Tres es igual que uno.
LEE YOUNG MI
-Dígame-fue la única palabra que logre articular ya que con su cuerpo tan cerca al mío no podía pensar bien.
-Tengo serios problemas contigo, no creo que sea bueno que sigas trabajando para mí, me distraes mucho y no puedo dejar que alguien me distraiga.
¿Que? ¿Me quiere despedir en mi primer día? No puede ser, miré hacia sus ojos, aún seguía cerca de mi y podía verlos con sumo cuidado.
-¿Está despidiéndome?-pregunté removiéndome entre su cuerpo y la pared.
-Si, a no ser que hagas algo que te digo, esto dejará nuestros problemas atrás.
¿Hacer algo? Yo le hago de todo con tal que no me despida, necesito el dinero y no puedo dejar que me despidan por una estupidez.
-Lo hago.
Dije decidida, si no hago esto ¿Quien más me dará el dinero que necesito para mis medicamentos?
Noté como sonrió y se alejó de mí, camino hacia mi escritorio y se sentó en mi sillón.
-Muy bien.
-¿Que deberé hacer y cuando?-pregunté aún recostada en la pared, no sabía que pensar con lo que me pida el Señor.
-Ahora mismo, deberás besarme.
Yo nunca creí en la gente que se atoraba con su propia saliva, hoy les creo. Me atoré y comencé a toser, no lo besaría.
-¿Me estás jodiendo?
Esto tenía que ser una broma, una de muy mal gusto. El Señor Kim volteó a verme con burla.
-¿Que manera es esa de hablarme?
-La más razonable en estos momentos.
-Young Mi, ya te he dicho que es lo que debes hacer para que no te despida del trabajo, mira tu cuando lo quieres hacer pero solo tienes hasta mañana para pensarlo.
Se levantó y camino hacia la puerta pasando por mi lado, me guiño un ojo y sonrió.
-No pongas esa cara de trauma, solo es un beso y te estoy poniendo a elegir si me lo das o no. Yo no soy así, agradéceme porque si lo quiero lo consigo y punto.
-No te besaré.
-Como tu desees, ahora vamos que tú eres la que me llevará a mi apartamento.
-Oh, si claro.
Tomé mis cosas y avancé detrás de él hasta el estacionamiento. Me tiro unas llaves y por poco se me resbalan, no era tan buena atrapando cosas.
-Es este.
Dijo al detenernos frente a un auto deportivo blanco, era descapotable y estaba nítido. Sin decir palabra me monte de piloto y él de copiloto.
-Vamos con cuidado, no quiero que golpees mi auto.
-¿Que pasaría si lo golpeó en la autopista?
-No tendrías como pagarlo, pero ni dándome tu vida.
Asentí para callarme de nuevo, eso no ayudaba con mi nerviosismo. Lo encendí y salí del estacionamiento, el Señor Kim respondía varias llamadas y casi no me prestaba atención, lo agradecí infinitamente, no necesitaba sus ojos con crítica hacia mi.
Llegué a su apartamento, lo vi bajarse y se alejó sin mirar atrás, sigue siendo nada gentil ni caballeroso. Arranque el auto hasta mi casa, espero ver la cara de Jisoo cuando me vea llegar en este auto.
Estaba en mi casa con Jisoo, ella seguía discutiendo acerca de cómo no debería dejar mi trabajo.
-YoungMi, tu sabes que yo te ayudaría a pagar todo lo que necesitas pero estoy igual o peor de quebrada que tú. No deberías dejar que un beso decida tu futuro en la empresa.
-Lo se Jisoo, pero es lo que ese beso signifique para mi lo que me preocupa. A mi realmente me atrae mi jefe, pero el solo quiere diversión.
Golpee mi frente y cerré mis ojos suspirando, esta es una decisión muy fuerte para mi y no se como resolverlo.
-YoungMi, piensa, te acaban de dar un auto ¡lujoso! Y tú quieres renunciar, por Dios, este hombre puede ser un Odioso insoportable pero es el único que podrá pagar lo que necesitas.
-Lo se Jisoo, eso es lo difícil.
-Por cierto, ¿que harás con ese auto? ¿Iras a recoger al jefe en la mañana?
-No lo sé-tomé mi celular y marqué a mi número de confianza en la empresa.
-¿Hola?
-Jimin, ¿Que se supone que debo hacer con el auto de Taehyung? ¿Paso a recogerlo mañana en la mañana?
-¿Que auto te dio?
-El blanco deportivo-escuché la risa de Jimin al fondo-¿Porque te ríes?
-Es que no puedo creer que te haya dado ese auto, ese es su favorito.
-¿Eso es bueno o malo?
-Malo, le pasa algo y no se como reaccionaría.
Dios santo.
-¿Entonces, que haré?
-Tranquila, tu ve a la empresa, en las mañanas yo lo paso recogiendo.
-Okay, Gracias Jimin.
Colgué la llamada sonriendo. Si no fuera por el, no pudiera soportar a Taehyung.
-Mírate, ¿Quien era él?
-El mejor amigo de mi jefe.
Dije encogiéndome de hombros sin importancia, miré a mi amiga y tenía esa cara con la que piensa.
-¿Que piensas?
-¿Está guapo?
-Ya te dije, mi jefe es condenadamente...
-Él no, hablo de Jimin.
-Oh-abrí mis ojos sin saber que decir-No es mi tipo, pero si está para chuparse los dedos.
-¿Está soltero?
-No se, me han dicho que le gusta la secretaria.
Seguíamos hablando de cosas innecesarias hasta que llego la noche y tuvimos que ir a dormir, mañana tenía que levantarme temprano.
Me había levantado tarde, joder.
-¡¿Jisoo no has visto mis tacones?!
Salí de mi habitación corriendo, me había puesto una falda corta y una blusa con los hombros descubiertos.
-¡Están aquí en la sala! Los has dejado anoche aquí.
-Gracias Jisoo, nos vemos.
Salí corriendo hacia afuera no sin antes escuchar el grito de Jisoo.
-¡Bésalo!
Negué con la cabeza y salí hacia afuera con los tacones en la mano. Corrí hacia el auto, ya adentro lo encendí y con sumo cuidado manejé hasta la empresa.
Arreglando mi falda y mi maquillaje, salí del baño de la empresa interceptando a Ha Neul.
-Por poco casi llega tarde, valore su trabajo.
Dicho eso y se alejó, esa mujer es demasiado seria, me preocupa que no sonría.
Entré a la oficina del Señor y luego a la mía, al entrar los recuerdos me inundaron, su cuerpo cerca al mío y pidiéndome que lo bese.
No lo haré, está claro.
Comencé a recoger mis cosas, que eran pocas, y así sería más fácil salir cuando me despida.
Al cabo de una hora, Jimin entró a la oficina con los ojos abiertos.
-Debes recoger a Taetae a su apartamento.
-¿Que? ¿No irías tú?
-Me dijo que ahora tú eras su chofer, que te pagaba por eso, ve apurándote mejor.
Mierda, maldecí en mi interior y salí disparada hacia el estacionamiento de nuevo. Joder, es que ¿no puede ser una mañana tranquila?
Llegué a su apartamento después de quince minutos, ¿debería subir? ¿Lo espero aquí?
Me baje del auto enfurecida, esto se llama mal trato al empleado, porque no solo abre la boca y me dice desde un principio lo que tengo que hacer.
Ya te dijo que lo besaras.
No lo haré. Subí en el elevador hasta su piso, no puede estar pasándome esto, baje del elevador y me acerque a su puerta. Golpee la puerta varías veces.
Le di la espalda a la puerta y me cubrí la cara con ambas manos, estaba cansada. Estando de espaldas escuché la puerta abrirse.
-¿Young Mi?
-Si-dije volteando a verlo, tenía una mirada confundida.
-¿Porque no habías pasado más temprano?
-¿Porque tu no me dijiste que pasara por ti?
-Yo soy el de las preguntas.
-Pues yo la de las respuestas.
Me crucé de brazos frente a él y juro que puedo notar un atisbo de burla en su mirada. Cruzó sus brazos igualmente y me retó con la mirada.
-Señorita Lee, ¿se le olvida el rango de trabajo que usted tiene?
-¿El rango en el cual puedo besarte?
Mi pregunta lo dejo tieso, no se lo esperaba y yo tampoco, esa pregunta había salido de mi boca sin pensarlo.
-¿Has decidido ya?
-Si.
-¿Y bueno?
-Vamos a la empresa.
Demande y caminé hacia el elevador, en estos momentos no pensaba mostrarme sumisa, estaba enojada.
Voltee a verlo, venía viendo al suelo pero aún así vi que estaba sonriendo y negando con la cabeza. Miré al frente de nuevo hasta llegar al ascensor.
El viaje en el auto fue rápido, serio y tranquilo, ninguno dijo una palabra. Aparqué el auto y bajamos.
Llegamos a su oficina, entré a la mía y saqué mis pertenencias.
-¿Porque sacas tus cosas?-preguntó Taehyung viéndome de lejos con el ceño fruncido.
-No te besaré, así que renunció.
Me dirigí a la puerta lentamente, no tenía opción. Oh bueno, si tenía opción pero no quería besarlo, me negaba a regresar a ese momento de saborearlo. Eso iba a jugar con mis sentimientos.
Seguí avanzando hacia la puerta, juro que estoy esperando que él me detenga, que me diga que no me vaya, que me diga que bromea.
Si quería besarlo pero en otras circunstancias, lo besaría si él estuviera interesado en mi de otra manera y si no estuviéramos en el ámbito empresarial de jefe-empleado .
Llegué a la puerta pero no tuve el valor de abrirla, no podía irme, necesitaba el dinero y ningún otro lugar me lo daría cómo está empresa me lo daba.
Cerré los ojos y lancé mi cabeza hacia atrás. Lo odio con todo mi corazón, hará que lo bese.
Tengo que mentalizarme que solo será un pico de dos segundos, no debe ser un beso normal.
Me giré hacia él que me miraba impaciente desde su escritorio. Deje mi caja con pertenencias en el suelo, al erguirme de nuevo con mi mano cerré la oficina con pestillo.
Si iba a besarlo, nadie debería de ver.
-¿Porque eres así?-mi voz salió enojada, me crucé de brazos caminando hasta su escritorio.
-Es tu elección.
-No sabes cuanto te odio. Me obligas a hacer algo que sí quiero pero no debo.
Rodeé su escritorio hasta llegar a él que estaba recostado en el sillón. Sus ojos me investigaban en silencio, tragué fuerte y al estar al frente de él coloqué una rodilla entre sus dos piernas para encontrar estabilidad e inclinándome un poco uní nuestros labios en un beso fugaz.
Taehyung estaba sorprendido, al separarme tenía el ceño fruncido.
-Eso no es un beso-gruñó y tomándome del cuello me atrajo hacia él con fuerza.
Abrió su boca dando paso a su lengua, lamia y mordía mis labios como nadie nunca lo habría hecho. Es un dios besando. Mis manos subieron a su cabello jalándolo hacia atrás, gruñó en aceptación.
Mis piernas flaquearon, Taehyung las sintió temblar ya qué pasó sus manos por mi trasero y me cargo hasta sentarme sobre él. Me separé un poco para respirar pero solo tomé un poco de aire cuando el Señor Kim ya me había vuelto a devorar la boca.
Esto estaba mal pero se sentía tan jodidamente bien, sus manos estaban apretando mi cintura, me pegó tanto a su cuerpo que sentí a su amiguito despierto y listo para la acción. Las manos del Señor Kim bajaron por mis piernas causándome escalofríos.
Me separé de él y abrí mis ojos.
-Solo era un beso-dije respirando pesado, nuestros ojos estaban unidos, el no despegaba su mirada y yo tampoco.
Me removí en sus piernas incomoda.
-No hagas eso-gruñó y me detuve de golpe, su amigo seguía duro.
-Emm...creo que debería bajarme...
-No es primera vez que me sientes así de duro.
Joder no, la primera vez fue en su apartamento, pero no dejare que el me descubra.
-No se de que habla Señor Kim.
Me bajé de sus piernas y abrí mis ojos.
Oh Dios, su erección era notoria.
-Si sabes Lee.
-Creo que me tomaré el día libre, necesito un poco de aire.
Caminé apresurada a la puerta arreglándome mi falda que se había levantado. Pase una mano por mi cabello alborotado y voltee a verlo por una vez mas.
-Que le vaya bien Lee, la espero mañana en la mañana temprano.
Asentí con el corazón en la boca todavía, salí rápidamente de allí. Tenía que desaparecer ahora mismo.
-Odioso-susurré con frustración.
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JAJAJAJA ya se está empezando lo bueno.
ayer subí dos capítulos que era uno de ayer y el otro por hoy, ahora este es de mañana ya que tampoco estaré y no actualizare hasta el día lunes.
So, eso es todo espero que le estén gustando la historia.
Lele fuera xD