Гcapítulo 15].
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''En una breve declaración el viernes por la noche, el Ministro de Magia Cornelius Fudge confirmó que (El que no debe ser nombrado) ha regresado a este país y está una vez más activo.' Es con gran pesar que debo confirmar que el mago se está diseñando a sí mismo Señor - bueno, ya saben a quién me refiero - está vivo y entre nosotros de nuevo ", dijo Fudge, con aspecto cansado y nervioso al dirigirse a los reporteros." Con casi igual pesar, informamos la revuelta masiva de los Dementores de Azkaban , que se mostraron reacios a continuar en el empleo del Ministerio. Creemos que los Dementores están tomando la dirección del Señor Tenebroso.
''Insitamos a la población de magos a permanecer vigilantes. El Ministerio está actualmente publicando guías para hogares primarios y defensa personal que se entregarán gratuitamente a todos los hogares de magos el próximo mes". La declaración del Ministro fue recibida con consternación y alarma por parte de la comunidad de magos, que tan recientemente como el miércoles pasado recibía seguridades del Ministerio de que "no hay ninguna verdad en estos rumores persistentes de que Quien-Ustedes-Saben está operando entre nosotros una vez más". Detalles , los eventos que llevaron al cambio del Ministerio aún son confusos, aunque se cree que El Quién no debe ser nombrado y una selecta banda de seguidores (conocidos como Mortífagos) ingresaron al Ministerio de Magia el jueves por la noche.
"Albus Dumbledore, director recientemente reincorporado de la Escuela de Brujería y Magia de Hogwarts, miembro reincorporado de la Confederación Internacional de Magos y Jefe Supremo de Wizengamot reincorporado hasta el momento, no ha estado disponible para hacer comentarios. Ha insistido durante el año pasado en que El -que no-debe- ser -nombrado , no está muerto, como se creía ampliamente, pero está reclutando seguidores una vez más para un nuevo intento de tomar el poder. Mientras tanto, el |Niño que vivió| -.
'Ahí está, Harry, sabía que lo arrastrarían te metes en eso de alguna manera ", dijo Hermione, mirando por encima del papel hacia él.
Estaban en el ala del hospital.Harry estaba sentado en el extremo de la cama de Ron; Ginny, cuyo tobillo había sido remendado en una tricia por Madam Pomfrey, estaba acurrucada al pie de la cama de Hermione; Kiera sentada a su lado, abrazando sus rodillas contra su pecho; Neville, cuya nariz también había vuelto a su tamaño y forma normales, estaba en una silla entre las dos camas; y Luna estaba agarrando la última edición de El Quisquilloso y leyendo la revista al revés. Estaban todos (excepto quizás Luna) escuchando a Hermione leer la portada del Diario el Profeta.
"Él es el |chico que vivió| otra vez ahora, sin embargo, ¿no es así?" dijo Ron oscuramente. "Ya no es un engaño tan engañoso, ¿eh?" . Se sirvió un puñado de ranas de chocolate de la pequeña montaña en su mesita de noche, arrojó unas cuantas a las otras y le arrancó la envoltura con los dientes. Todavía había profundos cortes en sus antebrazos donde los tentáculos del cerebro se habían envuelto alrededor de él. Según Madam Pomfrey, los pensamientos podrían dejar cicatrices más profundas que casi cualquier otra cosa, aunque desde que comenzó a aplicar cantidades abundantes de la Oblivious Unction del Dr. Ubbly, parece haber habido algunas mejoras.
"Sí, ahora son muy elogiosos contigo," dijo Hermione, hojeando el artículo. ( "Una voz solitaria de la verdad ... percibida como desequilibrada, sin embargo, nunca vaciló en su historia ... forzada a soportar el ridículo y la calumnia ...') Hmmm", dijo frunciendo el ceño. "Me doy cuenta de que no mencionan el hecho de que fueron ellos haciendo todo el ridículo y la calumnia en el Profeta ... "
Ella se estremeció ligeramente y se llevó una mano a las costillas. La maldición que Dolohov había usado en ella, aunque menos efectiva de lo que hubiera sido si hubiera podido decir el encantamiento en voz alta, sin embargo, había causado, en palabras de Madam Pomfrey, "es muy grave ". Hermione tenía que tomar diez tipos diferentes de pociones todos los días, pero estaba mejorando rápidamente y, en su opinión, estaba lista para abandonar el hospital.
"El último intento de Quien-Ustedes-Saben de tomar el control, páginas dos a cuatro, Lo que el ministerio debería habernos dicho, página cinco, Por qué nadie escuchó a Albus Dumbledore, páginas seis a ocho, Entrevista exclusiva con Harry Potter, página nueve ... Bueno ", dijo Hermione, doblando el periódico y guardándolo," ciertamente les ha dado mucho sobre lo que escribir. Y esa entrevista con Harry no es exclusiva, es la que estaba en El Quisquilloso hace meses ... "
"Papá se lo vendió a ellos", dijo Luna con indiferencia, pasando la página del Quisiquilloso. "Él también tiene un muy buen precio, así que vamos a ir a Suecia en una expedición este verano para ver si podemos atrapar un Snorkack de cuernos arrugados".
Después de una breve lucha consigo misma, Hermione dijo: "Eso suena encantador. Así que, de todos modos", dijo continuando, sentándose un poco más erguida y haciendo una mueca de dolor, "¿qué está pasando en la escuela?"
"Bueno, Flitwick se deshizo de Fred y el pantano de George", dijo Ginny, "lo hizo en unos tres segundos. Pero dejó un pequeño parche debajo de la ventana y se lo arregló -"
"¿Por qué?" dijo Hermione, confundida.
"Oh, él solo dice que fue un poco de magia", dijo Ginny, encogiéndose de hombros.
"Creo que lo dejó como un monumento a Fred y George", dijo Ron, con un bocado de chocolate. "Me enviaron todo esto, ya sabes", les dijo, señalando las ranas de chocolate junto a él. "Debo estar haciendo todo lo posible fuera de esa tienda de bromas, ¿eh?"
Hermione se mostró más bien desaprobadora, y luego preguntó: "¿Entonces todo el problema se detuvo ahora, la espalda de Dumbledore?"
"Sí", dijo Neville, "todo está resuelto de nuevo a la normalidad".
"Supongo que Filch es feliz, ¿verdad?" preguntó Ron, apoyando una tarjeta de rana de chocolate con Dumbledore contra su jarra de agua.
"No, en absoluto", dijo Kiera. "Es realmente, realmente miserable, en realidad ..." Ella bajó la voz a un susurro. "Sigue diciendo que Umbridge fue lo mejor que le ha pasado a Hogwarts ..."
Todos se giraron para mirar a la profesora Umbridge, que estaba acostada en una cama frente a ellos, mirando hacia el techo. Dumbledore había ido solo al Bosque para rescatarla de los centauros; cómo lo había hecho, cómo había salido de los árboles que apoyaban al profesora Umbridge sin apenas un rasguño, nadie lo sabía, y Umbridge ciertamente no lo decía. Nadie sabía realmente lo que estaba mal con ella. Su cabello mousy generalmente limpio estaba muy desordenado y todavía había trozos de ramitas y hojas en él, pero por lo demás, parecía estar bastante ilesa.
"Madam Pomfrey dice que está en shock", susurró Hermione.
"Malhumorada, más bien", dijo Kiera.
"Sí, ella muestra signos de vida si haces esto", dijo Ron, y con su lengua, él hizo unos ruidos suaves. Umbridge se incorporó de golpe, mirando a su alrededor salvajemente.
"¿Algo malo, profesora?" llamó Madame Pomfrey, asomando la cabeza por la puerta de su oficina.
"No ... no ..." dijo Umbridge, hundiéndose de nuevo en sus almohadas. "No, debo haber estado soñando ..."
Hermione y Ginny ahogaron su risa en la ropa de cama.
"Hablando de centauros", dijo Hermione, cuando se había recuperado un poco, "¿quién es el maestro de Adivinación ahora? ¿Se está quedando Firenze?"
"Él tiene que hacerlo", dijo Harry, "los otros centauros no lo aceptarán, ¿verdad?"
"Parece que él y Trelawney van a enseñar", dijo Ginny.
"Apuesto a que Dumbledore desearía haberse librado de Trelawney para siempre", dijo Ron, ahora masticando su decimocuarta rana. "Eso sí, todo el tema es inútil si me preguntas, Firenze no es mucho mejor ..."
"¿Cómo puedes decir eso?" Hermione exigió. "Después de que acabamos de descubrir que hay profecías reales?"
El corazón de Harry comenzó a acelerarse. No les había contado a ninguno de ellos lo que contenía la profecía. Neville les había dicho que se había roto mientras Harry lo estaba subiendo los escalones en la Sala de la Muerte y Harry aún no había corregido esta impresión; simplemente no estaba listo.
"Es una pena que se haya roto", dijo Hermione en voz baja, sacudiendo la cabeza.
"Sí, lo es", dijo Ron. "Aun así, al menos Tú-Sabes-Quien tampoco descubrió lo que había en él, ¿a dónde vas?" añadió, pareciendo sorprendido y decepcionado mientras Harry se ponía de pie.
"Ire a ver a Hagrid", dijo Harry. "Sabes, él acaba de regresar y le prometí que iría a verlo y le diría cómo están ustedes dos".
"Pero-" Ron fue a discutir, pero Kiera lo interrumpió. "Déjalo ir", dijo en voz baja pero severa para que Harry no pudiera escuchar.
"Oh, está bien entonces", dijo Ron gruñón, mirando por la ventana del dormitorio al parche de cielo azul brillante más allá. "Ojalá pudiéramos ir".
"¡Dile hola a él por nosotros!" llamó Hermione, mientras Harry salía de la sala. "¡Y pregúntale qué está pasando ... sobre su pequeño amigo!"
Harry hizo un gesto con la mano para mostrar que había oído y comprendido cuando salió de la sala.Harry estaba descendiendo al vestíbulo de entrada cuando vio a Malfoy, Crabbe y Goyle emerger de una puerta a la derecha que conducía a la sala común de Slytherin. Harry se detuvo en seco; Lo mismo hicieron Malfoy y los demás.
Malfoy miró a su alrededor, buscando maestros, luego miró a Harry y dijo en voz baja: "Estás muerto, Potter".
Harry alzó las cejas. "Qué gracioso", dijo, "pense que te estabas volviendo loco"
Malfoy parecía más enojado de lo que Harry lo había visto nunca. "Vas a pagar", dijo, con una voz apenas más alta que un susurro. "Voy a hacerte pagar por lo que le has hecho a mi padre ..."
"Bueno, ahora estoy aterrorizado", dijo Harry sarcásticamente. "Supongo que Lord Voldemort es solo un acto de calentamiento en comparación con ustedes tres, ¿qué pasa?" agregó, porque Malfoy, Crabbe y Goyle se veían sorprendidos por el sonido del nombre. "Es el compañero de tu papá, ¿no es así? No le tienes miedo, ¿verdad?"
"Crees que eres un hombre tan grande, Potter", dijo Malfoy, avanzando ahora, Crabbe y Goyle flanqueando a él. "Espera. Te tendré. No puedes llevar a mi padre a la cárcel ..."
"Pensé que acababa de tener", dijo Harry.
"Los Dementores se han ido de Azkaban", dijo Malfoy en voz baja. "Papá y los demás saldrán en un momento ..."
"Sí, espero que lo hagan", dijo Harry. "Aún así, al menos todo el mundo sabe qué estorbos están ahora ..."
La mano de Malfoy voló hacia su varita, pero Harry fue más rápido; él había sacado su propia varita antes de que los dedos de Malfoy incluso hubieran entrado en el bolsillo de su túnica.
"¡Alto!" La voz sonó en el vestíbulo. Snape había emergido de la escalera que bajaba a su oficina y al verlo, Harry sintió una gran oleada de odio más allá de lo que sentía por Malfoy ... lo que sea que Dumbledore dijera, nunca perdonaría a Snape ... nunca ...
"¿Qué estás haciendo, Potter?" dijo Snape con su típica voz fría y monótona, mientras caminaba hacia los cuatro.
"Estoy tratando de decidir qué maldición usar en Malfoy, señor", dijo Harry.
Snape lo miró fijamente. "Guarda esa varita de inmediato", dijo. "Diez puntos de Gryff -" Miró hacia los relojes de arena gigantes en las paredes y le dio una sonrisa burlona. "Ah. Veo que ya no quedan puntos en el reloj de Gryffindor para quitar. En ese caso, Potter, simplemente tendremos que ..."
"Añadir un poco más?" La profesora McGonagall acababa de subir los escalones de piedra hacia el castillo, con una bolsa de alfombra de tartán en una mano y apoyada pesadamente en un bastón con la otra, pero por lo demás se veía bastante bien.
"Profesor McGonagall," dijo Snape, avanzando. "¡Fuera de San Mungo, ya veo!"
"Sí, profesor Snape", dijo la profesora McGonagall, mientras se quitaba el abrigo de viaje. "Como nueva. Ustedes dos, Crabbe, Goyle ..." Les hizo una seña de manera imperiosa y se acercaron, arrastrando los pies. y mirando torpe. "Aquí", dijo la profesora McGonagall, metiendo su bolsa en el pecho de Crabbe y su capa en la de Goyle, "llévala a mi oficina". Se volvieron y se alejaron por la escalera de mármol.
"En ese momento", dijo la profesora McGonagall, mirando los relojes de arena en la pared. "Bueno, creo que Potter y sus amigos deberían tener cincuenta puntos cada uno para alertar al mundo del regreso del que-no debe ser-nombrado. ¿Qué dice, profesor Snape?"
"¿Qué?" espetó Snape, aunque había oído perfectamente bien. "Oh, bueno. Supongo que ..."
"Entonces esos son cincuenta para Potter, los dos Weasleys, Longbottom y la Señorita Granger", dijo la profesora McGonagall, y doscientos cincuenta rubíes cayeron en el bulbo inferior del reloj de arena de Gryffindor. "Oh, y cincuenta tanto para la señorita Lovegood como para la señorita Walker, supongo", agregó, y una serie de zafiros cayeron en el vaso de Ravenclaw y las esmeraldas en el de Slytherin. "Ahora, quiso quitarle diez al Sr. Potter, creo, profesor Snape, así que ahí estamos ..." Unos pocos rubíes se retiraron a la bombilla superior, dejando una cantidad respetable por debajo de todo.
"Bueno, Potter, Malfoy, creo que deberían estar afuera en un día glorioso como este", continuó la profesora McGonagall enérgicamente.
Harry se giró para irse, pero una mano agarró su brazo con dolor. Malfoy lo hizo retroceder unos pasos, ambos profesores ya habían desaparecido.
"Te dije que te haría pagar", le susurró peligrosamente al oído. "Cada profesor en este lugar miserable podría estar vigilándote, Potter, pero no todas las personas que te importan tienen la misma suerte".
Harry se dio la vuelta, pero Malfoy ya había desaparecido del pasillo.
.
Ron y Hermione dejaron el ala del hospital completamente curada tres días antes del final del período, y la profesora Umbridge dejó Hogwarts el día anterior al final del período. Parecía que se había escabullido del ala del hospital durante la hora de la cena, evidentemente esperando salir sin ser detectada, pero desafortunadamente para ella, se encontró con Peeves en el camino, quien aprovechó su última oportunidad para hacer lo que Fred le había ordeado, y la expulsó alegremente de las instalaciones. golpeándola alternativamente con un bastón y un calcetín lleno de tiza. Muchos estudiantes salieron corriendo a la entrada para verla correr por el sendero y los Jefes de Casas intentaron solo reprimirlos. De hecho, la profesora McGonagall se recostó en su silla en la mesa del personal después de algunos débiles remonestaciones y se escuchó claramente que lamentaba no poder correr a animar a la propia Umbridge porque Peeves había tomado prestado su bastón.
Llegó su última tarde al colegio; la mayoría de las personas ya se dirigían hacia el final del término del banquete de despedida, pero Kiera se retrasó en su embalaje y tuvo que terminar antes de ir al Gran Comedor.
Debido a esto, ella se apresuró a salir de su dormitorio a una sala común vacía, unos diez minutos después del comienzo de la fiesta. Salió rápidamente de la habitación (sin correr, después de todo era una prefecta) ya través de los fríos y vacíos pasillos de las mazmorras de Hogwarts. Estaba a punto de entrar al gran comedor cuando, de repente, la empujaron bruscamente hacia el pasillo oscuro y la arrojaron contra una pared. No tuvo tiempo de emitir un solo sonido antes de que una mano se apretara alrededor de su garganta, casi bloqueando su tráquea. Sus ojos se abrieron con miedo mientras luchaba contra el agarre de Malfoy, tratando de aflojar su mano en vano.
"Deja de luchar, monstruo", susurró enojado, empujándola con más fuerza contra la pared y metiendo dolorosamente su varita en su mandíbula. Se detuvo y solo se quedó mirando fijamente al pequeño grupo de Slytherins que la miraba con una desagradable satisfacción.
"Ahora, monstruo", dijo Malfoy con una voz peligrosamente sedosa. "Escuchamos que estabas en el Ministerio y ayudaste a Potter y su grupito al lanzamiento de nuestros padres en Azkaban". Los otros Slytherin estaban sonriendo amenazadoramente mientras observaban que los ojos de Kiera se ensanchaban aún más mientras su rostro palidecía de miedo.
"Bueno, probablemente puedas entender por qué no nos tomamos eso a la ligera".
Kiera sacudió la cabeza frenéticamente, los únicos sonidos que pudieron escapar fueron los jadeos guturales cuando trató de decir algo, pero suplicó con los ojos que Malfoy la dejara ir. Él rió fríamente y empujó su mano con más fuerza alrededor de su garganta. Casi no podía respirar ahora, sus pulmones empezaban a doler y cada pequeño aliento que lograba hacía sentir como si el fuego los llenara.
Intentó sacar su varita del bolsillo, pero Goyle vio sus intentos y la tomó antes de que ella pudiera agarrarla.
"Deberías haberte mantenido como el solitario monstruo que nunca tuvo amigos, Kiera", dijo Malfoy. "Ser amiga de Potter realmente no te va a hacer ningún bien ..."
Y él la dejó ir, y ella se deslizó al suelo. Goyle arrojó su varita junto a ella donde cayó sobre las baldosas de piedra, y se habían ido.
Kiera se quedó allí en un montón, concentrándose en su respiración, tratando de volver a la normalidad hasta que ya no le doliera inhalar ni exhalar. Lentamente, muy lentamente, se puso de pie, agarrando la pared para evitar que sus rodillas se doblaran debajo de ella. Ella recogió su varita del suelo y se secó las lágrimas con sus mangas de camisa.
Tomando un último suspiro, dejó el pasillo. Sin atreverse a unirse al banquete, se dirigió a las cocinas que había descubierto en su segundo año. A pesar de que los elfos domésticos eran muy persistentes, ella no comió mucho y pronto dejó las cocinas con una taza de chocolate caliente en la mano.
Salió y se sentó junto al lago, mirando las estrellas y tomó un sorbo de su chocolate caliente. Kiera se llevó una mano al cuello, donde Malfoy había estado hacía poco. Habría un moretón, sin duda alguna; Ella ya podía sentirlo formandose. Reflexionó sobre sus palabras, si Malfoy hubiera tenido razón, debería romper todos sus vínculos con los Gryffindors ahora que todavía tenía la oportunidad. Ella se rió de sí misma; su mente estaba literalmente conectada con la de Harry y no había cura, no podía detener su relación aunque quisiera.