Fui hasta la cocina para decirle a Lydia que compraría alcohol, ella necesitaba beber mucho, estaba muy estresada, al llegar vi que hablaba con un tipo que traía cerveza nacional en un barril.
-pues alguien lo pidió- escuche decir al tipo.
-¿que pasa?- dije llegando.
-¿pediste cerveza?- me pregunto Lydia.
-si, pero no a este tipo, yo no compro nacional-
-pues creo que a estos adolescentes les dará igual cualquier cosa-
Lydia estresada miro a otro lado y vio como un vaso con vino estaba sobre su computadora.
-¿quien puso esto aquí?- dijo muy molesta -ah... esta computadora cuesta dos mil dolares- la cerro molesta -oh y esa botella de vino vale cuatrocientos- se la quito al idiota de Garrett.
-¿cuanto es?- dije pidiendo la nota.
-¿y por que cien dolares mas?- dije mirándolo molesta.
-es el cargo de te creo que seas mayor de edad, soy comprensivo- dijo el tipo.
-pues quitalo, soy mayor- le enseñe un carnet falso que hice en San Francisco.
-bien, pero dame ya lo demás- sonaba molesto.
-si deja lo cuento- saque el dinero de la cosa donde lo guarde para contarlo, en eso vi al chico moreno subir al segundo piso.
-Lydia- dije y señale al chico con la mirada.
Ella se fue reventando de ira tras el chico.
-yo abrí el vino, creo que lo mejor es que pague el barril- dijo Garrett -tu pagaras la demás cerveza- me dijo al ver como lo miraba.
El tipo tomo el dinero y dejo el barril para irse, enseguida de que se fuera llego mi proveedor.
-hola Morgan- dije saludándolo.
-hola pequeña McCall, aquí esta tu encargo- guiño el ojo.
-gracias, aquí esta el dinero, lo que sobra tómalo como propina- le di el dinero.
-gracias, cuídense-
-gracias igual-
Saque las cosas de las cajas y las comencé a acomodar en la mesa para que se sirvieran.
-valla, compras buena bebida- dijo Garrett.
-¿a caso sabes sobre alcohol de verdad?-
-no mucho-
-pues te digo que esto es porquería a comparación de lo que en verdad me gusta beber-
-eres sorprendente McCall, igual que tu hermano-
-da igual Garrett adiós, ah y diles a todos que ya hay cerveza y mas cosas- tome una cerveza.
-como digas-
Di la vuelta mientras torcía los ojos y subí a buscar a Lydia la cual no aparecía. Al estar arriba camine por el pasillo hasta llegar a donde estaba Lydia, estaba en el suelo intentando quitar una mancha de vino con su suéter. Se veía desesperada.
-¿Lydia estas bien?- dije agachándome.
-se mancho, la alfombra se mancho- tenia sus ojos llorosos.
-tranquila, se va a quitar- dijo el chico.
Ella seguía limpiando desesperada.
-ve a bajo, yo la ayudo- dije al chico.
El asintió y salio, mire a Lydia y seguía intentando quitar la mancha.
-¿es muy valiosa?- dije.
-no...- comenzó a llorar -ese es el problema, nada aquí es.. valioso- se quedo en silencio y yo tambien -acabamos de poner la casa a la venta, hay que dejarla impecable, en perfectas condiciones, necesitamos todo el dinero posible de la venta- su voz era desesperada, sin duda no estaban pasando por una buena situación.
-ven acá- la abrace -la quitaremos, enserio, en un instituto en el que estuve aprendí que con agua mineral y sal se puede quitar toda mancha en alfombras, todo estará bien, ¿si?-
Ella asintió.
-ahora vuelvo voy por eso para quitarla, espérame aquí-
Ella se quedo ahi tirada de rodillas, debía calmarse, así que cerré la puerta al salir y fui por las cosas, baje hasta la cocina y comencé a buscar sal y agua mineral, solo encontré sal, al asomarme por la ventana vi a lo lejos a Liam correr transformado, por el bosque, joder esto estará mal, corrí por mi mochila, siempre llevo lo necesario desde Argent me enseño, llevo dagas, acónito en polvo, cenizas de cerval y una pequeña ballesta con diferentes tipos de puntas; al tomar mi mochila salí corriendo al bosque saltando por diferentes cosas que habían, no veía muy bien gracias a oscuridad de la noche, pero gracias a las cosas que aprendí de Argent no se me dificulta mucho guiarme
Escuche unos pasos acercarse a mi, debía ser Liam, con mi daga cubierta con acónito gire hacia la dirección de donde venia, un Liam ya convertido se me abalanzo y me tiro la daga con acónito, tome otra que tenia guardada y lo lastime un poco llamando su atención a la herida, me incline y lo empuje lejos de mi, al pararse estaba apunto de lanzarse a mi de nuevo, pero antes de que lo hiciera Scott llego, saque mi pequeña ballesta ya carga y apunte hacia Liam, pero otra flecha explosiva apunto cerca de el haciendo que saliera corriendo, Scott volteo a verme alegre.
-yo no fui- dije con la boca abierta de sorpresa.
Voltee hacia la dirección de donde vino la flecha y al ver quien era corrí hacia el.
-hola pequeña- dijo el señor Argent con su voz gruesa.
-me alegra mucho verlo de nuevo- lo solté.
-igual- me sonrió y camino hacia Scott el cual seguía tirado.
-dígame, ¿como lo supo?- dijo Scott sorprendido.
-recibí tu mensaje- dijo ayudándolo a pararse.
Los tres sonreímos, a mi me caía muy bien el señor Argent, fue el quien creyó en mi, que sabia que podía aprender para ayudar mi hermano y mis amigos, el me apoyo enseñándome todo lo que sabia.
-siento interrumpir este hermoso reencuentro, pero hay un lobo que debemos atrapar- dije.
-cierto, hay un claro al norte de aquí- dijo Argent -solo deben acorralarlo ahi y ya me encargue del resto-
-¿que va a hacer?- dijo Scott.
-es tu beta Scott, la pregunta aquí, es ¿que vas a hacer tu?-
-ahh.... no me escucha- sonaba desanimado.
-te escuchara si usas tus propias palabras-
El se quedo serio hasta que oímos un grito desesperado, era Liam.
-ten- dijo Argent dándole un control de sus sensores para contener lobos - ve-
Scott asintió y salio corriendo.
-¿vamos?- dije.
-si- respondió Argent y comenzamos a caminar hasta donde se encontraban Scott y Liam
Al llegar vimos a Liam tirado de rodilla, estaba en su forma humana, y Scott estaba frente a el
-no pueden saberlo- escuchamos decir a Liam -mi mama, mi padrastro, a.... no puedo hacerles esto de nuevo- sonaba mal.
-¿como que de nuevo?- pregunto Scott.
-me expulsaron de la escuela- se quedo callado unos segundos -me lo merecía, pero la manera en la que me miraron.... cuando vieron lo que le hice al auto-
-Liam tranquilo- dijo Scott con suavidad.
-no pueden verme así- estaba llorando enserio -como..a..como- no podía ni decirlo, eso le dolía.
-¿como un monstruo?- dijo Scott y Liam solo asintió sin decir nada mas que llorar, Scott se paro imponente viéndolo -no eres monstruo, eres un hombre lobo- cambio sus ojos a rojo -como yo-
Liam lo miro con tranquilidad, creo que ya había comprendido las cosas.
Volvimos a la casa de Lydia, al llegar otra mala noticia nos llego, Lydia había encontrado la contraseña para el código que escribió sin saber en su cuaderno, ese código daba una lista de seres sobrenaturales que iban a matar, estaban todos, incluyendo mi hermano, nuestros amigos y Derek.