Volverte A Encontrar ~Fyoya~

capítulo X

Era tarde, la película estaba por comenzar y no había rastro de su ángel, desde el momento en que Mark llegó su preocupación solo aumentaba con cada minuto que pasaba.

- suficiente, iré a buscarlo - se colgó la mochila yendo en dirección a la escuela sin embargo el sonido de su celular lo detuvo respondiendo a la llamada sin pensarlo dos veces -Chuuya ¿donde estas? iré por ti

-Fyodor- su respiración  era agitada pues recién había parado el llanto - estoy en mi casa, Kouyou no está ¿puedes venir?

- voy para allá- colgó, no dijo nada a sus compañeros quienes solo se limitaban a verlo con preocupación emprendiendo la marcha lo más rápido que sus piernas le permitieron, corrió sin mirar atras ignorando las voces de quienes dejó atras, hasta llegar al lugar donde su amado pelirrojo lo esperaba,  le había prometido estar a su lado en todo momento desde que salió del hospital

FLASHBACK

Durante los días que el pelirrojo permanecio internado Dostoievski le llevaba flores, camelias y rosas blancas, un hermoso ramo decorado con lilas y violetas, las mismas que le entregó en su primera cita, antes de saber que era un miembro de Port Mafia.

Sin embargo se negaba a entrar a la habitación, de cierta manera se sentía culpable por que terminara de esa manera, peor aún porque no detuvo al castaño a tiempo para evitarle todo ese sufrimiento.

Debió ser más cuidadoso en sus movimientos.

Menos impulsivo.

En diciembre,  cuando las vacaciones de invierno llegaron  su adorado ángel volvió a su hogar, tras recibir transfusiones de sangre su cuerpo comenzo a mejorar, las heridas a sanar y las marcas desaparecieron.

Sin embargo su salud mental continuaba quebrandose mientras transcurría el tiempo.

Ahí comenzo a visitarlo, estando solo se ahogaria en su dolor hasta morir de tristeza pero en compañia sería más fácil superar la pérdida

- Buenos días, mi nombre es Fyodor soy compañero de Chuuya - se mantuvo firme al encontrarse frente a la fémina de cabello color carmesí, necesitaba demostrar que era alguien en quien podía confiar - vengo a ver como se encuentra Chuuya y si necesita algo, puedo ayudarla en lo que sea

- eres el joven que le llevaba flores al hospital, es muy amable de tu parte pero no es necesario, Chuuya por el momento no quiere tener ningún tipo de visita - se podía ver la preocupación en su rostro, ella temia que cualquier factor externo provocara una recaída

- bueno, estudie un poco de Psicología en Rusia y siempre he sido de la idea que la mejor forma de superar algún hecho traumático es con ayuda de otros, así puede desplazar ese sentimiento y suplantarlo con uno positivo - bajo la mirada dando un largo suspiro por la ansiedad que comenzaba a inundar su completo ser

-tienes razón, pero me temo que no sea el momento para obligarlo a encontrarse con sus compañeros - finalmente le dio el paso, le permitió entrar para conversar más plenamente sobre las intenciones del azabache - gustas un vaso con agua

- así estoy bien gracias - se sentó en uno de los sofás delante de la dama - mi idea es acercarme de a poco a él, en pocos días comenzaran las clases así que pense que es buena idea comenzar trayendo las tareas y estudiar juntos

- no está mal-una  sonrisa sincera se formó en su rostro - entonces mi Chuuya estará en buenas manos - hizo una seña a las escaleras - primera puerta subiendo él está ahí puedes ir a verlo si deseas

- gracias - se puso de pie tomando su mochila y subir, estaba nervioso eso debia admitirlo pero no podía dar marchar atras.  Se detuvo delante de la blanca puerta armandose de valor para llamar a esta - hola Chuuya, soy Fyodor

- largo - no tardo en obtener la respuesta del pelirrojo, la molestia era visible

- solo quiero saber cómo estas- se pego a la puerta para poder escuchar - mi petirrojo lamento lo que te paso, jamás fue mi intensión que te lastimaran de esa forma - cerro sus ojos con fuerza asi como sus manos en forma de puños - esta vez te protegere, no puedo perderte de nuevo... eso tenlo muy presente Chuuya no dejaré que vuelvan a lastimarte -

No hubo respuesta pero al menos pudo decirlo, aún debían aclarar muchas cosas pero todo sería en su momento.

Así comenzo el largo camino para conseguir su confianza,para recuperar lo perdido.

Con la llegada de enero iniciaron las clases, cada día lo visitaba, al principio dejaba la tarea con su hermana pero de pronto el pelirrojo le permitió entrar en su zona de confort, pasaba las tardes con el haciendo juntos los trabajos para entregarlos a los profesores al día siguiente.

Cuatro meses siguiendo esa rutina, cuatro meses a partir de Enero en que buscó por cualquier medio hacerle olvidar y recuperar la hermosa sonrisa que tanto lo caracterizaba.

Fue el azabache quien lo ánimo a volver a la escuela manteniendo la firme promesa de que aún en ese lugar y con la presencia del castaño iba a protegerlo, estaba lejos de sus planes dejarlo solo.

Antes de Junio ya estaba nuevamente en ese salón de clases, era cuidado por personal docente y sus compañeros, jóvenes de su edad que aunque desonocía la situación ocurrida en su totalidad querían ayudar a su amigo.

FIN DE FLASHBACK

Habían pasado muchas cosas en los meses de recuperación del de menor altura, habia estado ahi cuando la desesperación lo carcomia, cuando necesito de un hombro para llorar, cuando en su debilidad prefirió la muerte que perder a Dazai, pero el ruso estuvo presente para demostrarle que tenía un motivo para vivir.

Por eso en cuanto recibio esa llamada no la pensó dos veces antes de correr y buscarlo.

Entro a toda prisa a la casa de Nakahara, como si su vida se fuese a ir en ello, subió las escaleras encontrándolo en el suelo abrazando sus piernas y llorando con desesperación

- Fyodor- su voz era baja, estaba tan vulnerable, estaba destrozado y solo pudo rodearlo con sus brazos para darle seguridad

- aquí estoy, tranquilo estoy contigo,  estas seguro ahora nadie te hará daño lo prometo mi ángel-

Por impulso tomó su rostro con suavidad uniendo sus labios en un beso lento y dulce atrayendolo cada vez más a su cuerpo otorgándole el calor de su cuerpo.

La tarde término con el contrario entre sus brazos durmiendo profundamente.