La Chica Del 269 | Caché (Ter...

By Cookiechispitas

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Tras un quiebre amoroso, María José Garzón toma el primer vuelo hacia Los Ángeles, dejando atrás a su familia... More

Capítulo 1. Bárbara.
Capitulo 2. Los Ángeles y extraños.
Capitulo 3. ¿Quién es mi modelo?
Capitulo 4. Edificios Calle.
Capítulo 5. A punto.
Capítulo 6. Apartamento en REMATE.
Capítulo 7. Llamadas ajenas y nueva inquilina.
Capítulo 8. La pitufo azul.
Capítulo 9. Caída nocturna.
Capítulo 10. ¿Y el brassier?.
Capítulo 11. La nueva amiga de mi novio.
Capítulo 12. ¿Poché, eres tú?
Capítulo 13. Camila Esguerra.
Capítulo 14. Gran secreto.
Capítulo 15. Como en un ring de boxeo.
Capítulo 16. Kathia.
¿Posible maratón? #NOTA#
Capítulo 17. Mario: 1 ; Poché: 0
Capítulo 18. Cena, matrimonio y ¿Nietos?
Capítulo 19. Aliento a tequila y menta.
Capítulo 20. Yo nunca.
Capítulo 21. ¿Te subes o te subo?.
Capítulo 22. Interrupciones
Capítulo 23. Desconocido conocido.
Capítulo 24. Buscando respuestas.
Capítulo 25. ¿Me perdonas?.
Capítulo 26. Duerme conmigo.
Capítulo 27. Dame tiempo.
Capítulo 28. 3 días.
Capítulo 29. Porque no y ya.
Capítulo 30. Peleas y el trato.
Capítulo 31. Grumpy.
Capítulo 32. ¿Qué somos?.
Capítulo 33. 7 Formas en las que me puedes recompensar.
Capítulo 34. Me encantas tú.
Capítulo 35. Mi dosis de Daniela Calle del día.
Capítulo 36. Un Mario más.
Capítulo 37. Hazme olvidar.
Capítulo 38. ¿Quieres que paremos?.
Capítulo 39. ¿Serías mi novia?.
Capítulo 40. Perdón.
Capítulo 41. Acepto.
Capítulo 42. Maldita perra.
Capítulo 43. ¿Una cita?
Capítulo 44. ¿Sebastián es tu primo?.
Capítulo 45. Tener una oportunidad contigo.
Capítulo 46. Soy la peor novia.
Capítulo 47. Ella es mi prioridad.
Alerta ¡SPOILER!
Capítulo 48. Soy toda tuya.
Capítulo 49. Traición + Problemas.
Capítulo 50. Quiero escapar.
Capítulo 51. Cumpliendo caprichos.
¡Capítulo especial! Día de la cena.
Capítulo 52. Bombón.
Capítulo 53. Ganas de secuestrar a Poché.
Capítulo 54. Antifaz.
Capítulo 55. Día extraño.
Capítulo 56. Dos detrás de Calle.
Capítulo 57. Me gustas.
Capítulo 58. Terapia reparativa.
Capítulo 59. Inauguración.
Capítulo 60. No es mi Calle.
Capítulo 61. Mi consejera.
Capítulo 62. Me engañaste.
Capítulo 63. Necesitamos descansar.
Capítulo 65. Costillitas y secretos.
Capítulo 66. Contrato.
Capítulo 67. Es por nuestro bien.
Capítulo 68. Sin ella.
Capítulo 69. Te espero.
Capítulo 70. Tan Caché.
Capítulo 71. Casi perfecto.
Capítulo 72. Mal de amores.
Capítulo 73. Flashbacks.
Capítulo 74. Exequias.
¡AVISO!
Capítulo 75. ¿Qué pasó? Parte 1.
Capítulo 76. A punto placer.
Capítulo 77. Pochélandia.
Capítulo 78. Devórame.
Capítulo 79. Poca cordura.
Capítulo 80. ¿Qué pasó? Parte 2.
Capítulo 81. Donde perteneces.
Capítulo 82. No es correcto.
Capítulo 83. Mi novia.
Capítulo 84. Sí, si es contigo.
Epílogo I
Epílogo II
AGRADECIMIENTOS.

Capítulo 64. Make up Sex.

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By Cookiechispitas



CALLE.

Tal vez esté a punto de hacer una de las ideas más descabelladas e improvisadas que he tenido pero no se me ocurría otra cosa que hacer para que Poché y yo estemos bien por lo menos algunas semanas, tranquilas, sin preocupaciones ni terceros en nuestras vidas, lo necesitábamos con urgencia.

-¿Qué dices?- le pregunté nuevamente al ver que su carita de confusión no desaparecía.

-¿Un viaje? ¿Tu y yo? ¿Ahora?- preguntó rebobinando todo lo que le había explicado, asentí ansiosa- ¿A dónde?

-A donde tu quieras, amor- le dije esperanzada a que aceptara, sé que está mal siempre estar arrancando de todo lo que nos rodea pero este tema de Barbara nos está saturando a las dos, tanto que puede estar afectando nuestra relación, al igual que Matu y todo lo que pasó con nuestros trabajos. De verdad necesitaba un gran descanso.

-¿Y tu sesión de fotos? ¿Tu línea de ropa?- preguntó preocupada y por un momento mi mente volvió a la realidad, no podía dejar botado mi trabajo de la noche a la mañana, ni mucho menos cuando H&M me estaba presionando para terminarlo- Mi contrato no me lo permite- dijo haciendo puchero acordándose del contrato firmado que tiene con Kathia, al parecer, todo en nuestro alrededor estaba en nuestra contra.

Agaché mi mirada al darme cuenta que todas nuestras posibilidades de estar juntas, solas, no iba a ser posible, maldita sea.

-Aunque sea un momento... hagamos que está noche sea nuestra- me dijo robándome un pico en los labios para arrastrarme hasta el ascensor, no tenía idea que es lo que estaba en su mente pero solo me deje llevar, apretó el botón para dirigirnos al lobby, una sonrisa maliciosa estaba formada en su rostro y una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal.

Sin decir palabra alguna, salimos del ascensor y seguimos el camino hasta la piscina del edificio que agradecidamente estaba vacía, las luces iluminaban aquella agua fría mientras que algunas burbujas se asomaban en ella, miré con el ceño fruncido a Poché mientras me guiaba lentamente hasta la orilla de esta.

-Te acuerdas cuando te caíste en esta piscina- dijo con cierto tono de burla haciéndome recodar instantáneamente esa noche en particular.

-Y me enfermé...- gruñí cruzándome de brazos como niña pequeña.

-Esa noche te seguí hasta aquí- dijo sincera- Y te asusté a propósito...- rió, era algo que ya imaginaba, ese encuentro no pudo haber sido de casualidad- Aún recuerdo como me pediste que te afirmara la toalla para que te cambiaras, fue una excitante situación- volvió a reír pero de forma coqueta, atrapándome totalmente, tenía mi cara de embobada mientras las manos de Poché acariciaban mi abdomen con lentitud.

-Me gustaría agradecerte de forma diferente- le seguí el juego, no sabía que era lo que tenía en mente pero de cualquier forma, pensaba jugar.

-Lo harás- sonrió mientras nos acercábamos a paso lento hasta la orilla del estanque. Observé como mi novia dejaba el bolso con ropa en un lugar seguro y tomar unas toallas para nuevamente acercarse a mí y tomar de mis manos.

-Quiero darte algo- habló, sus manos viajaron hasta mi chaqueta para retirarla, una oleada de frío me abrazó en ese instante.

-¿Qué cosa?- pregunté confusa.

-Quiero compensarte por todo el mal rato que te hice pasar hace unos momentos, por Barbara, por Kathia, por Matu, por todas las que puedan venir...- dijo logrando que un escalofrío llegara a mí, no entendía que era lo que se refería.

-Se más clara, amor...

-¿Sabes lo que es un "Make up Sex"?- me preguntó de forma inocente logrando que frunciera el ceño de confusión, negué con mi cabeza esperando una explicación de su parte- Pues Daniela Calle, bienvenida a su petición número siete, sexo de reconciliación...- sonrió con malicia para luego empujarme logrando que todo mi cuerpo se hundiera en la piscina, el agua helada bañó mi cuerpo y mis dientes no tardaron en castañetear.

-¡¿Qué te pasa, loca?!- grité con furia mientras observaba a mi novia reír desde arriba, mordió su labio inferior, sin duda esto no me lo esperaba. 
Estaba completamente mojada, desde mis zapatos hasta mi cabello, esto va a terminar mal- ¡Mi papá me matará si entro de esta forma y lo sabes, María José!- exclamé con desespero y ella no dejaba de reír mientras se quitaba sus zapatillas para dejarlas a un costado junto con su chaqueta.

-Te necesitaba adentro- alzó su ceja y se dirigió hasta las escaleras de la piscina para entrar lentamente en ella, estaba provocándome y solo ella sabe como hacerlo.

Nadé hasta una de las esquinas de la piscina para quedarme allí, hundí mi cabeza para arreglar mi cabello y así fue, observé como mi novia se acercaba lentamente a mí con tan solo la mitad de su cuerpo mojado.

-¿Sabes? Siempre quise hacer algo- dijo llegando completamente hasta donde mí para luego hundirse y salir completamente mojada.

Sus brazos rodearon mi cadera y llevé los míos a su cuello.

-¿Qué?.

-Hacerlo en una piscina- susurró contra mí, las gotas que caían en su rostro me distraían y me prendían a la vez, esta faceta de ella era una de las que más me encantaban.

-Nunca pedí que la petición número siete fuera en la piscina- le hablé coqueta mientras analizaba su hermoso rostro.

-Pues tendrás que acatar mis ordenes y mis fantasías...- mordió su labio inferior para acercarse a mi rostro, me adelanté y besé toda la zona de su mejilla, eran delicados y pacientes, nadie nos apuraba, aunque la adrenalina de que alguien nos descubriera hacía que mi excitación aumentase.

-Mañana nos debemos una gran...char...charla, María José- jadeé mientras su lengua recorría toda la zona de mi clavícula.
El frío del lugar envolvía mi cuerpo y lo erizaba por completo, las caricias de mi novia me proporcionaban un calor indescriptible que hacía que mi mente se olvidara que estaba en medio de la noche en la piscina de los edificios de mi padre.

-No pienses en eso...- susurró contra mi piel, sus labios succionaban mi piel, dejándola enrojecida y algo sensible al tacto.
Sus manos agarraron firmemente mi cintura mientras mis brazos descansaban en sus hombros. El sonido del agua era bastante relajante y las burbujas que se formaban le daban un toque.

-Solo disfruta por segunda vez está noche...- tomó del borde de mi camiseta para juguetear con ella mientras sus labios devoraban los míos con frenesí y lujuria, no era para nada romántico, al contrario, era caliente y excitante su forma de besar mi boca.

Intenté llevar mis manos hasta su trasero pero me lo impidió en un instante, quería tocarla, sentirla mía pero ella no me lo permitía.

-No tocarás nada...no hoy- volvió a atacar mi boca con desesperación, solo se escuchaba el movimiento del agua y nuestras respiraciones agitadas mientras continuábamos con lo nuestro, llevé mi mano hasta su mejilla para profundizar el beso. Su mano se dirigió al broche de mi pantalón para desabrocharlo, jugueteó con el borde de mi ropa interior empapada haciéndome jadear, sería la segunda vez en la noche que hacemos el amor y jamás me cansaría, no con ella.

Me separé de ella, sus labios estaban rojos, sonreí al sentir sus manos recorrer mis muslos, intentó volver a besarme pero me hundí en el agua antes que lo hiciera para volver a salir, el agua se estaba volviendo más tibia y estaba perfecta para el momento.

-Holi...- reí sobre sus labios, alcé la mirada hasta el balcón del apartamento de Poché y pude ver a Bárbara mirándonos desde arriba, su sola presencia me hizo enfurecer, agarré el rostro de mi novia para besarla con ansiedad, con la intención que nos mirara, no soportaría la idea de Poché en los brazos de Bárbara, ni la idea de que se besen ni nada, la peli azul es mía, mi novia y eso no cambiara ni aunque ella esté presente.

La mano de Poché fue directo a mi entrepierna luego de unos cuantos minutos besándonos, un jadeo salió de mi boca cuando comenzó a estimular mi parte más sensible por sobre la ropa interior, sus dedos se movían en sincronía con sus besos en mi cuello, eché mi cabeza hacía atrás para darle más acceso a mi piel y así fue.

-Continua...- tragué en seco, sus movimientos fueron más rápidos y mis gemidos comenzaban a salir de mi boca sin parar, llevé mi mano hasta la suya para hundirla más, más abajo, la necesitaba y con urgencia- ¡Si!...- grité cuando sentí como corría la ropa interior y tocaba directamente mi entre pierna, sus labios no se alejaban de mi piel y eso me provocaba unas sensaciones indescriptibles- Entra ya, idiota- le dije cuando sus dedos viajaban por todo el largo de mi intimidad, nunca en mi vida necesité a alguien como la necesito a ella.

Escuché su risa nerviosa, no evité llevar mis manos a su espalda para agarrarme de ella.

-¿Cuánto lo quieres?- habló divertida, gruñí desesperada, no me gustaba estar en esta situación, era más divertido cuando yo se lo provocaba.

-Poché...no juegues, hazlo ya- le dije titubeando, ella volvió a reír, volví a intentar meter su mano con la mía pero no fue de mucha ayuda, ella tenía más fuerza que yo. Mis piernas comenzaron a temblar y una ola de excitación recorrió mi cuerpo cuando dos de sus dedos entraron en mí, solté un gemido ahogado, esto era mejor que en la cama.




...




Ambas nadamos hasta la escalera de la piscina para poder salir, mis piernas temblaban pero no me importó, como siempre, había tenido la mejor escena de sexo con Poché, sin duda era magnifica. Tomé una de las toallas y la pase por sobre los hombros de mi novia y la ayudé a salir del lugar, tomé una toalla.

-Aunque no nos podamos dar un tiempo...- inhaló hondo- Quiero que comencemos desde cero.

-¿Olvidar todo lo que hemos vivido?- alcé una ceja.

-Comenzar de nuevo, hacer las cosas bien, solo centradas en nosotras dos y disfrutar de nuestra relación- me sonrió ilusionada mientras me cubría con la toalla, tomé las puntas de esta para mantenerla en su posición. Analicé sus palabras y no lo descarté, estaba en lo cierto, de alguna forma necesitábamos tomar las riendas de nuestra relación y dejar que otras personas se entrometan entre nosotras.

-Entonces múdate conmigo- le dije segura, no estaba dispuesta a que permaneciera lejos de mí por más tiempo ni mucho menos que volviera a su apartamento estando la loca de su ex novia ahí.

-¿Mudarme contigo?- habló con voz temblorosa por el frío, asentí. Tomó de mi mano y nos dirigimos para adentro del edificio, en este momento no me importa el regaño de mi padre por entrar mojadas, solo quiero ducharme y dormir.

-¿Qué dices?- le pregunté cuando ya estábamos en el ascensor, el lobby estaba vacío por lo tarde que era, apreté el botón hasta nuestro piso y las puertas del ascensor se cerraron de par en par.

-¿Qué pasará con Sebas?- preguntó, la tomé para envolverla en mis brazos, aunque estábamos húmedas, no me era impedimento para tenerla cerca.

-Sebas no será molestia, créeme- le dije soltando una pequeña risa, las puertas del ascensor se abrieron dejándonos ver el pasillo vacío e iluminado, no evité ver el apartamento de Poché, saber que Bárbara estaba adentro me inquietaba bastante y que mi apartamento quedara solo al frente, me daba revoltijos en el estómago, esta mujer es una pesadilla desde antes que saliera con Poché.

-Sabes que me mudaría contigo hasta en Japón- me sonrió, abrí la puerta de mi apartamento y ella la cerró.

-¿Entonces eso es un si?

-¿Tu que crees?- dijo para posteriormente besarme.


|~|~|~|~|


Semanas después...

POCHÉ.

Me levanté de la cama a paso sigiloso para evitar despertar a Calle, quien dormía plácidamente a mi lado, su mano agarraba fuertemente mi cintura pero debido a que cambió de posición, pude liberarme de ella.

Solo vestía con una camiseta holgada y un short delgado, los días en Los Angeles han estado bastante fríos y Calle se encargaba de abrigarme por las noches. Nuestra relación en estos últimos días ha sido la mejor de todas, la acompañaba a las sesiones de fotos y después dedicaba todo su tiempo a mí, a nosotras, a que estuviésemos bien y todo estaba resultando como queríamos.

No he vuelto a mi apartamento desde la noche de la piscina, tampoco me he topado con Bárbara, ni siquiera sé si sigue alojada en mi apartamento, lugar que pienso dejar de alquilar pues ya no es necesario que siga pagando por el cuando no paso tiempo ahí. Hoy en la tarde pasaré a buscar mis cosas para hacerlo oficial, iré a hablar con Germán y ojalá que lo entienda.

Me dirigí a la cocina para tomar un vaso de agua, era algo tarde y hoy era el penúltimo día de sesión de fotos, Calle junto a Pau habían avanzado bastante rápido con Matu en lo que se respecta con la línea de ropa, aunque no me era indiferente que Matu trata a Calle de forma especial y coqueta, trato de no tomarle importancia para no generar problemas entre la dos pero a veces los celos son más fuertes que yo.

Sebastián aunque no lo parezca, casi no pasa en el apartamento, llega a altas horas de la noche y se va antes de que Calle o yo despertemos.

Puse la cafetera para prepararle el café a Calle, había terminado bastante tarde la sesión de fotos que no dudaría que estaría muy, muy cansada y que mejor que despertarla con algo listo para comer y luego cenar algo.

Encendí la televisión para ambientar el lugar silencioso, las noticias salieron en la pantalla pero no presté atención. Tomé dos tazas para llenarlas de café y llevarlas a la habitación, el dorso de Calle estaba al descubierto mientras me daba la espalda, las sabanas solo tapaban su parte baja, solo esa pose hacía que se viera extremadamente sexy, no me acostumbro a despertar todos los días a su lado, parece un sueño.

El sol estaba ocultándose dándome un atardecer muy bello que se podía observar desde la ventana de Calle, dejé ambas tazas en su mesa de noche para acercarme a ella y depositar suaves besos en su hombro descubierto, se movió haciendo sonidos de incomodidad para luego volver a dormir.

-Calle...- la sacudí un poco, si fuera por mí la dejaría durmiendo toda la noche pero en menos de una hora  tiene una junta muy importante por skype y no quiero que la pierda- Amor, despierta- la giré dándome una hermosa vista de su rostro, seguía con los ojos cerrados y comencé a depositarles muchos besos en su cara haciendo que gruñera, solo ese gesto me hizo reír.

-¿Por qué me molestas?- se quejó divertida tapándose hasta la cabeza con la cobija.

-Dijiste que te despertara y aquí estoy- tomé su taza de café y se la tendí, Calle se incorporó en la cama y la recibió con gusto para beber un sorbo de esta, me miró y estiró su trompita, no dudé en ningún segundo en darle un pico en sus labios.

-Te amo- me sonrió aún con los ojitos cerrados.

-Yo más, ahora cámbiate y prepárate para tu junta- mordí mi labio inferior, besé su frente y me levanté de la cama, Calle comenzó a ponerse ropa más decente para la ocasión. 

-Iré a buscar algunas cositas...- me apoyé en el marco de la puerta mientras veía a Calle con el ordenador en sus piernas y sus lentes puestos, estaba muy hermosa, alzó la mirada y me sonrió.

-¿Estás segura que no está Bárbara?- alzó una ceja desafiante. En la mañana le expliqué que necesitaba algunas de mis cosas, Calle insistió en que comprara de nuevo pero me rehuse. 

-Segura- le sonreí, aunque puede que le esté mintiendo, de verdad necesitaba ir por mis cosas y no quería molestarla, solo es ir, recoger mis cosas y largarme.

-No tardes mucho, te esperaré con la cena- me sonrió haciendo que mi corazón se derritiera de amor, le lancé un beso para desaparecer de su vista e ir hasta la salida.

Abrí la puerta de mi apartamento y la luz de la cocina llamó mi atención, estaba en baja intensidad y el olor a comida recién hecha inundó mis fosas nasales, cerré la puerta tras de mí, estaba dispuesta a tomar mis cosas y largarme de aquí pero la voz de mi ex novia me interrumpió, mi estomago se revolvió y comencé a sudar frío, ella seguía aquí.

-Hola...- dijo en un tono que no supe diferenciar, me le quede observando, tenía puesto un lindo vestido y estaba bastante arreglada, me preguntaba a donde pensaba salir.

-Solo vengo por mis cosas y me largo- le dije dispuesta a continuar con mi camino hasta mi habitación pero volvió a impedírmelo.

-Sabía que vendrías hoy, hace semanas que estoy aquí y no te has aparecido, tampoco te quise presionar... te preparé algo de cenar, sé que te encantaba lo que cocinaba cuando estábamos juntas- habló despacio y un nudo en mi garganta se formó lentamente.

-No tengo tiempo ni hambre, Calle me está esperando- me crucé de brazos, dirigí mi vista a la mesa, que estaba llena de comida, platos para dos, copas de vino y un florero con rosas en el medio junto velas aromáticas, no lo niego, estaba bastante lindo.

-No lo tomes como una cita, tómalo como una cena de amigas, solo cenaremos, charlaremos y luego si quieres, te puedes ir- se encogió de hombros, me tendió la mano, la fulminé con la mirada, tratando de buscar el truco de todo esto, no es normal la actitud de mi ex novia- Hice costillas- dijo emocionada, el olor a salsa inundó mis fosas nasales.
Estaba considerando quedarme y cenar pero mi mente me recordaba que había quedado con Calle para cenar y no quiero problemas entre las dos.

-Iré a hacer mi maleta- me giré para ir a la habitación.

-Poché... por favor, no dejes que disfrute de esta cena yo sola- volvió a hablar- Vamos... por los viejos tiempos- sonrió.

Solté un suspiro de pesadez, la miré atenta nuevamente con los brazos cruzados, volvió a tender su mano para que la tomase.

-Solo a comer- dije cortante, su cabeza asintió, mi estómago rugió al saborear la comida de Bárbara, ella era una gran chef y era algo que me encantaba de ella. Tomé su mano y me guió hasta la mesa para comenzar a servir la comida.
























Tarde pero segura!♥️

Nos leemos prontito!✨🤞🏼

@Cachermoon en tw. 🌘.

Cookiechispitas🍪.
Xoxo

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