____ se sentó frente a sus padres en la sala, tratando de parecer relajada, como si en realidad, nada de aquello estuviese pasando. Como si lo que ellos tenían en sus manos, no era más que un simple papel.
— Hey, ¿qué pasa? — ¿Hey, qué pasa? ¿En qué pensaba cuando lo dijo? Mal intento de parecer relajada.
— Espero que hayas pensando en alguna buena mentira para explicarme lo que estos malditos papeles significan — Victoria tiró el sobre, ya roto, sobre la mesa, con un fuerte golpe.
— Yo, uhm… no sé de lo que hablas… — respondió. Bruce tomó el sobre, sacó el papel que había dentro y leyó:
— A ver... bla, bla, bla… acá — susurró y luego habló más fuerte —; “… le informamos Srta. Evans, que los exámenes han salido positivos. Tiene tres semanas y medias de gestación, ¡felicidades!...”. ¿Lo entiendes ahora? — Volvió a dejar el sobre encima de la mesa, y tanto él como Victoria, miraron serios a ____.
Maldición. Ahora tenía que lidiar con ambas cosas. Ella realmente estaba embarazada y sus padres ya lo sabían. ¿Qué les iba a decir? No podía contarles que tuvo una aventura con Justin, no se cuidaron y que cuando le contó a él, que iban a ser padres, él la trató de zorra y dijo en pocas palabras, que no se haría cargo. Pero también podía inventarles alguna historia. Algo como que… se confundieron y le dieron otros exámenes. Analizó esa idea una vez más, y lo descartó.
— Oh, eso… — ____ no sabía qué decir, de repente su mente se puso en blanco y sus manos comenzaron a temblar ligeramente. No había opción más que decir la verdad. — Bueno, mamá, papá, estoy… embarazada.
— No seas idiota, eso ya lo sabemos, recién lo supimos, pero ¿de quién es? ¿Sabes de quién es? — Victoria suspiró pesadamente.
— Obviamente sé de quién es, no soy una puta.
— Últimamente te comportas como tal, ____ — su padre soltó fuertemente y... Diablos, le habían dolido sus palabras. Se cansó, ella no era un tal por cuál, ella tenía un hijo en su interior y tendría que lidiar con él le guste o no.
— ¿Qué quieren que haga? ¿Abortarlo?
— Es una buena opción... —Victoria, su madre, pensaba fríamente.
— ¡No! — se levantó rápidamente del sillón —. No lo haré, ni se los ocurra pensarlo. Sus padres se miraron y asintieron entre sí.
—No criaremos a un error. Necesito que hagas tus maletas y te vayas de mi casa —Victoria era fría como el hielo, cualquier persona que la conociera bien lo sabía, no era buena opción confiar en ella, te miraría bien y luego hablaría de ti y de tus problemas a tus espaldas. ____ sólo la miró y corrió hacia su habitación, la cual en unas horas quedaría vacía, se recostó en su cama y lloró.
≪No puedo permitirlo≫ se dijo. Con lágrimas en los ojo, se acercó al espejo de cuerpo entero, y acarició su vientre. Ella podía con esto. Y no iba a necesitar a Justin o sus padres para pasar por esta etapa. Ella podía sola, y lucharía por ser una buena madre. No como Victoria lo era con ella.
Luego de casi dos horas, terminó de ordenar unas cuantas maletas con las cosas básicas que iba a necesitar. Se iría donde Miranda por esa noche, no podía abusar mucho de su hospitalidad, así que le prometió que sería sólo por una noche. Sus padres seguramente estaban durmiendo cuando ella bajó hacia el primer piso, cargando sus maletas.
Una vez que llegó a la puerta, volteó y dio una última mirada al lugar en el que había pasado casi toda su vida. Irse era algo triste, pero aún tenía su dignidad y orgullo. Si su madre la había echado de la casa, no iba a volver. Suspiró y abrió la puerta.
≪¡Adiós lugar que alguna vez fue un hogar!≫
{…}
— Dame tu teléfono — Justin exigió.
— ¿Qué? ¿Para qué lo quieres? — Preguntó Travis, confundido, a la vez que sacaba su iPhone del bolsillo.
— Voy a llamar a ____.
— No crees que si no te ha respondido en los últimos días, ¿es por algo?
— Sí. Pero realmente necesito hablar con ella. La maldita duda está comiéndome.
