El frío cala mis huesos hasta resultar asfixiante, el terror recorre mi piel con sus manos perturbadoras dejando suaves marcas llenas de desesperación, comunicándoles a todos mi estado de ánimo. Tengo una ruidosa respiración agitada, que es solo el producto de la situación que me envuelve, el sudor barniza mi frente, y siento la tensión baja.
No es para menos en esta situación.
Sigo con la mitad del cuerpo adentro del bicho raro, las babas se han adherido a mis cabellos como si fuesen la funda perfecta para ellos, a mi lado están Free y Smile, una llorando nuestro triste destino, y la otra en un silencio tan sepulcral que se ha sumado a mi longeva lista de preocupaciones. Nos siguen Wonderfull y tú en el monstruo de atrás, estamos en una clase de cueva que parece un mina abandonada, la rustica textura de las paredes de piedra se vislumbra espeluznante al estar en conjunto a la abrumadora oscuridad que embarga a este lugar, el camino es alumbrado por nuestras aureolas y el ser que les ordenó llevarnos a donde sea que lo hacen.
Es una criatura extraña que jamás he visto, tiene la piel escamada como la de un dragón, pero resplandece como una luciérnaga, sus cabellos son miles de plumas de colores que se alzan semejantes a un león pero con la gracia de un pavo real, sus extremidades poseen filosas garras dignas de cautela y monta sobre un individuo que me es desconocido igualmente, con sus pezuñas, cuernos de elefante, dientes de pirañas y sus alas de cuervo, solo nos provoca un profundo desagrado.
Sin duda un ejemplar único, que es envuelto por una siniestra aura amenazante a pesar de sus movimientos gráciles.
Al inicio protestamos todo lo que pudimos, pataleando, gritando y hasta llorando. Aunque eso acabó, cuando nos resignamos a que dentro de estas cosas negras que se arrastran, jamás, podremos oponernos a su voluntad.
Es así, no podemos movernos, ni siquiera tú, a menos que quieras terminar con la boca llena de babas igual a Wonderfull.
Avanzan por el sobrecogedor sendero de tierra llevándonos consigo a la fuerza pronto la pared de piedra desaparece dentro de la caverna, permitiéndome ver un hoyo enorme que desciende hacia abajo, el camino que seguimos da vueltas en círculos por toda la cueva de forma redonda semejante a un resorte, hasta llegar al fondo de aquel agujero.
No sé cómo pudo la escritora imaginar semejante sitio tan escalofriante, tengo la ligera impresión de que fue el largometraje de un viaje al centro de la tierra, ya que aparte de gustarle mucho, este sitio es muy parecido.
O eso creíamos hasta que detallamos con mayor precisión nuestro entorno.
Hay millones de esas cosas.
Los tumultos de fenómenos babosos son el motivo que despierta nuestra incertidumbre, la cual resulta contraproducente en esta situación tan inquietante.
¿Qué harán con nosotros?, ¿a dónde nos llevan?, ¿estaremos bien?, ¿lograremos salvar Life de su sombrío destino?
Esas incógnitas acosan mi mente sin piedad alguna que les frene.
Los monstruos no se cruzan en nuestro camino por el contrario abren camino al que parece ser su líder, las penumbras acá abajo abundan aun más que antes si no fuera por nuestras luces ver acá debajo sería no solo complejo, también inútil. Minutos más tarde, llegamos al final de toda aquella muchedumbre introduciéndonos en un pasillo igual de oscuro, y seguidamente hallamos una cavidad en la pared que está custodiada por unos oxidados barrotes, no se puede ver el final de ésta debido a la negrura que la envuelve pero lo que sí sé, es que nada bueno nos espera una vez estemos adentro.
Trago grueso.
El ser escamado abre la celda al bajarse de su mascota, hace una clara seña que nos eriza la piel.
- ¡Déjanos ir maldita sea! -vocifera Smile con todas sus fuerzas, intentando removerse dentro de los entes que nos mantienen cautivas.
- ¡La escritora les hará pagar esto! -advierte Free entre gritos aterrados.
Una risotada angustiosa resuena en toda la amplitud de la gruta.
- Su escritora no hará nada, pronto dejará de escribir estas líneas, y la historia pasará a manos de otro escritor más competente.
¿Qué?
No.
No, no, no.
¡No, no puede ser cierto!
- ¡Cierra la boca tú no sabes nada! -bramo desesperada.
Calla.
Cállate, cállate, ¡Cállate!
Otra perturbadora sonrisa se dibuja en su tez y su cuerpo brilla con mayor fulgor.
- Enciérrenlas, y traigan al Lector.
Los monstruos babosos se adentran en la prisión, la inquietud en nosotras se hace presente cada vez y no desaparece ni al ser expulsadas de los cuerpos de esas bestias, por el contrario las salida es clausurada mas los fenómenos de baba lo traspasan con suma facilidad.
Te veo afuera de la celda, los monstruos vuelven a ti y te atrapan nuevamente, ¿a dónde te llevarán?, ¿estarás bien?, ¿qué te harán?
- ¡Vuelvan acá! ¡sáquennos de aquí!
Insiste Smile aprisionando su fisonomía contra los barrotes con toda su fuerza con la inocente esperanza de que, tal vez, su cuerpo traspase la salida de aquel recinto como lo hicieron los monstruos hace unos instantes. Ella sigue gritando cuánta cosa se le ocurre, Free está en una esquina temblando por los sollozos que emite, Wonderfull se limpia la viscosidad que la cubre soltando balbuceos perdidos.
Y yo.
Yo estoy sentada en una esquina, mi cabeza procesa lo que sucede, pero no reacciona, se mantiene ahí cavilando acerca de la frase que pronunció el hombre de escamas antes de irse.
¿Es eso cierto?, ¿y si tiene razón?, ¿y si ya Michael Morgan logró borrar gran parte de su personalidad?, ¿y si está borrando su capacidad para escribir?, ella no podría continuar así nos quedaríamos atrapadas acá por siempre. ¿Y a ti?, ¿a dónde te llevaron?, se suponía que debía protegerte y fallé.
He fallado en mi misión.
Life está perdido.
Una sensación de vértigo se expande por mi ser, la respiración me falta al sentir el pánico recorrerme como la más fuerte de las drogas, desprendo temblores afligidos junto a mis lágrimas.
¿Qué hago?
Escritora, ¿qué debería de hacer?
¡¿Por qué me diste esta misión a mí?!
Ya no sé qué hacer estamos atrapadas, ya no hay salida. Solo queda esperar que alguien más nos salve.
- ¡¿Quién anda ahí?! -cuestiona Wonderfull con su poca valentía.
Todas dirigimos nuestras miradas a los puntos de luz que se mueven al fondo de nuestra celda, son dos luces de colores, una fucsea y la restante naranja. Por alguna razón me resultan reconfortantes.
- ¡Excelente! -gruñe Smile-, más problemas.
Pero cuanta más cercanía tienen las luces, más se lograba distinguir su forma.
¿Aureolas?
Son aureolas pero, ¿por qué?, solo las Mercurys tienen aureolas en Life.
Un par de chicas se acercan a nosotras a paso sereno poco a poco puedo detallar sus características gracias al resplandor de sus luces. La de la aureola naranja, tiene una piel lechosa que contrasta a la perfección con sus cabellos rosas con azul en las puntas, y solo cuando están más cerca logro diferenciar la tonalidad de sus ojos de un marrón muy oscuro. La otra su lado, goza de un pelo negro como el carbón, y una afilada mirada amarilla que acompaña a su piel blanquecina, tiene un gesto suspicaz parecida a la facción de un águila.
Ambas Mercurys.
Esto se hace cada vez más raro, y mi temor no ayuda en absoluto. No es como que yo pudiese presentir el futuro, pero todo esto me da mala espina.
Las Mercurys en serio somos muy pocas, es demasiado extraño haber encontrado a dos hoy en la mañana, entonces estamos en esta desfavorable situación, ¿Y de pronto aparecen más?
Definitivamente, aquí hay algo raro.
-¿Quiénes son ustedes? -Smile plantea sus dudas con altivez.
-¿Quién eres tú? -contesta la chica de cabellos negros.
-Yo pregunté antes.
-Yo llegué a la celda antes, por lo que eres tú quien invade nuestro territorio sería cortés que respondieras.
-Lástima que solo soy cortés con quien lo merezca.
La tensión ante estas nuevas presencias puede sentirse en el ambiente. Y es que, en estos momentos nadie confía en nadie.
¿Quién dice qué no son otra de esas criaturas de afuera?, vimos nuevas especies, tal vez alguna es un cambia pieles maligno. El silencio se instala en el espacio acompañado de su amigo la desconfianza, durante unos segundos más bien eternos.
-Ya basta Reality, así no harás amigos nunca -Apacigua la de aureola naranja, da un paso hacia nosotras y extiende su mano a Wonderfull-. Soy Together, es un gusto conocerlas a pesar de estar acá encerradas.
Mi amiga vacila en si aceptar o no su gesto, nadie se esperaba eso, me ve durante unos segundos para después tomar su mano en un apretón.
-Soy Wonderfull, ¿cómo llegaron acá?
- ¿Cómo llegaron ustedes? -interrumpe la de cabellos oscuros, Reality.
Wonderfull suspira agotada.
-Nos capturaron en Numa.
-¿Qué hacían ahí?
-Investigábamos.
-¿Por qué?
- Numa estaba arrasada las calles parecían de carbón, las casas víctimas de un incendio, y las cosechas destrozadas -Informa Free esta vez, viendo que Wonderfull tardaba en hablar, seguramente dudando en si decirlo o no.
Ambas Mercurys comparten una mirada significativa, y con ello el hambre por preguntar que poseía la de aureola fucsea parece estar satisfecha.
-A nosotras nos sucedió igual ayer, en Chemistry Town -relata Together-, llegamos al valle y todo era de un negro tan aterrador no había nadie en la zona, o al menos donde revisamos. Nos capturaron esas cosas llenas de baba, nos trajeron y se fueron.
Guardamos silencio procesando la situación.
- ¿Qué está sucediendo aquí?, ¿saben algo? -Plantea sus incógnitas Together.
- Sí.
Todas las miradas se vuelven hacia mí, cada una con una expresión diferente
-Bien, mejor cuéntennos luego, cuando estemos con las demás -recomienda Reality viéndonos con sus ojos amarillos.
¿Demás?, oh no, que no sea lo que estoy pensando.
Todas asentimos determinando así que confiamos en ellas en un acuerdo tácito, ellas iniciaron su marcha por el interior de la caverna con nosotras tras su marcha.
-Cuidado chicas, hay rocas en el suelo.
Tardamos unos minutos en avanzar dos metros debido al relieve del suelo, todas somos guiadas solo por la luz que desprenden nuestras aureolas, eso me hace imposible no advertir que a diferencia de ellas mi aureola es fuera de lo normal.
Las gotas que caen de ella la hacen ver como el más raro fenómeno, incluso entre Mercurys.
De repente Reality llega a lo que parece ser una esquina, y palpamos nuestro camino con las manos para no caernos.
Lo que vemos nos deja pasmadas.
Estamos más perdidas de lo que creíamos.
- ¡Chicas, eran compañeras nuevas! -comunica Together.
Y sorpresivamente, las palabras de aquel malicioso individuo escamado, tomaron un terrorífico sentido.