Chris sintió que ya estaba acostumbrado añadió otro dedo y luego otro hasta que fueron tres dedos dentro de Minho. El menor seguía en su proceso de respirar profundo y se estaba acostumbrando, incluso comenzaba a disfrutar un poco. Cuando Chris notó eso sacó sus dedos y Minho soltó un gran suspiro. Chris se posicionó sobre el nuevamente y Minho comenzó a respirar profundamente de nuevo sabiendo lo que venía. Levantó un poco sus piernas aún manteniéndolas separadas y miró fijo a los ojos del mayor. Su novio le dio la señal de que comenzaría y tan pronto Minho comenzó a sentirlo abrió la boca soltando un jadeo. Chris buscó calmarlo masajeando su cuerpo con cariño y hasta el momento funcionaba. Chris entraba poco a poco y cuando estuvo dentro comenzó a moverse de manera lenta. Minho estaba más relajado y lo abrazó como pudo por el cuello. Esa fue la señal y así los movimientos rápidos comenzaron hasta que Minho llegó primero a su orgasmo seguido de Chris. El mayor salió de su interior unos minutos después y se acostó al lado de Minho para seguidamente abrazarlo y hacer que se acurrucara sobre su pecho. Minho sonrió gustoso y lo abrazó con fuerza para a los segundos quedarse dormido.
Había sido la primera vez de ambos y había sido fabuloso para los dos. Estaban seguros que no se arrepentirán por nada del mundo.
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Minho seguía mirando las fotos en su archivo y no se había dado cuenta que había comenzado a llorar hasta que una gota cayó sobre la pantalla de su celular. De inmediato dejó el celular de lado y tapó su boca al darse cuenta que incluso ya incluso estaba soltando unos pocos hipidos. Odiaba con todas sus fuerzas el haber amado tanto a una persona a tan corta edad.
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Hyunjin se levantó al día siguiente por el sonido de su alarma. Se levantó a toda prisa para apagarla. Cuando miró a su lado Minho seguía acostado y ni siquiera parecía haber notado la ruidosa alarmar de su celular. Con algo de pereza comenzó que mover a su amigo que a los segundos se giró para verlo con un solo ojo abierto. Hyunjin no pudo evitar reír con ganas porque nunca se cansaría de ver a su amigo recién levantado. Minho siempre lucía muy cómico cuando recién se despertaba y por supuesto que esa mañana no fue la excepción.
-Vamos. Como somos dos en la misma casa puse la alarma un poco antes para que tengamos tiempo de prepararnos. -le dice y se levanta a la vez que ve a su amigo sentando estirando su cuerpo. -Iré primero. Toallas en el compartimento de abajo. ¿No?
-Correcto. -Minho le hace la señal de "ok" con su mano izquierda aun estando medio dormido y Hyunjin se ríe para luego salir de la habitación.
Cuando salió de ducharse fue a la habitación de su amigo a buscar algo de ropa interior y el mismo uniforme que había usado el día anterior ya que no estaba sucio. La ropa interior no era problema ya que Minho era algo así como maniático de la limpieza y siempre tenía ropa interior nueva en sus gavetas en caso de emergencias. Cuando Minho había salido para ducharse fue que Hyunjin comenzó a vestirse en la habitación de su amigo y luego bajó para ayudar un poco a la señora Lee con el desayuno, ya que desayunarían ahí porque tenían tiempo extra, y el almuerzo que ambos se llevarían a la escuela.
La noche anterior le había servido bastante para distraerse sobre lo que había pasado con Jeongin. Es cierto que saldría con Christopher, pero su hermano seguía siendo heterosexual y muy correcto. Era obvio que no cambiaría sus gustos de un día para el otro así que todo estaría bien por el momento. Lo que si le dolía, y mucho a decir verdad, era el que Jeongin siguiera emocionado con que Chris le hiciera caso alguna vez. ¿Es que acaso no podía ver que lo traía loco cada vez que pasaba frente a él? ¿Necesitaba ponerse un cartel en la frente que dijera "enamorado de Yang Jeongin" para que el menor por fin entendiera lo loco que lo traía? Hyunjin no era una persona extremista, pero de verdad que lo había estado pensando en las últimas semanas.
-¡Ya estoy! -Minho bajó luego de unos minutos cuando el desayuno ya estaba completamente listo y su madre comenzó a servirlo.
Una vez los tres en la mesa, Minho miró fijamente a su amigo, pero este se veía mucho mejor comparado al día anterior. Si se le notaba algo triste, pero se veía más optimista y no estaba con esa carita de perrito abandonado como cuando se enteró de la cita no cita de Jeongin y Christopher.
Comieron entre risas con su madre y cuando estuvieron listos salieron caminando hacia la escuela, como siempre. Se fueron a sentar en una banca en el patio trasero y a los minutos llegó Woojin que se sentó al lado de Minho para luego darle un pequeño beso en la mejilla. Minho ya iba a girar dispuesto a golpear quien haya sido el imbécil que hizo ese acto, pero al ver a Woojin solo sonrió y se sonrojó un poco.
-Buenos días. -dice luego saludando a ambos en general y Hyunjin sonríe se vuelta.
-Buenos días. ¿Y Seungmin? -pregunta Hyunjin al darse cuenta que el Kim menor no estaba ningún lado.
-Amaneció algo enfermo hoy. Nuestros padres lo llevaron al hospital. Es asmático y pues es mejor prevenir.
-Oh que horrible. Espero que se sienta mejor. -habla Minho algo preocupado.
-De seguro si. Solo tiene algo de gripe porque se acostó algo tarde hablando con Jisung dando todas sus quejas de porqué es mala idea la salida del fin de semana de Jeongin con Chr... -se detiene antes de terminar la oración recordando que Hyunjin era quien estaba al lado de Minho.
-Está bien. Puedes continuar. Creo que puedo soportarlo. -le anima Hyunjin sonriendo, pero aún así Woojin no termina.
-Como sea. El punto es que está enfermo, pero creo que ya mañana regresa. Tampoco es que le guste mucho perder clases. Siente que luego se atrasa demasiado.
-Siento lo mismo. -opina Minho y luego los tres ríen. -De seguro si se sentirá mejor. Es fuerte.
-Ya lo creo. -habla Woojin de nuevo y vuelven a reír. -No los veo desayunando hoy.
-Dsayunamos en mi casa. Hyunjin se quedó a dormir anoche y mi madre nos hizo el desayuno. -Minho sonríe de nuevo y Woojin asiente.
-Genial. -Woojin sonríe y luego se queda callado. Hyunjin nota que el mayor quería decir algo así que habla de nuevo para animarlo.
-Si quieres invitar a Minho a salir puedes hacerlo en confianza. No me voy a sentir mal ni nada de eso.
-¡Yah! -Minho abre los ojos luciendo asombrado y avergonzado para luego golpear a su amigo.
-¡Ay! No seas así con tu amigo. -se queja Hyunjin y Minho le saca la lengua.
-Y tú no seas tan así.
-Bueno... en realidad si quería invitarte a salir. -habla Woojin algo avergonzado y Minho se gira a verlo asombrado de nuevo. -Yo, bueno... mis padres iban a ir al cine hoy porque tienen unas pequeñas vacaciones, pero por lo de mi hermano prefieren quedarse en la casa a cuidarlo. Me dieron las entradas a mi para que saliera con alguien y pues... pensé en ti. ¿Qué dices? -Minho no dijo nada y se quedó solo ahí mirando a Woojin, pero el momento se ve interrumpido por Hyunjin.
-Dice que si.
-¡No contestes por mi! -Minho se gira a verlo indignado.
-¿Entonces no quieres? -pregunta Woojin algo decepcionado.
-¡No! -Minho se gira de nuevo a mirarlo. -O sea que si. Me encantaría salir contigo hoy. -comienza a reír algo nervioso y Woojin sonríe enternecido, pero cuando iba a decirle algo más la campana suena anunciando el inicio de las clases.
-Bien. Te paso a buscar a tu casa. -se levanta emocionado y se va comenzando a caminar a su clase.
-¡Tú! -Minho mira a Hyunjin de nuevo y comienza soltarle pequeños golpes sin fuerza lo que hace reír al menor.
A los segundos Hyunjin se levanta para caminar a clase también y Minho lo sigue comenzando a reír un poco también.
En la noche tendría otra cita con Woojin y estaba emocionado.
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Las clases habían pasado de manera normal, como siempre. Ahora Minho se encontraba en su casa preparándose para la salida con Woojin a la vez que se miraba a cada minuto al espejo para asegurarse de que todo estuviera en orden. Woojin le había mandado por mensaje la hora de la película y la hora que lo pasaría a buscar. Su madre se asomaba de vez en cuando por la habitación y se reía un poco al verlo tan esmerado en lucir espectacular para la segunda cita con el chico.
Cuando fue el momento, Minho salió de su habitación justo cuando la puerta fue tocada y bajó emocionado para abrir. Frente a él vio a Woojin impecable como siempre y sonrió amplio porque rayos, cada vez que veía a Woojin lo notaba más guapo.
-¿Listo?
-Súper si. -Minho sonríe y se gira unos segundos para gritarle a su madre que ya iba a salir. Cuando escuchó el grito de respuesta se giró de nuevo y salió de la casa. -Vamos. -sonríe de nuevo y ambos comienzan a caminar al auto.
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Mientras, Hyunjin estaba en su casa haciendo algo de tarea que le habían dejado. No era para el día siguiente, pero la verdad no tenía nada interesante que hacer. Cuando llegó a la casa se dio con la sorpresa de que sus padres se habían ido de viaje de nuevo así que eso solo significaba unos días más de paz. Su hermano ese día se había quedado en la escuela por unas cosas del presidente la clase así que estaba solo hasta el momento. No había visto a Jeongin por ese día y de verdad se sintió algo triste, pero suponía que era lo mejor. No estaba preparado para escuchar los relatos del chico con respecto a que estaba emocionado con la cita no cita con Chris.
Cuando hubo terminado toda su tarea, solo se acostó en su cama a pensar cuando de repente recordó la inscripción al concurso de baile que Minho había hecho en su nombre. Se levantó a toda prisa para buscar en su carpeta de la escuela el papel y lo leyó con sumo cuidado. Podía hacer una coreografía propia y eso le pareció genial. Ahora estaba solo, sus padres no regresarían en unos días y eso significaba paz. Podía practicar todo lo que quisiera en esos momentos.
Con esos pensamiento se levantó a toda prisa tomando su celular y buscó diferentes canciones que le fueran de inspiración. Primero las escuchó y cuando sintió que había encontrado la ideal fue que comenzó con sus estiramientos y algunas ideas. Le había dicho a Minho que lo pensaría, pero la verdad es que desde que vio el papel la decisión estaba tomada. Definitivamente iba a participar en ese concurso de baile.
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Woojin y Minho se la habían pasado genial en la cita. La película que habían reservado los padres de los Kim había sido una de comedia así que habían estado riendo toda la noche. Luego, como tenían algo de hambre, fueron a cenar en el mismo centro comercial unas hamburguesas. Siguieron platicando, y como la verdad no tenían ganas de regresar, además de que no era tan tarde, solo algo así como las diez la noche, decidieron dar un pequeño paseo por el parque del Río Han. Woojin le dijo que lo devolvería sano y salvo a eso de las once, pero Minho le aseguró que para él y su madre no era un problema la hora.
Ambos se detuvieron y se sentaron en el césped observando cómo los chorros de agua bajaban a la vez que las luces de colores iluminban. Era una vista hermosa.
-Es lindo. -opina Minho.
-Por supuesto, pero conozco algo más lindo.
-¿De verdad? ¿Qué es? -Minho se gira a verlo curioso y Woojin hace lo mismo sonriendo.
-Tú. -le sonríe y observa cómo Minho poco a poco se va poniendo rojo.
-Ugh... -se queja bajo y toca sus mejillas al sentirlas tan calientes.
-Minho...
-No mires. Ahora si que debo lucir extraño. -se queja y trata de girarse de nuevo, pero Woojin lo detiene tomando su rostro.
-Para mi luces solo hermoso. Siempre estás hermoso. Nunca dudes de eso.
-Woojin... -y el mayor comenzó a acariciar sus mejillas con ternura.
Minho sintió cómo hacía las mismas acciones de aquella vez en la fiesta de invierno de la escuela y cerró sus ojos sonriendo un poco. Sintió una leve caricia en sus labios y a los segundos una respiración cerca de su rostro. Pasaron unos segundos más, unos muy lindos, y luego de eso sintió los labios de Woojin sobre los suyos. Fue un toque suave y delicado. Fue casi un choque de labios y cuando se separaron Minho abrió los ojos, aún cuando sabía que Woojin seguía muy cerca de su rostro.
-Sé que había dicho en una tercera cita, pero sentí que era indicado ahora.
-No importa. -dice Minho sonriendo y se acerca un poco. -Fue... lindo. -y luego de decir eso es Minho quien se acerca para romper con la distancia y besar a Woojin.
Aunque el beso tomó por sorpresa a Woojin, reaccionó bastante rápido y correspondió de inmediato. Era un beso lento y lindo. Ambos tenían sus ojos cerrados y cuando se separaron ambos se miraron para finalmente dedicarse unas pequeñas sonrisas.
-De verdad me gustas. Me encanta Lee Minho. -dice acariciando sus mejillas, ya que no le había soltado el rostro, y Minho le vuelve a sonreír.
-También me gustas, Kim Woojin. -luego de eso se acerca un poco más y abraza a Woojin con fuerza.
Fue el primer beso entre ambos y Lee Minho volvió a sentir ese revoltijo lindo en su estómago cuando besó a Kim Woojin. Claro que Woojin no se quedaba atrás con esas sensaciones.