🚫Capítulo no apto para todas las edades.
Contenido sexual explícito en bajo nivel, procede con preocupación ARMY....🚫
—Bien Tae Hyung —Yoon Gi se sienta en la silla que coloco frente a la mesa. El chico estaba del otro lado esperando bebiendo ansioso un vaso de agua.— ¿Qué te hizo despertarme tan temprano un maldito sábado?
—Es que quiero hablarte de algo muy importante que.. que no me dejó dormir anoche.
—¿y sólo por eso no me quieres dejar dormir a mí? —Tae Hyung voltea a ver el reloj de la pared de la cocina para indicarle a su mayor que ya casi son las diez de la mañana.— Sí, sí ya se que maldita hora es —le dice Yoon Gi adivinando su pensamiento.— los sábados me gusta levantarme a esa hora porque no tengo que trabajar.
—...lo, lo siento hyung —el joven baja la cabeza con vergüenza.— es que de verdad es importante.
—¿Es malo?
—... sí...
—¿mataste a alguien?
—¡No!
—entonces no es importante —intenta levantarse pero Tae Hyung lo jala de la camiseta.— ¿por qué a mí? ¿Por qué me elegiste específicamente a mí? No soy el mejor consejero, literalmente te estoy corriendo de mi casa. Está Jin, Hobi, Nam, Hye, Ji... no Ji-Min no está en su casa ahora, no lo habrías encontrado.
—¿Cómo sabes que Ji-Min no está?
—Pues porque es mi novio y está aquí.
—Oh, Ji-Minie está aquí... que bueno que no lo busqué. Aún así no lo hubiera hecho porque siento que eres el indicado para esto.
—¿por qué? —Yoon Gi arruga demasiado el rostro.
—no sé, sólo quiero un consejo tuyo.
—bien... —suspira y pone sus codos en la mesa para recargar la cara en sus manos.— sácalo.
—bueno —Tae Hyung comienza a ponerse nerviso y se mueve inquieto en su lugar.— anoche... verás yo... —carraspea al sentir su garganta seca.— yo estaba... hablando con Jung Kook...
—Mmmhh —Yoon Gi asiente lentamente y cerrando sus ojos de la misma forma.
—estabamos hablando bien y... y... —mueve sus manos sin sentido tanto así que ni siquiera parecen ademanes.— luego entro Young y que sus sostenes y luego la pizza y luego...
—nn-no te desvies de lo importante —le interrumpe su mayor para comentarle aquello.
—perdón hyung —se calma por completo.— Jung Kook y yo hablábamos de canciones porque ya sabes que nos mostramos canciones.
—mmhhh... —su voz se escucha más pesada y ronca.
—... yo le mostré la que Nam hyung me ayudó a traducir y yo le dije que lo esperaba en la línea hasta que la canción acabara y bueno, yo... sólo estaba... imaginandolo... —Tae Hyung se calla y abre sus ojos con temor.
—¿por qué carajos te detienes?
—ay es que... —Tae Hyung se encoge en hombros.— me da pena.
—ya viniste hasta acá, ahora me dices o te arrojo por el balcón —amenaza sin alzar la voz o alterarse pero la firmeza con la que lo dijo hizo que el menor se comportara.
—¿no me criticaras si te lo digo?
—no me digas esa porquería porque me elegiste para esta circunstancia así que te atienes a las consecuencias —toca la mesa con la punta de su índice para darse autoridad.
—... cierto... perdón es que estoy nervioso.
—dilo y ya.
—okay... mientras Jung Kook escuchaba la canción yo... comencé a imaginarlo pero... de cierta manera que... provocó que... —su cara se calienta rápidamente.— que comenzará a punzar... bueno, ahí abajo —mira sus pantalones y luego a su mayor quien le siguió la mirada.
—¿ahí abajo? —junta sus cejas al ver al menor asentir.— ¿hablas de tu pene? —ve que Tae Hyung se incomoda.— ¿qué, qué dije? Es tu pene, yo tengo, tú tienes... ¿por qué hablas como señora recién persignada? No se te caerá la boca si dices pene.
—Oh hyung —Tae Hyung se limpia el sudor de las manos con su palma.— perdón.
—¡Deja de pedirme disculpas! —dice callando su grito entre sus dientes.— yo no tengo nada que perdonarte.
—per... —se muerde la lengua.— okay — continuó.— comencé a sentir eso y luego, yo... no sé como senti la necesidad de tocarme y lo hice y... y... no podía parar pero luego sentí... un como un... una especie de choque.
—un espasmo —adivina.— es normal.
—no, no es normal.
—sí, sí es normal. Te excitaste y comenzaste a masturbarte, lo que sentiste es un orgasmo. Fin —ve a Tae Hyung completamente confundido y sorprendido.— ¿Qué? ¿No sabes lo que es?
—Sí sé... es sólo que... nunca me había sentido así.
—¡Oh vamos Tae! —ve que el menor no bromea.— ¿de verdad? —Yoon Gi levanta sus cejas.— nunca... bueno es obvio que eres virgen pues, mirate... —Tae Hyung se observa tratando de adivinar que lo hace virgen.— pero ¿nunca habías tocado a tus novios? —Tae Hyung niega.— ¿tus novios a ti? —vuelve a negar y Yoon Gi bufa.— ... ¿tú a ti? —Tae Hyung vacila pero vuelve a negar.— No... inve... —Yoon Gi se comienza a carcajear asustando a Tae Hyung, Yoon Gi se retuerce y golpea la mesa. El menor ve como su amigo se torna rojo y retiene lágrimas.— perdón TaeTae pero dios... —trata de calmarse.— ¿pues qué has hecho tanto tiempo mocoso?
—cosas, no sé... sólo no soy de esos chicos que... hacen eso.
—masturbarse —dice sin trabas desconcertando a Tae Hyung una vez más.— no tiene nada malo hacer eso. Eres hombre, adolescente, el niño de Busan no es feo... era obvio. Estas comenzando a sentir atracción sexual por él también.
—es que yo no veo a Jung Kook así él es... especial.
—tú mismo estás diciendo que nunca habías sentido cosas así por alguien, ese niño es especial. Esta bien que explores tu sexualidad, es normal... tu cuerpo tiene necesidades, las cuales no le has dado por 17 años.
—es que... —agacha la cabeza sin poder terminar de hablar.
—Tae Hyung, ¿quieres mi consejo ahora? —el menor asiente.— bien, hoy o un día que tu creas correcto, hoy sí es de preferencia... ve a tu casa —se acomoda mejor en su asiento y junta sus manos.— espera a que se quede sola, encierrate en tu cuarto... pero asegúrate de que este bien cerrado tu cuarto y...
—... medita tus acciones —termina por el suponiendo de lo que iba a decir
—¡No diría esa mierda jamás! Jamás me interrumpas. Ahora sí pídeme perdón —lo invita con un ligero movimiento de su mano.
—Lo siento hyung.
—te perdonó criatura —dice fingiendo bondad.— decía; cuando estés en tu cuarto encerrado, tócate un poco.
—¡¿QUÉ?!
—¡Cállate, despertarás a Ji-Min! —Tae Hyung cubre su boca con la manos.— estupido.
—¿Cómo puedes aconsejarme eso hyung?
—ahora que lo pienso no es un consejo, es una orden. Te hace falta mocoso, haber sí así te relajas un poco.
—hazlo Tae. De verdad hazlo... me lo agradecerás cuando lo estés disfrutando —se queda pensándo con cara de disgusto lo que dijo.— no, mejor evita pensar en mí cuando lo hagas, sería raro.
—... hyung.
—lo digo en serio. Todo estará bien.
—okay...
—¿okay?
—... lo... lo voy a intentar pero no te aseguro de que lo haga.
—me quedo conforme con eso y no te sientas mal... no porque hagas eso pensando en Jung Kook le quitas valor romántico o dime... tú imaginas a Jung Kook... ¿nunca te has imaginado su cuerpo? —Tae Hyung asiente.— lo has visto en persona... ¿crees que tiene buen cuerpo? —asiente nuevamente.— ¿te has preguntado qué hay debajo de su camisa...? Su torso —claro que lo ha hecho pero nunca se atrevió a expresarlo.— en tus noches más raras... ¿te has visto tocandolo? Su piel desnuda bajo tus dedos... lento... bajando por ese torso y llendo hasta lo más bajo —Yoon Gi ve como los ojos de Tae Hyung pierden brillo y su mirada la cual siempre suele ser cálida y agradable, ahora es fría y voraz, parpadea lentamente y está pérdido, tal vez este viendo lo que le va narrando.— dime Tae Hyung... sí tú y Jung Kook estuvieran juntos, así como una pareja estable, como Ji-Min y yo... lo vieras diario... ¿no te gustaría que cuando llegara el momento adecuado... ya sabes, él y tú tuvieran contacto más íntimo?
—... me... me gustaría —habla con voz de pecho bien incrustada.
—¡Bien! Mírate —Yoon Gi saca de su trance a Tae Hyung y lo obliga a examinarse.— ningún rayo laser te apunta ni nada, porque no tiene nada de malo... ahora ve a casa porque ya me dieron ganas.
—... de acuerdo hyung.
—ve a confesarte una vez que termines —ambos se levantan y Tae Hyung mira a Yoon Gi con susto tras lo último dicho.— ¡sólo bromeaba! —el chico de piel blanco-crema ríe burlón.
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Tae Hyung llega a su casa descierta y sube las escaleras con calma sintiendo el vacío de su familia.
Young Soo estaba con sus amigas y su madre está con Il Sang en las prácticas de fútbol soccer del más pequeño.
Llega a su habitación y la observa: sus blancas paredes pintadas por el con varios paisajes que hizo con negros degradados por todas partes, más frases de un libro de poesía que encontró en la calle cuando tenía 15 años. Entra por completo para enfocarse más en una frase en específico, aquella de Gustavo Adolfo Bécquer que estaba por encima de su ventana:
"El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos a cual más inexplicable; todo en él es ilógico, todo en él es vaguedad y absurdo".
Tae Hyung deja de ver aquella declaración tan ridícula y cierta, para desplomarse en su cama. Mira su techo, mira la puerta, luego al techo. Sus muebles, sus dibujos de Jung Kook, luego la puerta otra vez, y después desvía nuevamente la vista a los lienzos.
dime Tae Hyung... sí tú y Jung Kook estuvieran juntos, así como una pareja estable, como Ji-Min y yo... lo vieras diario... ¿no te gustaría que cuando llegara el momento adecuado... ya sabes, él y tú tuvieran contacto más íntimo?...
Sacude las palabras de su cabeza las palabras de Yoon Gi con negación.
En tus noches más raras... ¿te has visto tocandolo? Su piel desnuda bajo tus dedos... lento... bajando por ese torso y llendo hasta lo más bajo....
—... Basta —suplica susurrante.
Cierra los ojos suprimiendo aquellas ideas y trata de su plantarlas por algo diferente pero no puede, vuelve a él aquella sensación que tuvo en el cuarto de lavado mientras hablaba con Jung Kook por teléfono. Esas vibraciones que hacían sentir su cuerpo caliente, aquel espasmo que en el fondo deseo volver a sentir.
Abre los ojos, se levanta de la cama con rapidez y cierra la puerta con seguro, se vuelve a echar a la cama con la espalda en el el colchón. Mueve sus dedos nervioso, trata de tomar valor para hacer el paso principal, se mentaliza para lo que está a punto de hacer.
Lleva con una torpe lentitud su manos al botón y cremallera de su pantalón para desabrocharlos y bajarlos hasta la altura de sus muslos. Ve su ropa interior y piensa en volver a subir sus pantalones pero sus manos ya se encuentran actuando por él y jalan suavemente los elásticos sólo hasta dejar descubierto su miembro.
Se da un manotazo mental y se queda un rato sin hacer nada.
... Su piel desnuda bajo tus dedos... lento... bajando por ese torso y llendo hasta lo más bajo....
—... bajo mis dedos... —piensa y pasa su mano por su abdomen, cierra los ojos y siente la tela de su suéter levanta un poco esta y siente su tibio estómago y baja sus manos hasta sentir su pelvis.- ... bajo mis dedos...
Estaba a punto de llegar a la palpitante zona hasta que abre los ojos sorprendido sintiendo que toman su muñeca. Se espanta y se reincorpora.
—¿Qué haces? —pregunta con una expresión inexplicable.
—Oh... Jung Kookie yo nn-no hacía nada.
—¿Te... estabas...? —los ojos de Jung Kook parecen los de una fiera hambrienta dejando a lado la inocencia que Tae Hyung creía inamovible.
—No es lo que parece yo...
—Shhh... —el menor pone su dedo índice sobre los labios de Tae Hyung.—... calla despreocupado hyung... yo me encargo de hacerlo por ti.
Jung Kook sonríe malicioso y se acerca a dar un casto beso al chico, luego lame ambos labios de un sensual lengüetazo que provoca un desmayo interno en Tae Hyung.
—... Me gustas mucho hyung —Jung Kook susurra acercándose a su oído.
—¿Ah, sí? —pregunta pérdido cuando siente los finos labios del menor besándo su cuello.
—Quiero ser de ti Tae... no de otro, tuyo y ya... por favor —Jung Kook se coloca en el oído de Tae Hyung provocándole escalofríos.—... tomáme, de una vez...
Jung Kook se separa para ver a Tae Hyung fijamente con ojos suplicantes.
Ambos se acercan hasta unir sus labios con una respiración fuerte y acelerada.
Las manos del menor comienzan toman el miembro de Tae Hyung y comienza a subir y bajar su mano a lo largo de todo el cuerpo del pene mandando sensaciones deliciosas a su mayor que comienza a gemir con su voz profunda ahogada en erotismo.~
¡Pfff!
Ocurre, aquel choque vuelve a invadirlo, sorprendiendolo nuevamente. Tae Hyung no quiere parar sigue con el bombeo que estaba llevando hasta el momento, retorciendo su cuerpo entero.
—¡Hhhm! Ah... ¡Jung Kook...!
~
-¡Hyung! -gime el menor cuando el duro miembro de su mayor invade por completo todo su interior sintiendo un ligero dolor.
Tae Hyung se acuesta viendo a Jung Kook sentado encima de él con su precioso rostro enrojecido y sus venas bien marcadas. Su cabello alborotado y un poco mojado de su sudor y esas gotas disimuladas bajando por su marcado abdomen hasta desparecer en alguna parte de su cuerpo varonil.
Se deja envolver por la sensación de estar dentro de él. Es un lugar tibio que de repente absorbe su miembro y lo estruja haciendo de aquel lugar uno todavía más agradable de invadir.
Jung Kook le da un beso a Tae Hyung para después comenzar a subir y bajar. Montandolo lentamente, y gimiendo en voz baja.
—... Oh... ¡Hhm!... Jung Kook... ve más rápido —Tae Hyung le toma las caderas para indicarle la nueva velocidad que debe tomar.
El menor obedece y sus gemidos se tornan más fuertes, se transforman en quejidos, quejidos exquisitos que Tae Hyung escuha con mucho detalle. No es escandaloso, no... no son tan graves como los suyos, tampoco... los gemidos de Jung Kook son más... más... quién sabe que sean, pero están ahí, tienen una identidad única, tienen un significado propio e inigualable dentro de su entorno sonoro particular y agradable. Quiere más, quiere más de esos hermosos sonidos y gestos de dolor placentero que hace Jeon Jung Kook. El mejor y único amante que necesita.
Tae Hyung también empuja sus caderas para complementar los de el joven.
—¡HAH, Hyung! ¡que rico!
—¿Te gusta lo que te hago? —pregunta con su voz entrecortada.— ¿Huh?
—¡Sí! ¡AHH! —Tae Hyung se sienta pero las embestidas no terminan. Las manos de Jung Kook se pasan arañando toda la espalda ajena.— ¡Tú me gustas mucho hyung! —Jung Kook lo besa con mucho desenfreno y cambia sus movimientos, meneando su cadera adelante y atrás lo más rápido que puede.— ¡Oh me encantas! —gruñe en sus labios.
Ambos jóvenes se acarician los cuerpos salvajemente, mostrando esa energía adolescente y pasional de la que todos sus superiores hablan. Esas ganas tan incontrolables de querer conservar todo de la otra persona. Mezclar un sudor extraño con el tuyo para hacer una sola esencia imborrable.
Tae Hyung siente aquellos choques más constantes y mientras más precisos son lo movimientos del menor más fuertes se hacen.
Su espalda comienza a contraerse y la sangre hierve por sus venas, su erección envuelta de Jung Kook palpita cada vez más agresiva. Siente los bellos de su cuerpo levantarse.
Clava sus uñas en por la parte posterior de los hombros de Jung Kook y trata de aferrarse para que aquella sensación de huracán no se lo lleve.
—¡Jung Kook! ¡Ah!... ¡¡¡Mald... Ah!!! ~
—¡¡Haahh!!
Un liquido caliente sale sin objetivo por el hinchado pene de Tae Hyung.
Su mano se aferra a su edredón, mientras que la otra aún lo sostiene y oprime su glande haciéndolo temblar y agitarse. Los residuos de orgasmo hacen que Tae Hyung pierda la cabeza por completo. No siente su cuerpo en sí, no siente nada más que aquello. Se escucha, se escucha jadeando com una voz que ni él reconoce.
—... ¡Dios!... —dice abriéndo los ojos y viendo el techo de su habitación más blanco.
Ahí estuvo todo el tiempo, en su habitación, sólo. Ahora se da cuenta, porque aquella sensación ya dejó su cuerpo por completo y Jung Kook que jamás estuvo ahí, también.
¿Así que eso hay después...? ¿Vacío?