Opuestos En Común. Nomin

By MyLostSoul98

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Jeno no era el alfa bueno que pretendía, Jaemin podía sentirlo. Había algo en sus ojos, cuando le miraba, que... More

Introducción
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31 (primera parte)
31 (segunda parte)
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Epílogo (Taeten)
MarkHyuck (Especial)
Nomin (Especial)
¡Aviso! Nueva historia ♥️

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By MyLostSoul98

La semana estaba siendo una tranquila, de hecho demasiado tranquila para Jaemin quien se había esperado a su madre siendo toda una reina del drama metiéndole en sus planes para la reunión que haría por su cumpleaños. Ni siquiera parecía muy metida en ello aunque podía sentir su fría mirada sobre él cada vez que estaban ambos en casa. Incluso le había preguntado a la señora Lee y a otras de las chicas del servicio si es que sucedió algo pero solo obtenía respuestas negativas. Seulgi se había aventurado a decir algo tan simple como "Tal vez simplemente se ha dado cuenta de que ya no eres un niño. Supongo que a cada madre le afecta de una forma diferente" y aunque le hubiera gustado creer en eso, algo le decía que había más en la pesada mirada de la mujer.

— ¿Invitaras a tus amigos de la escuela Jaemin?

Fueron las palabras que su madre dijo en la mañana del jueves mientras estaban desayunando. La taza de café que había estado por llevarse a sus labios se detuvo en el aire mientras le miraba sorprendido por la pregunta. A cada uno de sus cumpleaños anteriores les había invitado sin siquiera consultárselo y la mujer tampoco había preguntado antes.

— Pues ya los he invitado de hecho.

— Este año has hecho nuevos amigos ¿No es así?

Jaemin inmediatamente se tensó en su lugar. Sabía que se refería a Jeno quien era alguien nuevo en su vida. Su madre jamás estuvo muy interesada en lo que le gustaba o no hacer pero siempre había tenido conciencia de las personas que le rodeaban.

— Sí... tengo dos nuevos amigos a quienes he invitado. Espero que eso no sea un problema madre. — La sonrisa de blancos dientes que apareció en el rostro de la mujer le asustó un poco.—

— No cielo, no es un problema. De hecho estoy ansiosa por conocerles.

Allí había algo muy extraño. Ya había visto con anterioridad a Jeno, incluso le advirtió sobre él pero no se veía interesada en saber quién era. El repentino interés le resultaba atemorizante. No habían salido en esos pocos días debido a la escuela. En ella no mantenían un contacto que fuera alarmante como para que alguno de los directivos llegará a indignarse y notificar a su madre. Solo habían tenido unos pequeños besos robados cuando no había nadie a su alrededor. Incluso se aseguraba de darse un baño luego de llegar de la escuela para que el aroma de Jeno no se sintiera sobre su piel. Fue cuidadoso en ese aspecto. No había forma de que sospechara.

Creyó estar simplemente paranoico por lo que no comento nada ese día ni el siguiente. La mañana del viernes fue recibido por sus amigos sonrientes quienes no dudaron de despeinarle, gritar y abrazarle en cuanto cruzó por la puerta del salón de clases. Algunos de sus compañeros se acercaron para desearle un feliz cumpleaños de manera cordial y por buena educación simplemente por lo que él solo respondía con una pequeña sonrisa en sus labios.

En cuanto Jeno cruzó por la puerta con una expresión aún un poco dormida, sus amigos volvieron a alborotarse como si tuvieran nada más que diez años únicamente para molestar a Jaemin. El alfa se sentó cómodamente en su sitio antes de dejar un pequeño beso en la mejilla de su novio mientras le felicitaba.

— Oh vamos Jeno ¿No piensas darle un beso real de cumpleaños? Jaemin se lo merece además ya es legal que lo hagas, no debes preocuparte por la policía debido a que salías con un menor.

El pelinegro se rió negando levemente con su cabeza mientras que Jaemin enrojecía hasta las orejas por las palabras dichas por Chenle. Juraba vengarse de ese chino en cuanto pudiera. Nunca había besado a Jeno frente a sus amigos, al menos no estando consiente de que ellos estaban en el lugar y creyó que por la misma razón el alfa no se atrevería. Grande fue su sorpresa cuando sintió la mano del otro tomar su mejilla y hacer que girara su rostro. Avergonzado, cerró fuertemente sus ojos al sentir los cálidos labios ajenos sobre su boca. Fue apenas un roce de labios pero bastó para avergonzarle un año entero.

— Feliz cumpleaños Nana. — Le dijo sobre sus labios antes de acomodarse como si nada hubiera pasado. —

Las bromas no se hicieron esperar ni un solo segundo, burlándose de la expresión avergonzada y rostro enrojecido de Jaemin quien simplemente hundió su cara entre sus brazos acostándose sobre el pupitre para tratar de ignorarles. Sintió una mano sobre su rodilla darle un pequeño apretón que le hizo sonreír en secreto. Siempre le hacía sentir mejor con cosas tan pequeñas, era simplemente mágico.

Horas más tarde, cuando estaban saliendo del salón para tomar un poco de aire fresco, Jeno le tomó su mano y le jaló hacia otra parte de la escuela. Le siguió en silencio notando como se dirigían al pasillo de los clubes escolares que a esa hora de la mañana estaban vacíos. Las grandes manos del mayor no dudaron en tomar su rostro para plantarle un beso mucho más apasionado que el dado cuando recién había llegado. Se lo respondió con calma notando como el fino tacto de los dedos ajenos se dirigía lentamente a su cuello y un pequeño escalofrió recorrió su cuerpo al sentir algo frío contra su piel. Se apartó un poco confundido, bajando su vista encontrándose con un collar que antes no había estado allí. Era una fina y elegante cadena de oro blanco que sostenía un hermoso colgante del mismo material. Era una pequeña ala de ángel, bellamente tallada con cada una de las plumas de manera delicada pero lo suficientemente firme como para quevse notara a la perfección cada separación entre ellas. Justo encima de la misma, y por donde se sujetaba a la cadena, había una brillante piedra negra que parecía ser un ónix. Levanto su rostro sorprendido hacia su novio quien le miraba sonriendo.

— Nunca fui muy partidario de este tipo de cosas, incluso podría decir que se me hacían un tanto aburridas y muy usadas pero en cuanto lo vi me fue imposible no pensar en ti. Ean lo bien que quedaba contigo. Además de que es una forma mucho más discreta y personal de representarlo.

El alfa había comenzado a hablar mientras desprendía el puño de su camisa, arremangándola tan solo un poco para dejar ver la elegante cadena que tenía colgando una pequeña ala de características similar a la del collar pero pintada de un negro precioso y en lugar de una piedra ónix, una blanca y brillante resaltaba con cada movimiento. No le costó mucho notar que era una sutil representación del ying y el yang.

— ¿Por qué tú tienes la negra? — Preguntó mientras sostenía su propio collar entre una de sus manos, con una pequeña sonrisa en sus labios.—

— Porque la pequeña piedra blanca eres tú. Lo único bueno que tengo en mi vida. Una luz brillante en medio de la oscuridad. Feliz cumpleaños Nana.

Le dio otro nuevo beso para no dejar que hiciera más preguntas al respecto. Porque Jaemin era lo único bueno que tenía y él, aquella piedra negra, era lo que estaba mal en la vida del hermoso omega aunque quisiera creer lo contrario. Nana llevaba el ala de un ángel, él portaba las del demonio.

El resto de sus clases pasaron sin nada fuera de lo común, solo eran un montón de adolescentes con rostros fastidiados y ganas de volver a sus casas para hacer los planes de fin de semana. El timbre del final de las clases sonó como si fuera un coro de ángeles anunciándoles que el paraíso estaba allí, justo afuera de las grandes puertas de la institución.

Pero para lo que muchos era un paraíso, alguien parecía estar viviendo un pequeño infierno. Mientras el grupo de amigos estaba hablando mientras se dirigían a la salida, y Jeno texteaba en su teléfono, notaron que muchos de sus compañeros estaban murmurando sobre algo en la salida. Curiosos se acercaron a ver qué es lo que pasaba. El rostro de los betas y el omega reflejó sorpresa mientras que el de Jeno tenía una expresión fría pero sus ojos brillaban de furia. Haechan debía de esperarle fuera de la escuela, tenían que buscarle ropa adecuada al omega   para asistir a la fiesta de Jaemin. El de piel oscura estaba allí, parado en silencio con la vista hacia abajo escuchando como la gente comentaba sobre él y su apariencia. Su uniforme, que hasta el día anterior había estado entero, viejo pero entero, se encontraba roto y sucio. El alfa se acercó apartando a empujones a quienes se interponían en su camino, sujetó el mentón del más bajo obligándole a que le viera a la cara. Si antes estaba molesto, ver el moretón en su pómulo derecho hizo que su sangre hirviera.

— ¿Quién fue? Voy a matarlo. —Estaban recibiendo la atención de muchos de los presentes y era lo que Donghyuck menos quería en ese momento. Rodó sus ojos y aparto la mano del alfa.—

— Los mismos idiotas de siempre. Yo gane, obviamente, aunque me costó vencerles un poco más ya que no contaba con mi respaldo.

Trató de bromear aunque el rostro del pelinegro no cambió ni por un solo segundo. No era extraño en realidad, ellos solían meterse en demasiadas peleas en su escuela. Y no porque no conocieran la reputación de Jeno, todos lo conocían. Incluso los profesores le habían mirado con recelo. Era justamente esa la razón por la cual solían buscarle pelea. Los adolescentes eran idiotas y creían que, si podían vencer a uno de los chicos de Yang, conseguirían respeto en las calles. Al no estar el alfa presente, el Omega de piel oscura era lo más cercano que había.

Jaemin se acercó, tratando de entender lo que le había sucedido al otro. Haechan, al notar como es que este estaba más cerca y le miraba fijamente cambió su expresión. Sus hombros se tensaron y pareció pararse más derecho tratando de lucir como si no estuviera afectado. Le sonrió a Jaemin como si nada hubiera pasado.

— Jeno, se nos hace tarde. Vamos.

Había tratado de sonar un poco exasperado y como si le hubiera estado esperando por horas cuando en realidad, en sus ojos, podía notarse la ganas que tenia de huir de ahí, de las miradas prejuiciosas o que le veían con lastima. Odiaba cuando le miraban de esa manera. Jeno asintió comprendiendo antes de girarse hacia su novio y amigos.

— Lo lamento. Les veré esta noche, adiós.

Su tono fue seco y aún se notaba la molestia. Sin importarle lo que los indeseables espectadores pensaran le quito la chaqueta del uniforme destrozada a Haechan para luego entregarle la propia aunque le quedara un poco grande. La rota la metió casi con asco en su mochila para luego poner una mano en la espalda del omega y caminar rápidamente para alejarse de él. Los cuatros chicos quedaron con las palabras en la boca y viendo cómo es que se marchaban sin poder decir mucho sobre ello.

Jaemin quedó lleno de dudas que expreso en un sinfín de mensajes hacia el alfa quien no le contestó ni uno solo de todos ellos. Las dudas se aglomeraban en su mente sin obtener ni una sola respuesta que lograra calmarlas. Incluso se estaba preguntando en si, después de aquel incidente, asistirían a la fiesta de su cumpleaños. El omega no se veía bien y si Jeno prefería quedarse en su casa a cuidarle, supuso que debería de entenderle aunque le quisiera presente a su lado. Su estado de ánimo fue notado por la señora Lee quien amablemente le dijo que todo estaría bien mientras acariciaba su cabeza como si el menor fuera un pequeño cachorrito. Le sonrió de forma vaga para luego meterse en el baño para prepararse.

Su madre había escogido para él un traje completamente blanco con algunos accesorios de cadenas. Debía de admitir que llegó a gustarle y en realidad no tenía ninguna protesta sobre la vestimenta que ese día había sido obligado a ponerse. El viaje en el auto hacia el club de campo fue silencioso y podía notar a la beta mirarle de vez en cuando por el espejo retrovisor como si estuviera analizándole. Eso era muy extraño.

Al llegar, ya muchas personas estaban dentro y ni siquiera se percató cuando un cuerpo había corrido hacia él para abrazarle. El ya conocido aroma estaba ahí presente haciéndole sonreír mientras le devolvía el abrazo hacia el otro omega.

— ¡Ten! Pensé que no iba a verte hoy por aquí, con respecto a lo de tu nuevo trabajo creí que estarías muy ocupado. — El tailandés le dio una enorme sonrisa negando con su cabeza de manera calmada.—

— Lo estaba pero no me perdería tu cumpleaños por nada del mundo.

No se habían visto desde esa última vez en la cafetería y parecía ser un tema que ninguno de los dos quiso tocar en ese momento. Hablaron de cualquier otra cosa hasta que Jaehyun apareció, siempre sonriente y siendo cordial trayendo un pequeño presente para el cumpleañero quien le agradeció con una sonrisa. Era un bonito y elegante perfume que estaba seguro era carísimo y, muy probablemente, el alfa no hubiera escogido sino la madre de este quien creyó ver por el lugar. El trío de betas llegó no mucho después de aquello. Parecía que Jeno y Haechan no iban a asistir, eso le ponía un poco triste pero guardaba esperanzas en su corazón.

— Recuérdame porque debo de acompañarte. — Dijo el omega mientras se removía un poco molesto entre las ropas elegantes que había sido obligado a usar. No acostumbraba a usar un traje como esos. —

— Porque Jaemin te invitó por alguna extraña razón. No se cómo es que has logrado caerle bien. — Contestó Jeno mientras que el taxi les dejaba frente al enorme lugar. —

— Eso es simple, soy completamente encantador. — Hizo un pequeño giro mostrando el traje de color negro que estaba llevando y fue comprado esa misma tarde por Jeno para él. —

El alfa rodó sus ojos antes de dar su nombre y la razón de su presencia en aquel lugar al guardia quien, luego de asegurarse que estuviera en orden todo, les dejó pasar indicándole el camino que debían de seguir. Iban con sus manos en los bolsillos mirando asombrados a todo lo que les rodeaba hasta ser distraídos por un hombre gritándole a uno de los chicos del servicio sobre que las copas no estaban en el orden específico o similar. Los ojos del omega parecieron brillar antes de sacar su teléfono fingiendo una llamada caminando distraído hacia la dirección donde esos dos estaban. Jeno suspiró, quedándose parado tratando de no ver hacia donde su amigo iba. Haechan, quien fingía una pelea por celular, chocó accidentalmente contra aquel beta quien aún seguía gritando. Poniendo una cara de asombro, se disculpó repetidas veces mientras trataba de acomodar el traje del hombre como disculpa a la vez que sus ojos parecían a punto de querer llorar por su torpeza. Aquel solo le sonrió fingiendo amabilidad diciéndole que estaba bien antes de volver a poner su atención en el pobre mesero. Haechan, sonriendo triunfal como si hace unas horas no hubiera recibido una paliza, se acercó a Jeno.

— Muy bien ¿Qué fue esta vez? — Preguntó en voz baja mientras reanudaban su camino. El omega, muy sonriente levantó su mano mostrando un costoso reloj en su muñeca que no había estado allí cuando llegaron. —Pensé que ya lo habías dejado.

— Oh vamos, no seas aguafiestas. Además el tipo se lo merecía ¿Por qué debía de gritarle así a ese chico? Ni que hubiera cometido un error fatal. — Rodó sus ojos mientras bufaba.— Y yo lo había dejado hasta hacerte ese favor a ti. Aún tengo el celular en casa juntando polvo.

— Si mi memoria no falla, yo no te pedí nada. Tú creíste que era una buena idea y al final no ayudo en nada.

— No es mi culpa que haya sido un aburrido total, no tenía nada interesante en su historial.

La conversación murió en cuanto llegaron al lugar donde la fiesta era. Todo estaba decorado con flores en distintos colores, luces y telas. Casi parecía una boda. Escuchó mascullar a Haechan algo sobre que los ricos tenían demasiado dinero como para gastar en tanto adorno innecesario. El suave aroma de Jaemin le hizo girar su rostro notando como es que hablaba con sus amigos.

— Joder ¿No es ese Ten? Amigo estas en problemas si ya sabe que estas con él de forma seria.

— Cállate Donghyuck y trata de no provocarle.

Se acercaron a paso lento hasta que el de cabellos rosados notó su presencia. Se giró con una enorme sonrisa para, luego de asegurarse que su madre no estuviera por el lugar, abrazarle realmente feliz por que estuviera en el lugar. Su vista luego paso al omega, a quien le sonrió amablemente pero estando realmente sorprendido. No había rastro alguno del golpe que horas atrás había visto en su rostro. Podía notar el maquillaje pero se veía tan natural que casi lucía como si no tuviera nada. Por unos segundos se preguntó cómo había logrado tapar aquello y verse tan natural a la vez aunque sería una pregunta muy mal recibida. Prefirió mantenerse callado.

La mirada venenosa de Ten se posó sobre los recién llegados quienes le sonrieron de manera triunfante. Aquel encuentro volvería a ser tan incómodo como lo había sido el primero y Jeno esperaba poder salir en tan solo pieza de allí. Taeyong debía de tener bien asegurado el hecho de que el tailandés no hablaría de más pero, conociéndole, sabía que sin decir nada a la vez lograba expresar mucho por ello la preocupación no salía de su sistema.

Trató de relajar un poco el ambiente, haciéndole bromas a Jaehyun sobre lo que había visto en aquel auto la noche de la fiesta. El mayor de todos se mostró sumamente avergonzado por eso tratando de excusarse sobre que el alcohol no había ayudado en nada a su claridad mental de aquellos momentos. Las cosas estaban saliendo bien, tan bien que no duraría era obvio su final.

— Oigan ¿Hay alguna razón para que la madre de Jaemin nos esté observando desde hace como diez minutos de manera fija? —Dijo Mark con su ceño fruncido.—

El nombrado se dio la vuelta, sintiéndose confundido pero al ver a la elegante mujer caminar decidida hacia ellos con un rostro incomprensible se asustó. Peor fue cuando notó que la vista de ella parecía estar dirigida en específico hacia cierto alfa de su grupo. 

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