[Al día siguiente]
Era de mañana y Zach y yo nos quedamos dormidos en su casa. Habíamos quedado que me quedaría con él toda la noche e iríamos juntos a la escuela. Me había despertado y él seguía durmiendo plácidamente abrazado a mi. Se había encariñado mucho conmigo cuando no debería, pensé. Cuando me toque declarar toda esta fantasía habría acabado. Mi vida estaría acabada. En estos momentos hubiera querido que Flynn Dumitru me encontrase y acabase conmigo de una vez por todas.
Acaricié su rostro una vez más hasta que se despertó y me miró extrañado. Eran las cinco de la mañana y él vivía cerca de la escuela.
-¿Qué pasa?- preguntó.
-Es día de colegio y llegarás tarde a tu práctica- le dije.
-Mi práctica es a las siete, Nessie- gruñó y se acomodó encima de mi- Son las cinco de la mañana. ¿Tú te levantas a esta hora?
-En aproximadamente media hora, pero si.
-Te respeto...
-Me quieres...
-Te amo...
-Yo más- sonreí y entrelacé su mano con la mía- Estás calentito.
-Y tú fría, ¿apago el ventilador?
-No hace falta, siempre soy así- me lo quité de encima y me levanté- ¿Vamos a desayunar juntos aquí o...?
-Mi mamá está aquí y le caíste bien, así que creo que desayunaremos aquí- soltó medio dormido- Le tuve que decir que eras mi novia con tal de que me dejara estar a tu lado.
-¿Qué somos?
-Para mi, ya eres mi novia, pero todo depende de ti...- dijo. Me estaba dando unas cachetadas mentales en estos momentos. ¿Cómo no lo viste venir, Vanessa?
-Necesito un par de días para eso, Zachy. Necesito saber que estaremos bien aunque Flynn esté libre- intenté enmendarlo, pero eso ya era inexistente.
-Vanessa, deja de pensar en los demás y piensa en nosotros. O en tí. ¿Quieres que estemos juntos?- preguntó y asentí- ¿Qué te detiene?
¿El hecho de que soy Vanessa Baker, hermana melliza de la chica suicida que perdió su virginidad contigo? ¿O el hecho de que te enamoraste de la mentirosa maestra con un ex novio abusivo?
-Nada, aparentemente- reí bajo.
-Entonces ya somos pareja- sentenció y me besó la mejilla- No importa lo que pase, ¿bien?
-No importa lo que pase...- susurré.
Solo espero que mantenga su promesa cuando todo salga a la luz.
[...]
Era receso y me senté junto a Jessica alejada de los atletas, donde veía a Zach claramente incómodo junto a ellos. La morena le hablaba a Alex de un cartel de amenaza que le dieron. Eso está muy mal, muy pero muy mal.
-Demonios, Alex- suspiró ella.
-Sí...- respondió.
-¿Qué clase de psicópata haría esta clase de amenazas?- pregunté atónita.
-¿Quién hizo esto?- soltó Jess.
Vi a través de los ojos azulados del castaño cuando Scott Reed pasaba de mi lado, apuntádole con la mano como si fuera una pistola.
-Oye, Reed- lo llamé- No seas tan marica- y mis amigos se me quedaron mirando asombrados.
-Vete al diablo, Balan- respondió y se fue.
-¿Desde cuándo Vanessa Balan dice palabras fuertes?- rió Jess.
-Desde que se hartó de toda esta gente- suspiré.
-Pues ya me empezó a gustar- contestó Alex.
-¿Reconoces esta letra?- preguntó Jessica alzando la página y alterando un poco Alex.
-Cielos, bájalo- se la arrebató y la dobló.
-Lo siento, yo solo... Lo siento mucho Alex.
-Bueno, no estás sola en esto.
-No debí decir eso, fue una mierda. Es que...- suspiró- Esto es demasiado.
-Lo sabemos, Jess- la consolé.
Lo siento- soltó el castaño- Lo sé- miró por un momento el cabello liso de Jess- Oye, tu cabello está raro.
-Se lo hace planchado, Alex. No lo entenderías- le intenté explicar.
-Cabello de corte- aclaró la morena.
-No me gusta- dijo y lo miré feo- ¿Qué?
-Anotado- bufó.
-Déjame decirte, Alex Standall, que el cabello de Jessica está más bonito que el tuyo y el mío combinados- siseé.
-Woah, calma- rió y vi a Clay llegar.
-¿Qué diablos te pasó en la cara?- le preguntó Jess al chico.
-Alguien me sacó de la carretera anoche- se sentó al lado de Al- Me parece que iba en una Range Rover negra...
-Bryce- dijimos el castaño y yo al unísono.
-Tú no vas a declarar- señaló Jess.
-¿Él lo sabe?- preguntó Clay.
-No creo que importe- contestó Alex- Sea quién sea viene por nosotros...- le entregó el cartel- Ayer me llegó por el correo.
-Cielos...- soltó Clay.
-Demente- bufó Jessica.
-La psicopatía a su máximo alcance- ladeé la cabeza.
-Tenemos que pararlo- dijo Jensen.
-¿Cómo? No sabemos si fue él de verdad.
-¿Cómo, Clay? Yo estoy lisiado y a ti te castigarán de por vida si le hablas.
-Sí, le prometí a mamá que me alejaría de él, pero si es él quien viene por mi...¿Qué puedo hacer?- Alex volteó a mirar a los atletas, quienes reían descaradamente.
-La respuesta es nada- alcé los hombros- Porque lo haré yo, iré con Zach.
-¿Siguen siendo mejores amigos?- me preguntó Jess.
-Yo ya no lo llamaría así...- sonreí ladina.
-¡Oh, carajo!- exclamó- ¡Son pareja!
-¡Shh!- la callé- Vas a arruinar el plan, luego te cuento los detalles- me levanté y caminé lo más coqueta posible hasta mi ahora novio. Gracias a Dios llevaba una minifalda, lo que me lo hacía más fácil.
-¡Balan!- gritó Monty- ¿Y ese milagro que vienes cerca de nosotros?
-Oh, Monty. No vengo por ustedes- me senté en las piernas de mi novio- Vengo por él...
-¿Qué tal?- me sonrió Zach y le di un corto beso en los labios, haciendo que los demás comenzaran a celebrar.
-¡Oh, mierda! ¡Ya son algo oficial!- gritó Bryce- ¡Por fin!
-Si, si, Bryce. Ya cállate, no todos tienen que saberlo- reí y puse mis manos alrededor del cuello de Zach.
-¿Desde cuándo?- preguntó Reed con cara de amargado.
-Ayer- respondimos al unísono.
-Eh, pues... Felicidades- sentenció y se fue.
-¿Qué le dió?- reí.
-Ni idea- rieron los demás.
-Bueno, ¿en qué estábamos?- preguntó Zach y colocó su mano en mi muslo. Dejé mi cabeza sobre la suya y los escuché hablar de juegos y deportes.
-¿De verdad solamente hablan de béisbol?- pregunté y rieron- Demonios, he escuchado mejores cosas.
-Bueno, tampoco es que nos dejen hablar...- y sonó el timbre, haciendo que los demás se sorprendieran.
-Adiós, cariño- le guiñé el ojo y recogí mi maleta del piso- ¡Hasta nunca, perdedores!
-¡También te queremos!- soltó Bryce y salí de la cafetería. Tenía práctica de porristas ahora.