Capítulo 9
Dylan me pidió que no le dijera nada a Alan de que sabía sobre sus sentimientos por mí. Me explicó que eso para un hombre, sería como la herida de una daga en la espalda. Y lo que haría era herirlo más de lo que lo había hecho, al hacerle ver que amaba a Dylan, y no a él.
Y eso fue lo que hice. No quería herir más a Alan.
Cuando al fin nos reunimos con Alan en su casa, nos encontramos que Julianne había decidido no estar presente. Estaba disgustada con Harry, era algo que sin necesidad de palabras, pude ver.
_ Me alegra que hayas venido..._ le dijo Alan a Dylan, mientras nos hacía entrar_. Tomen asiento... ¿Quieren algo para tomar?
_ No... Gracias... Solo vinimos a agradecerte..._ dije, sintiéndome que me desvanecía en ese instante, a causa de la mentira que se hallaba detrás de mis labios.
_ Me alegra verlos juntos...Hacen realmente una linda pareja...
_ Gracias..._ dijo Dylan, mirando aquella tensión que sentía en ese instante_. Vine también para pedirte un favor de amigo... Cuando no esté, cuídamela mucho. Incluso cuando se encuentre de competencia.
_ Sabes muy bien que lo haré.
Observar aquella tristeza que había dentro de Alan, y la cual intentaba ocultar, me hizo sentir más culpable de lo que me sentía.
¿Cómo podía fingir que no sabía lo que realmente sabía y hacer cómo si no supiese la tristeza que había dentro de su ser?
No... Era algo que no podía.
_ ¿Por qué no te quedaste? Fue una actitud grosera de tu parte que ni te hubieses quedado para recibirlo.
_ No soy como tú, hermanito, no puedo fingir que no me importa lo que te hizo Dylan... Tatiana era la chica de tus sueños... Se metió en medio de ustedes.
_ Sabes que no fue así... Él no tiene la culpa...
_ ¿No?... Entonces, ¿por qué no se quitó del medio antes de venir a buscar a Tatiana?... ¡Que amiguito tan fiel nos conseguimos!
_ ¡Julianne!... Sabes muy bien que la culpa la he tenido yo. Nunca tuve el valor de decirle la verdad de mis sentimientos a Tatiana...¡Ella se enamoró de él!
_ ¡Y claro a él se le hizo más fácil declarársele sin remordimiento!
_ Yo se lo pedí...
_ ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!_ preguntó ella sin entender.
_ Yo le pedí que viniera a hablar con Tatiana... Ella lo ama y no pude soportar que siguiera triste, a causa de la ausencia de Dylan... ¿No te has percatado que por eso él no había querido regresar a Los Ángeles?
_ ¡¿Tú qué?!
_ Le pedí a Dylan que si sentía algo por ella... Se lo dijera. Yo seré feliz si ella lo es...
_ ¿Te volviste loco?...
_ No...Sigo cuerdo. Y he hecho lo correcto. Aun cuando me duela el corazón...
_ ¿Y será fingiendo ser un buen amigo para ella?
_ Sí... No la voy a dejar sola. Recuerda que vamos a las internacionales... Y hemos trabajado muy duro para ello.
_ Bien... ¡Has lo que quieras!... ¡Total, tú mismo te has dicho que ella es inalcanzable para ti!_ dijo al alejarse de su hermano, al subir a su habitación.
Alan se recostó más en aquel sofá de su casa. Cerró los ojos. ¿Qué más podía hacer?
_ Tatiana... Debí decirte que te amo desde hace tiempo... Lo sé. Y ahora soy el verdadero culpable de que me duela tanto amarte. Sabiendo que ya te perdí, antes de decirte esta verdad que oculté por miedo... Mi alma está ahora en pedazos. Debí decírtelo... Debí decírtelo...
Dylan y yo, habíamos regresado a la playa. Ambos, todavía, nos sentíamos culpables. Nos sentamos en la arena.
_ No estuvo tan mal..._ dijo, rompiendo el silencio, mientras me miraba observar aquel atardecer, en aquel horizonte, con la mirada algo perdida.
_ No..._ dije aún triste.
_ ¿Sucede algo?
_ Lo admiro... No sabes cuánto lo admiro...Tragarse lo que siente y fingir que nada ha pasado.
_ Te lo dije... Él sabe que no fue intencional de nuestra parte, sentir lo que sentimos... Y es feliz, sabiendo que tú lo eres...
Busqué su mirada, mientras él me abrazaba. Haciéndome ver, que era momento, de seguir adelante.
Dylan pronto se marchó, prometiéndome que regresaría. Mientras tanto, Alan y yo intentamos también continuar con nuestra vida, como si nada hubiese pasado. Pero con el pasar del tiempo, se hizo evidente, que él empezaba a cambiar conmigo. Se había hecho más distante. A pesar de hacer que no lo estaba haciendo. Había observado, que ya no me buscaba en el trabajo. Ni en casa. Sólo me buscaba, en ocasiones, de forma esporádicas.
Entendía sus razones, y no le culpaba. Estar cerca de mí lo estaba hiriendo cada día, sabiendo que ahora era la novia de Dylan.
Hasta Julianne empezó a cambiar conmigo. Ya no solía ir a las prácticas con sus amigas, a vernos a su hermano y a mí patinar para las internacionales. Que cada día estaban más cerca.
Una mañana, antes de que Dylan fuese por mí. Me puse a escuchar "Wish I could fly" de Roxette. Y una parte de mí, realmente quería hacer eso. ¡Poder volar!
_ ¿Nerviosa?_ me había dicho Dylan al verme pensativa, al ir junto a mí, a un Minigolf.
_ Un poco...
_ Les irá bien...Son excelentes...
_ Eso no lo dudo... Sólo que...
_ ¿Alan ya no es el mismo?
Afirmé con la cabeza. Era imposible ocultarle mi tristeza.
_ ¿Te ha dicho algo?
_ No... Pero me duele que no sea siendo el mismo. Aunque, también le admiro por todo lo que esta haciendo al no renunciar a nuestra futura competencia. Creo que uno nunca sabe cómo es la vida en la casa de los demás, ¿verdad?
_ Cierto... Sé lo que sientes.
_ ¿Crees que hicimos lo correcto?
Dylan colocó sus manos en mis mejillas. Y besó mi frente, antes de colocar la suya allí.
_ Te amo... Lo incorrecto hubiese sido seguir mintiéndonos... Y Alan lo sabe. Sabe que hemos hecho lo correcto._ me miró a los ojos_. Ah... Por cierto, soy el Tiger Woods del Minigolf.
_ ¿Sí?... Hmmm... Entonces, demuéstramelo..._ dije al retarlo con la mirada, mientras medio sonreía.
_ De acuerdo...
_ Por cierto, aún no me has dicho con que color de pelota jugaras. ¿Con la rosa o la azul?_ dije simulando inocencia.
_ ¿Intentas burlarte de mí?... Sigue así y no tendré la menor piedad contigo en el campo.
Sonreí con picardía, mientras caminábamos al primer hoyo.
_ Observa y aprende del maestro..._ dijo, cuando insistí a que fuese él, el primero.
_ Ok... Déjame ver al maestro..._ sonreí_. Y espero que no sea mucha bulla...
Le dio a la bola con un golpe seco y ésta pasó la abertura del molino, cayó por el tubo y cayó en el agujero.
_ ¿Qué tal?
_ Nada mal..._ hice un gesto cómico con la cara.
_ ¿Te enseño a cómo hacerlo?
_ No será necesario...Permíteme enseñarte un trunco mejor...
Me tomé mi tiempo antes de tomar impulso y golpear mi pelota rosa.
_ ¿Qué tal?_ dije al ver su cara de asombro, al ver como mi bola había entrado más rápida que la de él.
_ Es un tiro de buena suerte..._ dijo haciéndose el molesto.
Sin embargo, se encontró con más sorpresa, al ver lo bien que jugaba.
_ ¿Cómo que es un tiro de buena suerte?_ dije al abrazarlo, observando que era de los chicos que no le gustaba perder ante una chica_. ¿Por qué es siempre suerte cuando yo la meto y habilidad del "maestro" cuando lo haces tú?
_ Porque es así...
_ Sí, ¡como no!... Me está dando la leve impresión de que te estoy poniendo nervioso..._ besé sus labios_. ¿Cómo que no te gusta que te gane una chica?
_ No me vas a ganar...
_ ¿Cómo vamos?_ fingí no saberlo, amando verlo un poco disgustado.
_ No importa. Lo que cuesta es el resultado final.
_ Ok... Seguiré aprendiendo del maestro...
En el último agujero Dylan tenía el semblante serio. Le estaba ganando.
_ Te he dejado ganar... Déjame ver si lo mejoras...
_ ¿Ah, sí?..._ expresé, mostrándole mi mejor tiro_. ¡Oops, ha sido otro de suerte!
_ Bien..._ medio sonrió, por lo que lo volví a abrazar.
_ No deberías quejarte... ¿Mira al premio que has ganado por ser el perdedor?_ dije al besarlo_. ¿Tal mal premio soy?
_ No, realmente no..._ sonrió al abrazarme.
En otro lugar...
_ No entiendo, ¿por qué te sigues aferrando a seguir con la competencia, si estar con ella, te hace daño?...
_ No quiero escuchar más... ¿Sí?... Estoy harto de tus reproches. No soy un niño... Y soy tu hermano mayor...
_ Si, claro... Pero, por lo visto, soy la única racional en este lugar... La única cuerda que ve las cosas, en realidad...
_ ¡Basta!... ¡Ya basta, Julianne!... ¿Es tan difícil ver que he sido el culpable? ¡¿Fui yo quien no le dijo que la amaba?!_ dijo y se puso de pie del sofá en donde estaba sentado. Pero, de pronto, se sintió mareado.
_ Alan, ¿te sientes bien?_ dijo preocupada al ver a su hermano pálido.
_ Estoy bien... Estoy bien..._ pero no era verdad.