Estaba en mi cama tumbada leyendo mientras escuchaba musica, cuando mi móvil comenzó a vibrar y la pantalla se iluminó con una foto de Ana. Pasé el dedo por la pantalla para descolgar.
-¿Si?
-Kelly!! Te echo mucho de menos.- respondió con su alegría habitual.
- Yo tambien te echo mucho de menos, Ana.
-¿Estas ocupada ahora mismo? Es que Brent y yo íbamos a ir al lago, por si te apuntas.
-Claro. En 20 minutos estoy ahi.- mierda, Harry.- Ana, espera un momento, no cuelgues.
Abrí la puerta y me dirigí a la habitación del oji-verde. Llamé dos veces y una voz dijo que entrara. Cuando abrí, me lo encontré guardando algunas cosas en un cajón.
-Perdón, no quería molestar.- dije saliendo por la puerta.
-Tranquila, no molestas. Estaba terminando de ordenar todo.- guardo un par de calcetines en el cajón y lo cerro.- Ya esta. Dime.
Se giró para mirarme y se sentó en la cama.
-Mi primo Brent, una amiga y yo vamos a ir al lago de aquí al lado. ¿Quieres venir?
-Claro. Pero tengo un problema.- dijo levantándose y mirando alrededor.- creo que me he olvidado de traer un bañador.
- Tranquilo, puedo pedirle uno a mi primo.-
-Genial. Gracias.
-Ahora vuelvo.
Salí y cerré la puerta.
-Ana, ¿te importa si viene Harry con nosotros?
-Uuuh ya estas ligandote a Styles.
-Agg cállate. En 20 ahí.- No la dejé responder y colgué la llamada.
Me dirigí a la habitación de mi primo y llamé. Al ver que no contestaba nadie, abrí la puerta poco a poco y me encontré la habitación vacía, solo había una pila de ropa en una silla y camisetas en la cama. Fui hacia el mueble donde había cajones y abrí el primero para buscar un bañador, pero solo encontré ropa interior y una caja de condones. Cerré el cajón corriendo moviendo la cabeza, intentando eliminar esa imagen de mi cerebro. Abrí el segundo y encontré uno amarillo. Lo cojí y cerré el cajón. Salí de la habitación cerrando la puerta y me dirigí a la habitación de Harry. Me encontré a Harry donde lo habia dejado y, cuando me vió, se levantó de la cama y cojió el bañador.
-Creo que este te está bien.- Harry asintió con la cabeza.- Te espero abajo en 5 minutos.
-Vale.
Salí y Harry cerro la puerta. Fui a mi habitación para cambiarme. Abrí un cajón y cogí un bikini blanco con volantes en la parte de arriba, unos pantalones cortos vaqueros y una camiseta de tirantes color coral.
Cogí un bolso y metí dos toallas y protección solar. Cuando me puse mis converse blancas y cogí mi móvil, bajé para esperar a Harry.
Después de un par de minutos, vi a Harry bajar las escaleras con el bañador amarillo y una camiseta blanca con unas vans negras y unas Ray-ban tapando sus ojos. Le quedaba demasiado bien esa camiseta. No, Kelly, centrate. Es Harry Styles, el chico al que no soportas, no confundas sentimientos.
-Nos vamos abuela.- la di un beso en la mejilla y Harry me siguió hasta la puerta.
-Pasarlo bien.
-Hasta luego, Margaret.- se despidió Harry antes de cerrar la puerta.
Salimos y pasamos por el arco de madera de la entrada para dirigirnos al lago que quedaba a 10 minutos de aquí.
-Kelly.- saltó Harry de repente.- ¿Tu estudias o a qué te dedicas ahora?
-Tenia pensado ir a la universidad y estudiar derecho, pero por ahora enseño a niños a montar a caballo.
-Esta guay.- dijo Harry sonriendo.
-Si, supongo.- dije con un tono divertido.- ¿Y tú?
-Mi padre tiene muchos negocios y socios, y algún día heredaré el "imperio Styles"- dijo haciendo comillas con los dedos.- asique básicamente me dedico a aprender cómo controlar todo.
Yo asentí siguiendo mi camino. Cuando el embarcadero del lago quedó a nuetra vista, dos siluetas, una más alta que otra, se levantaron del suelo. La mas bajita corrió hacia mí y distinguí a Ana, seguida por Brent. Lo unico que vi fue una mata de pelo castaña ondulada antes de colisionar conmigo y que me estrujara cual cobra.
-¡KELLY! ¡OH DIOS TE HE ECHADO TANTO DE MENOS!- gritó dejandome medio sorda y sin aire.
-Yo... tambien... Ana... pero... no... puedo... respirar...-logré decir apenas.
Ella se separó con una sonrisa enorme en su cara. Me dio un beso en la mejilla, que devolví después, y se giro para mirar a Harry.
-Hola. Soy Ana, encantada.- dijo dándole la mano.
-Harry. Igualmente.- le respondió el gesto.
Se separaron justo cuando llego mi primo y me dió un abrazo.
-Que, ¿te gusto el accesorio que venía con el caballo?- dijo en mi oido.
-Claro.- sonreí con malicia.- casi tanto como la caja de condones de tu cajón.
La cara que puso mi primo fue para hacer una foto y guardarla durante mucho tiempo. Tenía los ojos como platos y no podía estar mas rojo. Yo reí satisfecha.
Después de recuperarse, o casi, se acercó a Harry y se dieron la mano.
-Brent.-dijo con un semblante serio.
-Harry. Encantado.
Mi primo le miró serio. Genial, ya empezamos. Mi primo siempre que tengo que tratar con algun chico le viene la vena sobreprotectora y vigila al chico de cerca. De lo que no se da cuenta, es que nunca pasará nada entre Harry y yo, asique solo está perdiendo el tiempo.