Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.
Parte II.
Itachi sigue sin tener comunicación conmigo. Ha pasado una semana desde que le pedí a Hinata investigar sobre los Uchiha. Desde ese día no he hecho más que sentarme por largas horas enfrente de mi ordenador, esperando un mensaje nuevo en mi correo.
Hinata me invitó en ocasiones a salir con ella y con Obito, pero he preferido rechazar sus ofertas. Prefiero pensar en lo que está ocurriendo en mi vida, creía estar comenzando una relación con Itachi, ahora pienso que solo construí algo en base a mis sentimientos e ilusiones.
Mi celular vibró por un nuevo mensaje, era Hinata.
Tengo lo que me has pedido, tuve que hacer una investigación extra. Parece que los Uchiha son sospechosos de algunos crímenes, según los reportes de un detective.
Me estremecí al leer su mensaje.
¿Has leído esos archivos?
No, solo tome lo que mencionara a los Uchiha. Pero si encuentras algo que tal vez me pueda interesar, no dudes en llamarme.
De acuerdo. Te mando mensaje luego.
—Sakura— la voz de mi madrina hizo que despegara la vista de mi ordenador, lo apagué y me levanté de mi cama para ir con ella.
Mi madrina Tsunade estaba parada en la puerta de mi habitación. Me dolió ver el rastro de lágrimas en su rostro, también me causo intriga.
—¿Qué sucede madrina?
—Un amigo mío acaba de— su voz se cortó, pasó unos minutos para que se logrará tranquilizar y hablara de nuevo —Alguien importante acaba de fallecer. Orochimaru pasará por mí está noche, iremos a la ciudad donde su familia piensa velar su cuerpo. ¿Estarás bien sola?
—Estaré bien, ¿No necesitará mi ayuda?
Ella negó con una diminuta sonrisa —No quiero que pierdas clases.
—Voy a estar al pendiente, por si necesita algo.
—Gracias— mi madrina cerró la puerta de mi habitación. No volví a tocar mi ordenador hasta que me despedí de ella y la mire partir con su amigo.
Cerré la puerta de entrada con seguro, desde el incidente del mensaje anónimo en mi habitación habíamos contratado un servicio de alarma para la casa. Naruto me explicó que su padrino pensaba que la invasión a mi casa no había sido un ataque al azar. Alguien me buscaba, y su padrino iba a investigar de quién se trataba.
Subí las escaleras con un vaso de leche en la mano, sería una larga noche. Deje el vaso en mi buró después de beber un poco, me senté en mi cama y acerque mi ordenador para revisar mi correo. Hinata clasificó todo lo que encontró por carpetas. La primera eran multas menores, por exceso de velocidad o por pasar un semáforo, en esta categoría solo aparecía el nombre de Obito y Shisui. Imaginé que se debía a que Sasuke aún no tenía un auto, Itachi era muy tranquilo como para infringir la ley y su padre era demasiado correcto, ellos no entrarían en esas multas. Pasé a la siguiente carpeta, está solo tenía un documento que informaba sobre una situación que no pasó a mayores, solo el nombre de Obito y Shisui aparecía de nuevo. Esos dos solo se meten en problemas, pensé. Ambos habían participado en una carrera de motocicletas, de la que después argumentaron no saber que era ilegal, pagaron su multa, (y debieron hacer algo más porque no fueron encerrados en prisión ni por un segundo). La fecha decía marzo de dos mil diecisiete, antes de que Hinata conociera a Obito, antes de la muerte de Ino.
La última carpeta tenía una contraseña que Hinata me envió por un mensaje en mi celular, me dijo que fué más difícil conseguir la información de la tercera carpeta. Se trataba de la investigación que un detective estaba realizando, eran las transcripciones de su libreta a un documento profesional, probablemente para exponer el caso a sus superiores. Por alguna razón estaba incompleto, Hinata pensaba que tal vez a un no terminaba su trabajo, prometió seguir investigando.
Me terminé la leche del vaso para armarme de valor. Lo que estaba a punto de ver cambiaría por completo las cosas, era probable que mi relación con Itachi Uchiha ya no fuera la misma.
Japón, Agosto de 2018.
El cuerpo sin vida de la señorita Yamanaka fue encontrado en el bosque Nara, que se encuentra a las afueras de la ciudad. Los guardabosques en turno dicen haber creído que se trataba de algún vagabundo que decidió quedarse a pasar la noche en la banca que fue encontrada. Al acercarse se dieron cuenta de que no se trataba de ese caso, la señorita Ino se notaba pálida y al tocar su mejilla comprobaron que estaba demasiado fría.
La señorita Yamanaka desapareció el pasado veintitres de Julio del presente año. La manera que fue encontrada no revelaba demasiado sobre su asesino, no dejo ninguna huella o algún rastro. Aunque pienso que se debe tratar de un principiante. Ino fué encontrada sentada en una banca del bosque, su mirada y la posición de su cara señalaban una posición. Los guardabosques aseguran que se trata del lugar donde salió la luna esa noche. Por mis cálculos y sus comentarios, sospecho que el cuerpo de Ino fué depositado entre las doce y las dos de la madrugada del día treinta de agosto.
El cuerpo de la señorita Ino Yamanaka, según revela la autopsia realizada por el médico forense de nombre Orochimaru, me permite descubrir el motivo de su muerte. Se trata de una estrangulación. Además, el cuerpo de la jóven de tan solo dieciséis años presenta signos de tortura, probablemente permaneció atada de sus muñecas y tobillos durante todo el tiempo que permaneció secuestrada. Lo más lamentable es el hecho de que en vida, su secuestrador o secuestradores, abusaron en más de una ocasión de ella.
La lista de sospechosos de redujo a uno solo, Sasuke Uchiha, la pareja de la señorita Yamanaka. Según el primer interrogatorio que le realicé, el jóven Sasuke confesó que esperaba a Ino en un restaurante para una cita, la chica nunca llegó y el regreso a casa después de llamar a su celular en vano, argumento que pensó que Ino estaba molesta con él y por ese motivo no se presentó. Aseguró que no era la primera vez que lo dejaba plantado, la familia de Sasuke afirma que el llegó después de su cita y se quedó en su habitación. El dueño del restaurante al que Sasuke asistió para la cita, dice que el jóven no apareció en su local en toda la noche del día veintitres de Julio, (que como mencioné anteriormente, fué el día en que desapareció la señorita Yamanaka), las cámaras del lugar confirman su versión. Una segunda investigación revela que el jóven Sasuke rentó una cabaña a las afueras de la ciudad por un poco más de un mes. El lugar fue investigado pero no se encuentra algo fuera de lo inusual, solo las huellas de los encargados de limpieza que realizaron su labor cuando la cabaña fue desocupada. Los trabajadores aseguran que en ocasiones, había lugares en la cabaña con cierto olor extraño.
Aún hace falta pruebas, pero las que se han reunido hasta el momento se encuentran anexadas al final de este documento.
Ya no había más, a eso se refería Hinata cuando decía que los documentos estaban incompletos. Me sentía terrible, por lo que decía este detective, Sasuke había matado a la que fue mi mejor amiga en mi niñez. No entendía sus motivos, eso era lo que más nerviosa me tenía.
El segundo documento tenía como nombre, Investigación 312, Hinata Hyūga. Un escalofrío recorrió mi espalda, tal vez por eso Hinata me pedía que le avisará si había algo que le podía interesar.
Lo primero se trataba de un reporte hecho por Naruto sobre el ataque que sufrió Hinata hace unos meses, en el decía que uno de sus sospechosos, Obito Uchiha, fue descartado debido a que su familia comprobó que estaba en casa, además, su amigo Kakashi Hatake aseguró acompañar a Obito a su casa para ayudarlo con las cajas de su mudanza y acompañarlo al hospital cuando recibió mi llamada. El segundo documento era un pequeño resumen del detective que seguía el caso de Hinata. En ese momento comprendí que se trataba del padrino de Naruto, él había dicho que le daría el caso de Hinata y el mío a su padrino. Su padrino también estaba siguiendo el caso de la muerte de Ino.
Japón, Septiembre 2018.
La señorita Hinata Hyūga de dieciséis años de edad fue atacada recientemente en una plaza que se encuentra a dos cuadras de su domicilio actual. La descripción de su atacante concuerda con el físico de su actual pareja. Estatura de un metro con ochenta y dos centímetros, cabello oscuro y ojos negros. El jóven que responde al nombre de Obito Uchiha fue descartado como el posible atacante de la señorita Hyūga debido a que más de un testigo asegura que el jóven estuvo en casa durante lo ocurrido. En su declaración, el jóven Obito confesó que está teniendo diferencias con sus primos, y que no descarta la posibilidad de que sean ellos los responsables de la agresión a su pareja. Shisui Uchiha es quien tiene más parecido con Obito Uchiha en cuanto a la altura y a su apariencia física, la señorita Hinata dice que no logro ver su rostro porque llevaba un pasamontañas, lo que da peso a mi sospechas. El jóven Obito confesó, que aunque al principio pensó que su primo estaba en casa, descubrió a la mañana siguiente que él no pasó la noche en su hogar.
Aún hace falta pruebas.
El resumen de la investigación era corto, pero no tenía duda de que alguno de los primos de Obito era el responsable del ataque a Hinata. La venda que cubría mis ojos se había caído. Los Uchiha no eran lo que parecían.
Había otro documento en donde la investigación llevaba mi nombre, pero no había demasiado sobre la persona que entró a mi casa. Pero el detective sospechaba que podía tratarse de otro integrante de la familia, decía que no creía que se tratara de una equivocación. Ino, Hinata y yo teníamos algo en común, no lograba averiguar de que se trataba.
Había otro documento con el nombre de Investigación 309, Izumi Uchiha. No pude evitar que mis ojos se abrieron más de lo normal.
Comencé a leer, cada palabra era más difícil de procesar que la anterior. Izumi Uchiha era una chica de diecisiete años que vivía en Alemania, fue encontrada muerta en su habitación, con una nota de suicidó en las manos y un frasco de pastillas en su cama. La fecha de su muerte era el día veintitres de Julio del año dos mil quince, cuando Itachi tenía quince años. Recordé que esa fecha era también el día de la desaparición de Ino, trate de hacer memoria, esa fecha me recordaba algo más. Me estremecí al descubrir que se trataba del cumpleaños de Sasuke.
El detective decía que algo extraño pasó cuando le realizaron una autopsia a Izumi, gran parte de su sangre había sido drenada. Por lo que se dió cuenta de que no se trataba de un suicidó.
Mi principal sospechoso es Itachi Uchiha, el mejor amigo de Izumi Uchiha.
Las palabras escritas del detective se proyectaban en mi mente una y otra vez. No podía creer que ese detective creyera que Itachi había asesinado a su prima y mejor amiga, en el cumpleaños de Sasuke. Me negaba a aceptarlo, pero las pruebas que el detective exponía en su reporte lo demostraban. Además, decía que la familia de Itachi se mudó de Alemania a Japón después de unos meses de lo sucedido. Estaba huyendo, fue lo único que se me ocurrió. Por eso Obito me pedía que me alejara de él, porque sabía que Itachi era un asesino que fué capaz de matar a su mejor amiga.
Las pruebas físicas no estaban en el documento, al final solo decía que el detective planeaba mudarse a Japón para continuar investigando a la familia Uchiha. Aunque había algo diferente en este documento, en este reporte aparecía la firma del detective. Jiraiya.
Él era quien nos había hecho preguntas sobre Tenten, el padrino de Naruto Uzumaki era Jiraiya. Busqué su nombre en internet, si encontraba un lugar donde pudiera buscarlo le haría preguntas sobre Itachi, pensaría en un pretexto después.
El primer resultado me paralizó. Todo eran noticias sobre la muerte de Jiraiya, el hombre que tenía todas las respuestas había muerto hace solo un día.
El oficial Jiraiya fue encontrado dentro de su auto a la orilla de un arroyo.
Muere oficial muy reconocido por la policía municipal de Japón.
Muere el hombre que resolvió grandes casos.
La familia del oficial Jiraiya está de luto está noche.
Los toques en la puerta hicieron que despegará la vista del ordenador. Revisé la hora, eran las tres de la mañana, no podía creer que alguien llamará a mi puerta a esa hora. Pensé que se trataba de mi madrina Tsunade que había regresado pronto, sabía muy bien que a ella no le gustaba estar en funerales, las pérdidas eran muy dolorosas para ella.
Corrí por las escaleras, con el corazón en la mano. Abrí la puerta solo para encontrarme con Itachi Uchiha. Él tenía una sonrisa para nada alegre.
—Sakura.
—¿Qué haces a-aquí?— mis piernas temblaban, estaba frente a Itachi Uchiha, el dueño de mi corazón, un asesino.
Itachi dejo su mano descansar en la pared de mi casa, justo por arriba de mi cabeza.
—¿Estas sola en casa?
—N-no, mi madrina Tsunade está en casa.
—No me gustan las mentiras, Sakura.
No podía dejar de temblar, estaba aterrada, no me gustaba la presencia de Itachi en mi casa —No estoy mintiendo.
—Ven conmigo, haré que estés a salvo.
—¿A salvo?
—No te sientes segura, estás temblando.
Cerré la puerta rápidamente y le puse el seguro, él comenzó a tocar con paciencia.
—Déjame sola, por fa-favor.
—No estás segura en este lugar— me dijo con voz seria —Vete de la ciudad, tienes una semana.
—¿Por qué de-debería o-obedecer?
—Por que lo único que me importa en este momento es tu seguridad.
No lo creí, cerré todas las ventanas de mi casa y me dormí después de comprobar por dos veces que estaba todo cerrado.
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Hinata guardaba sus libros en su mochila, Sakura no había asistido a clases y eso le preocupaba. ¿Había visto algo muy malo en los documentos que le envío?, A decir verdad, ella no quiso leer, solo tomo todo lo que tuviera el nombre de algún Uchiha y lo guardo en su computadora para clasificarlo cuando terminara de recolectar toda la información.
Suspiro y se colgó la mochila a los hombros, todos sus compañeros habían salido, la ojiperla se había quedado unos minutos más para hablar con su profesor de algo que no comprendió muy bien. Salió al pasillo después de mandarle un mensaje a Obito avisándole que ya iba a salir de la escuela, él la esperaba en el estacionamiento.
—Hyūga— Hinata alzó la mirada, los ojos oscuros de Sasuke la observaban con molestia contenida.
—Sasuke-kun.
—Sé lo que hiciste, será mejor que no te metas en donde no te llaman— Hinata contuvo el aliento, ¿Sasuke sabía que buscó en los archivos de la policía sobre su familia? —Es mi primer y último aviso.
—N-no sé de que hablas— la ojiperla bajo la mirada.
Hinata dió un respingo al escuchar que Sasuke golpeaba la pared con su mano cerrada, se sorprendió al ver la sangre entre sus dedos y la grieta que su compañero dejó en la pared —Mírame cuando te hablo.
—L-lo siento— intentó seguir viendo a Sasuke, pero tenía demasiado miedo, si eso le había hecho a la pared, ¿Qué le podría hacer a ella?
Sasuke sujetó su muñeca con fuerza, comenzó a forcejear con él —No quiero tus disculpas, quiero que dejes de meterte en asuntos que no eres capaz de manejar.
—Quítale las manos de encima.
La Hyūga se sintió aliviada de ver a Obito correr hacia ambos. Sasuke la soltó, la presencia de su novio al parecer lo intimidan lo suficiente como para dejarla ir. Corrió a su encuentro con Obito, el Uchiha la tomó entre sus brazos, beso su frente al comprobar que no tenía un daño grave, pero la marca roja de la mano de Sasuke en educación muñeca no la dejaría pasar. Sasuke había cruzado el límite.
—Dile a tu novia que deje de meter la nariz donde no la llaman.
—Te dije que no te quiero cerca de ella— Obito cerró su mano, su movimiento fue rápido y preciso, Sasuke cayó al suelo, sostuvo su mandíbula y miró a su primo con rencor. Hinata notó la sangre en los labios de Sasuke —No habrá una próxima vez, Sasuke.
—Le diré a mi padre lo que tu novia y su amiga han hecho.
Hinata observó con asombro como los ojos de Obito se volvían rojos y tres aspas negras giraban en ellos. Su novio sostuvo la muñeca de Sasuke con demasiada fuerza, sus nudillos se volvieron blancos debido a la presión que ejercía.
—Obito-kun, no vale la pena.
Escuchó como los huesos de la muñeca de Sasuke se rompieron, su compañero se negó a soltar un grito de dolor. Estiró el brazo de su novio para que soltará a Sasuke, no quería que se metiera en problemas.
—Tú no dirás nada, o lo próximo que romperé no será solo tu muñeca— Sasuke no se levantó, los ojos de Obito volvieron a la normalidad —Aléjate de Hinata, es la última vez que te lo advierto.
Obito tomó la mano de Hinata y se apresuró a salir de la escuela, la Hyūga intentaba seguirle el ritmo. Ambos entraron al auto y no dijeron nada por unos minutos. Hinata seguía asustada, no podía creer que alguien fuera capaz de hacer una grieta en una pared de concreto con un golpe o que pudiera quebrara la muñeca de otra persona.
—Obito-kun.
—Dime— su voz está tranquila, no había rastro de la molestia que demostró con Sasuke.
—¿Qué está pasando?
—¿Crees que puedas mentirle a tu padre?— Hinata lo miró sin entender, no entendía porque evadió su pregunta —Necesito que le digas que te quedarás en casa de Sakura, después dile a Sakura que se quede con nosotros en mi departamento. Ustedes pueden quedarse en la cama, yo dormiré en el sofá.
—¿Por qué quieres que nos quedemos en tu departamento?
—No están seguras, no quiero que Sasuke o alguno de mis primos intenté hacerles daño.
Hinata frotó su muñeca, justo en el lugar donde seguía la marca de los dedos de Sasuke —Tenía miedo Obito-kun.
—Mientras este contigo, no debes temerle a nada.
La ojiperla asintió, tomó la mano de su novio cuando se detuvieron en el semáforo. Con Obito estaba segura.
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