Alas || Peter Parker

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Los tres se encontraban en la pequeña sala, Nat y Steve miraban a Scott dando vueltas por la habitación con la mirada perdida, el parecía confundido y lo único en lo que pensaban Nat y Steve era en donde había estado Scott todo este tiempo.

—Scott,¿te encuentras bien?— le preguntó Steve mirandolo preocupado.

—Si— dijo Scott tallando se la cara —¿alguna vez han estudiado Física Cuántica?—.

—Solo para conversar— le dijo Nat con sinceridad.

—Ok, hace cinco años antes de que Thanos viniera estuve en un lugar llamado El Reino Cuántico, es un lugar donde tienes que ser extremadamente pequeño para entrar— les explicó de la manera más sencilla de entender —Hope, ella es mi...ella era mi.... ella tenía que sacarme de ahí y luego apareció Thanos y me quede atrapado ahí— les dijo bajando de tono su voz.

—Que pena, debieron ser cinco largos años ahí— le dijo Nat con tristeza.

—Eso es lo malo, para mi fueron cinco horas, las reglas del tiempo cuántico no aplican como las nuestras, todo es impredecible aquí— dijo antes de centrar su atención en la mesa donde se encontraba el sandwich de Nat —¿de alguién es el sandwich?, tengo hambre— dijo acercando se a la mesa e iniciar a comerlo.

—Scott,¿de qué estás hablando?— le pregunto Steve con la mirada mas seria.

—Lo que digo es que por el momento no hay forma de viajar en el Reino Cuántico pero, ¿si la hubiera?— se pregunto a si mismo a lo que Steve y Nat se miraron entre si —si entráramos en un punto en el tiempo y saliéramos en otro punto del tiempo, por ejemplo, antes de que llegara Thanos— les dijo disfrutando el sandwich.

—¿Hablas de una maquina del tiempo?— le pregunto Steve parafraseando lo que acababa de decir Scott.

—No, no me refiero a una maquina del tiempo yo me refería a..... bueno si, en una máquina del tiempo, se que es una locura pero yo, lo siento es una locura— dijo bajando la mirada por la idea absurda que había propuesto.

—Scott, recibo emails de un mapache, ya nada es una locura para mi— dijo Nat animandolo.

—Entonces, ¿con quien hablamos de esto?— les pregunto a ambos vengadores que sin pensarlo dos veces, la primera persona que llegaba a sus mentes era Tony.

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En una cabaña a las afueras de Nueva York con mirada a un bello lago y pinos a su alrededor salió Tony Stark a un área donde se podían observar varios juguetes y una pequeña tienda de acampar, al llegar Tony inició a aplaudir intentando llamar la atención de alguien.

—Magoona, es hora de comer— dijo antes de sentarse en una de las pequeñas sillas que se encontraban ahí. —Morgan H. Stark, ¿quiéres comer?— preguntó de nuevo a lo que una pequeña niña con un casco amenazo a su padre con un repulsór que afortunadamente no estaba activado.

—Alimentame o si no te desintegro— dijo ella mientras que Tony le quitaba el casco.

—No deberías de tocar esto, es un obsequio de aniversario que hago para tu mami— dijo mientras le acomodaba mechones de su pelo detrás de sus orejas —¿en donde lo encontraste?— le preguntó con dulzura.

—En el garage— le dijo la pequeña moviendo un poco sus brazos.

—Si estaba en el garage, ¿entraste ahí a buscarlo?— le preguntó a lo que la pequeña.

—Solo lo encontré— dijo la pequeña mientras que Tony la levantaba en sus brazos.

—Te gusta ir al garage como a papá, no importa, de hecho mamá nunca usa lo que le compro— le dijo a la pequeña mientras la llevaba adentro de la cabaña pero su atención se detuvo al escuchar el sonido de un motor, al mirar  de donde provenía el sonido se encontró un auto negro de donde Steve, Nat y Scott salieron de el.