Unos movimientos hacen que Jin despierte algo alterado. Mira hacia los lados, confundido, intentando entender qué sucedía pero todo estaba oscuro, no podía ver nada más allá de su nariz.
—Hyung... —el susurro de JungKook lo hace sentar en la cama y sabe, por el tono de voz que usó el menor, que otra vez se trataba de Jimin.
—¿Jimin volvió a desaparecer? —suspira, levantándose de la cama y por fin comenzando a acostumbrarse a la poca luminosidad, intentando no hacer mucho ruido para no despertar a NamJoon.
JungKook niega con la cabeza.
—Es él, sí —se aclara un poco la garganta y comienza a caminar apresurado hasta la sala. Jin comienza a oír unos golpes constantes, como si alguien golpease la puerta de entrada—. Sólo que está... ido —susurra, inquieto. Su voz se había quebrado y el mayor por fin se da cuenta que éste estaba llorando.
Al llegar hasta la puerta de entrada, decide encender la luz y con asombro, ve lo que sucedía.
Jimin estaba golpeándose una y otra vez contra la puerta, intentando salir a través de ella, sólo que al parecer, había olvidado cómo abrirla.
Y Jin sabe que su hermanito ya estaba en la penúltima etapa del virus.
Ahora sólo era cuestión de días para que dejara de ser él mismo por completo.