Los tres se encontraban en la pequeña sala, Nat y Steve miraban a Scott dando vueltas por la habitación con la mirada perdida, el parecía confundido y lo único en lo que pensaban Nat y Steve era en donde había estado Scott todo este tiempo.
—Scott,¿te encuentras bien?— le preguntó Steve mirandolo preocupado.
—Si— dijo Scott tallando se la cara —¿alguna vez han estudiado Física Cuántica?—.
—Solo para conversar— le dijo Nat con sinceridad.
—Ok, hace cinco años antes de que Thanos viniera estuve en un lugar llamado El Reino Cuántico, es un lugar donde tienes que ser extremadamente pequeño para entrar— les explicó de la manera más sencilla de entender —Hope, ella es mi...ella era mi.... ella tenía que sacarme de ahí y luego apareció Thanos y me quede atrapado ahí— les dijo bajando de tono su voz.
—Que pena, debieron ser cinco largos años ahí— le dijo Nat con tristeza.
—Eso es lo malo, para mi fueron cinco horas, las reglas del tiempo cuántico no aplican como las nuestras, todo es impredecible aquí— dijo antes de centrar su atención en la mesa donde se encontraba el sandwich de Nat —¿de alguién es el sandwich?, tengo hambre— dijo acercando se a la mesa e iniciar a comerlo.
—Scott,¿de qué estás hablando?— le pregunto Steve con la mirada mas seria.
—Lo que digo es que por el momento no hay forma de viajar en el Reino Cuántico pero, ¿si la hubiera?— se pregunto a si mismo a lo que Steve y Nat se miraron entre si —si entráramos en un punto en el tiempo y saliéramos en otro punto del tiempo, por ejemplo, antes de que llegara Thanos— les dijo disfrutando el sandwich.
—¿Hablas de una maquina del tiempo?— le pregunto Steve parafraseando lo que acababa de decir Scott.
—No, no me refiero a una maquina del tiempo yo me refería a..... bueno si, en una máquina del tiempo, se que es una locura pero yo, lo siento es una locura— dijo bajando la mirada por la idea absurda que había propuesto.
—Scott, recibo emails de un mapache, ya nada es una locura para mi— dijo Nat animandolo.
—Entonces, ¿con quien hablamos de esto?— les pregunto a ambos vengadores que sin pensarlo dos veces, la primera persona que llegaba a sus mentes era Tony.
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En una cabaña a las afueras de Nueva York con mirada a un bello lago y pinos a su alrededor salió Tony Stark a un área donde se podían observar varios juguetes y una pequeña tienda de acampar, al llegar Tony inició a aplaudir intentando llamar la atención de alguien.
—Magoona, es hora de comer— dijo antes de sentarse en una de las pequeñas sillas que se encontraban ahí. —Morgan H. Stark, ¿quiéres comer?— preguntó de nuevo a lo que una pequeña niña con un casco amenazo a su padre con un repulsór que afortunadamente no estaba activado.
—Alimentame o si no te desintegro— dijo ella mientras que Tony le quitaba el casco.
—No deberías de tocar esto, es un obsequio de aniversario que hago para tu mami— dijo mientras le acomodaba mechones de su pelo detrás de sus orejas —¿en donde lo encontraste?— le preguntó con dulzura.
—En el garage— le dijo la pequeña moviendo un poco sus brazos.
—Si estaba en el garage, ¿entraste ahí a buscarlo?— le preguntó a lo que la pequeña.
—Solo lo encontré— dijo la pequeña mientras que Tony la levantaba en sus brazos.
—Te gusta ir al garage como a papá, no importa, de hecho mamá nunca usa lo que le compro— le dijo a la pequeña mientras la llevaba adentro de la cabaña pero su atención se detuvo al escuchar el sonido de un motor, al mirar de donde provenía el sonido se encontró un auto negro de donde Steve, Nat y Scott salieron de el.
Solo unos minutos tomaron para dejar a Morgan adentro de la cabaña, Tony decidió ofrecerles chocolate para tomar, en esos momentos Scott le platicaba lo mismo que le había contado a Nat y Steve. —Se que suena como una locura pero podemos intentarlo— dijo Scott aceptando un vaso de la bebida.
—Tony, después de todo lo que has visto, ¿crees que es posible?— le pregunto Steve.
—No es posible ya que afectan la escala de Plack que afecta a la proporcion de Dutch, ¿estamos de acuerdo?— dijo Tony ofreciendole un vaso a Steve —para que me entiendan, significa que no regresaran— dijo el sirviendo el vaso de Nat.
—Yo regrese— dijo Scott orgulloso.
—No, tu viviste por accidente ahí, la probabilidad es una en millones y ahora propones un...¿como lo nombraste?— le pregunto Tony a Scott.
—Atraco al tiempo— le dijo Scott con una sonrisa.
—Claro, ¿por qué nunca lo intentamos?— Tony preguntó sarcásticamente —será porque es imposible—.
—Tony, las gemas están en el pasado, solamente hay que buscarlas— dijo Steve apoyando el plan.
—Podemos chasquear los dedos y traer a todos de nuevo— dijo Nat mirando al científico.
—O hacer algo peor de lo que el hizo— contraatacó Tony.
—Podemos intentarlo— defendió Steve mientras observaba a Tony quien no parecía ceder a las peticiones de sus antiguos compañeros.
—Enserio que a veces extraño ese alegre optimismo, sin embargo, la esperanza no ayuda ya que no hay forma tangible de probar que este "atraco al tiempo" funcione, para mi lo más probable es una muerte grupal— dijo apuntando a los presentes mientras se sentaba en una silla de madera situada en el lugar.
—No si obedecemos las reglas de viajar en el tiempo, ya saben, no apostar en juegos deportivos, no hablar con nosotros mismos del pasado— inició a hablar Scott pero Tony lo interrumpió.
—Te voy a detener ahí por un momento, ¿me estas diciendo que basas tu plan en Volver al Futuro?— le preguntó a lo que Scott quien inició a negar con la cabeza — que bueno, por un momento me iniciaste a asustar, así no funcionan las normas del tiempo—.
—Tony, debemos luchar— le dijo Nat con una voz apagada.
—Eso hicimos y miranos ahora— dijo Tony a lo que Nat desvió su mirada y Steve suspiró por la respuesta.
—Tony, se que tienes mucho que perder, se que tienes una esposa y una hija, pero yo perdí a alguien muy importante al igual que muchos— dijo Scott mientras que poco a poco inició a subir el tono de su voz —y ahora que tenemos la oportunidad de recuperarlos a todos los demás y tu respuesta es que no lo vas a intentar— dijo Scott mirandolo atento.
—Así es, no lo voy a intentar— dijo dejando atónito a Scott —no puedo— dijo en un susurro, en ese momento un puerta se escucho abrirse y a los segundos Morgan se encontraba en los brazos de su padre.
—Mamá dijo que te salvara— dijo ella abrazando a Tony.
—Muy bien, me salvaste— dijo iniciando a levantarse de la silla con Morgan en brazos —me hubiera gustado que vinieran por algo más, cualquier otra cosa, saben que me alegra verlos— dijo acomodando a Morgan en sus brazos —la mesa es de seis si gustan quedarse a comer— dijo el antes de ser interrumpido por Steve.
—Tony, se que tienes mucho que perder, tienes una familia y sabes que estoy orgulloso de ti pero esta es una segunda oportunidad—. le dijo Steve tratando de animarlo.
—Esta es mi segunda oportunidad Cap, no la pondré en riesgo— dijo con un suspiro —si no hablamos de esto quedense a comer— les dijo Tony pero ninguno acepto la oferta de la comida y se dirigieron al auto para ir a su siguiente destino.
—No podemos rendirnos, lo necesitamos— dijo Scott preocupado.
—No, quiero hacer lo correcto y necesito un cerebro muy grande— dijo antes de subirse al auto.
—¿Uno mas grande que el de él?— pregunto Scott antes de subirse al auto.
Un par de horas de viaje fueron necesarias para llegar al siguiente destino, una cafetería de apariencia de los años setentas donde veían desayunar a Bruce con apariencia de Hulk.
—Sin pena, coman si tienen hambre, prueben los huevos, saben deliciosos— dijo ofreciendoles un tazón de huevo.
—Estoy confundido— dijo Scott observando a Bruce.
—Es una epoca muy confusa— trató de bromear Bruce, pero Scott lo miraba sin entender su broma —era un chiste, uso ropa igual que ustedes— le explicó Bruce.
—¿Por qué estás así?— le preguntó Scott.
—Hace cinco años nos dieron con todo pero yo perdí dos veces, perdió Hulk, después Banner y luego perdimos todos— dijo con calma.
—Nadie te culpa por eso— le dijo Nat mirando lo con una pequeña sonrisa.
—Yo si— dijo rápido Bruce para después continuar —por años trate a Hulk como un parasito pero decidí verlo como la cura, trabajé 18 meses con rayos Gamma y convine el cuerpo de hulk con la mente de Banner, lo mejor de dos mundos— dijo animado, en ese momento llegaron un par de niños pidiendo le una foto a Bruce.
Una pequeña pelea se hizo con Scott por querer tomarse una foto con los niños que lamentablemente no sabían quien era Ant Man, tal vez fueron unos largos minutos de incomodidad que vivieron todos en la mesa.
—Hagan le caso a su mamá, las mamas son sabias— dijo Bruce despidiéndose de los niños.
—Bruce, de regreso al tema— hablo Steve cuando los niños habían dejado el lugar.
—Quieren viajar en el tiempo y salvarlos, la verdad es que no me especializo en esa área— dijo recargando se en su silla.
—Pero uniste a Banner y a Hulk, recuerdo que algún tiempo atrás eso era imposible de lograr— dijo Natasha a Bruce quien pensó muy bien las palabras de la pelirroja.
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Horas más tardes cuando el sol se había esfumado Tony se encontraba lavando los platos que habían utilizado ese día, se encontraba perdido en sus pensamientos que en vez de cerrar la llave del agua, el la había abierto más logrando que un chorro de agua cayera en varias copas y fotos situadas cerca de el.
Observo las fotos que les había caído agua y tomó una donde estaba situado el con Peter y Alex quienes sostenían diplomas de la Pasantía Stark, solo unos segundos le tomó recordar las ultimas palabras de ambos niños y la promesa que le había hecho a la pequeña Rogers, tal vez era hora de cumplir aquella promesa olvidada.
—Tuve un poco de inspiración hace unos minutos, así que haré una nuevo intento de lograr el túnel por el día de hoy, quiero que lo elabores con forma de cinta de Möbius invertida— dijo mientras se acomodaba en una silla alfrente del holográma mientras observaba el progreso, en unos segundos en este se mostró que había funcionado y la sorpresa no dudó en mostrar se en su rostro.
—Mierda— dijo al ver que había tenido éxito.
—¿Mierda?— preguntó una pequeña voz a sus espaldas, fue que poco a poco Tony volteó a ver mostrando a Morgan sentada en las escaleras.
—¿Qué haces despierta?— le preguntó a lo que con una sonrisa lo miro.
—Mierda— volvió a repetir Morgan.
—No digas esa palabra, le pertenece a Mami, ella la inventó y sólo ella puede decirla— le dijo acomodándose en su silla.
—¿Por qué sigues despierto?— le preguntó ella jugando con sus manos.
—Porque tengo un mierdero de cosas que hacer— le dijo apuntando el holograma pero se detuvo al escuchar sus propias palabras y la mala mirada que su hija le había hecho —,tengo cosas que hacer— le dijo con tranquilidad.
—¿Cosas cómo una paleta?— le preguntó la pequeña a lo que el sonríe antes de tomar su pequeña mano y dirigirse ambos a la cocina.
—Eso se llama extorsión, una linda palabra— le dijo con una sonrisa —las grandes mentes se conectan, justo en eso pensaba, en una rica paleta— dijo mirando el holograma unos segundos para después continuar camino.
Tony tomó las paletas y el y Morgan las comieron en el cuarto de la pequeña, al terminar su paleta observó a Morgan mientras acomodaba algunos cabellos rebeldes, al acabarse ella su paleta le limpió con su suéter algunas manchas que le había dejado aquel dulce.
—Bueno, esta cabeza va aquí— dijo Tony mientras empujaba la cabeza de Morgan a su almohada ganando una pequeña risa de su parte.
—Cuenta me un cuento para dormir, porfavor— le dijo la pequeña mientras se acomodaba en sus sabanas rosadas.
—Había una vez Magoona que se durmió, fin— contó Tony rápidamente.
—Ese cuento no me gusto nada— le dijo ella con una sonrisa.
—Claro que te gusta, ese es tu cuento favorito— aseguró el —bueno, es hora de que duermas. Te amo un millón— le dijo Tony dándole un beso de buenas noches en su frente.
—Yo te amo 3 millones— le dijo ella con una sonrisa, a lo que Tony sonríe por su respuesta.
—Wow, tres millones, eso es una locura— dijo el levantándose y dirigiéndose a la puerta —ahora duerme te o vendo tus juguetes— dijo Tony por último antes de cerrar la puerta.
Estaba feliz, al bajar y dirigirse a la sala de estar observó a Pepper, quien leía un libro mientras disfrutaba el calor de la chimenea.
—No quiero ofenderte pero ella me ama 3 millones— le presumió Tony.
—¿Tanto te quiere más que a mi?— le preguntó Pepper con una sonrisa y entrecerrando los ojos.
—Si, su amor por ti es de 3,000 a 9,000— le dijo Tony ganándose una risa de su esposa, quien volvió a su lectura —¿qué estas leyendo?— le pregunto Tony.
—Algo sobre el compostaje— le dijo Pepper sin apartar la vista del libro.
—¿Qué tiene el compostaje?— le preguntó mirando el holograma.
—No lo se, me parece curioso— dijo Pepper sin apartarse de su lectura.
Tony no dejo que ella siguiera hablando para hablar sobre algo que venía rodando en su mente desde que lo había resuelto —lo resolví, lo acabó de resolver.
—¿Y nos referimos a?— le preguntó Pepper al no saber de lo que el hablaba.
—A viajar en el tiempo— le dijo Tony a lo que Pepper cerró poco a poco su el libro y centro toda su atención en su esposo.
—Vaya, eso es asombroso— le dijo ella con shock.
—No estoy seguro de hacer esto, dime que me detenga y no lo haré— le dijo Tony sentándose en el sofá de la sala junto a ella.
—Tratar de detenerte es uno de mis pocos fracasos— dijo Pepper con una pequeña sonrisa —y es una gran oportunidad de recuperar a los demás—.
—Hay veces que intento alejarme de hacer esta clase de cosas y guardarlas adentro de un baúl y lanzarlo al fondo del lago— dijo Tony tomando la mano de su esposa.
—Y ¿podrás dormir en paz?— le preguntó Pepper mirándolo a los ojos.
El sabía a lo que ella se refería, no era inusual que el hombre de hierro pasará malos ratos como este, además sabía ella que si el podría hacer algo por los demás, no duraría en hacerlo. Había perdido a Peter y Alex en sus manos y tal vez estaría más tranquilo cuando ellos regresasen.