El pasado nos alcanzó.
KIM TAEHYUNG
Había hablado con mi padre, estaba muy enojado por la presencia de Jin pero Joo Hyuk desconocía las razones por las que nos habíamos distanciados.
Salí del despacho de mi padre hechando humo por las orejas, siempre hace lo que quiere, nunca le importó lo que yo sintiera.
Ahora estábamos en la empresa dentro de mi oficina con Jimin, había llegado un poco más temprano de lo normal, le dije a YoungMi que no pasara por mí esta mañana.
—¿Tu si quieres?
—Joder, si quiero despertarme junto a ella por las mañanas.
—El sexo matutino es bueno—Jimin elevó la cejas en forma de burla mientras yo negaba con la cabeza.
—No solo eso, si no que saber que esa mujer es tuya y nadie tiene el poder de arrebatártelo.
—¿Alguien como SeokJin?
—Ese hijo de puta, aún no entiendo como se logró dar cuenta de mis sesiones con YoungMi
—Ustedes tampoco fueron cuidadosos, seamos sinceros, ¿sexo oral debajo del escritorio? ¿En que pensabas?
Jimin niega divertido y se tira sobre mi preciado sofá.
—Ese es el problema, cuando estoy con ella no pienso.
—¿Entonces la quieres?—Jimin volteo a verme confundido, fruncí el ceño por su pregunta.
—¿Que dices? No la quiero, solo es sexo.
-entonces despertad con ella todas la mañanas no es un acto de sentimiento?- pregunto Jimin alzando una ceja.
-No....agsh..no se Jimin, joder- dije un poco exaltado
Jimin aclaró un punto muy importante, no debía mezclar mi obsesión por ganarle Jim con los ganas de estar con Colette.
—¿Ya se acostaron?
—No, aún no.
—Es difícil ¿no?—Jimin elevó las cejas y se rió—Ninguna chica se ha negado a sexo contigo, pero YoungMi se da el lujo.
Gruñí burlón, la iba a tener en mi cama.
—Cuando la haga gritar en mi cama, rogará por más.
—¿Quien rogará a quién?—YoungMi había entrado por la puerta de mi oficina tan sigilosamente que no nos habíamos percatado de su presencia.
—Emm Nadie—negué rápidamente con mi cabeza para que Jimin no diga nada.
—TaeTae dice que tú le rogarás que te folle por las noches—Jimim abrió su bocota haciendo que YoungMi elevara una ceja en mi dirección.
—Veremos quien le ruega a quien—dijo mostrándonos una media sonrisa y caminando hacia su pequeña oficina.
Cuando me cercioré que estaba cerrada la puerta me giré hacia Jimin.
—Gracias, ahora seré yo quien le ruegue.
—Tranquilo TaeTae, las mujeres son las que terminan pidiendo más.
—¿Ah si? ¿Como va todo con la amiga de YoungMi?
—¿Jisoo? Tenemos sexo tres veces al día—Jimin se encogió de hombros y camino hacia la puerta.
—¿Solo es sexo con ella?—pregunté levantándome también
—No—dijo y se detuvo—Con ella quiero más.
Dicho eso salió de mi oficina.
Caminé hasta mi escritorio, debía terminar varios acuerdos que no había hecho, trataba de no pensar en Lee pero simplemente con saber que ella estaba a pocos metros de mi encendía una llama en mi estómago.
Un llamado a la puerta logró elevar mi vista en frente—Pase.
—Señor, la Señorita Lee es solicitada en el área de logística—Ha Neul hablaba apresuradamente
—¿Quien la solicita?
—El Señor Kim SeokJin, dice que la Señorita Lee es la encargada de esas anotaciones y necesita consultarle.
—Muy bien pronto le diré que vaya, puedes retirarte.
Ha Neul salió de mi oficina mientras yo me levantaba y caminaba hacia la oficina de Lee.
Golpee levemente la puerta hasta escuchar su suave voz diciendo—Pase.
Al entrar la vi con el ceño fruncido hojeando varios papeles frente a ella, me detuve apoyado en la puerta hasta que ella elevó sus ojos a mi.
—¿Necesita algo Señor?—su mirada curiosa esperando una respuesta.
Cerré la puerta detrás de mi y me acerqué a ella rodeando el escritorio.
—No puedo seguir conteniéndome—recliné su silla y colocando una rodilla a un lado de su cadera la acorrale sin escapatoria devorando sus labios con necesidad.
Mis labios se sentían urgentes y demandantes sobre los de ella, la sentí gemir sobre mis labios y eso solo logró que gruñera en protesta.
Una de mis manos no supo controlarse y corrió a sujetar su cintura con fuerza sintiendo su cuerpo estremecerse.
— Taehyung —me llamó en medio del beso pero no me detuve, no podía detenerme.
Seguí besándola como si no hubiera mañana, mis manos sobre su cintura y las suyas en mi cabello me volvía loco.
Me separé de ella para poder respirar, abrí mis ojos encontrándome con los de YoungMi viéndome fijamente.
—¿Eso por qué fue?—susurró ya que nuestras caras aún estaban demasiado cerca.
—Es tu premio por el arduo trabajo en la oficina—dije sonriente separándome de ella y caminando hacia la puerta.
—Oh, entonces trataré de ganarme más premios.
—SeokJin está solicitando tu ayuda en el área de Logística, ve con él y si logras alejarlo de ti te daré tu premio en mi apartamento.
—¿Me dejarás ir con SeokJin?—elevó una ceja en mi dirección sin poder creerlo, tampoco yo me lo creía.
—Si porque trataré de confiar.
Se acercó a mí y poniéndose de puntillas logró unir nuestros labios por unos breves segundos pero antes de poder quejarme sentí como su mano se posó sobre mi amigo.
—No terminé de practicar con tu amigo la última vez ¿retomamos la sesión hoy en tu apartamento?
—Si—logré decir, tragué duro al sentir su mano subir y bajar por sobre mi pantalón.
Con su mano apretó el bulto en mi pantalón y luego lo soltó.
—Nos vemos en la noche.
Dicho eso salió meneando las caderas, joder, me ha dejado con una erección terrible pero me ha gustado.
Negué con la cabeza decidido a salir de su oficina cuando un papel rojo llamó mi atención. Me acerqué a ver, era una carta con las palabras "Te amo" en grande, era un mensaje de su novio Jungkook.
Mierda, debería de alejarme, ella tiene novio y no es justo lo que estoy haciendo.
Separando un relación.
Resignado salí de su oficina camino a la mía.
Me mantuve ocupado por varias horas pero noté que YoungMi no regresaba. Mis sentidos más agudos se alertaron y colocándome de pie salí de mi oficina en su busca.
Caminé despreocupado por los pasillos hasta llegar al lugar donde deberían estar SeokJin y YoungMi, me acerqué y por la ventana de cristal podía ver como YoungMi sonreía y parecía pasarla bien con él.
Eso me enojó.
Mucho.
Decidido caminé hacia la puerta cuando un llamado me detuvo.
—¿Taehyung?
Esa voz la reconocería donde fuera.
—¿So Hyun?—fruncí el ceño girándome en su dirección.