Capítulo 6

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Me desperté por culpa del gallo. Juro que algún día le pegaré un tiro. Lo juro.

Me estiré recorriendome esas sensación tan gratificante por el cuerpo y miré la hora. Las 9 de la mañana; hora perfecta para enseñar a un novato a montar a caballo. Esto iba a ser divertido.

Tenía pensado vengarme por lo del beso de ayer, asique espero que se despierte de buen humor.

Bajé de la cama y me puse las zapatillas. Entré al baño para ducharme y, tras secarme el pelo me enrollé una toalla en el pelo y otra en el cuerpo. Salí y abrí el armario para elegir la ropa.

Hoy hacía bastante calor, asique cogí unos vaqueros cortos desgastados de tiro alto con una camiseta roja de tirantes metida por dentro y mis botas. Me dejé el pelo suelto cayendo por mis hombros y me puse una bandana de cuadros negros y rojos, aunque más tarde seguramente la sustituiría por el sombrero.

Salí de la habitación y me dirigí a la de Harry. Al abrir la puerta me lo encontré echo un lío con las sábanas solo con unos pantalones de pijama cortos puestos. Se podían apreciar todos los tatuajes que tenía por el pecho y los brazos. Apostaría a que tiene más de 30. En otra persona me darían asco, pero en el quedaban bien, tal vez por causa de sus músculos definidos. Aunque le tenga asco hay que reconocer que es bastante sexy y seguramente si fuese otra chica estaría deseando irme a la cama con el. El problema era que no soy esa otra chica y eso nunca pasará.

Tenía pensado vengarme dándole los buenos días de una forma muy especial. Busqué sobre el escritorio una pluma de pavo real que siempre había en cada habitación y la cogí. Justo por el pasillo paso Buttercup, el gato de mi abuela y fui a por él. Era un gato bastante tranquilo y no se quejó cuando le cogí. Me puse al lado de Harry y con la pluma le hice cosquillas en la nariz. Él movió la mano y luego se rascó la nariz. Hice lo mismo y esta vez gruño y fué abriendo los ojos poco a poco, asique le coloqué a Buttercup en primer plano y Harry pegó un salto en la cama y abrió los ojos como platos del susto. No podía parar de reirme de su cara y Harry me envió una mirada amenazadora.

-¿A que mierda venía eso?- se quejó poniendose serio.

-Bienvenidos al programa "Venganza contra Harry". Ya hemos llevado a cabo la primera parte del show, espero que disfruten del resto.- dije con voz de presentadora.

Harry rió sarcástico y puso una sonrisa falsa.

-¿Es por el beso de ayer?- asentí.- pero si me lo diste tú.

Le pegué en el brazo y el se rió divertido.

-Fue tu culpa.

-Cierto, me declaro culpable de mi irresistibilidad.

Puse los ojos en blanco y me levanté de la cama.

-Así vas mal de demostrarme que has cambiado.

Su cara cambió a un aspecto serio y bajo la mirada. Yo bufé cansada.

-Vístete con algo cómodo para montar a caballo, el desayuno esta abajo. Te espero en las cuadras en 30 minutos.

Salí de la habitación y cerré la puerta antes de que pudiera replicar.

Cuando bajé las escaleras me encontré a mi primo y mi abuela desayunando. Buttercup estaba en un rincón comiendo, seguramente huyó durante nuestra pelea sarcástica.

-¿Qué eran esas risas de arriba?- dijo Brent con tono divertido.

-Le he enseñado a Harry una manera nueva de despertarse.- sonreí como si nunca hubiese roto un plato y mi primo rió.

-Tenías que haberlo grabado.

-Cierto, a la próxima será.

-Pobre chico.- dijo mi abuela- con lo educado que es.

-Eso será contigo abuela.- cogí una tostada y me bebí el café en tres tragos- desearme suerte.

Los dos rieron y salí hacia los establos. Cogí el equipo de entrenamiento de Thunder y lo coloqué en su puerta. Empecé a cepillar su pelo de capa castaña casi negra y las manchas blancas de sus patas. Cuando terminé con el pelo y los cascos vi a Harry entrar por la puerta con unos vaqueros una camisa de cuadros verde y azul con los tres primeros botones abiertos dejando ver su tatuaje de los pájaros, y unos botines negros. ¿Por qué me gustaba tanto como vestía?

-Aquí me tienes.- se colocó a mi lado.- ¿por dónde empiezo?

-Ahora solo observa y aprende. -Cogí la silla y la coloqué sobre el lomo- Tienes que colocarla sobre la cruz, la parte más cercana al cuello y aprietas la brida para que no se resvale la silla cuando subas.

-ok, entendido.

-Ahora hay que poner las riendas. Coges el bocado y lo presionas contra los dientes.-realicé las instrucciones mientras Harry observaba de cerca. Demasiado cerca, podía sentir su aliento en mi oreja y algo me decía que lo estaba haciendo a posta.- Y pasas esto por las orejas... oye ¿puedes dejar de hacer eso?

Me di la vuelta y nos quedamos a escasos centímetros de distancia. Nuestros alientos chocaban entre sí y sus ojos miraban mis labios.

-¿el qué?- susurró

-eso.- logré decir sin parecer nerviosa. Puse las manos sobre su pecho y le alejé de mí.- Si-sigamos.

Harry sonreia, se había dado cuenta de lo nerviosa que me había puesto por su culpa y le parecía divertido. Resoplé y terminé de poner las riendas. Las cogí y salí con Thunder y Harry detrás.

Llegamos a la pista de arena que había al lado del prado con algunas vallas de salto y me coloqué en el centro. Harry se colocó a mi lado.

-Valé, para montar hay que regular los estribos. Un truco para saber que estan bien de altura es que midan la misma distancia que hay desde la punta de los dedos hasta el hombró.- lo realicé y me puse en el lado izquierdo del caballo.

Me subí despacio para que después Harry pudiese copiarme y luego desmonté.

-Te toca.

-¿Y-ya? No se...

-Venga, seguro que lo haces bien. Solo se necesita un pequeño impulso y ya estas encima.

-Vale...

Le ayudé a regular los estribos y copió las acciones que yo misma llevé a cabo unos minutos atrás. Le ayudé a bajar y cuando estuvo en el suelo quedé pegada a él. Empezó a mirar mis labios y a acercarse poco a poco. Su aliento chocaba contra mi cara y empezó a girar su cara para encajar sus labios con los mios.

No, otra vez no.

Westner [H.S] (pausada)Where stories live. Discover now