Multimedia de Hyunsik
- ¿Donde estoy?
Intentando salir del incómodo ambiente que se había creado una vez que el joven sobre la cama despertó, Jimin alejó las manos de su primo y se levantó del piso de su habitación. El joven de ojos azules los observaba a ambos con desconfianza, pero cuando Jimin se acercó hasta él su atención solamente se centró en su persona.
Jimin era un joven poco discreto aveces pero astuto en su forma de hablar cuando se dirigía a alguien que lo observaba con malos ojos, crecer sin una madre le quito un poco de dulzura y los pocos años que su padre estuvo con vida le enseñó a manejar las cosas con astucia. Después de todo vivir en un reino de Dragones no significa que no hubieran personas codiciosas o embusteras, cuando el humilde se confía el malvado ataca.
- Reino de dragones, un gracias no estaría de más. - Jimin sonrió burlón a su joven invitado. - Después de todo he salvado tu vida.
- Yo no pedí tu ayuda.. - El rostro del joven solamente mostraba una fría indiferencia.
- Eres un mocoso... - Una pizca de enojo brillo en los ojos de Jimin, una mano se posó sobre su hombro.
- Jimin.. - Hyunsik negó lentamente. Los ojos de Jungkook ahora estaban fijos en los verdes de su primo. - Dinos tu nombre joven.
- ¿Por que debería hacerlo? Es acaso que ustedes ya hicieron lo mismo. - Ambos primos se dieron cuenta que Jungkook estaba a la defensiva, no era algo raro ya que cualquiera de estar en su lugar podría entrar en pánico pero él solamente mostraba un rostro frío. - Los dragones se jactan de respeto cuando es lo contrario.
- Mira pequeño mocoso baja de tu nube o te mostraré como un dragón te mostrará que es respetar. - Jimin gruñó, cuando lo encontró le pareció un ser lindo pero ahora solo deseaba regresarlo.
- La barbaridad es un problema de su especie.. - Jungkook en ningún momento dejaba la indiferencia de lado asiendo a Jimin enojarse.
- ¡Eres un!
- ¡Jiminie! - Llamo su primo a lo que Jimin solamente bufó.
- No me llames así.. - Jiminie era la forma cariñosa en la que su mayor lo llamaba y para Jimin fue algo vergonzoso sin duda alguna.
- Debes controlarlo. - Su primo se refería a su temperamento de dragón, la realidad era que Jungkook no estaba muy lejos al decirles bárbaros pues el dragón era un ser lleno de vigor y energía por lo que la parte humana siempre debía medirse. Pero de cualquier forma no era apropiado retar tanto un dragón y lo que el joven hacia podía ser un acto propio de alguien fuerte para enfrentar a un dragón o demasiado tonto. - Mi error joven, mi nombre es Park Hyunsik y él es mi primo Park Jimin. Ahora que sabe nuestros nombres podría decir el suyo.
Jimin debía admitir que su primo era un hombre único en las palabras, tenía una excepcional paciencia que Jimin posiblemente ni en su vejez tendría. Los ojos azules del joven parecían meditar por un momento su siguiente pasó, lastima que Jimin no fuera alguien de esperar.
- ¿Tienes nombre cierto? Porque si es así podría darte alguno. - Jimin sonrió burlón cuando vio al joven fruncir su ceño, claro que Jimin sabía de antemano el dato sobre su nombre pero quería molestar un poco a su invitado. - Tienes cara de Cláudio o quizás sea Lucho.
- Mi nombre es Jungkook. - Él joven hizo una mueca ante los nombres dichos por el dragón.
- Joven Jungkook se podría saber que sucedió para que mi primo lo trajese hasta nuestro Reino. - Pregunto amablemente Hyunsik a Jungkook, Jimin por su parte trato de poner más atención ya que era algo que a él le interesaba saber.
- No es de su incumbencia. - Ante las palabras de Jungkook Jimin bufó y camino hasta su cama, ya allí levantó una parte de su túnica con elegancia y se sentó cerca de donde descansaban los pies de Jungkook mientras este último lo observó con desconfianza. - Aléjate dragón..
- No quiero. - Jimin no era alguien que le gustaba molestar a los demás, hasta su primo observaba extraño al dragón menor pues el era educado pero al parecer había algo en el niño que hacía a Jimin enojar. - Es mi cama después de todo, si así lo deseó podría dormir junto a ti.
- ¡Que descaro! - Por fin Jungkook alzó un poco su voz con enojó. - Dragón sinvergüenza.
- Tan poco te alteres así, lo siento pero no me gustan los hombres. - Jimin se hizo el ofendido.
Hyunsik observaba todo con una mueca ¿Jimin heterosexual? Ni en esta ni en sus próximas vidas. Si bien su primo nunca había tenido una relación estaba más que claro que su preferencia no eran las mujeres, posiblemente era de familia la homosexualidad o mejor dicho la generación de ambos, por que la manzana no cae lejos del árbol tanto Jimin como él carecían de interés en las bellas mujeres del Reino y de otros. Viendo que ambos jóvenes se miraban uno con enojó y el otro con burla prefirió intervenir de una vez.
- Joven Jungkook se lo pediré por última vez, necesitamos la información sobre su situación. - Esta vez Hyunsik dejo de lado su amabilidad y miraba casi amenazante al joven.
- ¿Qué sucede? - Pregunto Jimin ante el cambio de su mayor, esta vez tomó seriamente el asunto.
- ¿Enserio creías que nadie se daría cuenta que ingresaste con alguien al palacio? - Hyunsik bajo su tono a uno más amable, Jimin comenzó entender la visita tan rápida de su primo.
- ¿Cómo es posible que estén tan pendientes de mí? - Jimin gruñó bajó, observo nuevamente a su invitado para encontrar los ojos azules de este fijos en su persona. - ¿Soy lindo?
- Me iré en este mismo instante.. - Jungkook rodó sus ojos y levantó sus manos atadas en señal para que Jimin quitara la cinta mágica. - No tendrán ningún problema.
- Los problemas ya están aquí así que.. - Jimin empujó a Jungkook haciéndolo recostarse nuevamente, este abrió sus ojos sorprendido por el movimiento del dragón. - Quédate aquí.
- ¡No pueden retenerme en este lugar! - Jungkook casi grito enfurecido. Jimin río mientras que Hyunsik suspiró y llevo sus dedos hasta su frente.
- Me temo que eso no será posible, El Consejo sabe de tu existencia así que Jimin debe ir a hablar por tí. - Jungkook observo sin lograr creer al dragón mayor de la habitación, luego su mirada fue a parar al par de ojos de color singular de la persona frente a él. - No tienes que estar preocupado.
- No lo estoy. - Tanto Jimin y Jungkook seguían observándose fijamente. - Debes desatarme. Puedo salir de aquí sin ningún problema.
- Lo dudo, tu cuerpo está aún sin energía me temo que no lograrías salir sin abrir más tus heridas. - Jimin rompió el contacto visual y se dirigió hasta su primo. - Cuídalo y no dejes que se escape.
- Si vez a Taehyung mantenlo alejado, no es aún el momento que conozca a tu invitado. - Jimin asintió y volvió su mirada hasta el niño en su cama, simplemente no sabía que sucedía con su dragón. Sentía que no debía dejar ir a Jungkook, algo en ese niño hacia a su dragón sentirse inquieto desde el momento que lo encontró durante la tormenta.
- No te preocupes no dejaré que nada malo suceda. - Dijo Jimin a Jungkook sin ningún tono burlón, solo fue una simple promesa.
Jungkook no respondió solo lo observo con sus ojos azules como si deseará saltar sobre el y posiblemente estrangularlo, después de un rato viéndose el niño bufó ante la sonrisa brillante en el rostro de Jimin.
- Regresaré lo más rápido posible.
Jimin se levantó y salió de su habitación, el Consejo no había sido un problema tan grande en su vida. Lo cuidaron y protegieron durante el ataque a su reino en el que murió su padre, siendo el único problema la forma estricta en la que querían hacer a Jimin cambiar, un alma libre seguirá siendo libre hasta el día de su muerte pero no lograban entenderlo.
Los pasillos del palacio no eran muy concurridos, era extraño que alguien más que las personas del Consejo y algunos sirvientes deambularan por ellos. Jimin sabía que debía haber algo más por lo que necesitaran de su presencia, aunque el asunto de Jungkook era también importante pero él podría hacerse cargo por si solo.
Las decoraciones en los pasillos eran sumamente delicados, la tormenta en el exterior parecía haberse calmado un poco apenas se podían ver algunas siluetas en el exterior. Los candelabros tenían la luz subiéndose para guiar el camino gracias a las velas en ellos, Jimin podía decir que su palacio era el más hermoso que los castillos y palacios de otros reyes.
El camino desde su habitación hasta el salón donde el Consejo se reunía para sus reuniones no estaba demasiado lejos, el paso apresurado de Jimin hacía mover su túnica amarilla junto a las cintas rojas a sus costados. Su cabello aún seguía algo húmedo por su reciente baño pero aún así Jimin se miraba majestuoso para cualquiera que lo observara, su semblante no era sonriente en ese instante siendo un rostro serio el que completaba su porte elegante.
Cuando por fin logró llegar hasta su objetivo fue recibido por dos guardias que resguardan las puertas de la sala.
- Su Majestad. - Ambos hicieron una reverencia al príncipe dragón cuando esté se acercaba y de inmediato abrieron las puertas.
Una vez dentro del salón encontró a los 12 ancianos que formaban parte del Consejo que una vez le sirvió su padre.
Jimin camino hasta sentarse en el trono bajo dos estatuas que representan a sus dos antepasados más importantes, varías estatuas más estaban alrededor del gran salon pero estas eran las más grandes y con mayor significado. El trono solamente podía ser utilizado por él, un sucesor directo del linaje de sangre Park mientras que el Consejo tenía sus propios asientos frente al tronó.
- Sea bienvenido devuelta al palacio su Alteza. - El más viejo e importante de los ancianos dio las palabras de bienvenida, Jimin como todo príncipe inclinó su cabeza en respeto.
- Me he enterado gracias a mi primo que el Consejo pedía mi presencia, podemos comenzar ahora. - Jimin habló fuerte y claro dejando saber que deseaba terminar rápido.
- Su Alteza volvió a salir de Palacio, sus viajes no son un problema para el Consejo pero tememos que el invitado sea un peligro. - Otro anciano habló esta vez, Jimin comprendía su preocupación.
- No hay por que preocuparse, es tan solo una amistad del príncipe que no causará ningún problema. - Dijo Jimin para tranquilizar un poco a los ancianos, después de todo no dejaría que alguien más se acercará a su invitado sabiendo lo gruñón que era como se podía apreciar. - El primo Hyunsik y yo nos haremos cargo del joven.
Los ancianos comenzaron a conversar entre ellos cosa que hizo que Jimin sonrisa incómodo, tenía 23 años pero aún así parecía que lo tomaban como un crío que necesitará su permiso. Jimin sería dentro de poco coronado como el nuevo soberano del Reino gema y junto a él estarían Taehyung y Hyunsik como sus más confiables consejeros.
- Entendemos y confiamos en las palabras del príncipe. Pero podría decirnos el motivo de este invitado en el Reino Gema.
Jimin se dio cuenta que no dejarían ir el tema tan fácil y como no había esperado a que Hyunsik lograra hacer que Jungkook hablará no tenia otra opción más que improvisar.
- El joven es un amigo, es de una familia de buen ver. - Los ancianos asintieron y continuaron esperando más información. Jimin continuó. - Además es un muy posible pretendiente digno para mi mano, así que pueden estar tranquilos.
Al escuchar la palabra "pretendiente" los ancianos parecieron más complacidos, la unión de su príncipe con otro hombre o una mujer de buena familia solo traería más riquezas y oportunidades para el Reino.
- Si es así, esperamos conocer pronto a su joven amigo su Majestad. - La felicidad se podía notar a leguas cosa que disgustó a Jimin más no lo expresó y mantuvo una sonrisa amable en su rostro.
- ¿Hay algo más para la que mi presencia sea necesaria? - Pregunto Jimin, deseaba salir lo más pronto posible de ese lugar. El Consejo había servido de casamenteros desde que cumplió sus 18 años de edad, desde entonces habían varios dragones que fueron invitados al Palacio.
Por suerte para Jimin, Taehyung y Hyunsik eran quienes lo ayudarían a espantar a cualquier pretendiente.
- También deseábamos informar al joven príncipe que pronto se celebrará el torneo lunar de cada año, esta vez habrán invitados de otros reinos. - Le informo una anciana, esta noticia le gustó en particular a Jimin sabiendo que el era un maestro en estos torneos casi siempre siendo el ganador.
- ¡Esa es una muy buena noticia! - Jimin aplaudió un poco eufórico, eso podría desestresar un poco a su dragón. - ¿Supongo que las invitaciones ya han sido enviadas?
- ¡Así es su Majestad! Este año habrán dragones de alto nivel y esperamos agradarlo con ellos. - El anciano que le dio la bienvenida volvió a hablar. Algo le pareció extraño a Jimin quizás un mal presentimiento pero lo dejo de lado.
- Entonces que así sea, el Reino Gema estará complacido de albergar durante sus fiestas a los nuevos dragones. - Jimin trataba de moderar su alegría por el asunto. Sonriendo volvió a hablar. - El torneo será recordado por muchas épocas.
- Si su Majestad y ya que su amigo se encuentra en el Reino posiblemente le interesé participar.
Allí Jimin se dio cuenta de lo que sucedía, al parecer el Consejo pensaba que Jungkook era un dragón de igual forma no podría corregirlos al darse cuenta que ni el mismo lo sabía. El torneo era específicamente solo para dragones debido a lugar donde se llevaba acabó, manteniendo las apariencias Jimin sonrió y asintió.
- Creo que entonces no hay nada más de que hablar. - Una vez que los ancianos asintieron Jimin se levantó de su trono, su túnica amarilla se movió y los ancianos hicieron una reverencia cuando el príncipe comenzo a caminar hasta la salida.
Casi llegando a su habitación encontró a algunos sirvientes, recordando durante su viaje fuera de su territorio sentía la necesidad de comer mando a que llevaran dos platos de comida para el y su invitado hasta su habitación.
Ya era de noche por lo que era tiempo de la cena, sin la necesidad de tocar entró de nuevo a su recámara. Allí se encontraba Jungkook y Hyunsik haciendo lo que parecía una charla, su primo se despidió de Jungkook y se acercó hasta Jimin.
- No hagas nada imprudente. - Amenazó el mayor, Jimin solo asintió inocentemente. Los ojos verdes lo observaron por un rato. - Mañana hablaremos tu y yo, hay algo aquí que me parece sumamente extraño.
- Dímelo a mi... - Jimin le dedicó una sonrisa a Hyunsik.
- No hagas tonterías Jimin lo digo enserio, si necesitas algo búscame de inmediato. - Terminando de decir esto último Hyunsik salió de la habitación del príncipe, ahora los únicos eran Jimin y Jungkook.
- Quiero irme.. - Fue lo primero que le dijo Jungkook, Jimin sonrió negando y se acercó hasta su cama. - Pagaré mi deuda contigo una vez que regrese a mi hogar.
- No hay ninguna deuda. - Jimin negó inmediatamente, Jungkook era sin duda un niño completamente serio. - Dime ¿Que hacías malherido en medio de la nada?
- No es su asunto.
- Claro que lo es, después de todo estas en mi cama. - Jungkook negó mientras los dedos de sus manos se encogieron. - Deberías estar agradecido y darme algo a cambio.
- No tientes la suerte dragón.. - Jungkook entrecerro sus ojos
- Primero debemos cenar, si tanto deseas marcharte primero recupera tus fuerzas. - Le informo Jimin.
Los toques en la puerta de la habitación hizo a Jimin saber que por fin podrían probar alimento y al igual sería una forma de molestar más de Jungkook.
- Ya que no puedo darme el lujo de soltar tus manos... Te daré de comer. - Jimin sonrió perversamente observando el rostro de Jungkook volverse más pálido de lo normal.
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Muchas gracias por leer esta historia, este capítulo es más corto de los que normalmente hago.
Hyunsik: Dragón diamente verde.
Nos vemos en el próximo capítulo 💙💜💗
Jungkook
Dulces 😂😆