La Horma de tus Zapatos

By Iselayuki

98.3K 9.7K 557

Hannia, una chica que siempre ha sido considerada como la hija perfecta, pues es recatada, estudiosa, obedien... More

Capitulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Epilogo

Capítulo 8

2.4K 260 4
By Iselayuki

Con el ánimo por las nubes, después de ese acercamiento con Jae, volví a casa. Había sido genial ver su expresión de desconcierto, cuando me separe de él y aún más cuando salí corriendo. Al llegar mi madre me miro molesta y termine dándole una excusa boba, sobre la ropa. Aunque al principio se mostró irritada, le prometí regresar por ella después de la hora de la comida, y al final se relajó y lo dejo pasar.

No podía creer que hubiera dejado ahí a Jae, semi desnudo y prendido. Jajaja... porque estaba segura que eso, de que lo había dejado con su "amigo" muy entusiasmado. Era un poco cruel, pero tenía que darle algo en que pensar. Aunque me había resultado tan difícil de resistir la tentación de terminar lo que había comenzado, por el momento era mejor así. Después de que me utilizara para darle celos a esa tipa, me había propuesto hacerle pasar un mal rato y vaya que lo estaba logrando. Algo que me había dejado completamente claro, después de sentir su mano acariciar mis pechos, era que él sentía el mismo deseo que yo. O tal vez sentía más de lo que yo sentía, lo que no entendía era porque se hacia el difícil. Pues había bastado con acercarme y tocar un poco su cuerpo, para despertar en él la pasión. Aun sentía el contacto de sus manos sobre mi piel, era una deliciosa sensación que sin duda me había dejado con ganas de más.

― ¿Adónde fuiste? ¿Por qué olvidaste la ropa? ―pregunto Suk, mirándome con los ojos entreabiertos. Claro él me conocía lo bastante bien para saber que algo había pasado. Me encogí de hombros.

―No sé de qué hablas. Ya te lo dije, no estaba el encargado.

―Puedes engañarla a ella, pero no a mí ―Dijo mirando a mi madre, quien terminaba de preparar la comida.

―Es la verdad, el señor no estaba y me canse de esperar ―Hice un gesto de sufrimiento― Gracias a alguien no pude desayunar como dios manda, así que muero de hambre ―Analizo mis palabras por unos segundos, después vi cómo se relajaba su expresión.

―No tengo que recordarte que tienes que portarte bien ―Puse los ojos en blanco.

―Sí, ya me lo sé de memoria. Y para tu información me estoy portando bien, muy bien hermanito. No sé porque tienes que pensar mal de mí.

― ¿Sera porque te conozco?

―Chicos la comida esta lista ―Me levante del sofá donde estaba sentada y entre en la cocina. Debía tener más cuidado con Suk, tal como había dicho podía engañar a mi madre pero no a él. Que sabía muchas de mis fechorías, así como podría ser el mejor aliado, en estas circunstancias, él era mi peor rival.

Salí de la casa, poco después de comer. Había pasado bastante tiempo por lo que era poco probable encontrarme con él. Entre a la lavandería y recogí el pedido sin demoras. Caminaba de regreso, cuando de pronto alguien me tomo del brazo, haciéndome entrar dentro de un callejón, con un golpe seco me pego a la pared. No necesitaba ver su cara para saber quién era. "El amante de los callejones".

― ¿Qué quieres? ―pregunte tratando de zafarme de su mano. Levante la vista y descubrí que me miraba furioso. Pero esa misma furia lo hacía ver aún más salvaje, más sensual, más apetecible― ¿Ya salió de la lavadora tu camisa? ―pregunte al ver que ya la llevaba puesta. No contesto, continuaba mirándome con expresión molesta. Yo en cambio reía internamente― ¿Ves? ―Dije señalando su pecho― Quedo más blanca ¿No es eso genial?

―Hannia. No te hagas la chistosa.

― ¿Cuál chistosa? Hablo en serio ―Pase mi mano por su pecho y sentí como se estremeció― Mira está más suave ¿No lo sientes? ―Sujeto mi mano evitando que continuara tocando su pecho.

―No estoy jugando ―Advirtió aun molesto.

―Vaya, yo si tenía ganas de jugar un poco contigo ―Conteste con tono jocoso. Él mantenía una expresión fiera, me encantaba verlo perder la cordura.

―Hablo enserio.

―Yo también, podemos jugar a lo que tú quieras. Para que veas que soy buena, te dejo que tú escojas. No se podemos jugar a la enfermera y el paciente, a los esposos...

― ¡Basta! ―Grito enfadado. Él tenía la culpa por no decir que quería.

―Oye tú fuiste el que me jalo aquí, yo no tengo la culpa.

―Eso es porque quiero que entiendas un par de cosas.

― ¿Cosas? ¿Cuáles? ¿Son sobre anatomía? ―Puso los ojos en blanco e ignoro mi comentario.

―No vuelvas a hacer lo que hiciste hace un rato.

― ¿Qué cosa? ¿Ensuciarte con paleta? ¿Poner a lavar tu camisa? ―Fingí reflexionar. Aunque en realidad reía por dentro al ver su molestia― Ya se ¿Decirte adiós amistosamente?

― ¡Hannia!

― ¿Qué? Es que no te entiendo ―Pego más su rostro al mío.

―Hablo de besarme y tocarme ―Solté una risa al escucharlo. Mira nada más, ahora resultaba que era un angelito. Y yo una corrompedora.

―Jajaja ay por favor. No fui la única que te metió mano, y tampoco parecía que estuvieras muy incómodo ―Lo mire retadoramente. Había caído en la trampa, él mismo había comenzado a hablar sobre lo ocurrido, así que ahora se tenía que aguantar― Porque bien que me tocaste ―se puso rojo y note como pasaba saliva. Luchaba por aparentar tranquilidad e indiferencia pero me daba cuenta que lo ponía nervioso.

―Solo no vuelvas a hacerlo.

― ¿Por qué? ¿Ya lo olvidaste? O ¿No te gusto? Podemos intentarlo de nuevo tal vez esta ves si te guste ―Se apartó de mi como si tuviera la peor de las enfermedades. Jajaja me encantaba ver sus caras. Era lo máximo.

―No lo hagas. Te lo dije, no lo vuelvas a hacer. Te lo repito aléjate de mí.

―No quiero.

―Hannia

―Dime algo ¿Realmente es lo que quieres? ¿Realmente quieres que me aleje de ti?

―Si ―contesto al instante. Aparentemente decía la verdad, pero eso no me importaba. Aunque de verdad quisiera que me alejara, no pensaba hacerlo.

―Ya veo, pero sabes qué. En otro momento te hubiera creído, pero ya no, no después de lo ocurrido ―Las palabras salieron con tanta determinación de mi boca, que yo misma me sorprendí. Él retrocedió unos pasos más―Sé que te gusto, lo sentí.

―Entonces no sabes lo que sientes.

―Te equivocas, se más de lo que te puedes imaginar.

―Mantente alejada de mí.

― ¿Qué crees? No se me da la gana ―Vi que quería discutir, pero se detuvo. Me miro unos segundos y soltando un suspiro.

―Como gustes ―dijo alejándose.

―Oye no puedes tratar a así a tu novia ―Se detuvo sin mirarme.

―Deja de decir esas tonterías.

―No fui yo quien lo dijo, sino tú. ¿Ya lo olvidaste?

―Si. Y es mejor si tú también lo haces. Yo no tengo a niñas por novias ―camino a toda prisa. Tenía un par de cosas en la cabeza que gritarle, pero prefería reservarlas para otra ocasión. Ese hombre era toda una contradicción. Un día era amable y coqueto y al siguiente frio e indiferente, además que también estaba el hecho de que su boca y sus manos me dijeran algo distinto a lo que sus palabras me intentaban decir.

Salí del callejón y me quede de piedra al ver que alguien había sido testigo de esa "Linda" charla. Y entre todas las personas que podían ser, tenía que ser ella, Caro. ¿Qué debía hacer? ¿Fingir que no había pasado nada? ¿Ignorarla?  ¿Hacerme la loca? Bueno eso no, yo ya estaba loca.

―Hola ¿Vas a tu casa? ―pregunto de pronto. ¿Y a esta que mosca le pico?

―Algo así ―Levanto una de las camisas de mi padre que se me había caído cuando ese malvado de Jae me jaloneo. Rayos con él todo terminaba en el piso, menos mi ropa interior. Eso sí que era una lástima.

―Creo que esto es tuyo ―dijo mientras me entregaba una de las prendas de vestir de mi padre.

―Gracias ―Trate de sonreír y comencé a caminar, esperando que ella se quedara ahí, pero no fue así, se unió a mí. Rayos― Bueno antes que nada quiero aclararte que no me interesa Ki ―Claro si ese era el motivo de que me tuviera resentimiento, tenía que dejarle las cosas claras.

―Lo sé, ya me di cuenta que tienes otros intereses ―Comento con ironía. Claro que los tenia, pero no pensaba discutirlos contigo querida, pensé.

―Algo así ―Aunque si hablábamos de verdades, ella y Ki también tenía una― ¿Están saliendo?

―No puede decirse eso. Somos amigos ―Traducción estoy enamorada de él, ¿pero no me corresponde? o ¿nadie debe saberlo? Cualquiera de los dos, eran horribles. Al menos para mi gusto.

―Ya veo. Creo que harían una linda pareja ―Desde luego, así me lo quitarías de encima. Me miro como no creyendo mis palabras.

―Creí que tu aun lo querías ― ¿Quererlo? Había otras cosas que en verdad quería, como un auto, el último modelo de celular, o mínimo una chamara nueva, o tal vez un bolso de piel edición limitada, pero no a él. Por cierto me había olvidado de mi chamarra.

―Eso... fue hace mucho... éramos muy jóvenes ―Por no decir que muy tontos.

―Oh, ya entiendo. Pero tu familia....

―Ellos no entienden ―Y esa era la verdad, ellos querían hacerme quedar con él, cosa que desde luego estaba completamente descartada.

―Deberías hacerlos entender ―Claro para que tengas el camino libre. Con gusto lo haría pero por el momento quería llevar la fiesta en paz con mi madre, así que no me convenía ponerme a reñir con ella.

―Eso intento ―Conteste.        

― ¿Por eso te relacionas con él? ―Se llama Jae. Y no es de tu incumbencia.

―No en realidad.

―No es la mejor elección que puedas hacer ―Gracias pero tus consejos no me hacen falta, se lo que necesito, y eso es tener a mis pies a ese cretino de Jae, que se hace el difícil― Veras él y tu hermano no se llevan para nada.

―Lo sé, pero ese es su asunto.

―No creo que sea solo eso ―la mire curiosa ¿Ella sabía algo?

― ¿Por qué lo dices? ¿Sabes porque razón se pelearon? ―Se encogió de hombros.

―Quien sabe ―joder, ahora quería hacerse la importante. Disimule mi interés, no pensaba rogarle, para eso mejor me quedaba con las ganas.

―Eso dicen todos, nadie sabe nada.

―Yo sé un poco ―Querida no puedes conmigo.

―Mmm tal vez lo mismo que todo el mundo sabe ―La rete.

― ¡No! Yo se mas cosas ―Entonces dilas.

―No lo creo ―me tomo del brazo.

―Sí, sé que...

― ¡Hannia! ―Genial y justo cuando estaba por soltar la sopa, aparece mi querido hermano. El color del rostro de Caro desapareció al instante y me miro asustada. Desde luego la chica buena no podía quedar como una soplona.

―Relájate ―le susurre mientras veía como Suk se acercaba a nosotras.

―Hola Caro ―Saludo él, con aire despreocupado. Ella seguía en blanco sin contestarle.

―Gracias por la ayuda ―intervine, dedicándole una mirada para que se marchara.

―Ah, sí, no es nada. Hola Suk, nos vemos ―dijo mientras salía disparada por la calle.

― ¿Qué le hiciste? ―pregunto desconcertado Suk.

―No tengo idea. Tal vez quiera ir al baño, no se ―Me encogí de hombros y él me miro extraño― ¿Qué?

―Nada.

― ¿Por qué viniste? ¿Ahora te ha dado por querer ser espía?

―Es solo por si te perdías ―puse los ojos en blanco.

―Eres malo para los sarcasmos. Ándale vámonos ―dije tomándolo del brazo y dándole la ropa― Oye ¿Puedo preguntarte algo? ―moría de curiosidad. Pero era posible que el explotara así que debía irme con pies de plomo.

― ¿Qué?

―Mmm...

―Dime.

―Es que se trata de Jae ―Se detuvo en seco y me fulmino con la mirada.

―Hannia, a mí no me interesa lo que hagas con tu vida, así que...

―Ok, ok, ya entendí ―Bueno definitivamente de él no obtendría nada. Lo mejor era dejar el tema por las buenas.


Continue Reading

You'll Also Like

6.1K 836 13
𝑺𝒆𝒖𝒏𝒈𝑩𝒊𝒏 Donde SeungMin es el pequeño acosador del tímido Seo ChangBin 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝘆 𝗰𝗿é𝗱𝗶𝘁𝗼𝘀 ; @aigirlmy
373K 15.7K 36
Elena ama leer tanto como ser animadora, su sueño más grande es ser escritora, para ella su vida era perfecta, pero todo eso cambia en su último año...
48.9K 2.8K 141
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...
681 202 44
Muchas cosas alrededor de mi vida han construido mi persona, no soy igual que las demás chicas de 19 años, que su mayor deseo es enamorarse y casarse...