POCHÉ.
Me quedé congelada por unos minutos con el ceño fruncido en mi frente, ¿A qué se refería Gabriela con este mensaje? En mi mente pasaron centenares de interpretaciones pero si no le contestaba, no iba a obtener respuestas.
PARA: GABRIELA.
¿A QUE TE REFIERES? ¡CONTESTA!
Apreté el botón de envío para esperar una respuesta coherente de su parte, dejé de prestar atención a la conversación que estaban teniendo Paula y Calle para centrarme en mi teléfono y en mi torta, solo esperaba a que sonara, necesitaba respuestas.
-¿Estás bien? Parece como si hubieses visto un fantasma, amor- me susurró Calle al oído mientras tomaba mi mano.
-Sí bebé- le sonreí apenas, ella me miró extrañada pero prefirió no preguntarme más y volver a concentrarse en su comida y en su conversación con Paula. Volví a observar la pantalla de mi teléfono pero nada que respondía. Me estaba desesperando.
Guardé el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón, de pronto mi estómago se había cerrado, no sentía hambre y la torta en frente de mí me daba náuseas, Barbara provocaba que todo mi estado de ánimo se fuese al carajo y aun no logro entender que carajos quería hacer, ¿Por qué me buscaba? ¿Qué quería? Esta arruinando todo lo que he logrado desde que llegué a Los Ángeles, me alejé de ella, la superé pero al parecer ella no lo supera, tengo tanto coraje.
Mi teléfono volvió a vibrar y lo tomé rápidamente.
DE: GABRIELA.
ELLA YA NO ESTÁ AQUÍ. PREOCÚPATE.
¿Es en serio? ¿Es lo único que escribirá?
Solté un bufido, tenía ganas de ahogar este teléfono en el jugo que estaba delante de mí pero eso significaría comprar otro y no tengo ánimos para aquello.
-Me encontré con Mario está mañana- soltó Paula de la nada llamando completamente mi atención- Estaba cerca de aquí de hecho- dijo sin más.
-¿Hablaste con él?- preguntó Calle mientras tomaba un sorbo de jugo.
-Estaba algo ansioso y me pregunto por ti- se encogió de hombros- Obviamente no le dije que estabas aquí pero me dijo que te dijera que lo llames- habló y solté una carcajada sarcástica.
-Que ni crea que eso pasará- pasé el brazo de Calle por sobre mis hombros apoyando mi cabeza en su clavícula.
-Me pidió también que te diera esto- habló y comenzó a rebuscar algo en su bolso, luego de unos segundos sacó un sobre blanco tendiéndoselo a Calle, ella dudosa lo tomó pero más no lo abrió- Te lo doy porque no quiero tener nada que ver con Mario.
Fruncí el ceño mirando fijamente a Daniela, quien observó la carta por fuera sin decir nada.
-¿No lo abrirás?- le pregunté algo cortante. Cada oportunidad que tiene Mario para recalcarme que tuvo algo que ver con Calle la aprovechaba, y siempre daba en el blanco.
-No- dijo inmediatamente volteándome a ver- No quiero saber de él ni tener nada que ver con él- me la tendió- Desaste de ella- me sorprendí por su acción, tomé la carta sonriente y la guardé en mi bolso, si ella no quería leerla, lo haré yo.
-Que gobernada estás, Calle- rió Paula y la miré con los ojos entre cerrados.
-No es de gobernada, es porque me quiere y más que a ti- discutí como niña chiquita y Paula rodeó los ojos divertida.
-Lo que te deje dormir, pitufo- rió, fruncí los labios.
-Voy a baño- le dije de la nada, me paré de la mesa tomando mi bolso- Vuelvo rápido- besé la cabeza de mi novia para dirigirme al baño. Lo primero que hice fue entrar en uno de los cubículos desocupados y sentarme en la tapa del baño, tomé mi teléfono para contestarle a Gabriela, necesitaba más que un "Preocúpate" de su parte.
PARA: GABRIELA
HÁBLAME CLARO GABRIELA,NO ESTOY PARA JUEGOS.
¿EN DONDE CARAJOS ESTA TU EX?
Tecleé bastante rápido y apreté enviar, la carta de Mario me tentaba más, la saqué rápidamente de mi bolso, aunque estaba invadiendo la privacidad de mi novia, ella me dijo que la botara pero es la única forma de saber si de verdad Mario esta tramando algo o no. Rompí el envoltorio del sobre para estirar el papel doblado, una carta no tan larga estaba escrita, era corto y preciso, fruncí el ceño al leer la primera palabra.
"Se que estas leyendo esto, Poché.
Eres tan obvia, sabía perfectamente que Calle no iba a leer esta carta, conozco mucho a mi ex novia, más de lo que crees. En fin, espero que estés disfrutando estos momentos con ella, porque no durarán para siempre.
Kathia fue tan inútil para mantenerte distraída, casi lo consigue pero al parecer tendré que hacer todo por mi cuenta, espero que estés preparada para lo que se viene.
Ya verás, espéralo.
Mario"
Mi pecho se contrajo y una ola de adrenalina se esparció por mi cuerpo, ¿Qué carajos acabo de leer?
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-¿Makis?- grité entrando a mi apartamento pero nadie respondió, Calle cerró la puerta tras de ella para luego sentarse en el sofá de la sala de estar.
-Si no fuera por Pau, mi vida sería un gran desastre- habló de la nada mi novia, sonreí ante sus palabras. La castaña ha hecho mucho por mí y ni me quiero imaginar lo que ha hecho por Calle, es como la hada madrina del cuento, viene a arreglar las cagadas que se manda la princesa.
-Es nuestra hada madrina- le dije mientras tomaba asiento a su lado.
-¿Te encuentras bien?- me preguntó, torcí mis labios- Te noté rara en el desayuno después de que saliste del baño- suspiró- Si es por la carta...
-Está todo bien- le di un pico en sus labios al cual no respondió mirándome extrañada- Está todo bien, enserio- le sonreí para arroparme a su lado cuando mi teléfono comenzó a sonar, solté un bufido para contestar.
*Llamada*
-Te estuve marcando por bastante rato, Poché- habló furiosa mi mejor amiga- ¿En dónde te metiste?
-Lo siento, tengo tantas cosas en la cabeza- suspiré- ¿Qué pasó? ¿En dónde andas?- pregunté al escuchar el irritante ruido de fondo que no me permitía escuchar las palabras de Makis con claridad.
-En el aeropuerto- suspiró, fruncí el ceño, al verme, Calle comenzó a acariciar mi pierna y haciendo una cara de confusión.
-¿Qué haces allá?- pregunté confusa.
-Me voy, Poché- abrí mis ojos.
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!- pregunté sorprendida- Makis de Ángulo habla ya- escuché un suspiró en otro lado de la línea.
-Mi madre me necesita, me llamó de forma urgente, perdón Poché- me habló, mi pecho se contrajo.
-¿Pero ella está bien?- pregunté preocupada.
-Si, está todo bien solo que...- habló haciendo una pausa- Hay algo que te tengo que contar.
-¿Qué pasa?- pregunté intrigada por su extrañante cambio de ánimo
-Vi a Barbara tomar un taxi hace unos minutos- soltó.
-¿Un taxi?- pregunté tratando de no llamar la atención de Calle, no quería que se enterara que mi ex anda por ahí rondando, tragué en seco- ¿Sabes a donde se fue?.
-No me acerqué, pero es obvio que sabes para que esta aquí- dijo- No sé por cuanto tiempo se quedará pero ojalá no te encuentre, sabes como está de loca esa chica- me advirtió.
-Lo sé...
-Debes cuidarte, hacer algo- me explicó- No sé como Gabriela no pudo controlarla.
-Gabriela no sabe ni como controlar a un cachorro- hablé algo enojada, escuché un suspiro del otro lado de la línea.
-Me tengo que ir, mi vuelo ya saldrá- habló rápidamente.
-Esta bien, me llamas cuando hayas aterrizado- hablé.
-Te llamaré- afirmó
-Te amo, Makis- le dije- Nos vemos.
-Nos vemos- habló para colgar la llamada. Lancé el teléfono a un lugar de sala, el mensaje de Gabriela no dejaba de rondar por mi cabeza, Barbara estaba aquí, en alguna parte de este lugar, me daba hasta repulsión saber que puedo salir y encontrarla en la calle o en una cafetería. Sentí por un momento que era mi culpa, porque Gabriela me lo advirtió y no le hice caso, no hablé con Barbara cuando pude hacerlo. Soy tan idiota por dios pero al parecer nadie lograba entender que volver a hablar con ella sería retroceder todo.
-¿Qué pasó, amor?- preguntó Calle preocupada al ver mi rostro, negué con mi cabeza para acomodarme en su pecho, ella se echó para atrás quedando ambas acostadas en el gran sofá.
-Makis se fue- le susurré, sus manos rodearon mi espalda para comenzar a pasar sus dedos haciéndome cosquillas leves pero relajantes.
-¿Algún problema?- preguntó.
-Nada grave- suspiré para acomodarme en su pecho y cerrar los ojos, estaba relajándome completamente, estar en esta posición con Calle mientras ella me hacía cariño, me provocaba mucha tranquilidad.
-¿Vas a dormir?- rió despacio y un ajá salió de mis labios, quería dormir para dejar de pensar en Bárbara, para dejar de pensar que la loca de mi ex novia estaba aquí en la misma ciudad que yo, por mi cabeza pasó la idea de llamar a Gabriela y preguntar más sobre Bárbara pero se me era imposible con Calle presente, pero fue ahí donde se me prendió el foco.
En mi mente pasó la mejor idea que pude tener, quedaba tan poco para el cumpleaños de Valentina y esa era la excusa perfecta para volver a Bogotá aunque sea por un tiempo, hasta que Barbara viaje de vuelta para poder viajar de nuevo a Los Ángeles, estaba en la mejor circunstancia para volver sin sospechas, ahora lo único difícil era decírselo y convencer a Calle. No sé si le gustará la idea, pero necesitaba despejarme, despejarme de Barbara, de Mario y de todos los problemas de la agencia, en poco tiempo han pasado muchas cosas que necesitaba urgentemente despejarme de todo esto y que mejor que estar con mi familia.
-Quiero que vengas a Bogotá conmigo- le solté rápidamente sin darle tiempo de procesar lo que le estaba diciendo.
-¿Qué?- preguntó anonadada dejando de hacer cariño en mi espalda para mirarme atenta.
-Mi hermanita...- suspiré- Mi hermanita está de cumpleaños y quiero estar ahí para ella pero quiero que vengas conmigo- sonreí apenas, Calle seguía con la misma mirada de confusión.
-¿Quieres que vaya a Bogotá contigo?- volvió a repetir.
-Será una oportunidad para presentarte a mi familia, que te conozcan como mi novia- de solo pensar en esa idea, hacia que mi corazón estallara de emoción, me fascinaba la idea de presentarle a Calle a mi papá y a Vale, salir los cuatro y poder disfrutar de las personas más importantes de mi vida juntas al menos durante unos días- Va a ser genial.
-¿Qué te hizo tomar esta decisión?- preguntó extrañada acomodándose mejor- Tan de la nada, tan de pronto.
-Pues no sé- me encogí de hombros nerviosa- Solo se me ocurrió y ya- acaricié su mejilla.
-¿Estás segura que solo es por eso?- me observó desafiante.
-¿Vendrás conmigo, amor?- le pregunté evadiendo su pregunta anterior, eso hizo que su cara cambiara radicalmente, a una bastante molesta, estaba sospechando que nada estaba bien y no me iba a dejar tranquila hasta que le contara la verdad.
-Dime la verdadera razón, María José- habló seria Calle, suspiré rendida, Daniela no era la persona a la que se le puede persuadir con facilidad.
-Bárbara está aquí- le dije y su cara frunció el ceño.
-¿Te quieres ir por ella?- preguntó algo molesta- ¿Por qué arrancas de ella? ¿Te hará algo o qué?
-Porque no quiero verla nunca más en mi vida- dije exasperada- Escúchame, no tomes este viaje como un escape, tómalo como unas vacaciones para ambas, para estar juntas- tomé sus manos- Para que conozcas a mi familia, nos relajemos de toda la mierda que ha estado pasando estos últimos días, estoy segura que mi familia te amará y la pasaremos muy bien- Calle suspiró
-¿Cuándo?- dijo cortante.
-Hoy mismo si te parece- abrió sus ojos como platos, comenzó a titubear.
-Poché...
-Viaje hasta aquí para alejarme de Bárbara y ahora que ella está en algún lugar de Los Ángeles, necesito irme al menos hasta que ella vuelva a Bogotá- la miré a los ojos- ¿Vienes conmigo o tendré que tomar ese avión yo sola?
-...
Maratón [3/3]
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