Confident.

By ohc4lifornia

207K 6.1K 456

More

Confident.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 42 (último)
Epílogo.
¡¡EXTRA!!

Capítulo 41.

1.4K 131 26
By ohc4lifornia

_____'s POV.

Terminamos de comer entre risas y chistes por parte de Justin. Tenía un gran sentido del humor.

Cuando pagó la cuenta, me tomó la mano y sentí miles de mariposas.

Siempre que me toma de la mano, me acaricia, me abraza, me besa, o tan sólo me habla, me siento en el séptimo cielo, él tiene una forma única, que te hace sentir la chica más especial del mundo.

Me abrió la puerta de el auto y él entró detrás mío, le pidió a su chofer que nos llevara a la casa y éste comenzó a conducir unos segundos después.

Me acomodé colocando mi cabeza en su hombro, respirando su perfume, amaba su olor. Miranda siempre me decía que los todos hombres huelen igual de bien, pero mentía, ningún perfume es como el de Justin.

Miré su perfil, él estaba distraído. Aprecié su perfil, era hermoso. Podría verlo todo el día y nunca me cansaría, es como un modelo, sin ni siquiera intentarlo.

Me pilló mirándolo y me sonrió.

—¿Por qué me miras tanto, nena?

—Porque te quiero mucho.

Justin me dio una de sus típicas sonrisas, que por cierto, por más cursi que sonara, cada vez que enamoraba más. Él se acercó a mí y besó mí mejilla por unos segundos.

—Yo también te quiero —susurró besando nuevamente mi mejilla—, mucho, mucho, mucho.

Apoyé de nuevo la cabeza en su hombro y tomé su mano, entrelazándola junto a la mía.

Me preguntaba qué sería de mí vida ahora mismo, si nunca me hubiese escapado del evento de mis padres. Si nunca hubiese ido a esa fiesta. Si nunca... hubiese conocido a Justin.

Nuestras vidas serían totalmente diferentes, podía jurarlo. Estaría probablemente con Mirada y Cam, viajando o simplemente de fiesta en fiesta. Con Victoria regañándome todo el tiempo, por dejar una mala impresión, tanto mía como de ella en la televisión. Pero, me sentía feliz de que todo eso había cambiado. Poder estar con Justin, compartir con él, saber que en unos meses, tendríamos a nuestros hijos junto a nosotros.

Cuando el auto se detuvo, me separé un poco de Justin y noté que habíamos llegado a casa. Así que, él bajó primero y luego me ayudó a bajar a mí. Volvimos a entrelazar nuestras manos y entramos a la casa.

Una vez adentro, Justin me preguntó sonriendo.

—¿Estás lista para la sorpresa?

—Oh, claro que sí, Justin. Estuve esperando todo este rato para verla —contesté sonriendo.

—Bien —se lamió los labios, amaba sus labios—, necesito que te tapes los ojos con esto —me pasó un pañuelo azul, el cuál me puse rápidamente. Estaba muy ansiosa.

Me tomó la mano y me guió por no sé dónde, yo solo confiaba en él y en que no me dejaría caer.

Si bien, sabía que no era algo como si me fuera a pedir matrimonio, aunque tenía mis esperanzas, sabía que era algo importante para ambos.

Me sentía en el cielo, tomar su mano era lo mejor del mundo. Sentía que si moría ahí mismo, no me importaría, solo si tenía su mano sobre la mía.

Caminé unos nueve pasos más y me hizo parar, sentía el viento en mi cara, que me corría los mechones de la cara. Al parecer, estábamos en el patio trasero.

—¿Lista? Espero que te guste tanto como a mí, gatita —sonreí, hacía tiempo en que no me decía de aquella forma.

—Lista —me quitó la venda de los ojos y pestañee un par de veces, para acostumbrarme a la luz y luego, al notar lo que era la sorpresa, sonreí.

En medio del jardín, había un auto color negro, más grande que cualquier otro que tenía Justin en casa. Y justo al lado, había una mesa llena de flores de distintos tipos y colores, junto a un cuadro gigante con la foto que Justin y yo nos habíamos tomado en Tahiti, donde se notaba a la perfección mi embarazo, ya avanzado.

—El auto es para nuestros hijos, ya sabes, para cuando queramos pasear y... así tendremos más espacio —Justin murmuró desde detrás. Yo seguía apreciando el cuadro y las flores que había alrededor de éste—. Y lo otro... solo porque me encanta esa foto y estará en la sala —él y acercó a mi y paso sus brazos alrededor de mí cintura, abrazándome por la espalda—. Y las flores... solo porque sé que las amas.

Reí y volteé, abrazándolo. —Muchas gracias... —susurré escondiendo la cara en su cuello—, me encanta todo y... no puedo esperar a ver que tiene el futuro para nosotros y nuestros hijos, Justin.

—Seguro es algo hermoso —él susurró sonriendo y se inclinó un poco hacia abajo, besándome.

Me gustaba besarlo. Mucho. Sus labios eran tan suaves que podrías llegar a envidiarlos. Pero me gustaba la sensación. Éramos una familia ahora y todo en nuestras vidas parecía ir bien.

Nos separamos un poco para poder respirar y él tomó mi mano, jalándome suavemente hacia el auto.

—Vamos a dar un paseo en el nuevo auto —me abrió la puerta del auto, y subí, amaba que hiciera eso. Se sentó al lado del piloto y observé el auto, era muy grande y atrás había dos sillitas de esas de bebés, una con una cinta rosada y otra con una cinta azul.

Comenzó a conducir cuando en la radio sonó Really don't care. No soy fan de Demi Lovato, pero me encanta esta canción.

—You wanna play, you wanna stay, you wanna have it all! —comencé a cantar fuertemente. Justin rio y negó con la cabeza sonriendo.

—¡Vamos, sé que quieres cantar! —le sonreí. 

—But even if the stars and moon collide, I never want you back into my life —se hizo el desafinado y movía los dedos en señal de negación, mientras yo reía fuertemente.

Seguimos cantando a Demi y a Cher Lloyd, cantaba una estrofa él y una yo, pero a veces nos saltábamos por las risas.

—You can take your words and all your lies, oh oh oh I really dont care, Oh oh oh I really dont care! —cantamos finalmente los dos y terminamos riendo.

—Dios, nena —él suspiró, una sonrisa tiraba de la comisura de sus labios—. Creo que deberíamos hacer un dueto —él bromeó y yo reí.

Segundos después de que la canción de Demi terminara, comenzó la canción Shake it off de Taylor Swift. No me sabía la letra a la perfección, pero al parecer Justin sí, ya que enseguida usó una de sus manos, simulando un micrófono y comenzó a cantar fuerte.

—Cause the players gonna play, play, play and the haters gonna hate, hate, hate, baby I'm just gonna shake, shake, shake, shake it off —en ese momento, ambos estábamos ya cantando el coro y haciendo movimientos raros, simulando bailar. Ni siquiera nos importaba como las personas que caminaban por la calle quedaban mirando raro el auto, cada vez que lo veían pasar o los paparazzis, que iban en autos al lado del nuestro, intentando tomar fotos. Me dolía el estómago de tanto reír, pero no podía detenerme.

Me detuve un momento y me dediqué a mirar el perfil de Justin mientras él cantaba sonriendo, sin quitar su vista de la carretera. Sentía que lo amaba ya, pero me asustaba un poco, cómo podría ser su reacción si se lo decía. De todas formas, no me sentía mal por eso. De hecho, estaba feliz. De tenerlo a él, de que pronto tendríamos a nuestros hijos, de que estábamos formando una familia y, éramos jóvenes, sí, pero estaba realmente emocionada por lo que vendría para nosotros en el futuro.

Al parecer, estuve demasiado tiempo mirándolo, porque la canción Shake it off ya había terminado y Justin desvió la mirada, para fijar sus ojos sobre los míos un momento. Había en ellos una pizca de diversión.

—¿Qué ocurre, nena? —volvió nuevamente la vista a la carretera y bajó un poco el volumen a la radio.

—Solo pensaba —me encogí de hombros sonriendo—. Ya sabes, en que... cuando tengamos... —el sonido de una bocina me interrumpió, asustándome. Miré hacia delante, y todo ocurrió como una cámara lenta.

Una camioneta color blanco, venía conduciendo frente a nosotros, como si no se pudiera detener, como si el mismo demonio estuviese conduciendo. Volteé para mirar a Justin justo cuando una gota de sudor terminaba su recorrido en la punta de su nariz. Su perfil endurecido y sus ojos más oscuros que nunca, y yo estaba congelada en pánico. Estaba prácticamente haciendo maniobras para doblar hasta la otra pista.

Entre el ruido de la ciudad y el sonido del acelerador, mi corazón estaba latía a mil por hora. No pude reaccionar a hacer nada. No entendía qué ocurría.

De repente, todo mi cuerpo se fue hacia adelante, a la vez que sentía como el vidrio delantero se rompía en miles de pedazos  Cerré mis ojos inconscientemente y lo único que podía pensar, era: Vamos a morir. Vamos a morir y nuestros hijos lo harán con nosotros.

Y luego, como si hubiésemos caído en un abismo, todo se volvió negro. 

Continue Reading

You'll Also Like

192K 21.8K 37
En donde Emma Larusso y Robby Keene sufren por lo mismo, la ausencia de una verdadera figura paterna.
62.7K 3.7K 22
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...
61.3K 3.3K 40
Violeta Hódar 23 años (Granada, Motril), es una estudiante en último curso de periodismo en Barcelona. Esta se ve envuelta en una encrucijada cuando...
586K 41.6K 76
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...