La cita - Jori

By Luna_22_96

539K 39.4K 16K

En un día común y corriente en hollywood arts, un grupo en especial se preparaba para una clase con él maestr... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítuo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40

Capítulo 32

12.3K 816 412
By Luna_22_96

Tori Vega estaba parada en mi puerta, usando una camiseta que decía "I'm sorry" mientras sostenía una caja de chocolates amargos por lo que podía ver. 

- ¿Qué significa esto? - Pregunté pues ella no había dicho nada aún. 

- Bueno, llevo intentándolo todo este tiempo, pero te seguías negando a escucharme así que... - Alzó los hombros. 

- ¿Y los chocolates son para mí? - Pregunté sorprendida, tal vez fuera obvio, pero yo lo dudaba pues nadie había hecho algo así por mí antes. 

- Claro que si - Respondió ella con una sonrisa, extendiendo la caja hacia mí. 

La tomé aún sin saber cómo sentirme al respecto. Estaba entre conmovida y muerta de amor por esta chica. 

- ¿Cómo sabías que el chocolate amargo es mi favorito? - 

- Bueno... Confieso que me arriesgué con eso, simplemente lo intuí esperando no equivocarme - 

¿Se puede ser más adorable? 

- Qué más  le puede gustar a una amargada como yo ¿No? - Bromeé. 

- Algo así... - Dijo ella con una media sonrisa - ¿Puedo pasar entonces? - 

 - No - Respondí cerrando la puerta en su cara. 

Esperé cinco segundos antes de abrirla. 

- Era broma, entra - Dije con una sonrisa divertida, su expresión era de confusión total en el momento en el que volví a abrir la puerta y eso me causó mucha gracia. 

- Eres una idiota - Afirmó sin saber si reír o molestarse. 

- ¿Lo soy? - Llevé mi manó a mi pecho con aire preocupado. 

- Si - Afirmó con seguridad - Pero supongo que ambas lo somos... - Dijo entrando por fin. 

Dio un vistazo al lugar, como buscando ganar tiempo y organizar sus ideas, o tal vez simplemente no sabía que decir, a lo mejor ni siquiera esperaba que yo le abriera la puerta. 

Se acercó a Darkie y, como era de esperarse, el torpe corrió a ella con mucho interés. Mentiría si dijera que yo no estaba muriendo de ganas por hacer lo mismo. 

- Hola precioso - Dijo con voz mimada - ¿Cómo te trata esta horrible mujer? - 

- Oye - Me quejé - ¿No estabas aquí para pedir disculpas? Porque eso no ayuda mucho - Señalé.  

Ella suspiró y luego me miró, incorporándose de nuevo para caminar hacia mí. 

Lo siento Darkie... Es mía. Consigue la tuya. 

- Supongo que tienes razón - Rodeó el sofá y se sentó haciendo un gesto para que la imitara - Créeme, estas conversaciones nunca duran poco - 

Asentí y la acompañé, dejando un espacio entre nosotras que, deseaba,  desapareciera pronto. 

- Pues... te escucho - 

- Se que cometí un error al no decirte nada, pero me duele la forma en la que me has estado tratando - Desvió la mirada - Y no creo ser la única que deba disculparse - 

Genial, viene a pedirme una disculpa y la que terminará disculpándose seré yo. 

Bueno, tampoco puedo ser tan ruda. Ella vino hasta aquí con chocolates y una camiseta para la ocasión, después de lo increíblemente cortante que me he portado. 

- Entiendo, lamento haberme portado así, pero tienes que entender que necesitaba espacio para asimilar todo - Respondí - No estoy acostumbrada a que los sentimientos  me importen, ni siquiera cuando peleaba con Beck le daba tanta importancia como ahora - 

Ella asintió suspirando. 

Yo no estaba segura si debía mencionar a Beck, resultaba extraño pues era un tema delicado para ambas, de diferente manera, pero delicado al fin. 

- Discúlpame por ser tan idiota y dejar que él me besara y aún peor... Discúlpame por haberlo ocultado - Aún era difícil escuchar tal cosa. - Cada minuto que pasaba era más complicado para mí encontrar cómo decírtelo sin que enloquecieras - 

- Cada minuto que dejabas pasar fue peor - Comenté - Debiste decírmelo... - 

- No supe cómo - Miró al suelo. 

- Que tal... Hola Jade, tengo algo que contarte, Beck me besó - Comenzaba alterarme. 

- Ah si - Respondió ella con sarcasmo - Y de seguro lo habrías tomado con toda la calma del mundo... - Creo que también comenzaba a alterarse. - No era tan sencillo Jade - 

- ¿Ahora es mi culpa? - Me reí con incredulidad y molestia. 

- ¡Sólo digo que sé cómo te pones! - Me acusó. 

- ¡Y yo sólo espero que no me mientan! - Dije frustrada - Confianza, Tori... ¡Por Dios! - 

- No seas tan injusta... - 

- ¡Y tú no seas tan... - 

- ¿¡Tan qué!? - Me interrumpió 

- ¡No sé! - Dije enfadada porque ya no encontraba una palabra para ella. 

Un silencio incómodo se adueñó del lugar por un par de minutos. Esto no estaba cerca de mejorar. 

- A ver Tori... - Masajeé mi frente en un intento de relajarme - Sólo cuéntame qué fue lo que pasó - Ella suspiró y yo traté de bajar la guardia mirándola con un semblante más relajado. 

- La primera noche que estuvimos en casa de mi abuela... - Comenzó a relatar - Luego de despedirnos para ir a dormir ¿Recuerdas? - Asentí. 

Un beso en la mejilla. Lo recuerdo bien. 

- Bueno, cuando entré en mi habitación, Beck estaba ahí - 

Psicópata. 

- Tenía el pretexto de disculparse por lo que había pasado con el balón. Le dije que lo olvidara, pero era obvio que algo más le pasaba... Tú sabes que no puedo quedarme tranquila cuando veo a mis amigos afligidos - Negó, sabiendo que ese había sido su error. 

- Vaya amigo... - Rodé los ojos. 

- Discutimos un poco respecto a... - Se detuvo insegura. 

- ¿Respecto a qué? - Pregunté extrañada y ella guardó silencio  - ¿En serio Tori? ¿Más secretos? - 

- Creo que debí empezar por lo otro... - Negó. 

- No se como harás, pero ahora mismo quiero que desenredes todo este misterio Vega, no me importa si nos toma toda la tarde - 

- Ok, pero primero... - Se acercó con decisión y puso su mano en mi rodilla mientras me miraba directo a los ojos - Te lo contaré todo Jade, pero tienes que prometerme que vas a escuchar hasta el final antes de pensar en matar a alguien - 

Su mirada y la mano en mi rodilla eran como una especie de kriptonita, esa chica podía hacer lo que quisiera conmigo y yo estaba totalmente indefensa ante su control. Lo supe por que en lugar de quejarme, simplemente acepté. 

- Lo prometo - Asentí.

- De acuerdo - Asintió ella. 

Y la escuché durante media hora sin parar, relatando desde lo que habló con el idiota de Beck en la camioneta, hasta el momento que yo presencié y por el cuál las cosas estaban como estaban. 

Media hora tuve que aguantar las ganas de soltar el veneno que me producía saber que el idiota nos había visto besarnos por primera vez y eso sólo aumento su deseo de competir por Tori. 

Ahora me quedaba más claro que nunca; él no estaba enamorado de Tori, él muy egocéntrico estaba herido por haber perdido contra mí. Pero confundía el capricho con amor. 

¿Cuándo aprenderá?

 De hecho, las mejores lecciones se aprenden del sufrimiento y, solo espero que un día de estos no llegue alguien a darle una verdadera lección. 

A quien engaño... En el fondo encuentro cierto placer en pensar que alguien le enseñe lo que es estar enamorado de verdad y no poder tenerle. 

- Y eso es todo lo que pasó... Te prometo que todo fue un raro y complicado mal entendido - Me dijo mirándome con sus bonitos ojos chocolate. 

Estaba molesta, si. 

Tenía ganas de asesinar a Beck, si. 

Pero besar a mi novia después de prácticamente dos días, definitivamente le ganaba a las otras dos opciones. Aunque antes debía descargar la frustración que había acumulado mientras ella hablaba. 

- Ok... Solo dame un segundo ¿Quieres? - Me levanté del sofá y caminé hasta la puerta de vidrio que daba al patio. 

La abrí, salí, cerré la puerta. 

Tomé una de las sillas de madera que a veces usaba para sentarme a beber café y con un grito la impacté en la pared. 

Bastante liberador y terapéutico. 

Regresé al sofá, donde Tori me esperaba con una expresión tranquila. 

- Bien, ahora a lo que iba... - Tomé su rostro y la acerqué a mí. 

Ella correspondió mi beso suave y de pronto parecía que los últimos dos días no habían pasado. Habían dejado de importar. 

Si que es extraño el amor. 

- Y esto lo interpreto como... - Dijo ella cuando nos separamos. 

- ¿Un beso de reconciliación? - Alcé los hombros. 

- ¿Cuál es el truco? - Preguntó extrañada. 

- ¿De qué hablas? - 

- Me estás diciendo que todo está bien ¿Así nada más? - Preguntó - ¿No hay sangre, ni violencia, ni armas punzo cortantes?  - 

- Pues... Hay una silla destruida - Señalé en dirección al patio. - Pero podría utilizar mi demás energía para algunas cosas más interesantes - Ella alzó una ceja y con una sonrisa se volvió a acercar. 

Y así pasamos un rato, entre besos tiernos y no tan tiernos, hasta que caímos del sofá. 

- ¿Por qué siempre nos pasa esto? - Dijo ella riendo sobre mí. 

- Eres torpe - Respondí yo con la espalda un tanto adolorida. 

- ¡No soy torpe! -  Reclamó incorporándose - Tú eres muy ruda - 

- ¿Y eso te molesta? - Pregunté volviendo a sentarme mientras estiraba mis adoloridos músculos. 

- En absoluto - Negó con una sonrisa. 

- Interesante - Sonreí mirándola, por alguna razón era suficiente para mí lo que teníamos hasta entonces. 

Es decir, por supuesto que provocaba sentimientos extraños e impulsivos dentro de mí. Por ejemplo estaba el hecho de que me encantaría arrancarle la camiseta y esas cosas, pero no era lo más importante en estos momentos. 

De hecho, aún sentía que teníamos que finalizar la charla. Los besos sólo habían sido una pausa que necesitaba para llenar mi extraña necesidad de ella. 

- También hay algo que tengo que contarte... - Le dije e inmediatamente vi un reflejo de preocupación en su mirada. - Supongo que la razón por la que no me levanto en este momento a buscar al idiota de Beck y cortarle esa melena sedosa que tiene es que... hablé con él hoy - 

- ¿Qué? - Preguntó sorprendida. 

- Si bueno... Eso es sólo el final de toda la historia - 

Y esta vez fui yo la que habló, aunque realmente era mucho más corto y, a pesar de saber que la historia le correspondía a Valery, confiaba en que Tori no lo comentaría. 

- Sabía que algo raro estaba pasando con él - Dijo Tori cuando terminé de contarle todo. - Con ambos, era obvio - 

- Si, supongo... - Tomé su mano como reflejo - Pero está advertido, debe pensarlo dos veces antes de seguir haciendo tonterías - 

- No creo que... Sea tan simple - Dijo ella mirando cómo jugaba con sus dedos. 

- ¿A qué te refieres? - 

- Beck ya no sabe qué hacer y Valery... Debe estar sufriendo, aunque intente disimularlo - 

- ¿Lo justificas? - 

- No... Sólo intento entenderlo -  

- Claro... Siempre tan buena persona, no puedes pensar mal de otros - Negué. 

- Es sólo que siento que cada quien toma decisiones según lo que ellos creen que esta bien y, se equivocan... Todos lo hacemos, y sufrimos y hacemos sufrir a otros - Dijo ella sujetando mi mano entre las suyas. - Es suficiente castigo, no necesitas que los demás te juzguen duramente- 

- Yo creo que es un precio justo - Respondí sin expresión. 

- No te molestes - Dijo ella con un ligero gesto de berrinche. 

- No, creo que es lindo lo que piensas - Sonrió - Y ñoño... - Me golpeó con un cojín - Vives en una burbuja de amor y paz... Lo cual es muy aburrido, pero es tuyo y no voy a permitir que otros lo destruyan, por eso yo me encargaré del trabajo sucio diciendo a todo el mundo sus verdades y tú te encargarás de mantenerme en los límites - Ella rió. 

- ¿Cómo un equipo? - Preguntó divertida. 

- Equipo Vest.  Vega y West - Expliqué - Como "Best" pero con "V"... Soy una genio -

- ¿The Vest team? - 

- Exacto - Apoyé la idea con un pequeño beso. 

- ¿Y no te parece que si me proteges de todo me volverás inútil y dependiente? - Preguntó cuando nos apartamos. 

- Bueno, por lo de inútil  no me culpes a mí - Me golpeó de nuevo, más fuerte - Es broma, pero no. No me parece - Negué - Dije que nos complementaremos - 

- ¿Cómo puedes ser tan idiota y tan cursi en una sola línea? - Preguntó ella con diversión. 

- ¿Cursi? - Pregunté con asco - No uses esa palabra para describirme jamás, Vega - 

- Por supuesto - Rió  - ¿Te puedo preguntar algo? - 

- Ya lo estás haciendo - Me miró con obviedad - Pregunta - Rodé los ojos. 

- ¿Desde cuando te gusto? - Su pregunta me causaba conflicto. No se muy bien cuál fue mi expresión, pero ella pareció dudar de haberlo preguntado - No pongas esa cara, quiero decir que... ¿Cuando te diste cuenta que sentías algo por mí? - 

- Siempre sentí cosas por ti - 

- ¿De verdad? - Preguntó con tono adorable. 

- Claro, odio por ejemplo - Esta vez me cubrí antes de recibir el golpe -Te voy a quitar ese cojín si sigues con eso - 

- Hablo en serio, bruja insensible - Se quejó. 

Me encantaba el detalle de no ser la típica pareja llena de apodos empalagosos. 

- No lo sé, Vega - Respondí después de meditarlo un poco - Supongo que no hubo un momento exacto, tal vez mi odio no era odio después de todo - 

- O me odiabas por ser tan atractiva - Dijo ella levantando una ceja. 

- Tampoco te creas tanto - rió - ¿A qué viene todo esto? - 

- Beck lo sabía desde antes ¿No es cierto? - Ladeó la cabeza. - Es decir, antes de que nos viera besarnos - 

- Beck no sabe un carajo de nada - Respondí despectiva. - Cree saber las cosas, pero está inseguro. A puesto a que se vuelve loco tratando de descifrar si tu y yo estamos o no juntas - 

-  ¿Entonces por qué parecían perros peleando por un hueso aquella vez en mi casa? - Preguntó. 

- Vaya... Eres más perceptiva de lo que esperaba - Me burlé para ocultar que me apenaba el hecho de haber sido tan obvia. 

- No era difícil de imaginar cuando a penas se veían y comenzaban a pelear, en especial cuando yo estaba en el panorama - 

- Si, bueno... Esa es otra historia que no te he contado - Respondí. 

- ¡Lo ves! - Se quejó - Después de todo no soy la única que ocultaba las cosas - 

- Tampoco compares, yo no besé a nadie - Reproché. 

- Ya entendí... - Dijo aparentemente cansada del tema - Sólo cuéntame - 

Pasamos otro rato hablando acerca de lo que Beck me había dicho la primera vez respecto a ella, cuando me enteré de que yo hablaba dormida y quería morirme o asesinar a todos con solo pensar que decía "amar" a Tori. 

Desde luego, ella se burló de mí y su ego se engrandeció con tal historia, pero ya no importaba. Hacía tiempo que, para mi desgracia, había aceptado que no había nada que hacer respecto a mis sentimientos por la chica que juraba odiar. 

- Y creo que esas fueron las únicas veces que hablamos de ti... O que hablamos en realidad - Comenté - Como dije, nunca acepté nada en frente suyo, pero tiene la idea de que me gustas mucho - sonrió - Está en lo correcto, pero siempre cabrá la duda en él y, por mí... que muera de incertidumbre - 

- Esa historia es oro - Dijo ella con una sonrisa triunfante. 

  - Lo que digas - Rodé los ojos - ¿Algo más que discutir? - Pregunté, la verdad es que comenzaba a darme hambre y quería asegurarme de haber dejado las cosas totalmente en paz antes de continuar.  

- No, creo que es todo - Negó acomodando su cabello de lado, no sé por qué ese gesto era importante, pero no pude ignorarlo - ¿Y tú? - 

- Sólo quiero agregar que fue todo un detalle el que vinieras aquí y... La camiseta, los chocolates - Señalé - Fue lindo - Me limité a decir antes de que se me saliera todo un discurso conmovedor de "como nadie había hecho algo así por mí". 

- Una mujer muy sabía me dijo "Una disculpa y sus chocolates favoritos siempre funcionan" - 

- ¿Mujer sabia? - Pregunté intrigada - Es obvio que Trina no fue - 

- Por supuesto que no - Rió - Fue mi abuela, de hecho - 

- Nunca terminaré de creer lo que pasó cuando nos despedimos de ella - Dije recordando - Que vergüenza - Me cubrí la cara. 

- ¿Que lo supiera todo el tiempo? - Preguntó ella. 

- No, que sepan que ando contigo... - Respondí en broma. 

Esta vez me tiró del sofá. 

- ¡Salvaje! - Me quejé incorporándome. - Hey... Es broma - Me acerqué, parecía molesta de verdad. - Tori... - Tomé sus mejillas para que me mirara, pero me evitaba. - ¿Te molestaste de verdad? Mírame... -  Me miró por una fracción de segundo,  pero volvió a apartar la vista. 

Genial. 

¿Cómo se contenta a una Tori enfadada?   

Le di un beso rápido, pero no funcionó. 

Tampoco funcionaron los otros cuatro, ni mis constantes "Tori... Ya, era broma" 

- Bueno... Pensaba pedir una pizza, pero creo que tampoco estarás de humor para eso - Dije soltando sus mejillas, casi rendida. 

Por fin me volteó a ver con la mirada iluminada. 

- ¡Si quiero! - Dijo con emoción. 

- No estabas molesta - Ella negó divertida - ¡Me estabas molestando a mí! - Rió asintiendo. - ¡Eres una idiota! - Esta vez yo le lancé el cojín. 

- Y tú eres adorable intentando arreglarlo - Negué y me levanté para tomar el teléfono y encargar la comida. 

Pasamos la tarde comiendo pizza, viendo televisión y mostrándole mi apartamento que no era tan grande, pero un par de cosas raras y con historia si que había. Entre eso y un par de besos y abracitos cursis se nos fue el tiempo. 

- No quiero irme... - Dijo ella con pereza. Llevábamos un rato en el sofá, pretendiendo ver una película. 

Estiré mi brazo para alcanzar mi teléfono y al desbloquearlo nos dimos cuenta que pasaban de las diez de la noche. 

Lo dejé sobre mi regazo y me recargué de nuevo con la misma pereza que tenía mi novia, cubriéndonos un poco más con la manta. 

- ¿Cómo llegaste hasta aquí? - Pregunté. 

- Tomé un Taxi - Respondió. 

- ¿Quieres que te lleve? - 

- No, tomaré otro de regreso, descuida - Observaba la pantalla. 

Giré mi cabeza hacia ella para ver su rostro únicamente iluminado por la luz de la pantalla del televisor. Sujetaba mi mano bajo la manta y sin darse cuenta jugaba con nuestros pulgares. 

Sí hace dos semanas me hubieran dicho que esto iba a suceder hoy, que estaría mirando a Vega como ahora, deseando guardar el momento para siempre y que mi corazón estaría acelerado sólo con ser consciente de nuestras manos unidas... No les habría creído. 

Es más, si me hubieran dicho algo así, probablemente les habría lanzado una maceta. Pero aquí estoy, creyendo que; a la que le lanzaron una maceta fue a mí y por ello encuentro tan agradable todo esto.   

- ¿Qué pasa? - Preguntó Vega de pronto, haciéndome salir de mis pensamientos. 

- Nada - Respondí sencilla, sin dejar de mirarla. 

- ¿En qué piensas? - Preguntó con una sonrisa suave. 

- Mmm... - Medité por unos segundos - ¿En qué crees que podría estar pensando? - 

- Bueno... Mirándome así... - Ella también lo pensó - Aún siento que a veces resurgen tus antiguos deseos de querer asesinarme o algo - Reí. 

- ¿Crees que me dan ataques de psicopatía contigo? - Pregunté divertida. 

Alzó los hombros. 

- Interesante... - Dije desviando la mirada - Todo esto podría ser un plan de mi mente retorcida - La miré fijamente - Quiero tenerte, quiero ganar tu confianza, lo necesito, pero en el fondo mi único objetivo es deshacerme de ti... Mi necesidad mayor es destruirte para completarme - Dije con tono oscuro - Una extraña forma de amor ¿No lo crees? - 

- Jade, me estás asustando - Dijo ella removiéndose incómoda. Solté una carcajada, siempre encontraría cierta diversión en causar miedo en las personas. 

- Eres una bebé - Me burlé - Es obvio que, si quisiera hacer todo eso, no te lo diría - 

- Así que no quieres hacerme nada malo - Quiso asegurarse. 

- Depende... Tal vez quiera hacerte otras cosas, pero no sé que tan malo se considere - Levanté la ceja, esperando que comprendiera. 

- ¡Jade! - Golpeó mi brazo avergonzada mientras reía. Adoro su lado inocente y recatado. 

- Podría usar lo que te acabo de decir para el próximo guión que escriba - Comenté - Basada en hechos reales - Sonreí con maldad.

- ¡Ya basta Jade! - Se quejó golpeando mi hombro. 

- Ven aquí - La animé a que se acercara para envolverla en un abrazo. 

- Escucho tu corazón - Dijo ella relajándose por completo en mis brazos. 

- Esa cosa dejaría de latir antes de permitir que alguien, incluyéndome,  te hiciera algo malo - Dije sin pensar. 

¿Desde cuando te volviste tan intensa West? ¡Que asco! 

Incluso Tori se incorporó sorprendida. 

- No puedo creer que hayas dicho eso - Dijo con emoción. 

- Bueno... Te gustan esas boberías cursis ¿no? - Ella me besó y luego volvió a acomodarse. - Te mataré si lo cuentas - La amenacé. 

En el momento, mi celular sonó con tres notificaciones seguidas de mensaje. Era extraño pues no esperaba mensajes de nadie, ni siquiera de Valery o Cat que eran las que regularmente me escribían. 

Tomé el aparató mientras aún rodeaba a Tori con mis brazos, así que ella podría ver cualquier mensaje que me hubieran enviado. Esperaba que no fuera alguna tontería de Valery que me dejara en ridículo. 

Desconocido

Hey Jade, ahora tienes mi número.

Te acabo de ahorrar un paso. 

De nada. 

- Que extraño... - Dije al no reconocer el número. 

- ¿Quién es? - Preguntó Tori, incorporándose de nuevo - ¿Un paso? ¿De qué habla? - 

- No tengo idea... - Respondí confundida - Debe ser una broma - Bloqueé de nuevo la pantalla, intentando restarle importancia y encendí las luces. 

- ¿Estás segura que no sabes quién es? - Preguntó Tori con desconfianza. 

¿Estaba dudando de mí? 

- Te lo juro, no tengo idea - Sonreí confundida - ¿No me crees? - 

- Si... - Dijo aún con una expresión extraña - Si, te creo... Sólo que me pareció extraño - 

- A mi igual - Alcé los hombros - Ni siquiera voy a responder, descuida - 

Ella sonrió asintiendo. 

- Creo que debería irme - Revisó su propio celular. - Le debo algunos favores a Trina y está como loca esperando que lleve la cena - 

- ¿Segura no quieres que te acompañe? - 

- Segura - Respondió ella levantándose - Compraré la comida de paso, no te preocupes - 

- De acuerdo - Acepté sólo por que no quería ser hostigante. 

En lo que esperábamos al taxi, Tori se despidió de Darkie y la acompañé hasta la salida del edificio como la dama que soy. 

- Nos vemos mañana - Me dijo con una sonrisa. 

- Hasta mañana será - Le respondí de igual manera, abriendo su puerta. 

Ambas, por inercia, miramos alrededor antes de darnos un pequeño beso de despedida. Después de lo de Beck y Trina, no creo que pudiéramos volver a suberstimar los lugares públicos.

Cuando regresé a mi apartamento, me preparé para ir a mi cama y dormir. No podía creer que el lugar se sentía un poco vacío y que me hiciera falta a tan solo unos minutos de haberse ido. 

- Eres una ridículo, se acaba de ir... - Le dije a mi Hamster como si fuera él quien dijera que el lugar se sentía vacío sin ella. 

Culpa de todo a los demás, incluso si son roedores. 

Al final, ya en mi cama y habiéndome asegurado de que Tori había llegado bien a su casa. La curiosidad por los mensajes del número desconocido me comenzó a perturbar. 

Los volví a leer. 

"¿Quién eres?

Terminé cediendo ante el impulso y mandé el mensaje. 

Desconocido

¿Lo quieres averiguar? 

Te veo mañana en el jardín a las 11

No te preocupes, será una grata sorpresa. 

Volví a bloquear mi teléfono, dejándolo de lado. No iba a continuar respondiendo y por supuesto no iba a presentarme en el jardín. 

¿O si? 

------- 

Hola a todos! 

Ahora si que me sorprendí a mí misma teniendo el capítulo listo el día que dije que lo iba a tener listo. 

Creo que alguien responsable se apoderó de mi cuerpo porque no encuentro otra explicación. 

Espero que estén de lo mejor, disfruten mucho el capítulo y me encantan sus comentarios, lo saben. 

Me gustaría mucho saber qué les gusta exactamente de esta historia ¿Por qué la siguen? 

Cuéntenme. 

Nos leemos pronto. 

- Luna 

Continue Reading

You'll Also Like

888 100 4
El Síndrome Asperger no es impedimento para que los sentimientos de ella dejen de florecer por Jisoo, esta dispuesta a defenderla de cualquier idiota...
452K 46K 115
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
499K 36.8K 51
♡♡En esta historia las chicas, una pelirubia y la otra peliazul, se odiaban, pero una de ellas al ver a su enemiga con otros ojos se da cuenta que to...
60.7K 8.9K 10
Tras un secuestro una pareja es separada y unida por un pequeño lazo y bendición que crecerá. Pero él está harto de estar encerrado y quiere ir con...