El Proyecto Glee 2 [Concurso]

By DanielTGrey

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¿Te gusta escribir historias cortas? ¿Quieres dar a conocer tu perfil y optar a la vez a un premio final? ¿Er... More

El Proyecto Glee 2
The Gleest 2
Los Jueces
Gleestory 1: Sexy and I know it
Gleestory 2: Somebody that I used to know
Gleestory 3: Rolling in the deep
Gleestory 4: Love song
Gleestory 5: Dancing Queen
Gleestory 6: Teenage Dream
Gleestory 7: Marry you
Gleeviews
First nominations
First votings
Gleestory 8: Fly / I believe I can fly
Gleestory 10: Run the world
Gleestory 11: Wings
Gleestory 12: Wrecking Ball
Gleestory 12+1: Don't stop me now
Gleestory 14: La Isla Bonita
Second nominations
Second votings
Gleestory 15: Valerie
Gleestory 16: Let's have a kiki / It's Turkey Lurkey time
Gleestory 17: Super Bass / I still believe
Gleestory 18: We found love
Gleestory 19: Stronger (What doesn't kill you)
Gleestory 20: Mean
Third Nominations
Third Votings
Final
Story of my life
Hello
Last Votings
Y EL GANADOR ES...

Gleestory 9: Womanizer

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By DanielTGrey

Womanizer, en español Mujeriego, es una canción que fue presentada en el episodio Britney 2.0. Esta canción es cantada por Tina, Wade/Unique y Marley . La versión original pertenece a Britney Spears.

@1D_bookss y @stylesrockings

.

Me dirigí a paso rápido hacia la residencia de mi jefe, convencida de que todo había sido una gran equivocación o alguna clase de broma de mal gusto. ¿Qué día era? ¿Acaso se había adelantado la fecha del famoso "Día de los Inocentes"? Auto convenciéndome de que todo había sido un fallo de escritura, entré en el gran edificio de cristal y me encaminé hacia el ascensor. Esperé impaciente a que éste llegara, dando golpecitos con el pie. Después de unos segundos, un clin indicó que el ascensor había llegado. Entré decidida, pero mi expresión cambió completamente al contemplar la escena que sucedía ante mis ojos.

- Oh, por favor - se me escapó.

Wade y Serena dejaron de compartir babas y se me quedaron mirando. Noté a Serena un tanto incómoda, pero esto a Wade no parecía importarle. Normal, era como la octava vez que tenía la suerte - nótese el sarcasmo - de encontrármelo así en el ascensor que ya se me había hecho una costumbre. Lo mejor de todo es que de las ocho veces, no le he visto repetir chica. Aunque no sé si las chicas son conscientes de ello o simplemente son idiotas.

- Hola, Maya - saludó Wade sonriendo como un auténtico cretino.

- Hola Wade - rodé los ojos.

- ¿Cómo estás?

Le miré entrecerrando los ojos. ¿Por qué demonios se esmeraba en tener una conversación conmigo cuando sabía perfectamente que no le soportaba?

- Cansada - respondí fríamente.

- ¿Sí? ¿Demasiado sexo salvaje ayer? - sonrió burlón.

Dios. Que alguien le pegue un puñetazo.

- Que te jodan, Wade.

- Ese no es lenguaje para una señorita.

Yo simplemente le ignoré y entablé conversación con Serena, que había permanecido quieta mirando al suelo desde que entré. Al rato el ascensor se detuvo en el piso diecisiete, y Serena se marchó dejándonos a mí y a Wade solos.

- Bueno, ahora que estamos solos tenemos tiempo para...- decía mientras se acercaba peligrosamente hacia mí.

- Wade, no tengo tiempo para tus tonterías - le empujé algo brusca -. ¿Por qué eres así de idiota?

- Te encanta que sea así, mi amor.

- Cállate.

- Sólo si me callas con un beso - puso morritos delante de mi cara.

Oh, vamos. ¿En serio cree que por decir las cosas con una voz increíblemente sexy voy a...? No, ni hablar, no soy como las demás chicas.

Cuando el ascensor marcaba el piso 32 salí escopeteada en cuanto se abrió la puerta, con Wade pisándome los talones. Llegué hasta el despacho de mi jefe y entré después de dar dos golpes en la puerta. El Señor Johnson levantó la cabeza de los papeles que hojeaba y me miró.

- ¿Qué te trae por aquí, Maya?

- Verá, Señor Johnson, ayer por la noche recibí este aviso y venía a revisar si había habido algún error con los datos o algo.

El señor Johnson me miró sin comprender.

- Todo lo que había en ese aviso es correcto, Maya.

Me quedé mirando su expresión deseando que empezara a reír y dijera "¡Inocente!", pero al parecer no había ninguna broma.

- ¿Me está diciendo - empecé a decir - que tengo que trabajar codo con codo con eso? - señalé a Wade, que estaba parado en el marco de la puerta.

- Sabes que si no se tratara de un asunto grave no recurriría a esto, Maya. No hay vuelta atrás. Alguien está filtrando información confidencial a curiosos no deseados y hay que pararle.

Bufé con frustración.

- Puedo encargarme sola.

- Ya está todo hablado. Sois los dos mejores agentes y os necesito a los dos. Fin de la discusión. A trabajar.

Fruncí los labios en una fina línea y me di la vuelta, encontrándome a un sonriente Wade, que me saludó divertido moviendo la mano. Le fulminé con la mirada.

- Déjame en paz, Wade.

- Lo cierto es que no puedo. Ahora somos compañeros, ¿recuerdas? Tenemos que ponernos a trabajar - me volvió a sonreír.

- Te odio - gimoteé.

Wade me lanzó un beso mientras yo aceleraba el paso para huir de él. Yo no soy de las que se rinden a los pies de un mujeriego como él.

- Maya, por favor... espera - su mano rodeó mi muñeca haciéndome parar y girar 180 grados.

- ¿Qué quieres, Wade? - dije ya algo cansada.

- La verdad es que me gustas, ¿vale? Desde hace un tiempo... El motivo del cual he estado con otras chicas era para llamar tu atención, para intentar ponerte ''celosa''. Lo único que pido es una oportunidad de tu parte.

Puedo asegurar que si no fuera porque tengo modales me hubiera reído de él como si no hubiera un mañana, pero me contuve. En vez de eso enarqué una ceja sorprendida por su inesperada ''declaración'', y sonreí burlona.

- En serio, Wade, tengo trabajo que hacer, no estoy para chistes - solté una pequeña risita.

- Te lo demostraré, ¿Qué tal una cita? ¿En mi casa? Por favor.

- ¿Si digo que sí me dejarás en paz?

- Lo juro - asintió repetidamente.

- Está bien. - rodé los ojos y me giré para ir directamente a mi oficina.

Solo será una cena... ¿No? A demás, aunque no quiera aceptarlo, a esa sonrisa no se le puede decir que no.

-Bienvenida a mi hogar - dijo Wade dejándome paso para observar la inmensidad de su moderno ático.

Como me esperaba, todo tipo de mueble parecía ser lujoso y bastante caro, y sí, había que decir que el ático era increíblemente espacioso, o en otras palabras; enorme.

- Es bonito - admití bajando un poco la tela negra del vestido, asegurándome que no se vieran mis piernas más de lo debido.

Me invitó a sentarme en su negro sofá de piel, mientras me servía una buena copa de vino, al parecer, como dijo él, de los mejores. Estuvimos hablando de cosas variadas sin mucha importancia ya que lo conocía desde hace años, y hubo una temporada en la que fuimos amigos, pero al enterarme de cómo se acostaba con chicas a tutiplén, dejé de hablarle.

El vino pareció relajarme, y pude hablarle con más libertad. Sacó el tema de cómo llegué a la CIA y cuantas cosas sabía de los casos nuevos de los cuales, eran muy importantes ya que este mes ha habido un topo rebelando información confidencial.

- Voy a ver cómo va el pollo del horno, ahora vuelvo, preciosa - me guiñó un ojo y descaradamente pasó una mano por la parte de mi muslo desnudo.

No supe por qué no me quejé por su tacto, tal vez por el vino. Cuando entró por la cocina y lo perdí de vista posé la copa vacía sobre la pequeña mesa de cristal y me entretuve mirando los cuadros de pintura abstracta que estaban colgados en las blancas paredes.

El sonido de un beep hizo que mi mirada se posara donde el sitio en que se había producido. En la mesita se encontraba su móvil, dónde el icono del whatsapp y un ''Tienes un nuevo mensaje de Nicole'' se iluminaba en la pantalla.

¿Quién coño era Nicole?

Tampoco supe contenerme y desbloqueé el móvil -que al parecer no tenía código- y me metí en el chat de la tal Nicole. Al parecer se enviaban mutuamente mensajes algo calientes por decirlo de alguna manera.

<<Lo he pensado mejor, cariño, y he decidido que sí, quiero ser tu novia, perdón si fui muy brusca pero de lo único que hablamos el otro día fue de la caja fuerte del edificio y me molestó bastante :( nos vemos a las 12 pm, como me pediste, te quiero bebé xoxo>>

Definitivamente, hoy es el Día de los Inocentes o algún compañero me quiere gastar una broma de mal gusto. Primero esta mañana me lo encontraba besando a Serena, luego me decía que le gusto desde hace un tiempo, y ahora me encontraba mensajes sobre una relación con otra chica. No lo entendía.

- Aún falta un poco para el pollo pero puedo asegurar que huele delicioso - aparece un Wade sonriente.

- Seguro que sabe igual de lo que huele - dije con una falsa sonrisa.

Se acercó más a mi lado -demasiado- y su cara estaba a centímetros de la mía.

- Oye, mañana he de ingresar algo de dinero en la caja fuerte pero no recuerdo la combinación - susurra apartando un mechón rebelde de mi cabello, posicionándolo detrás de mi oreja-. ¿Te importaría decírmela, cariño?

Sus labios rozan los míos y en seguida me doy cuenta de lo que está pasando. Me separo bruscamente y me levanto rápida.

- ¿Sabes? N-No me acordaba de que tenía una cena familiar muy importante, y-y que si no voy tendré problemas con mis padres, ¡Adiós!

Sin dejarle que me dijera cualquier otra cosa, cogí mi bolso y salí del edificio subiéndome a mi coche, yendo hacia mi casa.

- Por supuesto, Nicole. Tómate unos días de descanso, has trabajado muchísimo - cuando oí el nombre de Nicole pensé en algo estúpido, pero debía saber la verdad.

- ¿Eres Nicole? - pregunté con una sonrisa al verla salir de la oficina del jefe.

- Sí - me sonrió.

- He oído que eres la nueva novia de Wade.

- Emm... Sí... - sus mejillas se tiñeron de un rojo pálido.

- Bueno, solo era eso, felicidades por la relación - le sonreí falsamente.

- ¿Novia de Wade? - una voz chillona interrumpió nuestra "agradable" conversación.

Nicole y yo nos dimos la vuelta sorprendidas por la interrupción. Una rubia pechugona mediometro miraba a Nicole con cuchillos en los ojos.

- Sí - respondió Nicole frunciendo el ceño.

- Perdona, niñita, pero te estás equivocando - afirmó la hobbit.

- ¿Pero tú quién eres? - espeté.

- Yo, cariño - habló con retintín - soy la novia de Wade.

Nicole abrió la boca hasta el suelo y me miró alarmada. Ya no me caía tan mal. Y de repente una sospecha cruzó por mi mente.

- Y dime, ¿trabajas aquí? - pregunté calmada.

- Sí, soy la secretaria de Philip.

- Y por casualidad, no sabrías algo de una caja fuerte, ¿verdad? - añadió Nicole adivinando mis propósitos.

- Sí, pero eso es información confidencial - respondió a rubia mascando chicle.

Mis sospechas estaban siendo confirmadas. Sólo había que hacer una última cosa. Creo que volveré a casa de Wade.

- Si me disculpáis, tengo trabajo - me despedí.

A la media hora, me encontraba entrando en el ático de Wade con la llave que le había visto esconder en el tiesto de un arbolito que decoraba la entrada. No había nadie, porque Wade me había dicho que se había ido a investigar.

No me preguntéis por qué, pero sospechaba que el pelinegro guardaba sus cosas personales en el frigorífico. Tal vez es que yo tenía hambre, pero el caso es que abrí el frigorífico y me encontré con un doble fondo en el cajón de las verduras.

Y encontré todo lo que buscaba. Las cartas del Señor Johnson que habían desaparecido, el diseño gráfico de la caja fuerte, secuencias de números... en definitiva, toda la información desaparecida que el Señor Johnson nos había mandado investigar a Wade y a mí. Wade se estaba riendo en nuestra cara.

- No puede ser - me dije a mi misma - ¿Cómo he podido ser tan estúpida?

Todo este tiempo, Wade nos había estado engañando a todos. Era bueno, el cabrón. Comprendí de dónde había sacado tanta información de la CIA. Todas esas chicas. A parte de ser un mujeriego integral, Wade era persuasivo, y se valió de sus encantos para conseguir toda la información necesaria.

Me enfureció eso. Yo sabía que él era mujeriego y que cambiaba de chica más que de calzoncillos, pero cuando descubrí que las usaba aún más, como si fueran objetos o trofeos, la ira creció en mí. Maldito seas, Wade. Esta me la pagas.

Y sé de dónde conseguir ayuda.

Serena y Nicole me miraron estupefactas, sin creer lo que les acababa de decir. Las reuní en el despacho de Serena y les conté todo. Primero abrieron la boca hasta el suelo, y luego se agarraron un cabreo de narices.

- ¿Por qué hemos estado tan ciegas? - preguntó Serena.

- No sé cómo no lo había visto antes, pero todas las pruebas apuntan a él y puedo demostrarlo - dije.

- Es un auténtico hijo de puta - escupió Nicole

- Creo que se merece un escarmiento, ¿No creéis? - animé maliciosamente.

- Prepárate Wade, vamos a destruirte - amenazó Serena agarrando una pistola que sacó del cajón de su escritorio.

Las tres salimos de mi casa y subimos en el 4x4 negro de Nicole, para correr rumbo al edificio, donde seguramente el imbécil de Wade intentaría abrir la caja fuerte. Aparqué rápidamente sin importarme que hubiera subido algo de acera.

Bajamos escopetadas, con un arma en nuestras manos. Abrí la puerta con las llaves que cada agente tenía y subimos por el ascensor rezando histéricas que se abrieran las puertas de una vez

Finalmente al oír el sonido de las puertas corrimos por el largo pasillo y, encontramos a Wade intentando poner la combinación pero grité.

-¡Detente, Wade! ¡Estás detenido!

El pelinegro de ojos azules se giró y al vernos a las tres corriendo hacia él con armas empezó a correr por la derecha, aunque antes de que pudiera desaparecer de nuestras vistas disparé y le dio en la pierna, haciendo que este cayera al suelo impidiéndole caminar.

-¡Mierda! - gritó.

Serena y Nicole se ocuparon de esposarle y levantarlo del suelo mientras yo, le miraba con asco. ¿Cómo una persona puede ser así de cruel? Usando a las mujeres como si fueran muñecas.

- ¡Yo te quería, Maya! - gritó Wade mientras que otros agente que habían venido más tarde se lo llevaban.

- ¿A mí y a cuantas más?

- ¡Serás zorra!

- Yo puede que sea una zorra - dije mientras me acercaba lentamente a su cara -. Pero tú, siempre serás un maldito mujeriego.

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