-¡NATHAN GEORGE BENS LEVANTATE POR EL MISERABLE AMOR QUE SIENTES POR TU MADRE! -Explote.
El vuelo salía en 4 horas más y Nathan aún ni siquiera se dignaba a despegar su mugroso cuerpo de su mugrosa cama y caminar hacía la mugrosa ducha. Sin contar que aun no hacía la mugrosa maleta.
-¡Ya mujer! -Se sentó de golpe en la cama. -Aún no comprendo como Ashton te soporta, sorry not sorry.
Yo sólo salí cerrando de un portazo.
-¡Te quiero duchado y lindo en 15 minutos!
****
Estabamos haciendo el control en el aeropuerto, esta era la parte que mas odiaba de viajar.
-Sus deseos son ordenes, aquí esta tu jugo de manzana, y Nathan, tu botella de agua, para la resaca. -Rió en lo último Ashton.
Nate estaba sentado de brazos cruzados con sus lentes oscuros más callado de lo usual, seguramente es porque hasta pensar le hacía doler la cabeza.
-¿Tienes una aspirina? -Me preguntó con su voz ronca.
Busqué en mi bolso. -Aquí tienes.
-Bien, solo nos quedan treina minutos para que podamos subir. -Ashton se sentó junto a mi. -¿Cómo te has sentido? -Comenzó.
-Ashton sólo son tres meses, calmate. -Me reí.
-Esta bien, aún pienso en que tu padre me va a castrar. -Me confeso en un susurro.
-Yo también. -Le devolví.
-Esto no ayuda, amor.
-¿Porqué susurramos?
-No lo sé. -Reímos y deje un corto beso en sus labios.
Un momento más tarde anunciaron que ya era era tiempo de abordar nuestro vuelo, realmente no había sentido tantos nervios desde que me hice la prueba de embarazo.
Mientras hacíamos la fila para pasar el control y tener un pie en Londres me llamó la atención una mujer que hablaba por teléfono, le eché unos 25. Lucia cansada de la conversación, me acerque sutilmente un poco más y me tome la libertad de oír. "Christopher también es tuyo" hablaban sobre el pequeño que sostenía firmemente su mano libre. Padres separados.
"Sí... lo sé... lo entiendo per... ¡demonios déjame hablar! Chris entiendo que tu empresa lo es todo para ti, pero tienes un hijo y es tu responsabilidad también." Su frente se arrugo. Para continuar. "Como puedes siquiera decirme que... ¡claro que creo en ustedes! siempre te he apoyado, aún cuando no debería... esta bien, esto no llegará a nada, sabes muy bien que no quería hacerlo pero deberé interponer una demanda." Se escuchaba decidida. "Ahora me dirijo a Londres, espero que te tomes la mínima molestia de ir a buscar a tu hijo al aeropuerto, estoy casi segura que no querras decepcionarlo." Cortó.
De pronto noté que la mano de Ashton tomo un agarre más firme contra la mía, también había puesto atención. De todos modos sólo me límite a abrazarlo por el lado.
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-Voy a vomitar... voy a vomitar... -Repetía una y otra vez Nathan desde el asiento de la derecha en una fila de tres.
-Soy la embarazada, merezco la ventanilla. -Gruñí.
-Alejate o te echo todo encima. -Advirtio.
-No empieces ahora. -Le lancé una bolsa de papel.
Media hora después del despegue Nate ya estaba profundo en sus sueños y yo estaba apoyada contra el hombro de Ashton.
-También oíste la conversación de la chica... -Solté leve.
-No pude evitarlo, ¿te puedo decir algo? -Asenti. -No pude evitar sentirme relacionado, ya sé que es raro, pero fue como si nos viera a nosotros en unos años más, y no es lo que quiero. No quiero que en dos o tres años más me llames y me digas "adoro a nuestro hijo pero jamás me perdonaré haberte elegido a ti como su padre"... ¿Me entiendes?
Estaba una vez mas sin palabras ante Ashton Irwin. El rey del pensamiento.
-No sucederá, al menos que se te vaya la fama a la cabeza y seas un gilipollas de primera. En ese caso te castro. -Tomé su mano y entrelace nuestros dedos. -Te amo ¿Ya? estaremos bien. Ya hablamos de esto. Estaremos bien.
-Estaremos bien. -Repitió él para luego depositar un beso corto que alargamos.
-Hey... Ash... es un avión... -Intentaba armar una frase entre beso y beso. -Amor calmate. -Reí cuando al fin logré separarme.
-Lo único que quiero es llegar.-Me anunció ansioso.
-¿Así? Te recuerdo que nos quedaremos en casa de mis padres. Si es que no te matan de aquí a la noche.
-Verdad... ¿no podemos ir a un hotel? -Se acercó a mi oído. -Es que enserio quiero qu... -Le tape la boca.
-¡Ashton! -Lo golpee. -Deja las ansias sexuales para otro momento.
-Luego engordaras ma-a-a-ás... -Canturreo.
-No me convenceras así. -Mierda.
-Imitare a Nathan, estoy cansada. -Le besé la mejilla y me acomode para dormir en mi lugar favorito, sus brazos. Cada vez el sentimiento que me llevé a Australia cuando deje Londres volvía, y con más fuerza.
-No es justo, me dejas así y te vas a dormir. Me vengaré algún día de estos cariño. -Protestó contra mi cabeza.
****
-¿Estarán tus padres? -Preguntó Ashton una vez que habíamos salido del avión.
-No, bueno eso espero. No les dije a que hora llegaríamos, y espero que Nathan tampoco... -Respondí insegura.
-¡Nathan! Se quedó en el baño del avión. -Recordó Ashton velozmente.
-¿¡QUÉ!? -Corrí en dirección contraria para chocar con el ebrio tres metros mas adelante. -¡George creí que te habías quedado dentro! Casi me mataste. -Golpee su brazo.
-Espero que cuando eso nazca. -Apuntó mi vientre. -No se te olvide en cualquier lugar. -Terminó amargado.
Necesita dormir, o actividad sexual.
Claire, mi mejor amiga que abandoné en el infierno de Londres hace meses estaba parada justamente a menos de 5 metros de mi. Esto es irreal. Completamente irreal.
No aguanté y corrí para estrellarnos en un gran abrazo.
-¡Jesús eres tu! -Me retorcia en sus brazos.
-¡Puta Claire Dodgers, que te hiciste en esa cabeza! -Grité al ver que su largo cabello castaño oscuro ya no existía tal como lo recordaba, ahora era la mitad de largo que antes y estaba en degrade de un tono naranjo.
-¡Jamás te perdonaré que te fueras tan lejos y me respondieras tan pocas llamadas en Skype! -Me soltó y luego volvió a abrazar.
-¿Sabes como te extrañé? Fue tan frustrante no tenerte, fue como... ¡como un grano en el culo! -Reímos ante mi última expresión. La razón es que en séptimo grado Claire estaba tan furiosa con la profesora de Artes porque catálogo su trabajo como "muy básico" para la exposición ante otras escuelas que le gritó sin vergüenza "¡Su presencia es un grano en el culo para la clase!" y bueno, la castigaron y cambiaron de taller, a carpintería. De todos modos aprendió a hacer buenos estantes y lindos relojes.
-¿No me presentarás? -Me susurró. Hablaba de Ashton.
Me solté de su agarre, camine hacía el nervioso Fletcher y tomé su mano.
-Ashton, ella es Claire, mi mejor amiga de toda la vida. -Hice señas hacía la naranja. -Claire, este es Ashton, el intruso de Australia. -Reí ante la expresión sorprendida de Ash. -Sólo bromeo, es mi novio. -Claire sonrió de forma tierna.
-Un gusto Ashton alias, intruso, alias novio. Escuché bastante sobre ti. -Estiró la mano.
-Un gusto Claire, alias la chica del grano en el culo. -Estrechó su mano.
-Que puedo decir, la vida sigue. -Soltó su mano y reímos. -¡Miren si no es más ni menos que Nathan George! -Se sorprendió al verlo atrás, como un fantasma.
-Woooh Claire que sorpresa, ja ja ja mira no me lo esperaba que tal si celebramos con aspirinas y agua. -Hablo lento y sin expresión alguna. Maldito fiestero.
-Al parecer disfrutarse hasta tu última noche en Australia. -Respondió a su sarcasmo.
-Eh, que puedo decir, la vida sigue. -Imitó la misma frase que uso Claire con Ashton.
-Tengo la camioneta estacionada aquí derecho, supongo que deben estar agotados. Vamos. -Claire tomo mi brazo.
Ashton y Nathan llevaban el equipaje mientras Claire y yo recuperabamos tiempo perdido. Nunca la extrañe tanto.
-Hey, ¿no volviste a hablar con...? -Guardo silencio al final, sabía perfectamente que para mi ese nombre no existía.
-Me llamo bastante las primeras semanas, dejo mensajes y otras cosas. Apagué mi celular desde ese día hasta hoy en la mañana. ¿Qué has sabido de él? Vi algo en el programa de estrellas. Al parecer esta solo pero no mal acompañado. -Terminé con amargura.
-Es algo delicado. Esta bien, el tiempo lo a ayudado. Creo. De todas formas, fue duro. Bueno siempre lo es, el primer gran amor, esto de TXF, fueron muchas cosas en poco tiempo, y tardo pero al fin a podido procesar todo. -Termino.
-Que bien, hey ¿Estás ocupada para ser madrina de un bebé? -Cambié el tema con brusquedad.
-Mentira... tu... él... ¡QUÉ! -Me soltó del brazo y luego abrazo fuerte.
-¡Sorpresa! -Grité con mi cara presionada en su pecho.
Miré a Ashton por el rabillo del ojo y vi que reía.
-Jamás dejaré que te vuelvas a ir, ¡Como no me lo dijiste antes!
-Queríamos que fuera sorpresa. -Me excuse.
-Seré la mejor madrina, ¡Lo juro! Ese bebé ahí dentro me amara. -Tocó mi vientre.
Llegamos a la camioneta, guardamos todas las maletas y procedimos a viajar a casa de mis padres.
Esto estaría bueno.