La oscuridad envolvía aquella habitación, el pelirrojo se removida de forma brusca entre las sabanas de la cama intentando controlar su respiración; su corazón latía golpeando con fuerza su pecho como si este intentara escapar de su caja torácica y el sudor que bajaba por su frente eran producto de su ansiedad, su miedo y su desesperación por volver a tener ese tipo de pesadillas
Nakahara Chuuya, un joven de 16 años quien desde que tiene uso de razón recuerda tener ese tipo de sueños, sueños que se repetían durante una semana en el mismo mes año tras año desde su tierna infancia.
"Chuuya" repetía aquella voz dentro de su cabeza resonando en un eco que provocaba que su cuerpo se estremeciera
"Chuuya" de nuevo, pero esta vez con más fuerza e incluso podía decir que sonaba temblorosa
Intento buscar a aquel que lo llamaba.
Nada.
No importaba cuanto corriera no conseguía encontrar una salida. No importaba cuanto gritara su voz no salía de su boca, no podía emitir algún sonido.
Sentía que conocía a quien estaba buscando pero no lograba recordar su nombre mucho menos formar un rostro en su mente.
La noche término, el sol salió iniciando un nuevo día.