Capítulo 48

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*Narra Regulus*
Cuando dieron las 9 de la noche Sirius y sus amigos se estaban preparando para irse.
Yo seguí mirando preocupado a mi hermano, que me giñó el ojo, como diciéndome que todo estaría bien.

Me quede observándolos.
Vi como James se despedía de _____________, diciéndole que estaría bien y diciéndole a Harry que cuidara de ella mientras regresaban.

Deje de mirarlo, porque ese niño, otra vez me estaba molestando. No entendía muy bien el porqué quería estar a mi lado.

—Largo —le dije, pero el sonrió aún más—. Vete con tus padres —lo empuje un poco.

—Deja de pelear con el niño —me dijo divertida ____________, sentándose a mi lado—. James, tu mamá te dará de cenar.

Este sonrió aún más y corrió rumbo a la cocina. La miré, para segundos después Harry y Ron se sentarán con nosotros, aunque se veían incómodos.

—Creo que piensan que te voy a atacar —murmuré solo para los dos.

—Creo que yo podría atacarte a ti primero —me dijo divertida.

—Estas embarazada —la miró como si eso fuera un obstaculo grande.

—No lo creo —y miró a Harry y Ron, que la miraron con una sonrisa inocente—. ¿Ustedes dos no tienen algo que hacer?

Murmuraron algo entendible y se levantaron rápido de sus lugares.

—Tu madre a veces me da miedo —murmuro Ron.

Reí un poco ante ese acto.
La noche siguió algo normal. Vi como frustrada, ______________ se fue a su habitación, porque estaba cada vez más cansada y la preocupación por su esposo aumentaba y no puedo negar que yo también lo estoy Sirius; debo admitir que me impresiona que fuera tan listo para ser un animago ilegal.

Todos estaban en su habitación, supongo que durmiendo, porque eran las cuatro de la mañana.
No podía dormir, así que había encendido una lampara y seguí leyendo mi libro, que era lo único que me entretenía, eso y ver como Albus impedía a James acercarse a mí con su magia, ese niño si me agradaba.

Escuche ruidos, tome mi varita y me levante de la cama.

—Baja esa varita —me dijo de mal humor ______________.

—¿Por qué estas despierta? —pregunte mientras bajaba mi varita y la miraba.

—Harry no deja de moverse —se quejo.

—Deberías sentarte.

Ella asintió con la cabeza, iba a dar otro paso, pero se quejo, así que fui hasta su lado y la ayude.

—Gracias —me murmuro—. Quien diría que ayudarías a alguien como yo —me dijo algo divertida, evitando hacer otra mueca de dolor.

—Lo mismo digo —la mire unos segundos—. ¿No quieres que le pida ayuda a Andromeda? —negó con la cabeza—. ¿Puedo... hacer... algo? —pregunte intentando ser amable.

Ella me miró en forma rara y no la culpo, nunca fui nada agradable con ella. Aún no comprendía porque ella lo era conmigo pero, en el fondo le agradezco que ella hicieran que me dieran una segunda oportunidad, sobre todo el tener de nuevo a mi hermano. Al ver qué no contestaba, me estaba queriendo retractar lo que dije, pero ella después me sonrió amable.

—Creo que nos podemos hacer compañía hasta que lleguen.

Debo admitir que fue una hora casi agradable hablando con ella, quitando el hecho de que hacía muecas de dolor cada diez minutos. Intente pasarlo por alto, pero ella decía que no era nada.

Mi Evans (James Potter Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora