Al día siguiente, las múltiples preguntas hacia el alfa sobre su hermano no se hicieron esperar. Al igual que las miradas indiscretas dirigidas a él por parte de sus compañeros. Podía sentir como el dolor de cabeza iba aumentando poco a poco con cada palabra dicha hacia su persona. En general el trío de betas le caía muy bien, eran chicos agradables aunque muy alejados del tipo de personas con las que solía tratar. Eran buenos pero ese día, con tal dolor de cabeza y tanta insistencia, quería levantarse para golpearles el rostro hasta que se callaran de una vez. Fue Jaemin quien finalmente logró que se mantuvieran en silencio y solo le miró agradeciéndole sin decir palabras.
Durante el día trataron de hacer más preguntas, la mayoría iban en torno a su familia que se negó a contestar poniendo excusas tontas o desviando el tema de la manera menos evidente posible. El resto de los días fueron similares y, cuando el viernes llegó, su humor había estado tan mal que durante la clase de gimnasia, practicando basquetbol, golpeó de forma consiente a uno de sus compañeros y terminó siendo castigado. Lo cuál aceptó en completo silencio. Sus amigos le miraron sorprendido, nunca habían visto ese lado agresivo en él aunque no eran ignorantes del todo pues vieron las marcas de golpes en su rostro.
El grupo de cuatro chicos se encontraban saliendo de la escuela y, en una escena similar a la que habían vivido el lunes, notaron que alguien estaba esperando a la salida de la escuela. El omega le reconoció aunque no recordaba con seguridad su nombre pero sabía que era el amigo de Jeno, quién les había ayudado cuando había estado en su presentación. Seguramente estaba esperando por el alfa pero este se encontraba castigado. Jaemin se acercó a él para poder avisarle.
— Ey... no sé si me recuerdas pero mi nombre es Jaemin.
Se acercó con una pequeña sonrisa, el de piel un poco más oscura le miró con una sonrisa asintiendo mientras mantenía sus manos dentro de los bolsillos de su uniforme escolar. Leyó el nombre de su escuela, sabía que era una pública pero no tenía ni idea de donde esta se encontraba.
— Claro que te recuerdo, el omega recién presentado. Me costó bastante quitarle tu aroma al auto de mi madre, casi tuve de esclavo a Jeno limpiándolo porque no iba a hacerlo yo solo. Por cierto, puedes decirme Haechan.
Se sintió avergonzado por todos los recuerdos, estaba algo confundido pero recordaba o creía recordar la mayoría de lo que había pasado ese día. Bajó su rostro un poco para que no viera su sonrojo.
— Yo lamento eso... no quise que fuera así. Si me hubieran dicho hubiera podido ayudar. Pero no era lo que quería decir en realidad... Jeno está castigado por pelear, estará como mínimo una hora más en detención.— El moreno le sonrió. —
— Eso ya lo sé, hablamos casi todo el tiempo hasta durante clases. Ahora mismo está a nada de hacer un berrinche sentado al fondo de detención porque es el único allí. Vine para aprovechar la situación. Esta noche hay una fiesta, tú y tus amigos están invitados. Jeno también va a asistir pero no le digan, quiero darle una pequeña sorpresa.
Jaemin abrió sus ojos sorprendido, volteó a ver hacia atrás viendo al trío de los betas que habían escuchado todo también. Estaban de igual manera que él.
— Yo..eh, no lo sé. —Mordió su labio inferior con algo de dudas.—
— Oh vamos, quiero que pasemos un buen rato, es solo una fiesta, nada del otro mundo. Además, sé que a él le gustara verte digo, verlos allí. Y yo quiero conocer a los nuevos amigos de mi mejor amigo. Va a ser una fiesta de verdad, no como esa que Jeno me contó. Esta es una con música, baile y alcohol, no les van a prohibir nada como en la tuya. Una verdadera fiesta de adolescentes.
— Creo que deberíamos de pensarlo antes.
Vio como el otro omega rodaba los ojos con molestia pero asentía sin muchas ganas. Mordió su labio inferior golpeando el suelo con la punta de su zapato antes de suspirar.
— Muy bien pero dame tu número de teléfono para mandarte un mensaje con la dirección por si deciden ir. Descuiden, es en una buena zona de la ciudad.
El castaño se sintió algo mal ante ese comentario pero terminó por dictarle su número al otro, quien lo anotó en un celular que, a pesar de no querer fijarse, era mucho menos moderno que el propio. Sentía que se estaba comportando como un idiota. Nunca fue una persona materialista pero en retrospectiva no solía compartir con gente que no fuera de su mismo nivel económico.
— Muy bien, espero verlos esta noche. Nos vemos chicos.
Jaemin notó como este veía a los betas detrás de él y les guiñaba uno de sus ojos. Se volteó a verlos, dos estaban sorprendidos y uno se veía avergonzado. Algo confundidos se miraron y discutieron un poco sobre la fiesta pero cada uno se terminó por ir a su hogar sin acordar que harían en realidad.
Ya en su casa, Jaemin almorzó en silencio hasta comentarle a la señora Lee sobre la fiesta y sobre lo indeciso que estaba. Ella pareció emocionarse e incluso le alentó a que fuera a la misma, que no debería de quedarse y una simple fiesta no era nada del otro mundo. El omega tan solo pudo reírse, ella parecía adorar cuando se comportaba como un adolecente normal aunque no estuviera seguro de hacer las cosas. Incluso le obligó a ir hacia su armario luego de haber almorzado para escoger su ropa, llamando a los miembros más jóvenes del servicio para que la ayudaran a escoger. Al final, no podría decir no debido a que todos se veían algo emocionados por ello, resultaba ser primera vez que le invitaban a ese tipo de fiestas. Fiestas "normales" y, una pequeña parte de él en el fondo, quería asistir. Terminó, dos horas después cuando todos parecieron estar de acuerdo en que se pondría, por mandarles un mensaje a sus amigos diciéndoles que por lo menos él asistiría.
También le avisó a Haechan, quien le mandó un mensaje con la dirección de la casa donde era la fiesta junto a un "No vayan a asistir vestidos como niños ricos, llamaran demasiado la atención de todos ;)" lo que, en vez de molestarle, le causó gracia. Revisando más tarde sus mensajes vio que RenJun y Mark habían aceptado ir a la fiesta pero Chenle decía que no podría. Les mandó la dirección a sus dos amigos y acordaron llegar todos juntos.
Las horas antes de salir de casa pasaban lentas, demasiado lentas. Junto a la servidumbre habían planeado decirle a su madre que estaba en casa de Ren Jun debido a que el perro de este había fallecido y necesitaba algo de compañía por unas horas. Era una gran mentira pues el chino nunca había tenido siquiera una mascota, de ningún tipo. Se sentía mal de mentirle a su madre pero no era como si nadie supiera a donde estaba yendo. Todos los miembros del servicio sabían dónde estaría, incluso el señor Kim iría a dejarlo y le buscaría. No tendría por qué haber problemas.
Cuando la hora se acercaba, fue a ducharse con calma. Quería hacer las cosas con tiempo para no tener que desesperarse al final. Fuera de la ducha, y poniéndose tan solo una bata, secó y planchó su cabello tomándose su tiempo luego tomó las ropas que estaban perfectamente planchadas sobre su cama. Un pantalón de un rojo un poco brillante algo ajustado, unas zapatillas y camiseta negra con diseños plateados. Era algo sencillo pero se veía bien y como un chico "común".
— ¿Y si delineas un poco tus ojos? —Una de las chicas del servicio, llamada Seulgi, le miró con una sonrisa mientras había estado maquillándose. Apretó sus labios frente a su imagen en el espejo y le respondió que no sabía cómo hacerlo. —Oh, no te preocupes, yo lo hago por ti.
La beta se acercó a él sonriente y tomó el delineador pidiéndole que cierre sus ojos mientras trabajaba. Sentía que estaba tardando demasiado pero cuando abrió sus ojos no pudo quejarse del resultado, admitía que se veía bien y le agradeció. Ella solo le sonrió amablemente para luego guiñarle uno de sus ojos.
Se aseguró que antes de subir al coche con el señor Kim, sus otros dos amigos ya estaban en camino. El viaje no fue muy largo y de hecho, tal como Haechan le había dicho, la fiesta estaba en una zona de la ciudad bastante buena sorprendiendole un poco. RenJun y Mark ya estaban ahí, en la puerta de la casa esperando por él. Se despidió de su chófer antes de bajar con una sonrisa corriendo hacia ellos. Acababan de llegar por lo que no le habían esperado más de cinco minutos. La música se oía bastante fuerte, por todos lados y seguro que molestaba a los vecinos pero nadie parecía estar molesto, la calle estaba llena de autos y motocicletas. Entraron con algo de miedo, pues no estaban muy seguros de donde se estaban metiendo.
Había luces de colores, gente bailando por todos lados a la vez que bebían. Era una casa enorme y la fiesta tenía las mismas características pero por el momento no parecía haberse descontrolado por lo que se sintieron un poco más calmados. Estaban dando vueltas por el lugar cuando un brazo rodeó los hombros de Jaemin, se asustó de inmediato hasta ver quien estaba a su lado. Era Haechan.
— ¡Si vinieron! De verdad pensé que no lo harían. —Este estaba gritando casi en su oído para poder hacerse escuchar por encima de la música.— Vengan, vamos a buscar a Jeno para sorprenderle, lo vi cerca de los sillones con Jeongin.
El moreno jaló al castaño para que lo siguiera quien se volteó para ver a sus amigos e indicándoles con una mano así fueran ellos también. Avanzar entre tanta gente no era muy fácil por lo que debieron dar un par de empujones de vez en cuando. Haechan maldecía no poder encontrar a su amigo hasta que se quedó estático unos segundos y quiso apartarse rápidamente de donde estaba pero era tarde. Todo se movió en cámara lenta. Jeno hablaba con aquel Omega del centro comercial. Estaban sentados uno al lado del otro, riendo por lo qué sea que el alfa estaba diciéndole en el oído. El otro chico se movió suavemente para acomodarse sobre el regazo de Jeno. Jaemin vio como el chico sujetó el rostro del otro antes de empezar a besarle de manera muy poco pudorosa frente a todos.
El omega, de alguna forma, se sintió herido y apartó su vista mientras Haechan le empujaba para llevarlos a la cocina en donde no habían tantas personas pero la música aún se escuchaba algo fuerte. Les pidió disculpas mientras se marchaba dejando a los amigos allí quienes estaban algo sorprendido. Jaemin observó como unos chicos sacaban unas bebidas del refrigerador, se servían y volvían a marcharse. Bajó la sorprendida mirada de sus amigos, hizo lo mismo.
— Bueno, no era algo que me esperaba pero debo admitir que Jeno tiene buen gusto. El chico es lindo. —Mark trato de bromear, ganándose una mala mirada de RenJun.— Lo lamento ¿Cómo te sientes?
El canadiense había tratado de hablarle bajo al chino pero Jaemin pudo escucharlo aunque hubiera preferido no hacerlo. La pregunta junto a la situación le hacían intuir que, posiblemente, el chino miraba con otros ojos al alfa y se sintió mal, terriblemente mal. Le vio encogerse de hombros como si no le importara.
— Estoy bien, de cierta manera me lo esperaba. Supongo que nunca podría competir contra un omega, soy sólo un beta.
Le escuchó decir y, aunque Jaemin estuviera de espaldas fingiendo ver su vaso, pudo notar la pesada mirada de RenJun sobre él. Se sentía sencillamente incómodo ante aquello. Por suerte Haechan había llegado para aligerar el ambiente aunque todo volvió a ser incómodo cuando Jeno entró a la cocina detrás de él. Ahora que podía verle bien, el maldito lucía demasiado apuesto para su confundida cabeza. Traía unos jeans oscuros, una camisa blanca con líneas que no sabía si eran azules o negras junto a una chaqueta y cinto de cuero. Su mirada pasó sobre todos ellos antes de sonreírles como si nada hubiera pasado y hacerles una seña para que le siguieran. Comenzaba a sentirse como un perro que era guiado a todos lados pero aún así le siguió.
Fueron hasta el jardín trasero, era lindo, no tan amplio como el de su casa pero lindo. Allí la música se escuchaba menos y dejaba que las personas hablaran entre ellas. Haechan desapareció en algún momento en que no se dieron cuenta.
— Cuando Haechan me dijo que me tenía una sorpresa, de verdad no esperaba que fueran ustedes. — El pelinegro se rió de manera seca mientras le miraba, estaba serio pero no parecía enojado.—
— Lamentamos haber venido sin decirte, él había insistido y perdón por interrumpir la noche con ¿Tu Novio? —Las últimas palabras salieron de la boca de Ren Jun con algo de duda e hicieron que Jeno se mostrara confundido antes de reír. —
— Jeongin no es mi novio, somos amigos.
La mirada incrédula de los otros tres le hicieron rodar sus ojos mientras jugaba con uno de los anillos en sus manos.
— No es mi novio, de verdad. Esta ebrio y tiene una especie de... capricho conmigo. Yo también he bebido bastante hasta ahora. —Se encogió de hombros como excusándose.— Además está en una extraña relación con su guardia personal, Bang Chan.
— ¿Y te besa a ti estando con alguien más?
La voz de Mark sonó confundida e hizo que Jeno bufara y terminara por apoyarse en uno de los árboles del lugar.
— Ya lo dije, es complicado. Bang Chan es su guardia, su padre no lo aprueba evidentemente. La cosa se volvió peor cuando Innie se presentó, su padre quería enseñarle a su hijo su lugar como Omega e hizo que pasará su primer celo con un alfa que él creía apropiado para el trabajo. Jeongin terminó con otro encerrado durante su celo y eso hizo que ambos se distanciaran demasiado, evidentemente. Él suele buscarme para molestarle cuando está molesto con el otro. Quiere que Chan saque al "alfa" que lleva dentro por él.
— ¿Y por qué tú? Si son solo amigos no tendría porque...oh...
El rostro del canadiense pasó de estar confundido a mostrar que ya lo comprendía todo, aunque los otros dos aún estuvieran perdidos. RenJun y Jaemin se miraron confundidos mientras que Jeno parecía algo exasperado.
— Hola chicos, están viendo al alfa con quién paso Jeongin su primer celo aquí, frente a ustedes.
Dijo de forma un poco sarcástica, rodando sus ojos en el proceso. Los dos chicos abrieron sus bocas con algo de sorpresa pero ya habían entendido. La actitud de Jeno era algo extraña pero imaginaban que se debía a los efectos del alcohol en su sistema. Jaemin se preguntaba en su cabeza porque el padre del otro Omega habría querido que algo así sucediera.
— Y... ¿Dónde está él ahora? —Se atrevió a preguntar Jaemin. El pelinegro le miró con una sonrisa divertida.—
— Apuesto que en las habitaciones en el segundo piso junto a Bang Chan. Habré sido el primero pero claramente no soy el único.
Se rió levemente. Estuvieron hablando por unos minutos más hasta que decidieron volver adentro para divertirse y tratar de olvidar lo que había sucedido. Estuvieron bailando por lo que parecieron horas, riéndose y haciendo bailes tontos entre ellos que causaban risa. No estaban interesados en pegarse de forma indecorosa y bailar como si estuvieran teniendo sexo como las otras personas en la fiesta, ellos eran felices a su manera.
En un momento RenJun se había perdido para ir al baño y Mark le decía algo al oído a Jeno tratando de ser escuchado por sobre la música. El de piel más oscura había vuelto a aparecer, sonriéndole ampliamente a Jaemin mientras le ofrecía una lata de refresco.
— Ey Jaemin, traje algo para ti. Mira. — Le dijo casi en gritos para después mostrarle un par de mentas en su mano, el menor estaba confuso ante ello.— Anda, abre la boca. Las mentas son para ya sabes, por si llegas a tener suerte esta noche.
Quiso decir que no necesitaba eso, que sólo buscaba divertirse pero simplemente terminó por hacer lo que este le dijo. Si hubiera estado más atento hubiera notado el extraño movimiento de las manos del otro Omega. El moreno le metió tres pequeñas mentas a la boca y casi en el acto pudo sentir lo fresco de estas además del gusto de las mismas aunque luego una le supo de una manera extraña que no pudo definir. Vio como Haechan le sonreía aún más antes de guiñarle un ojo, decirle "diviértete" y desaparecer.
El omega siguió bailando sin preocuparse, tomando como rehén y compañero de baile a RenJun cuando había vuelto del baño. Con el paso de los minutos se estaba sintiendo más alegre, divertido, la música más fuerte pero le incrementaba las ganas de bailar e incluso las luces parecían brillar más que cuando había llegado. Había comenzado a reírse por cosas de las que no entendía y estaba en medio de un ataque cuando Jeno se acercó con un rostro muy serio, tomando su cara entre sus manos y observándole de manera atenta. Esos ojos tan intensos puestos sobre él y únicamente prestándole atención a él le encantaban.
Sintiéndose completamente desinhibido y alegre, se atrevió a cortar el espacio entre ellos plantándole un beso torpe a Jeno quien tan solo abrió sus ojos sorprendido. A lo lejos el alfa pudo ver a su mejor amigo riéndose de manera exagerada mientras le mostraba un pequeño sobre vacío, lo que le hizo entender todo.
Mataría a Haechan por haber drogado a Jaemin.