El omega le miró con cierta estupefacción, sin poder responder algo ante el alfa frente a él, quien le miraba con ojos divertidos por su sorpresa. Balbuceó un poco antes de cerrar sus ojos y boca unos segundos para detenerse a pensar. Una vez que aclaró sus ideas volvió a mirarle.
— ¿Una fiesta? ¿Te refieres a esa fiesta? Pero... se supone que debemos estar aquí con nuestros padres.
— No necesariamente, nuestros padres quieren que estemos juntos. Si piensan que nos vamos juntos, no tendrían problemas en aceptarlo.
El menor no estaba muy seguro de aquello, de que siquiera fuera a funcionar. Su madre estaba bastante preocupada por la imagen social que tenía en ese lugar, seguro no le gustaría que vieran a su hijo omega marcharse con un alfa ajeno a su familia. Seguramente iba a apartarle y darle uno de sus sermones de que debía de lucir como un omega respetable ante la sociedad porque una cosa era que le vieran conversar con un posible "pretendiente", según ella, a que le vieran marcharse con este. La gente tendía a siempre pensar lo peor o crear historias locas en sus cabezas.
— Yo... no lo sé. No creo que mi madre vaya a estar de acuerdo con ello. No quiere que me crean un "omega corriente" y seguro que la gente va a hablar si me ven marcharme contigo ya que parecen no tener algo mejor para hacer con su propia vida.
— Si tu madre es como el resto de las engreídas personas de este lugar, no va a importarle mucho después de que hable con ella.
La seguridad en sus palabras le dejó asombrado pero asintió de manera leve mientras se levantaba. Mordió su labio inferior mientras caminaba a su lado para ir hacia el salon en donde su madre se encontraba hablando justamente con los señores Jung. Jaehyun, como si fuera lo más normal del mundo, pasó un brazo sobre los delicados hombros del pelirosa haciéndole enrojecer rápidamente quedando de un tono aún más llamativo del de su cabellera.
— ¿Qué estás haciendo Jaehyun? — Preguntó en un susurro obteniendo una pequeña risilla del mayor. —
— Solo cálmate y trata de seguirme la corriente.
El menor le miraba con ojos completamente sorprendidos y la boca ligeramente entreabierta por la confianza en un plan que aún no estaba entendiendo del todo. Notó que su madre les vio ir hacia ellos e incluso percibió la sonrisa complacida en su boca. Aquello le asqueó increíblemente aunque no hubiera una razón realmente lógica para lo mismo. Bajó su mirada, dejándola fija en el suelo sin querer enfrentarse con las miradas de los adultos sobre su persona.
Escuchó como el alfa establecía una conversación normal con sus padres, como si no le estuviera abrazando de una manera que podía ser considera bastante intima para cualquiera de los allí presentes y que lo tenía sumamente avergonzado. De vez en cuando notaba como su hombro era muy delicadamente apretado en una silenciosa muestra de apoyo y tratándole de brindarle calma. Estaba a nada de ponerse a temblar como un Chihuahua.
— Estaba hablando con Jaemin sobre los planes de estudio que hay en mi universidad, de hecho tengo uno de mis amigos en el centro de estudiantes que está involucrado en todo ello. Jae está bastante interesado y hoy hay una reunión en su casa. Creí que sería una buena oportunidad para Jaemin. Conocer un poco más y empezar a tener contactos en la universidad que puedan ayudarle en el futuro. Estaba pensando en llevarle pero necesitábamos consultarle primero a su madre. Señora Na ¿Usted qué opina? Sé que puede ser un poco incómodo para usted que me lleve a su hijo, siendo yo un alfa, pero le aseguro que no le va a suceder nada. Le llevaré y luego lo regresaré a su casa, intacto y en una pieza justo como está ahora. Se que no me conoce demasiado pero mis padres pueden dar fe sobre lo responsable y cuidadoso que puedo ser. Su hijo estará en buenas manos todo el tiempo.
El pelirosa estaba sumamente sorprendido de la gran mentira que el otro había inventado en cuestión de minutos. A él no se le hubiera ocurrido jamás algo así y la confianza con la que el alfa hablaba parecía no dejar lugar a dudas. Tímidamente, levantó su rostro para ver a su madre quien, lejos de lucir en desacuerdo con lo dicho anteriormente, parecía complacida aunque quisiera ocultarlo. A la mujer poco le importaba si realmente Jaehyun le llevaba a ese lugar o a un callejón para tener sexo, solo le interesaba que fuera con ese alfa de una buena posición económica.
— No lo sé. Jaemin aún es algo joven para asistir a un lugar solo con universitarios y, no se ofenda joven Jung, acompañado de un alfa. — Si no hubiera conocido realmente a la mujer de verdad se hubiera creído su actuación de una madre preocupada por la integridad de su hijo.— Jae cariño ¿De verdad quieres ir cielo?
Sus mejillas se tornaron rosadas de golpe mientras que su boca se abría y cerraba tratando de formular algo medianamente coherente. Un nuevo apretón en su hombro le hizo reaccionar y aclararse un poco. No podía dudar demasiado o ella empezaría a sospechar.
— Si... quiero ir. Prometo portarme bien mamá. No voy a alejarme de Yoon Oh, lo juro.
Observó los ojos brillantes de su madre sintiendo asco ante ellos. Ella asintió, dando su permiso pidiéndole al alfa que por favor le cuidara durante esa noche, que le estaba confiando a "su mayor tesoro". No sabía cómo esa mujer podía mentir de una manera tan descarada sin siquiera inmutarse. Jaehyun prometió que le cuidaría y que nadie le haría nada, luego le pidió a sus padres la llave del auto en la que habían venido, ellos podrían llamar a su chófer cuando quisieran irse.
Las piernas de Jaemin temblaban cuando entró al auto de los padres de Jaehyun, quien dejó salir una risa divertida mientras le miraba. Llevó una de sus manos hasta su cabello, despeinándole.
— ¿Nunca le habías mentido a tu madre?
— Nunca le había dicho una mentira para escaparme a una fiesta... yo no soy esa clase de chico.
— No es como si fueras a hacer algo malo Jaemin, solo iras a divertirte con tus amigos... y tu no novio. Sólo avísame si se fugan para hacer alguna otra cosa por allí pues deberé de llevarte yo hasta tu casa o sino sospechará.
El omega se sonrojó ante la sonrisa pícara en los labios del alfa y terminó por darle un golpe en su brazo, escuchando como la risa ajena invadía el auto un segundo después. Jaehyun puso algo de música antes de comenzar a conducir en calma, tarareando las canciones que pasaban sin despegar su vista del frente del camino. Estuvo observando por la ventana hasta percatarse de que jamás le dijo donde era la fiesta, aún era muy temprano para ir a la misma y, en definitiva, no sabía a donde le estaba llevando.
— Jaehyun, no quiero sonar como si desconfiara de ti pero... ¿A dónde estamos yendo? — Preguntó con algo de nervios, notando como la sonrisa del alfa aparecía en sus labios. —
— Pues no pienso asistir a una fiesta solo y tú no puedes ir vestido así, no luces mal pero no es lo adecuado. Yo tampoco puedo ir con lo que traigo puesto. Estamos yendo a donde vive Doyoung, él te dará algo de ropa y yo tengo algo de lo mío en su departamento.
El omega no pudo sentirse más sorprendido por aquello, no sabía que irían hacia allí y los nervios no tardaron en invadirle. No estaba seguro de querer conocer al omega de Jaehyun. Doyoung siempre era alguien bueno en los relatos del alfa pero no sabía cómo reaccionaría ante su presencia. Jaemin en su lugar no estaría muy feliz.
Se estacionaron frente a un edificio de unos quince pisos de alto. Jaehyun bajo con total calma mientras que el menor dudo por unos segundos antes de suspirar y hacerlo también. El mayor entro al lugar confiado, saludando al portero quien le respondió el saludo, se notaba que ya le conocía desde hace tiempo. Ambos subieron a uno de los ascensores marcando el piso 7. Uno de los pies de Jaemin repiqueteaba contra el suelo mientras esperaba a que las puertas se abrieran. Y cuando lo hicieron, casi se queda dentro pero fue sacado por el más alto. Se detuvieron frente a la puerta C tocando el timbre. No tardaron los pasos acercándose y la puerta siendo abierta. El aroma a arándanos del omega le golpeó el rostro mientras miraba al chico frente a él. Era un omega alto, delgado con facciones finas y cabello negro.
— Así que tú eres el omega con el que planean comprometerle. No eres más que un niño.
El comentario salió tan bruscamente de los finos labios que Jaemin se quedó congelado en su lugar, sin saber que hacer o que decir. Jaehyun gruñó a su lado en una señal de advertencia que sólo aumentó la energía negativa que el otro omega irradiaba. Aunque no podía culparlo, no del todo. Estaría igual o peor en su situación.
— Doyoung, ya hablamos de esto. Compórtate, él no tiene la culpa.
— Bien... pasen.
Masculló Doyoung antes de correrse para dejarles pasar, su novio no pasó por alto como este examinaba a Jaemin mientras entraba a su departamento, analizándole y, seguramente, pensando en si de verdad era alguna especie de amenaza en contra de su relación. El menor era un omega hermoso, eso nadie podría negarlo, joven, recién presentado y con dinero, era seguramente el sueño de cualquier alfa pero no para Jaehyun quien tenía ojos solo para un muy temperamental omega.
Como acto de pura cortesía, Doyoung les ofreció algo que comer y beber a lo que los recién llegados se negaron. Jaemin estaba parado en un rincón, visiblemente incómodo. Jugaba con sus manos tratando de enfocar su atención en algo y haciendo que Doyoung, todavía un poco receloso, sintiera algo de pena por él. De verdad que aún era un niño casi y si a él, que se presumía de ser un joven adulto maduro y responsable, aquella situación le estaba superando, no quería saber lo que era estar en los zapatos del adolecente.
Jaehyun se excusó diciendo que iría por un baño y rogando mentalmente que su novio no matara a Jaemin por considerarle una competencia. El mayor de los omegas miró durante largos minutos al menor antes de suspirar y levantarse del sofá individual donde estaba sentado.
— Ven, te daré algo de mi ropa. Luces demasiado niño con esas que tú traes.
El pelirosado le miró confundido antes de asentir rápidamente para seguirle hacia el único cuarto que había en el pequeño departamento además del baño. Era un lugar algo pequeño pero suponía que bastaba para un omega viviendo solo. Al entrar al cuarto, observó que todo estaba perfectamente ordenado en el lugar. La cama y cortinas eran de un azul oscuro, las paredes estaban pintadas de color crema. Se encontraba entretenido observando el cuarto cuando Doyoung casi le arrojó las prendas contra su pecho.
— Estoy seguro de que eso va a quedarte. Creo que somos de la misma talla.
Fue lo último que dijo antes de salir de su habitación dejando al menor de los omegas solo para que pudiera cambiarse. Jaemin mordió su labio inferior mientras miraba la ropa que le fue dada. Unos pantalones de cuero que parecían demasiado ajustados, una camiseta blanca y una chaqueta también de cuero. No estaba muy seguro de si ese era su estilo pero no era adecuado rechazar lo que le había sido dado. Se vistió lo más rápido posible, luchando un poco contra los pantalones que parecían ajustarse como una segunda piel a sus piernas. Al salir volvió a la sala, notando que Jaehyun ya había salido del baño con tan solo una toalla en la cintura y se encontraba besando a su novio de una manera que no dejaba mucho a la imaginación. Quiso volver al cuarto por la vergüenza que sintió en ese momento pero ya era tarde pues se habían percatado de su presencia apartándose con los labios un tanto hinchados.
— Iré a ponerme algo de ropa.
Fue lo único que dijo antes de meterse en el cuarto del omega. Doyoung le miró con una sonrisa divertida antes de decirle que era su turno de tomar una ducha y que se sentará en uno de los sofás para no esperar parado. Como si se tratara de un cachorro entrenado, se sentó en el primer lugar que vio quedándose en completo silencio. Podía escuchar el sonido de la ducha correr y el de su propia respiración. El alfa volvió luego de unos minutos con una camiseta blanca y unos jeans ajustados.
— Doyoung es algo tosco al comienzo pero dale tiempo. Aún está enojado por lo que sucedió en la mañana con mis padres y como no puede desquitarse contra ellos, lo está haciendo contra ti.
Jaemin asintió en silencio, respirando de manera profunda tratando de calmarse. No estaba acostumbrado a las personas mirándole de la forma en la que el otro omega lo hacía. Eso lo tenía inseguro sobre cómo reaccionar o responderle.
Pasó casi una hora luego de ello para que Doyoung finalmente estuviera listo. Se veía muy bien en jeans y camiseta de color negro. Traía su cabello perfectamente peinado y un maquillaje muy sutilmente aplicado. Se quedó un poco embobado viéndole a diferencia de Jaehyun quien se había quedado dormido mientras esperaba a su novio. Fue despertado por un pequeño golpe que el pelinegro le dio en el hombro haciendole sobresaltarse en su sitio.
Una vez que estaban los tres en el ascensor, Jaemin miró confundido cuando Doyoung apretó el botón del subsuelo del edificio. Volteó a verle un poco contrariado aunque este parecía mas que tranquilo.
— ¿Por qué estamos yendo hacia allí? — Vio como el otro omega rodó sus ojos con fastidio. —
— Vinieron en el auto de los padres de Jaehyun, si subo allí mi aroma va a quedarse y no creo que a mis encantadores suegros les guste saber que un omega pobretón subió a su auto de miles de dólares. Iremos en el mío, se está cayendo a pedazos pero aún funciona.
Jaemin asintió sin decir mucho más. Las puertas se abrieron y una corriente de aire frío le hizo temblar ligeramente. Caminaron en el escasamente iluminado estacionamiento subterráneo del edificio que parecía sacado de una película de terror. Casi al fondo se encontraba el lugar de Doyoung y allí su auto. Era pequeño, de un color negro y podía notarse algunos rayones en la pintura junto a una abolladura en la parte de atrás. Doyoung le arrojó las llaves a Jaehyun quien las atrapo en el aire, subiéndose en el asiento del piloto, su novio iba como copiloto y Jaemin no tuvo mas opción que ir en los asientos traseros cuyo espacio era bastante reducido.
Jaehyun tuvo que pedirle la dirección, la cual buscó en el grupo de chat. No había comentado a sus amigos que iría a la fiesta pero parecía que ellos ya habían tomado camino para la misma hace tan solo unos minutos atrás. Llegaría de sorpresa, esperando a que sus amigos se alegraran de verle allí. Estaba ansioso por descubrir que cara pondría Jeno al verle llegar. Casi como si le estuviera leyendo la mente, Jaehyun le miró por el retrovisor antes de hablar.
— ¿Nos van a estar esperando? — Jaemin le negó con su cabeza sin intensiones de abrir su boca. —Ya quiero ver la expresión de Jeno cuando me vea llegar junto a ti. — se rió ligeramente antes de poner una de sus manos sobre el muslo del pelinegro a su lado quien, extrañamente, estaba mirando al alfa con una mueca confundida.—
— ¿Jeno?
— El novio no oficial de Jaemin. — El omega volteó a ver al nombrado. —
— ¿Lee Je No? — Jaemin asintió levemente con su cabeza y el otro Omega se mordió el labio inferior. — No quiero ser paranoico pero Seúl puede ser muy pequeño ¿De casualidad tiene un hermano llamado Taeyong?
Jaemin le miró completamente sorprendido ante lo que estaba diciendo, murmurando un corto "sí" mirándole confundido. Sentía que todo el mundo a su alrededor parecía conocer a los hermanos Lee menos él. Mordió su pulgar preguntándose qué tanto más sabría.
— ¿Les conoces? — Doyoung asintió aún sin sacar la mueca preocupada de su rostro pero no diciendo mucho sobre la razón que le ponía así. —
— Sólo a Taeyong, asistía a mi universidad hasta que un día ya no lo volví a ver por allí. Éramos amigos o algo así, me contó un poco sobre su hermano menor. Lo quería mucho.
Nadie más habló en el resto del viaje, todos mantuvieron silencio dejando que la música brotando del estéreo llenara el lugar. Cuando estuvieron acercándose a su destino las manos del menor de los presentes en el auto comenzaron a sudar de los nervios. No estaba muy seguro y la ropa que llevaba, fuera de su zona de confort, no le ayudaba en lo más mínimo aunque debía de confiar en las opiniones positivas que sus mayores le habían dicho. Se estacionaron en una calle repleta de vehículos, la música, los gritos y las risas podían escucharse desde la esquina de la calle. Parecía que la fiesta era muy popular. Jaemin fue el primero en bajar, avanzando hasta la puerta casi en modo automático. Jaehyun iba detrás pero fue detenido por la mano de su novio. Volteó a verle con curiosidad, notando que la expresión de este no había cambiado en ningún momento.
— Bunny ¿Qué sucede? — Le vio dudar antes de dejar salir un profundo suspiro. Había algo que quería decir pero no sé atrevía.—
— Yo... nada, no pasa nada.
Sacudió su cabeza antes de seguir caminando dejando a su novio confundido. Jaemin les estaba esperando en la puerta de la casa, la cual estaba abierta para todo aquel que quisiera entrar. No se animaba a hacerlo solo así que esperaba a los otros como si fueran una especie de apoyo moral para él. Entraron los tres a la vez, notando el aroma de sudor y alcohol en el aire. Avanzaron con calma, haciéndose espacio entre las personas buscando al grupo de personas conocidas en ese lugar. Su corazón casi estalla en su pecho cuando vio a Jeno allí entre todos, sonriendo de una manera hermosa y viéndose de una manera casi ridículamente sexy, aunque para disgusto del omega, no se encontraba solo.