>>Sólo para que se ubiquen cronologicamente las vacaciones (en la fic) es de Junio-Julio y vuelven en agosto o algo así.
>>Gracias por todas las lecturas, votos y comentarios, es una locura y significa mucho para mí! Espero que el capitulo no sea tan tedioso porque hay mucha narración pero era necesario.
Capitulo 72
[Lucy]
Mis brazos abrazan más fuerte mis rodillas hasta que siento un leve dolor por la presión. El frío se pega a mi piel y a mis huesos. Mi vista se concentra en el suelo y no estoy viendo la alfombra de la sala de estar, estoy viendo vidrios rotos y los papeles que recibí. Esa vez los pedazos de papeles están teñidos de carmesí, sangre y yo siento que es mi sangre. Podría ser una exageración pero estoy asustada. Esos papeles son una amenaza o una mala broma. Pero aunque fuera una mala broma alguien me está acosando y el acoso no es algo menor, es peligroso.
Me asusta porque alguien me vio esa noche, alguien vio que estaba utilizando un collar y con un colgante de luna. Es un detalle demasiado minucioso, demasiado pequeño y alguien lo vio. Significa que alguien me estaba observando esa noche…¿Pero quién? ¿Y por qué?
Siento una mano en mi hombro y grito a todo pulmón.
“¡¿Qué diablos Lucy?! ¿Estás bien?” Eric se arrodilla frente a mí y sus ojos azules encuentran los míos.
“Sí, sí,” parpadeo un par de veces mirando a mi alrededor sólo para confirmar que estoy realmente en mi casa.
“Te traje tu chocolate caliente.”
Eric me entrega una taza blanca y yo presiono con fuerza mis dedos contra la taza para sentir el calor. Se sienta al lado mío en el sofá y tomando la valentía suficiente yo descanso mi mejilla sobre su hombro.
Eric prepara un chocolate caliente muy exquisito, no es tan caliente como para quemar tu lengua sino que está a la temperatura exacta, además el chocolate que usa tiene un sabor increíble.
Estamos asistiendo una película de magos y trucos y en verdad es muy interesante. Nos reímos un par de veces y ponemos cara de sorpresa cuando algo que no esperábamos sucede.
“¿Qué es esto?” Eric se inclina y recoge un libro entre el montón que estaba en la mesita frente a nosotros. “Final del juego.”
“¿Lo has leído?” Dejo la taza a un lado y me ato el cabello en una coleta.
“Sólo algunos pero por la escuela. Apestan ¿sabes?” Arruga su nariz mientras sus dedos voltean las páginas.
“No apesta, son geniales,” le arrebato el libro y lo sostengo fuerte entre mis brazos.
“¿Cuál es tu favorito?”
“La noche boca arriba,” susurro.
Le leí ese cuento a Harry y no lo haré con Eric. Mi cuento favorito fue dedicado para él en mi momento de debilidad, en el momento que confiaba para él y es mejor que permanezca así y se quedé con él y en mi memoria. Es un lindo recuerdo, en verdad estábamos felices en ese momento y yo creo que a Harry realmente le gustó.
“El chocolate caliente está muy bueno,” digo tratando de cambiar la conversación y dejar a un lado el libro. “Deberíamos colocarle malvaviscos.”
“Para la próxima vez.”
“Las últimas clases de salsa estuvieron geniales, gracias otra vez.”
Él asiente antes de beber un sorbo de su chocolate caliente.
“¿Qué vamos a hacer? ¿Qué más tienes en mente?”
“No lo sé, podría ser cualquier cosa. Necesitas hablar de tus miedos lo cual no tiene que ser necesariamente ahora, necesitas sentirte mejor en tu cuerpo, necesitas ser capaz de reírte más de ti misma, ser capaz de hablar de tus errores, de lo que te duele en voz alta y no guardarlo para ti misma y podría seguir la lista.”
“Está bien, puedo hacerlo, lo sé.”
“Necesitas ser valiente y debes atreverte a hacer más cosas y no depender de nadie para hacerlas.”
“¿De dónde aprendiste todo eso?”
“La vida te enseña,” se encoge de hombros. “Aprendes de la mala manera o en los tiempos duros.”
“Aún no entiendo por qué me estás ayudando.”
“No me gusta Harry, eso es todo.”
“Sabes que eso no habla bien de ti ¿cierto? Creo que ni siquiera fue una respuesta apropiada. Acabas de hacerme sentir como un objeto.”
“Bien, te expresaste. Y um, no, no era mi intención pero ayudarte te hará sentir mejor y no creo que Harry quiera verte así.”
“No estoy segura sobre eso.”
“Oh Lucy por favor, no me digas que esa conversación con él te ablandó el corazón,” Eric sonríe y niega con la cabeza y su voz es amarga para mí.
“No me ablandó el corazón pero él no tiene planes de herirme—“
“Porque él no se preocupa por ti,” Eric me corta duramente y su respuesta me sorprendió.
“No había necesidad de decir eso.”
“La verdad duele.”
Asiento con los labios apretados. Sus palabras son crudas y hormiguean en mis manos. Agarro la taza y finjo que estoy bebiendo el chocolate caliente.
“Debes actuar como si no te importa aunque eso no sea cierto. Ahora mismo puedo ver una chica que fue lastimada pero que aún le importa sobre ese chico. Al menos deberías tratar de no lucir así.”
“Eres un chico agradable…sólo creo que a veces deberías medir tus palabras.”
“Lo sé, lo sé, trataré de hacerlo Lucy.”
“Está bien. Y no lo hiciste exactamente pero me diste una clase de beso y ha pasado un par de semanas y aún me pregunto por qué lo hiciste.”
Eric ríe entre dientes y mueve la cabeza en negación.
“Sólo fue un impulso pero lo que los chicos más odian es ver eso, sólo pensé que sería una buena idea.”
“Um, ya veo…¿Sólo un impulso?” Eric asiente.
“Pero si me dejas besarte ahora no sería un impulso.”
Sus palabras me toman con la guardia baja y mis mejillas adquieren un tono carmesí. Retrocedo y mi espalda choca contra el brazo interno del sofá. Estoy atrapada entre el sofá y Eric en frente a mí.
Tuerce una comisura de su labio en una sonrisa y mi corazón late fuerte.
“Te ves como un bebé animal asustado,” murmura y su voz hace eco en mi mente.
No me veo, lo soy.
Las palmas de sus manos se apoyan en mis rodillas y me arrepiento completamente de estar utilizando shorts hoy.
“Adelante, no te morderé,” su barbilla se apoya sobre una de mis rodillas y yo no reacciono. “No morderé excepto a que tú quieras,” él sonríe burlón y si ese es un intento de aliviar las cosas no está ayudando. “Enfrenta tus miedos.”
“Yo-Yo no te tengo miedo,” susurro en respuesta.
“Entonces pruébalo.”
Pienso que esto es innecesario y que no tengo que demostrar nada a Eric. Pero también debo pensar que es sólo un beso, no es como si él fuera a matarme o algo así. No le temo a Eric, sólo a los chicos en general y la manera en que me hacen sentir o para resumirlo en un nombre estoy hablando de Harry.
Es sólo un beso y además me siento atraída a él, es guapo, es gracioso y me está ayudando. Además Eric me dijo una vez que debería disfrutar, que soy joven y la vida es sólo una. En un par de años esto sólo será un viejo recuerdo y será gracioso y será algo digno de recordar. ¡Deja de pensarlo demasiado y sólo hazlo!
Pongo lentamente mis piernas hacia abajo, dejándome sin protección y expuesta frente a él. Eric acorta la distancia entre nosotros y yo apoyo mi mano en su pecho cuando nuestros rostros están a unos centímetros de distancia.
“Espera ¿te-te sientes atraído por mí?”
“No creo que haría esto si no lo estuviera,” contesta en un murmuro y yo asiento lentamente.
Tan pronto siento los labios de Eric creo que esto no ha sido una buena idea pero es demasiado tarde, al menos trataré de hacerlo bien. Sus dedos se apoyan contra mi nuca mientras mi lengua sigue la suya. No es un beso apresurado sino más bien tranquilo.
Mis brazos rodean su cuello y suavemente sus manos me jalan hacia él. De alguna manera termino sentada encima de él y el calor viaja a través de mi cuerpo. Mis dedos jalan el cabello de Eric un poco más fuerte y escucho un gruñido saliendo de su garganta. Oh Dios mío.
Me aparto de él y me doy cuenta que estoy jadeando por aire. Mis labios arden y creo que esto de alguna manera fue intenso. Sus mejillas están ligeramente ruborizadas y sus labios entre abiertos jadeando por aire al igual que yo.
“¿Acabas de jalarme el cabello?”
“¿Acabas de gruñir porque jalé tu cabello?”
Él suelta una pequeña risa y una de sus manos descansan en mi espalda.
“Nada mal Fray,” murmura.
Presiona sus labios contra los míos en un corto beso y yo me estremezco.
“¿Po-podemos mantener esto en secreto?”
“Seguro Fray,” él sonríe y de alguna manera le permito que me bese otra vez.
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El verano pasó tan rápido como un poema, pasó tan rápido como la lluvia y en un par de parpadeos las estaciones cambiaron.
Los exámenes finales resultaron estresantes, estudié bastante, es lo mejor que sé hacer. Me enfoqué, despejé mi mente de todo problema y sólo me dediqué para esos exámenes y no fallé en ninguno. Ayudé a Cassie, Mandy, Eric e incluso Ryan a estudiar o a guiarlos si tenían alguna duda.
El año escolar terminó y me di cuenta que muchas cosas habían cambiado, cosas que yo nunca pensé. Dos tipos de Lucy cruzaron esta escuela este año, la primera Lucy era la chica que apenas quería existir y que no podía hablar sin tartamudear y después está la segunda, no tartamudeo, lentamente estoy siendo capaz de expresar mis sentimientos o pensamientos y me siento un poco más confiada, creo un poco más en mí misma.
Vi a Harry un par de veces y en verdad estoy muy alegre que haya logrado terminar este año, no quería que reprobara y sería peor por él. En nuestra última prueba de química nuestros ojos se encontraron y el verde de sus ojos jamás deja de sorprenderme. No pude evitar el rubor en mis mejillas y el sudor en mis manos, esos siempre son los efectos que él tiene en mí.
Madison se graduó, toda la familia acudió y Mike estaba muy orgulloso, más que orgulloso y por un momento creo que él pensaba que ella no iba a lograrlo. A pesar de que Madison sea gruñona y no sea una buena hermanastra yo jamás le desearía algún mal y me alegro que se haya graduado. Fue una linda ceremonia y mamá no podía parar de repetir que para mí faltaba cada vez menos y de lo orgullosa que estaría de mí cuando fuera mi turno de graduarme. Eso ciertamente fue una gran sorpresa para mí porque el tiempo pasó completamente rápido y mi periodo escolar en algún momento llegará al final y el tiempo no se detiene.
Decidí dejarme ir este verano, eran casi 3 meses y tenía que disfrutarlo de alguna manera. Vi Marcel todas las veces que pude, leí comics con Adam, salí de compras con Cassie aunque jamás compré nada para mí y llevé a Ryan y Mandy a las clases de salsa. Le conté a Eric que ellos estaban pasando por una especie de crisis y su mejor consejo fue llevarlos a las clases de bailes. Fue divertido porque tenía la compañía de una amiga pero a veces incomodo porque Eric coqueteaba demasiado conmigo y creo que Ryan simplemente no le agradaba la idea. Básicamente ni somos amigos no comprendo su actitud.
Decidí darle una oportunidad a Madison, me estaba sintiendo realmente mal porque la mayoría de sus amigos se iban a marchar y apenas unas dos se quedaban en la ciudad. Quería apoyarle de alguna manera, no quería que se sintiera sola. Madison quería marcharse a Nueva York a ver a su hermano y Mike colocó la condición que yo tenía que ir con ella. Claro que a Madison no le gustó la idea y ahí se desvanecieron mis planes de hacer las paces con ella. Aunque ella no quisiera yo no iba a perderme la oportunidad de ir.
Pasamos dos semanas allí en el departamento de su hermano, él era agradable pero Madison apenas hablaba conmigo. Busqué en internet todos los puntos turísticos los cuales podría visitar y todos los días me marchaba sola a caminar por la ciudad. Madison y su hermano siempre estaban con resaca y salían casi todas las noches, él me invitaba a sus fiestas pero yo siempre me negué.
Estaría mintiendo si dijera que Harry no cruzó mi mente. Encontré el libro nunca me dejes ir y luego de 4 meses finalmente leí la cita que él me leyó esa tarde. Siempre fue triste pero ahora todas esas palabras resultan nostálgicas y deprimentes.
“Qué pena, Kath, porque nos hemos amado siempre. Pero al final no podemos quedarnos juntos.”
Sólo desearía que esa última parte fuera cierta, que nos amaramos y que él me quisiera pero que la vida simplemente fuera difícil para nosotros y por eso no pudiéramos quedarnos juntos.
Un par de veces me encuentro a mí misma riendo de cosas que hicimos o de momentos que pasamos. Me reí bastante cuando recordé que Harry lanzó a Eric a la piscina en la fiesta de año nuevo. Sus palabras aún revolotean mi corazón pero quizás lo dijo porque estaba drogado.
“¡Deja a mi chica en paz!” Un chico grita.
“¡Vete a la mierda Styles!” Eric chilla cuando su cabeza sale a la superficie.
Las veces que más pienso sobre Harry es cuando llueve. Llovió un par de veces este verano y yo me quedé horas mirando a través de la ventana. Hubo una vez en la cual salimos con nuestras bicicletas y llovió, la pasamos tan bien, creo que fue una de las mejores citas que hemos tenido durante los meses que estuvimos juntos.
Ir a Nueva York hizo mi verano, fue una experiencia increíble. La ciudad es mágica y los lugares que visité eran espectaculares, disfruté cada pequeño detalle todo lo que pude y fue triste cuando nos marchamos.
Este verano fue una mezcla de muchas cosas distintas y tuvo una pisca de todo: Aventura, felicidad, momentos de tristeza, risas y amor. Sí, amor. Estoy con Eric, nuestra relación ciertamente es rara pero hay respeto y él es amable y yo de ciertamente confío en él. Nos divertimos y siempre tenemos algo de lo que hablar. Practicamos karate, te ayuda a relajarte y a liberar tensiones fue realmente increíble la experiencia.
Eric me ayudó, lentamente empecé a contarle ciertas cosas sobre mí pero no todo, no fui capaz de hacerlo con Harry y él no será el primero. Le conté sobre mi miedo a las arañas, le dije lo mucho que me gusta el cielo y el verano, el agua salada y la arena en mis pies pero no fui capaz de hablar de mi amor hacia los Beatles, de mi pasión por el universo, hablar sobre mi hermano o de mi miedo a la soledad y al rechazo o sobre la lista de cosas que quiero hacer antes de morir porque todas esas cosas le pertenecen a Harry. Estar con Eric me ha hecho bien pero a veces me doy cuenta que él no es Harry y nunca lo será.
Nadie es perfecto así que hubo unos pequeños problemas con Eric. Me sentí un poco decepcionada al enterarme que él me había mentido en un par de cosas. Él me dijo que tenía una hermana pero cuando fui a su casa habían otras tres hermanos de los cuales Eric jamás me habló, hermanastros sería la palabra correcta. Me dijo que tenía una buena relación con su padre pero cuando su madre habló conmigo me contó que ellos no se hablan desde que su padre se marchó de la casa hace unos 5 años atrás.
Chloe es su mejor amiga, ella siempre está con él, siempre se abrazan, siempre conversan por horas y gracias a ella me enteré que era su ex novia. No hablé con Eric sobre la mentira que involucra a su padre pero definitivamente hablé de él sobre Chloe, él me había dicho que era sólo su amiga. Ciertamente todo fue un poco decepcionante para mí. En verdad no quiero que Eric me defraude, me ha ayudado tanto y no quiero que todo esto sea una mentira más porque rompería todo lo que he estado construyendo sobre mí misma con tanto esfuerzo.
Como dije antes el verano pasó tan rápido como leer un poema, rápido como la lluvia y en un par de parpadeos estoy en mi último fin de semana antes de volver a la escuela otra vez.
Sábado en la noche y en la casa de un chico llamado Dylan se realizará la última fiesta que simboliza el fin de las vacaciones. Eric es amigo de él así que nos ha invitado y Cassie jamás diría que no. Lo que me parece raro es que Eric no quiere ir pero se ofreció amablemente a llevarme a mí y a Cassie a la fiesta. Quiero quedarme junto a él pero Cassie me necesita, está triste y dice que soy su amuleto de la suerte.
“Bien, aquí estamos,” Eric dice tan pronto estaciona su coche.
“¡Gracias por las cervezas, adiós!” Cassie le responde y se escapa rápidamente del auto y me espera afuera.
“Gracias por las cervezas Cassie y yo—“
“De nada y no necesitas devolver el dinero eso no sería correcto,” dice mientras sus dedos empujan unos mechones tras mi oreja.
“¿Estás seguro que no quieres ir?” Pregunto una vez más y él asiente en respuesta.
“Tengo que cuidar de mis hermanitos y esta no es la última fiesta en el mundo.”
“Me gustaría quedarme contigo—“
“Lo sé, lo sé, pero Cassie está triste y te necesita y blah, blah, blah.”
“¡Vamos Lucy, estamos listas para festejar y conseguir chicos!” Cassie chilla desde afuera y se ve muy impaciente.
“¿Conseguir chicos?” Eric alza una ceja y yo sacudo mi cabeza.
“Es una larga historia y mejor me voy.”
“No te diviertas tanto Fray,” él dice en broma.
Me desabrocho el cinturón de seguridad y le doy un rápido beso a Eric antes de bajarme de su coche. Cassie me agarra del brazo y casi me arrastra hacia dentro de la casa.
Vamos directo a la cocina y Cassie logra sacar dos latas de cerveza del refrigerador. La cocina está un poco apretada de tanta gente así que nos quedamos en el pasillo.
“Eres mi amuleto de la suerte, mi última relación fue con Matt y lo conocí porque tú me acompañaste a esa fiesta ¿recuerdas?”
Esa fue la misma fiesta en la cual yo conocí a Harry pero no creo que conozca a otro así que estoy a salvo.
“Nunca podría venir aquí sola y tú me das ánimos.”
“Bien, deberías dar una vuelta a ver si ves a alguien interesante.”
“¿Tú crees?” Yo asiento ante su respuesta y Cassie empieza a beber rápidamente su cerveza. “Odio a Matt, odio a Matt, bastardo pero ya lo olvidé, lo hice,” ella se murmura más para sí misma que para mí.
No juzgo a mi amiga porque entiendo completamente su actitud. Jamás haría lo mismo que ella y tratar de conocer chicos de esta manera pero esta es su vida y no hay nada de malo en esto. Una vez que Cassie no está y me encuentro sola hago lo que mejor sé hacer: Explorar la casa. Creo que está empezando a ser un pasatiempo y es como una pequeña aventura.
La casa no es tan grande y hay bastante gente pero no la multitud que he acostumbrado a ver en otras fiestas. No me es difícil memorizar la casa y recordar el rostro de algunas personas. Encuentro algunas pinturas con paisajes como el atardecer o el océano o el desierto, son bonitos y me tomo el tiempo para observarlos ya que no tengo nada más que hacer.
Mis pasos me guían al patio trasero y hay una cama elástica, unas chicas están saltando ahí y hay un chico en el medio pero lo que me llama mi atención es que hay un perro. Estas personas están ebrias y probablemente podrían lastimar el perro.
“¡Hey niña el perro se queda aquí!” Me chilla una chica desde la cama elástica tan pronto mis brazos envuelven al cachorro.
“Pero-pero podrían lastimarlo.”
“¡Está bien Kourtney ni siquiera nos importa el perro, deja que la chica lo tenga!” Una voz femenina viene detrás de mí y me giro para ver una muchacha rubia sentada en el pasto.
Kourtney no responde y yo tomo asiento en una silla cercana a la rubia que está en el pasto. Acaricio al cacharro y su lengua se desliza por mi brazo.
“Eres muy lindo,” le susurro. “Ahm, disculpa ¿de quién es el perro? No puede estar aquí solo.”
“Es de Dylan quién por cierto está ebrio así que el cachorro está por su propia cuenta esta noche.”
La chica bebe todo el líquido transparente de su vaso antes de encender su cigarro. Yo juego con el cachorro pero la actitud tan triste de la chica llama mi atención. Estoy a punto de preguntarle pero alguien la llama y ella contesta enseguida.
“¡¿Qué diablos quieres?! No, no te diré. Estoy enfadada contigo ¿o eres sordo? Dios eres tan estúpido,” ella echa la cabeza hacia atrás antes de lanzar el humo del cigarro. “Escucharte me da dolor de cabeza, vete a la mierda, adiós.”
“Ahm disculpa pero ¿estás bien?” Le pregunto tranquilamente.
Ella me mira por un par de segundos, tengo miedo que se enfade conmigo por mi atrevimiento pero ella sólo suspira.
“Más o menos, tuve una pelea con mi estúpido novio.”
“Lo lamento.”
“Joder, lo odio, ¿por qué los chicos son tan estúpidos?” Ella rueda los ojos y exhala una gran nube de humo.
“Lo lamento.”
“Lo que sea.”
Ella saca una botella de vodka que estaba al lado suyo y bebe grandes sorbos sin sentir asco o verse afectada por el fuerte sabor del trago. Se limpia los labios con el dorso de la mano y lleva el cigarro a la boca.
“Detesto la gente impuntual, le pedí que me recogiera en el aeropuerto y esperé por una hora como una estúpida. Tomo un taxi y voy a su casa y el maldito bastardo estaba durmiendo porque estaba drogado y ni siquiera recordaba sobre el aeropuerto. Lo golpeé en las bolas porque se lo merecía, espero que no pueda tener hijos.”
Maldice bastante y es grosera pero puedo entender por qué está molesta, yo también estaría enfadada aunque no haría nada violento.
“¿Tienes algún brillo labial? Estoy luciendo asquerosa y—Olvídalo no creo que tengas porque no estás usando maquillaje.”
“Lo lamento.”
Ella estira sus piernas en el pasto y yo diviso un par de tatuajes en sus muslos.
“Ahm ¿es-es eso un pene?” Pregunto confundida mientras mis dedos señalan a un pequeño tatuaje que está escondido entre los otros.
“Que curiosa eres niña,” ella dice no muy amable pero asiente. “Sí, tengo un tatuaje de pene ¿y?”
“Es…es interesante,” es lo único que digo porque jamás pensé que vería un tatuaje así.
“Me encanta los penes,” ella sonríe y sostiene la botella con una mano. “¿Qué hay de ti o eres lesbiana? Respeto eso por cierto.”
“¿Qué? Ahm, no, no, a mí también me gustan los penes,” respondo torpemente y ella se ríe suavemente de mi respuesta.
“Ciertamente eres virgen casi puedo olerlo desde aquí. Por favor dime que no eres una de esas chicas que espera hasta el matrimonio—“
“No, no lo soy pero ese fue muy rudo.”
“Pues así soy yo,” ella estira un cigarro hacia mí y yo niego con la cabeza. “Perro feo,” ella murmura y exhala el humo hacia el cachorro.
“No hagas eso otra vez,” me quejo y agarro la mascota entre mis brazos.
Ella ignora mis palabras y bebe un poco más de la botella de vodka.
“Apuesto a que nunca has visto un pene en tu vida y me pregunto qué estás esperando.”
“Claro que sí he visto, tienes el prepucio y el escroto y son-son grandes y a veces son—“
Ella se ríe interrumpiendo mis torpes palabras y no sé que sigo haciendo aquí si prácticamente soy un chiste para ella.
“Oh Dios mío peor descripción gráfica. Eres pésima mintiendo pero eres graciosa ¿cuál es tu nombre?”
“Lucinda.”
“Lucinda la chica que nunca ha visto un pene en su vida mi nombre es Emily.”