*Narradora*
Los días fueron pasando más rápido de lo que todos creían. Cada vez había más muertos, tanto magos y brujas, como muggles, accidentes y mucho más peligro que la gente no podia confiar en cualquier persona.
La barriga de Lily Evans también había crecido un poco; por precaución y porque no querían dejarla sola, ahora se quedaba en la casa de los Potter, quien en ese momento no la estaban pasando muy bien; los padres de James habían muerto.
—Le di algo para que se durmiera —le dijo ______________ a sus amigos cuando regresaron a su casa, el funeral había sido algo íntimo.
—Él estará bien —Remus le dio animos poniendo una mano en su hombro—, él es fuerte, sabrá salir de esta.
—Lo sé —la pelirroja lo miro agradecida y después a Sirius, que se había estado callado.
—Tenemos que irnos —les recordó Sasha a Remus y a Peter, ellos tenían otra misión—. Nos veremos después —abrazo a su amiga.
—Cuídense, chicos —los despidió y los tres salieron; Lily fue a su habitación a descansar, dejando solo a Sirius y la pelirroja, que lo miraba preocupada—. Sirius —él la miró segundos después—, lo siento. Sé que eran los padres de James, pero tú también los querías como los tuyos y no dudo que ellos te querían a ti como un hijo —algunas lágrimas salieron de los ojos del pelinegro.
La chica se levanto y lo abrazo, él empezó a llorar, había sido fuerte por su mejor amigo, pero también le dolia la muerte de los señores Potter. Ella acarició su cabello, haciendo que él se aferrara más a ella.
____________ sabía que ellos la necesitaba y estaría allí para ellos, para su esposo y para su mejor amigo.
Después de que Sirius estuviera más calmado, le ofrecio a que se quedara en la otra habitación de invitados, el cuál acepto. La chica le dio un té al igual que le dio a James, haciendo que se durmiera sin más.
La pelirroja fue rumbo a su habitación, su esposo aun estaba en la cama acostado, pero ya estaba despierto. Tenía una cara muy triste y los ojos llorosos. Ella se acerco a la cama y se sento a su lado, acariciandole el cabello con ternura.
—¿Quieres comer algo, cariño? —le preguntó con ternura, pero él negó con la cabeza—. ¿Qué puedo hacer, James?
—Solo... Solo abrázame —dijo como niño pequeño, ella sin más, se acostó a su lado y lo abrazo, él volvio a llorar.
La pelirroja se quedo junto con él en todo el momento. James estaba acurrucado en ella mientras le seguía acariciaba su cabello, hasta que volvio a quedarse profundamente dormido.
___________ también se quedo dormida, había sido un día muy largo y pesado con todo. Empezó a soñar con luces o en realidad hechizos, gritos por todas partes. No entendía nada y solo quería despertar, cuando por fin desperto miro a todas partes, estaba en la habitación y James dormía calmadamente a su lado. Miró algunos minutos como el pecho de su esposo subía y baja con calma y sin preocupación.
Le dio un pequeño beso en la frente, para luego levantarse y fue rumbo al baño, se miro el rostro en el espejo, no sabía porque soñó con aquello. Suspiro frustrada y salio del baño. James se movio en la cama, pero no desperto. Ella se acerco a él, le dio otro beso en la frente y le murmuro un te amo antes de salir a preparar el desayuno.
*Narra ___________*
James estuvo deprimido por una semana, aunque no lo dejaba decaer. Poco a poco fue recuperardo su humor, claro está que con ayuda de todos. Ahora mismo, Sirius, Sasha y yo iríamos a otra misión; James estaba que le comía los nerviosos.
—De verdad cuidate mucho, por favor —me dijo mirandome a los ojos, ambos estabamos en nuestra habitación mientras los demas estaban en la sala.
—Todo saldra bien, James —lo abrace y le di un beso—. No te preocupes por mí, preocupate por ellos por si un hechizo que les lance les da —él sonrió un poco de lado.
—Te amo —dijo y besó mis labios.
Los dos bajamos a la sala. Le hice una señal a Sirius y Sasha de que ya era hora de ir. Nos despedimos de todos y salimos de mi casa para ir a una colina a desaparecernos.
Cuando los tres llegamos al lugar donde Dumbledore nos había indicado empezamos a ir con cuidado. Pronto vimos a algunos mortífagos, así que los empezamos a seguir con precaución.
—¿Creen que por aquí se refugien? —nos preguntó Sasha en un susurro, pero no contestamos, oímos la risa de la loca de Bellatrix Lestrange mientras se oían gritos de personas.
Los tres no dudamos y fuímos a ayudarlos. Estaban torturando a una familia de muggles. Sin más le lanze un hechizo que hizo que ella saliera volando de ahí y los demás nos empezaban a lanzar hechizos.
Había perdido a Sasha y Sirius, pero sabía que también les lanzaban hechizos como a mí. Mire a todas partes, los muggles estaban en el suelo, estaban asustados y llorando, inclusos sorprendidos, pero eso estaba en último lugar.
Mire de reojo en el callejón donde me escondi y por poco me daba un hechizo al querer ver que ocurría. Escuche pasos atras de mí, me di la vuelta y apunte con mi varita, frente a mi tenía a Regulus Black, que me miraba con miedo.
—Lárgate de aquí —dije aún apuntandole con mi varita, sabía que era un mortifago, pero también sabía que a Sirius no le gustaría que le ocurriera nada—. Fuera —él me seguía mirando hasta que escuchamos el grito de alguién—. ¡Sirius! —Regulus también había gritado el nombre de su hermano e iba a salir del callejón pero lo detuve a tiempo cuando lanzaron otros hechizos—. Largate de aquí —le dije enojada—. Yo me encargo de que tu hermano este bien. Si tú sales de aquí y te enfrentas con ellos, te mataran y créeme que a Sirius no le gustara eso —él me miró dudando—. Créeme que estará a salvo —sin más desapareció.
Respiré hondo y salí a pelear lanzando hechizos. Pude ver a Sirius tomando su brazo, sangraba, pero estaba refugiado. Sasha peleba con otros dos mortífagos y yo también. Uno aún traía su capa puesta, el otro se le había caído, era Travers. Nos seguimos lanzando hechizos y por poco me daba una maldición asesina.
—¡Esa sangre sucia es mía! —les grito Bellatrix a los otros dos, así que se unió a nuestra pelea.
Había hecho que Travers perdiera la varita y sin más se fue, por otro lado Bellatrix si que era una buena rival y me sorprendía que aún pudiera pelear contra ella y contra el otro mortifago.
Sirius se metio a la pelea, los otros mortífagos se estaban deteniendo. Sasha seguia peleando con Alecto Carrow y Sirius con Bellatrix, que antes de matarme a mí, quería matar a su primo. Yo por mi parte seguí peleando con el mortifago, que al lanzarle un hechizo hizo que su capa cayera y viera su rostro, era Snape.
Nos miramos por unos segundos, está sorprendida y pude ver que en sus ojos él también, pero no dio ninguna muestra en su rostro y de la nada todo fue silencio y oscuridad.
*Narra James*
Estaba nervioso, Remus, Lily, Peter y yo estabamos en la sala de espera de San Mungo; _____________, Sirius y Sasha estaban siendo atendidos por un sanador. Parece que después de todo no salio bien la misión. Movía mi pie y esperaba que que ya nos dejara verlos.
—Ella estará bien —me dijo Lily, yo solo asentí con la cabeza.
Esperamos otros minutos más, hasta que por fin podíamos entrar a verlos. Estaban en un sala donde solo ellos tres estaban. Sirius y Sasha estaban despiertos, pero no _____________. Corrí rumbo a ella, la mire, estaba respirando lentamente y tranquila, estaba bien.
—¿Qué ocurrio? —preguntó Remus, lo mire, estaba con Sasha, quien dejaba de abrazarla.
—Bueno, seguimos a los mortífagos y tuvimos que ayudar a una familia muggle —respondió Sasha mirando a mi pelirroja, yo tome la mano de mi esposa—. Empezamos la pelea y bueno, cada quien estaba por su lado.
—Exacto —dijo Sirius y lo mire, tenía su brazo vendado—. Fue muy rápido lo que ocurrió, salimos de ahí de milagro —hizo una mueca.
—¿Qué le ocurrio? —pregunte mirando a mi esposa.
—Estaba peleando con dos mortigafos, me meti a pelear con Bellatrix —empezó a contar Sirius un poco enojado—. Entonces no sé que ocurrio, todos se quedaron unos segundos sin hacer nada. Voldemort apareció —me tense, no por escuchar su nombre, sino por la vida de ____________ y mis amigos; lo mire asustado—. No, él no fue quien lo hizo, fue Snape, le lanzo un hechizo, él mismo que me hizo la herida en mi brazo.
Escuchamos sollozar a Lily, que se sento en una silla rápido; por mi parte yo quería golpear a Snape hasta que me cansara por lanzarle una vez más un hechizo a mi pelirroja. Nos miramos unos que otros, no sabíamos que decirle a Lily, que seguía sollozando, hasta que senti que ____________ se movia.
—Odio que me lancen por los aires —murmuro mientras abría los ojos, yo no pude resistirme y la bese—. Estoy bien, James —murmuro mirándome a los ojos, hasta que escucho los sollozos de Lily—. ¿Qué ocurre Lily? —su hermana sin más fue a abrazarla.
—Será mejor que ellas hablen —me dijo Remus mire a mi esposa, que aún abrazaba a su hermana y me miraba suplicante.
—Vamos, Peter, Remus, hay que ir por algo de comer —les dije—. Ustedes dos deberían de descansar. Me alegro de que esten bien —le dije a Sirius a Sasha.
—Nos vemos en unos momentos —les dijo Remus.
*Narra Sasha*
Remus, James y Peter habían salido de la sala donde estabamos. _____________ intentaba calmar a Lily, diciéndole que ella no tenía la culpa sobre lo de Snape. Por mí parte, yo lo hubiera lanzado un maldición a Snape cuando vi que le dio a ____________.
Sirius y yo estabamos incómodos, no queríamos escuchar más a Lily con sus sollozos y sus balbuceos que no sabía que hacer; creo que las hormonas del embarazo no le ayudan mucho. Miraba el techo como si hubiera algo interesante, hasta que senti una almohada en mi cara.
—¿De verdad, Sirius? —lo mire enojada mientras el reía.
—Estoy aburrido —me dijo alzando los hombros—. Con algo me tengo que distraer.
Tome la almohada con la que me pego y ahora yo le pegue a él. Estuvimos así por cinco minutos, el tarado parecía que no se daba cuenta que era una dama y me pegaba como si fuera uno más de sus amigos y se reía, hasta que le lance un aguamenti en toda su cara que casi no podía respirar y a tiendas buscaba su varita, ahora yo reía.
—Ya dejalo —me dijo _____________ divertida y la mire aun apuntándole con mi varita a Sirius—, vas hacer que se ahogue y que cuentas le dara a James —sonrió.
Baje me varita triste mientras Sirius respiraba. Lily también nos miraba algo divertida, si, las hormonas.
—¿Todo bien? —le pregunte, ambas asintieron con la cabeza.
—Casi me matas —se quejo Sirius quitándose algunos mechones de su cabello de su rostro.
—No te preguntaba a ti —rode los ojos divertida, mientras los chicos volvían a entrar con comida—. Gracias —le sonreí cuando Remus me dio comida.
—De nada —me dio un pequeño besos en los labios y empecé a comer.
—Tu novia casi me mata —se quejo con Remus, mientras Peter le daba su comida a él y James a ____________, también le había llevado a Lily.
—¿Qué le hizo? —preguntó James divertido a mi amiga, pero antes de que contestara las puerta de la habitación donde estabamos se volvió abrir la puerta, haciendo que el ambiente se pusiera tenso en tan solo unos segundos.
Sabia muy bien que mis amigos se miraban, Remus se movía incómodo, yo solo miraba a la entrada, donde estaba mi madre y mis dos hermanos, que sin dudar corrieron rumbo a mí. Sonreí, tenía meses sin verlo y vaya que habían crecido, casí tenian ocho años.
—¡Sasha! —saltaron Andrew y Matthew a la cama, me abrazaron y yo a ellos—. Te extrañamos en casa —me susurraron.
—Yo también los extraños —le susurre con cariño, quería llorar, pero solo miraba a mi madre que aún no se movia del lugar—. Hola, mamá —salude en voz baja.
Ella reacciono, se movió de donde estaba y fue rumbo a mí y también me abrazo, fue en ese momento en que algunas lágrimas empezaron a salir de mis ojos.
—Creo que sera mejor que salgamos todos —escuche que murmuro _____________, de reojo vi que se intento levantar, pero se quejo y James obligo a que se quedara en la cama.
Mi madre la miro y se sorprendio a verla también ahí, ella la había agradado mucho mi mejor amiga. Le sonrió tiernamente como lo había hecho en las vacaciones y las veces que la veía en el andén 9¾. La pelirroja se sorprendio un poco, pues mi madre y mi padre le habían gritado cuando ella me apoyo sobre mi relación con Remus.
—¿Qué haces aquí, mamá? —pregunte en un susurro fríamente, mientras mis hermanos fueron a saludor a los demás.
—Me entere sobre que te atacaron —respondió e hizo una mueca—. Tus hermanos querían verte —tomo mi mano y la apretó con ternura—, yo también.
—Pues eso no se noto cuando quería que hablaramos sobre mi relacion con Remus —dije entre dientes y soltando su mano.
Se dejó de escuchar las voces de los chicos y nos miraban más incómodos. Yo solo miraba a mi mamá, me miraba arrepentida, pero yo solo la podía mirar dolida.
—Sasha... —susurró casi con súplica.
—Lo siento, mamá —me levante y entre rápido al baño, empecé a llorar en silencio, esperando a que se fuera.
*Narra _____________*
El ambiente se había puesto muy tenso, que hasta los pequeños gemelos lo notaron y nos miraban a todos esperando que dijéramos algo. La señora Scott miraba la puerta del baño, se veía que tenía ganas de llorar y quería ir a ver a su hija, pero no sabía que hacer.
—James —lo mire—, ¿llevarías a los niños a comer algo?
—Claro —dejo de mirar a la señora Scott y me miró a mí—. Suerte —me susurro y me dio un beso en los labios—. Vamos, chicos.
Los niños no dudaron en ir con James, pues les habían agradado mucho. Peter y Lily no dudaron en seguir a James y a los gemelos. Sirius se veía incómodo y no sabía donde meterse, por otro parte Remus suspiró y se acerco a la puerta del baño, tocandola delicadamente.
—Sasha —dijo con dulzura, se escucho un sollozo y eso me alarmó, me quería levantar, pero el dolor que sentía en el abdomen me lo impidió—, ¿pudes abrir?
Sirius y yo nos miramos, la señora Scott aún estaba parada esperando ver a su hija. Segundos después la puerta se abrió, salió Sasha y abrazo a Remus, que no dudo en abrazarla y besar su cabeza.
—Sasha —habló Grisel, caminó hacia ellos dos—, cariño, tenemos que hablar —miro a Remus, sin mirarlo con miedo o rencor—. Los tres —eso nos sorprendió a los cuatro.
Sasha no pudo decir nada porque un Sanador llego, nos miró algo desconcertado y segundos después nos dijo que ya nos podíamos ir, solo que tendríamos que tener más cuidado, sobre todo Sirius y yo, él porque recibió una cortada con mágia oscura y yo porque recibi un golpe fuerte. La madre de Sasha nos pido si podiamos cuidar a los gemelos, mientras ella hablaba con Sasha y Remus.
—¿De que crees que hablen? —me preguntó James cuando me ayudo a sentarme en la cama de nuestra habitación.
—Muchas ideas pasan por mi cabeza —suspiré, James se sento a mi lado y puse mi cabeza en su hombro—. Estoy cansada y me duele el cuerpo.
—Bueno, recibiste un golpe bastante fuerte y sobre eso... —hizo una mueca de molestia.
—No vas a ir en busca de Snape, James —dije sería, quitando mi cabeza de su hombro y lo mire a los ojos seria—. No quiero que te pongas en peligro. Hablo en serio.
—Pero ve lo que te hizo —dijo molesto y frustrado—. Si lo tuviera enfrente... —no continuó porque lo calle con un beso que no se nego para nada—. Eso es trampa —me susurro en los labios mientras me acostaba delicadamente en la cama.
—Tú seguiste el juego —dije divertida, él volvió a besarme—. No quiero que hagas algo, James —dije mientras acariciaba su mejilla izquierda.
—Solo lo hare porque no lo tengo frente a mí —dijo serio—. Nadie toca a mi esposa —sonreí tiernamente cundo escuche eso. Le di otro pequeño beso cuando escuchamos un grito de Sirius y pasos, mientras los niños reían—. Creo que Dudick lo quiere matar —dijo divertido cuando escuchamos que la gata le gruñó.
—Ve a ver que no mate a Sirius —le dije divertida y le di un beso más.
James se levanto de la cama y fue rumbo a la planta baja, pero escuche que empezó a reírse junto con los niños. Negué divertida. Con cuidado me levante de la cama y fui rumbo al baño, queria bañarme. Cuando me quite la ropa, pude ver en el espejo que aun tenía algunos pequeños moretones por mi abdomen y mis brazos.
Sin más me metí bajo la regadera, dejando que el agua tibia cayera sobre mi cuerpo. Estuve así por un buen rato, relajandome, hasta que era hora de salir. Cerre los grifos de la regadera, me enrede en una toalla y empecé a ponerme ropa comoda que había en el baño. Cuando salí, me lleve la sorpresa de que ambos gemelos estaban sentados en mi cama.
—¿Ocurre algo, pequeños? —pregunte acercándome a ellos y sentadome al lado de Matthew.
—¿Sasha va a regresar con nosotros a casa? —preguntó él y me miró inocentemente.
—Bueno, no lo sé, ella esta viviendo con Remus.
—Remus nos cae bien —dijo Andrew y lo mire—. Papá lo odia o eso escuche cuando discutían —dijo triste.
—¿Qué es Remus? —preguntó Matthew ahora lo mire a él—. Papá lo llamo un monstruo, pero yo no lo veo como un monstruo —lo mire con ternura.
—Porque no lo es —respondió Sasha, estaba en la entrada de mi habitación, sus hermanos corrieron rumbo a ella y la abrazaron—. Mamá, los espera abajo.
—¿Iras con nosotros? —le preguntó Matthew.
—Hoy, no —ellos pusieron caras triste—, pero mañana ire —sonrieron—. Vayan con mamá, corran —ellos se despidieron de mí y salieron rumbo al piso de abajo—. Mi madre —dijo mientras se sentaba a mi lado—, hablo conmigo y bueno, al parecer acepta a Remus —estaba algo feliz, pero había un pero, así que la mire para que continuará—, pero, mi padre —hizo una mueca—. Al parecer mi padre se unió a Voldemort —eso me sorprendió—. Así que tenemos que tener más cuidado, sobre todo mi madre y hermanos. Tendre que pedir ayuda a Dumble para que me ayude a esconderlos.
—Todo saldrá bien —la abrace.
*Narradora*
Los meses pasaban más rápido que nadie lo sentía, sin más se encontraban en diciembre, a solo dos días de navidad. La barriga de Lily Evans ya era grande, pues se podia notar los cinco meses de embarazo que tenía. Los padres de las mellizas estaban felices por convertirse en abuelos, pero nunca mencionaban a Severus Snape y eso agradecía Lily. Cuando su hermana mayor, Petunia se entero, era obvió que no iba a mostrar alguna emoción alguna, eso puso triste a Lily.
—Bueno, es Petunia, seria raro que mostrara alegría —hizo una mueca divertida haciendo sonreír a su hermana—. Solo veamos que será está pequeña criatura de aquí —dijo con cariño y acariciando el vientre de su hermana, sintió que se movía—. ¿Qué quieres que sea? —pregunto mientras entraba a San Mungo.
—No me importa mucho, en realidad —suspiró—, con tal que este bien —acaricio su estomago—. Mami, te va a amar.
Ambas hermanas entraron con el Sanador de confianza, sería una cita rápida, dado que ese mismo día se casaban Alice y Frank, una fiesta muy pequeña, a comparación de la que tuvieron ____________ y James Potter, pero no les importaba con tal de estar con sus familias y amigos más cercanos.
Severus Snape estaba en un callejón atento cuando salieran Lily y ____________ de San Mungo. Él desde que se entero sobre el embarazo de Lily, no lo quería aceptar, era lo menos que quería y más sabiendo para que lado estaba.
Una hora después ambas hermanas salieron, así que Snape no dudo en seguirlas discretamente, con lo que no contaba era que _____________ ya tenía planeado toda, ella simpre sentía que Snape las seguía cuando iban a San Mungo por las revisiones mensuales de Lily.
Dieron la vuelta a la calle y rápido a un callejón, donde desaparecieron sin que Snape tuviera tiempo de verlas.
—Por fin llegan —dijo James al verlas y sin más fue rumbo a su esposa y la beso—. ¿Todo bien? —miró a Lily.
—Sí —les rompió su cuñada—. Iré a arreglarme para irme —les aviso y subio al segundo piso.
—Al parecer —dijo _____________ abrazando a James—, Lily tendra una niña —sonrió.
—Bueno —sonrió—, espero que se parezca a ella —susurro divertido en la oreja de su esposa; los dos rieron—. Hay que arreglarnos.
Una vez que se arreglaron, se fueron en polvos flu a la casa de los padre de Frank, ahí sería la ceremonia y todo. Había familia de ambas partes y amigos de la Órden del Fenix.
—Hola, chicos —los saludo Eliott y se acerco a ellos alegremente junto con Melanie—. Me alegro que llegaran —sonrió feliz.
—Hey, ¿cómo está? —preguntó Melanie acariciando la barriga de Lily.
—Todo bien —sonrío.
—Bueno, ya dinos que es —dijo Sirius, llegó junto con Sasha, Remus y Peter—. ¿Niño o niña?
—Mi hija no es ninguna apuesta, Black —pero al decir eso, Sasha grito feliz.
—Págame, perro pulgoso —dijo Sasha feliz mientras extendía su mano—. Te dije que sería niña. No me mires así Lily, era claro que ibamos apostar.
Sirius gruñendo le pago los 50 galeones que apostaron y tuvieron que tomar sus lugares porque pronto empezaría la boda.