"El inicio del fin"
[Vanessa Baker's POV]
*música en multimedia*
Todo era como debía pasar. Cada uno de ellos fue llamado para testificar en nombre mis padres, ya que conocían bien a Hannah. Al parecer la conocían mejor que yo, pero nadie sabe. Ni yo lo sabía hasta caer en cuenta de todo lo que había transcurrido en estos últimos cinco meses. Luego de Tyler podría venir cualquiera de los chicos, incluso yo. Pero eso no lleva al caso ahora. Todos estamos mal. Alex intentó suicidarse, Jessica sigue traumatizada; Zach se ha puesto cada vez más nervioso, Courtney y Marcus siguen siendo los hipócritas de siempre. En otra parte, yo he sido más feliz. Mis mentiras llegarían a un final y por fin podría volver a Moldavia. Continuaría mi vida, ¿no?
Desde que inició el juicio no había salido de mi casa. Divagaba mentalmente por los recuerdos que había tenido en los meses que pasé en Liberty y la falsa amistad que tuve que entablar con todos. No salía de mi habitación, comía solamente en ocasiones extremas. Tampoco es que mis ganas de estar presente en el divorcio de mis padres. Mi madre se enteró que papá la engañaba y fue un completo caos. Ahora que mi mamá planea mudarse, no le veo futuro a mi estancia en Evergreen. Miré a través de mi ventana y vi que mamá llegó con un nuevo peinado y una ira casi incontenible. Llevaba más de cinco carteles de venta vandalizados y para mi ya era el colmo también. Pero no podía hacer nada.
-¡Vanessa!- exclamó- ¡Baja un segundo, por favor! Es importante.
Tuve que bajar las escaleras hasta la sala y mirarla de reojo. Le quedaba bien su nueva versión de si misma.
-Te queda bien el cabello- la elogié.
-Te has puesto más delgada- miró mi abdomen descubierto- Debes comer algo, el juicio comienza mañana.
-Al igual que el regreso a Liberty- murmuré.
-Si quieres regresar otro día...
-No puedo, le prometí a Jess que iría con mi apoyo incondicional.
-¿Cómo sigue ella? ¿Te ha dicho algo?
-Nada malo, igual no sabemos qué va a pasar. Yo no sé qué vaya a pasar en cuanto sepan quién soy en realidad.
-Ay, mi niña...- me dió un fuerte abrazo- Dennis me dijo que no podemos iniciar el juicio argumentando de las cintas porque no ayudaría en nada.
-Tampoco es que las podamos dar como regalo, la escuela mentiría acerca de ellas.
-Pero tu testimonio ayudará. Has estado allá por meses y conoces muy bien a Hannah.
-Mamá, conocí lo suificiente a Hannah como para no darme cuenta de lo que pasaba. Así que claramente no supe nada desde nuestro cumpleaños.
-Come algo, Nessie- me empezó a llamar así desde el divorcio con papá, ya que Nessa era como él me solía nombrar.
-Debo dormir un poco. No he pegado el ojo desde ayer y al menos debo llegar a esa preparatoria con la mejor sonrisa.
-Y menos pálida, mi amor. Descansa- y volví a mi habitación. Dormí las siguientes horas como un bebé. Luego me levanté y me arreglé para ir como nueva a mi próximo infierno.
[...]
Estaba patinando por la acerca cuando mi celular comenzó a sonar. Era Tatiana, quien no me había hablado desde que llevaba mi primer mes en Liberty.
-Uite, cine s-a arătat să sune! (¡Miren quién se dignó en llamar!)- contesté.
-Vanessa, s-a întâmplat ceva foarte rău (Vanessa, acaba de ocurrir algo malo)- dijo seria.
-Care ar fi cel mai grav lucru care s-a întâmplat, care nu este dorința voastră de a mă ignora? (¿Qué sería lo más serio que haya pasado que no sea tus ganas de ignorarme?)- le pregunté.
-Flynn a ieșit din închisoare, Vanessa (Flynn salió de la cárcel, Vanessa)- paré en seco y casi tropiezo. Esto no puede estar pasando.
-Tatiana Bălan, dacă mă glumești ... (Tatiana Balan, si me estás tomando el pelo...)- solté.
-Chiar crezi că aș glumi cu fostul tău iubit și sociopat? (¿En serio crees que bromearía con tu ex novio posesivo y sociópata?)- me gritó.
-Nu știu, spune-mi! (¡No lo sé, tú dime!)- grité de vuelta.
Crucé la calle y me senté en las bancas para esperar a Alex y Jessica mientras seguía hablando por el teléfono. Me quité mis patines y me puse unas zapatillas blancas que combinaban con mis jeans azules rotos a la altura de mi rodilla derecha y mi suéter de flores. Alex llegó con un bastón y con dificultad al caminar e intenté ayudarlo, pero se negó. Me despedí de mi amiga e intenté actuar como si nada hubiera pasado.
-Vanessa, estoy bien- intentó sonreír el chico- Estás... diferente.
-Ya me lo han dicho- respondí- Estoy más delgada, creo que por la ansiedad.
-¿Ansiedad? ¿Por qué?- me preguntó.
-Problemas- suspiré. Dentro de poco tiempo llegó Jessica y Alex fue directo para su posición.
-¡Nessa!- me saludó la morena- Gracias por venir, lo aprecio mucho. Has cambiado mucho, mujer.
-Solo adelgacé un poco- reí- No es tanta diferencia...
-Niña, estás hasta más pálida que un fantasma- señaló Alex- Te ves preciosa hoy, Jess.
-Tú también- respondió Davis.
-Me veo enfermo...
-Ojalá yo me viera así cuando estoy enferma, Alex. Tú te ves excelente- le interrumpí.
-El estilo te queda. ¿Ves? Todos te están mirando.
-Te están mirando a ti. Bonita y triste, la gente ama eso.
-Tienes un bastón y una cicatriz. Las mías están por dentro.
-Yo diría que a ambos, chicos- argumenté.
-Sin duda iremos al infierno por bromear con esto- dijo el ahora castaño y reí por lo bajo.
-Alex, amigo mío, ya estamos ahí- soltó Jess- Pero quiero que parezca que lo disfruto- y se puso un caramelo en la boca.
Entramos a Liberty y quedé prácticamente con ganas de huir. Todas las miradas iban a los chicos, lo que hacían que también me miraran a mi. Esta gente sí que tiene ganas de joder.
-A ti te están mirando más- señaló Alex.
-No, a ti más- rió Jess.
-¿Por qué no a todos nosotros?- pregunté- Estoy más pálida, Alex se ve adorable y Jessica es una chica ruda. La combinación perfecta.
-Puede ser- soltó la morena.
-¿Cuál de los dos es más trágico? Porque lo único que hizo Vanessa es bajar más de peso- aclaró Alex- Ryan debería hacer otra de sus encuestas.
-¡Yo te llevo eso!- vino corriendo mi persona favorita- Hola, Ness.
-Hola, Zach- saludé y miré hacia otro lado.
-Puedo llevar mis... libros- intentó decir Alex pero ya Zach le había quitado la maleta de encima.
-Bueno, obviamente no, así que déjame ayudar- me quise alejar de los chicos y aceleré mi paso hasta llegar donde Jess, quien seguía actuando como si nada hubiera pasado- No seas idiota, ¡y bienvenidos de vuelta!
-¡Gracias!- sonrió Jess y luego me miró- Tú no estás bien y luego hablaremos- me dijo al oído mientras se quitaba la chaqueta.
Quería preguntarles sobre mi nota- dijo Alex.
-¿Cuál nota?- preguntó Zach.
-Mi nota de despedida...- sacó un papel arrugado.
-Cielos, ¡guarda ese papel!- miró nervioso el asiático.
-No es radioactiva.
-No lo sé, es que... No nos permiten hablar de suicidio- trató de hablar, pero sonaba muy nervioso- Ni de ti ni de Hannah.
-¿Quién lo dice?- preguntó Jess.
-Lo dice la escuela- suspiró- Hicieron una regla después que tú... después de ese día y si hablas de eso en el campus, te suspenden.
-Oh, eso está muy mal- bufó Alex.
-Si...- susurré.
-Oh, mierda- miró Jess por mi espalda y luego giré. Bryce venía con aire de jamás haber sido un chico malo y tuve ganas de vomitar.
-Oye, vamos- Zach intentó apurar a Alex, pero sin éxitos- ¿Qué tienes a la primera clase? ¿Al señor Wood?
-No puedo girar tan rápido- se quejó Alex.
-¿A qué le estás huyendo, Zach?- le preguntó Jess.
-A nada- respondió.
-¡Hola! Jess, Alex... Nessa- pasó detrás mío Bryce- ¡Bienvenidos a casa, chicos!
-¿Qué hay, Alex?- le saludó Monty- Vanessa...
-Montgomery- siseé.
-¿En serio? ¿Bienvenidos a casa?- preguntó sarcásticamente Alex.
-Alex, no- le regañó Jess- Los veré más tarde. Iré por el camino largo, este será un buen día- y se fue.
-No será nada bueno si intentas hacerte el machito ahora- murmuré en el oído de Alex- Debo irme, tengo que ir a mi casillero- y salí disimuladamente.
Al no tenerlos de vista, corrí como pude a la salida más cercana y me escondí en el gimnasio. Nadie tenía clase ahí ahora. Saqué mi celular y llamé al departamento de policía en Moldavia. Solo quería saber si lo de Flynn era cierto para tener precaución. Y si puedo huir de Estados Unidos antes de que se dé cuenta sería lo mejor.
-Departamentul de Poliție Chișinău, ce se oferă? (Departamento de policía de Chisinau, ¿qué se le ofrece?)- contestó una señora.
-Bună după-amiaza, ofițer (Buenas tardes, oficial)- dije- Am un caz pendent de hărțuire și violență în familie în numele Vanessa Baker. Am fost recent informat despre eliberarea învinuitului în cauză. (Tengo un caso pendiente de acoso y violencia doméstica a nombre de Vanessa Baker. Me avisaron hace poco de la liberación del acusado en cuestión.)
-Repetați numele, vă rog (Repítame el nombre, por favor)- soltó y repetí- Da, inculpatul numit Flynn Dumitru tocmai a fost eliberat pe cauțiune, domnișoară Baker. (Sí, el acusado de nombre Flynn Dumitru acaba de ser liberado bajo fianza, señorita Baker.)
-Mulțumesc ofițer (Gracias, oficial)- colgué. Tenía todo el mundo tras mi espalda ahora.
Sentía que mi pecho ardía y se comprimía. No podía respirar bien y sentía cada vez más que temblaban las manos. Empecé a sudar frío y en cualquier momento me caería al piso muerta del ahogo que me oprimía. La vista se me empezó a nublar de las lágrimas y solté el grito más audible que pude. Me senté en el piso y comencé a agarrarme la cabeza. Mi cabello estaba como si me hubieran hecho un exorcismo. Lloraba y lloraba hasta más no poder y me movía de un lado a otro, balbuceando cualquier cosa en otro idioma. Alguien llegó a mi lado y empezó a preguntar cosas que no comprendía. Tenía mis ojos cerrados y mis manos sobre mis orejas.
-Vanessa, ¿estás bien?- dijo alguien- ¡Vanessa!
Y abrí los ojos, creyendo que era Zach o Clay. Pero no. No eran ellos, sino Bryce. No me importó nada de lo que ya sabía de él, pero le pedí que me sacara de ahí lo más entendible posible. Él me levantó en sus brazos y agarró mis cosas. Me llevó cargada hasta la enfermería, pero en el camino se encontró con Zach. Esto se va a poner feo, pero quedé en blanco y me desmayé.
[Bryce Walker's POV]
Iba caminando para mi casillero cuando escuché un grito ahogado venir del gimnasio. Supe de una vez que era alguien que conocía y no dudé en correr hasta allá. Abrí las puertas desesperado y vi a Vanessa tirada en piso actuando como psicótica y llorando. Avancé lo más rápido posible y me arrodillé al lado de ella. La llamaba pero no me escuchaba. Grité su nombre y entonces abrió los ojos.
-Sácame d...de aquí- me dijo entre lágrimas y no dudé en levantarla y llevarla a la enfermería.
Recogí sus cosas de las bancas y la llevé en brazos hasta los pasillos, donde me encontré con Zach. Sabía que se pondría furioso.
-¿Qué demonios, Bryce?- gruñó y se abalanzó sobre mi- ¡A ella no la tocas!
-Calma, Zachy- dije calmado- La encontré en el piso del gimnasio. Estaba llevándola a la enfermería. ¿Quieres venir, para que estés más tranquilo?
-Dámela- ordenó y se la entregué- Tranquila, Nessie...
-¿Nessie?- solté y me miró mal- Vale, no importa. Solo vamos a la maldita enfermería.
[...]
-Gracias a Dios que ustedes la encontraron- dijo la enfermera- ¿Saben qué le causó este ataque de pánico tan fuerte?
-¿Ataque de pánico?- preguntó- No sabría decirle, Bryce la encontró en el suelo.
-Escuché un grito y fui tras él. Luego la vi y la trajimos- le expliqué a la enfermera.
-Bueno, debo avisarle a la subdirectora Childs que la deben llevar a casa- respondió- Denme un momento.
Y nos dejó solos. Vanessa estaba dormida en la camilla mientras Zach agarraba su mano. Los miré por un momento y me preguntaba si alguna vez ella me iría a perdonar por lo que hice.
-¿Por qué la trajiste?- me preguntó- No aprovechaste la oportunidad. ¿Por qué? ¿Qué te ha dado?
-Vamos, Zach. Creo que ya sabes- bufé.
-No, no lo sé Bryce. Lo único que sé es que te encontré con ella inconsciente en tus brazos, ¿qué se supone que debería saber?
-Le tengo cariño, ¿okay?- solté con un hilo de voz- Hay algo en ella que no me deja hacerle algo, Zachary. No lo entenderías...
-Claro que no lo voy a entender. No soy como tú- gruñó y se acercó a mi asiento- Pero algo que te quiero dejar claro, Bryce. Te le acercas por un pelo y te juro que soy capaz de matarte.
Y Vanessa empezó a gruñir de la molestia. Drásticamente se levantó de la camilla, mirando todo su alrededor con miedo. Al vernos, soltó un suspiro y se nos quedó mirando extrañada.
-¿Acaso vieron un fantasma?- sonrió ladina- ¿Qué hago aquí? ¿Qué pasó?
-Te encontré en el piso y te trajimos aquí- le dije y ella se tocó la cabeza.
-¿Te duele?- se fue Zach a su lado y ella negó- Me diste un gran susto, Nessie.
-Lo lamento...- murmuró- Y gracias, Bryce.
Me extrañé- ¿Por qué?- pregunté.
-Recuerdo que tú me levantaste y me trajiste, tonto- rió- Quiero irme...
-La enfermera fue a avisarles que te tenías que retirar- le dijo Zach y le dió un beso en la frente.
-¿Son pareja?- pregunté curioso. Por lo menos quería que Vanessa fuera feliz.
-No... Bueno, no ahora- negó la europea.
-Qué mal, se vería muy bonitos como pareja- me levanté- Mi trabajo está completado aquí, los veo después.
-Hasta luego, Bryce-sonrió y me fui.
[Zach Dempsey's POV]
Me había llevado a Vanessa a casa y regresado a Liberty con toda normalidad. Vi a Clay entrando al pasillo y me apresuré para llamarlo.
-¡Oye, Clay!- me miró raro y me saludó- ¿Estuviste en la corte esta mañana?
-Si- respondió- No soporte las mentiras de Tyler y me fui- empezó a abrir su casillero.
-¿Y qué es lo que va a pasar?- pregunté- ¿Todo se va a saber?
-¿Cómo diablos lo sabría?- me respondió.
-Bueno, ¿cuando testificas?
-No lo haré.
-¿¡Qué!? ¿Por qué me llamaron a mi y no a ti?
-No lo sé y la verdad no me importa.
-¿Cómo que no te importa?- estaba asombrado.
-Lo que me importa es mi novia, mis calificaciones, y eso es bastante.
Pensé un poco lo que iría a decir- Bajo juramento... Pueden preguntar lo que sea, ¿verdad?
-Te robaste una nota, no la violaste- me miró y cerró su casillero- ¿Qué te preocupa?
-¿Qué pasa con las cintas? ¿Qué hay con la que tú grabaste?
-¿Por qué sigues andando con Bryce? ¿Qué sabe él de ti?
-Yo no ando con Bryce, ¿está bien? Yo solo... tengo que jugar béisbol con él y esperaba que este juicio no arruinara la vida de todos.
-Bueno, ya es tarde...- suspiró y se fue.
[...]
Antes de la práctica de béisbol, fui a una pequeña casa que teníamos los chicos y yo antes lejos del campo. La llamamos la Casa Club. Recogí una pequeña cajeta donde Bryce y Reed, en conjunto con otros chicos del equipo, juntaban fotos tipo Polaroid de ellos con algunas chicas que se llevaban a esa aquel lugar. Tomé un pedazo de cinta adhesiva de papel y escribí con un marcador: "Hannah no era la única". Lo que intentaba decirle antes, lo cual no quiso escuchar, no lo podrá evitar ver. No ahora, por lo menos.
Salí del lugar, mirando si nadie me veía, y me dirigí al casillero de Jensen. Metí la Polaroid entre los espacios de él y me fui como si nada hubiera pasado. Comencé mi práctica con una charla que dió el entrenador a órdenes del señor Porter. Sabía muy bien por qué lo hacía, pero no dije nada. Miré a la nada concentrado en el bienestar de Vanessa, quien me preocupaba mucho. En el camino a su casa la noté más distraída y lejana de lo normal, lo que me dejó con duda. ¿Qué estará pasando con ella?
-El consentimiento se da en palabras o en acciones- oí al entrenador pero seguía sin prestarle mucha tención.
-¿Un grito cuenta?- soltó Scott y lo miré. A veces podía ser muy idiota.
-¿Quiere ser comediante, señor Reed?- le preguntó Porter- ¿O quiere jugar este año? Porque puedo arreglar que lo suspendan.-Y todo se calló. Se sentía tan bien que por un momento ellos no hablaran una barbaridad- Eso pensé.
-Bien, así que consentimiento afirmativo- dijo el entrenador y volví a no prestarle atención hasta que comenzamos a jugar.