Capitulo 111

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HARRY

Lucy se recostó en el colchón,  frotó su barbilla en su hombro y luego me miró. Parpadeó rápidamente, creo que usualmente hace eso cuando está nerviosa pero en esta situación está justificado.

Este es un momento único,  nunca imaginé que sucedería pero aquí estamos. He soñado con Lucinda un par de veces pero nada se podría comparar a la realidad. Es simplemente exquisito.

Jalé suavemente su cuerpo hacia mí cortando cualquier distancia que podría existir entre nosotros. Mis labios se posaron sobe su piel, besé su estómago subí a sus pechos y luego su cuello. Su piel es suave, cálida y tiene un olor particular y exquisito. Arqueó su espalda y sus manos cogieron mi rostro.  Sus ojos estaban más oscuros pero su expresión seguía siendo inocente.

Su boca encontró la mía y me besó tan suave que me volvió completamente loco. Sus ojos se cerraron más fuerte cuando me empujé dentro de ella.

 "Oh," pronunció. No lo describiría exactamente de esa manera pero ella debe estar tan sorprendida y sin palabras como lo estoy yo.

Sus dedos se entrelazaron con los míos y le dio apretón a mi mano.

"Relájate," le pedí tranquilamente.

Se sintió perfecto cuando sus paredes entraron en contacto conmigo, me sentí abrumado y fui yo esta vez quién le dio un apretón a su mano.

"Relájate,” repitió mi palabra.  

"Dime si te duele."

Sus ojos jamás abandonaron mi rostro mientras empecé a deslizarme más adentro. Rompí su barrera sin ningún problema y su mano apretó más fuerte la mía.

"¿Te duele mucho?"

"Es sólo un poco incómodo."

Apretó su mano enterrando sus uñas en mi piel mientras me deslicé lentamente, adentro y afuera y sus manos seguían apretando la mía. Tomé una respiración profunda, cada vez que me movía era una tortura. Necesitaba moverme más rápido pero sabía que no podía hacerlo.

“No-no te muevas tan lento,” Lucy dijo con sus ojos aún cerrados.

Necesitaba hacer esto bien. Obedecí su orden y empecé a moverme a un ritmo regular y aceptable para su primera vez.

Gruñí ante su estrechez, estaba demasiado apretada, era demasiado contacto, demasiadas sensaciones nublando mi cerebro y se sentía tan bien. Yo sabía que no iba a durar mucho.

Bajé mis labios a su cuello y a sus pechos. Traté de distraerle para que no sintiera tanto dolor.

“¿Lucy?” Murmuré en la oscuridad.  Deslicé mi lengua por su delicada y sensible piel.

“Harry, yo-yo estoy bien,” susurró en respuesta.

 Luego de unos segundos soltó un gemido tranquilo casi silencioso, fue difícil saber si era de placer o dolor.

 Solté un gruñido ronco en su cuello, un calor increíblemente poderoso agitó todo mi cuerpo. Maldije y cerré los ojos. El ritmo en el cual yo la estaba embistiendo era constante y normal pero me estaba muriendo por más. Besé su piel caliente, succioné y ella gimió mi nombre.

“Harry,” ella me llamó y yo elevé la cabeza.

“¿Te duele mucho?”

“No demasiado,” murmuró.

Se mordió el labio inferior mientras me seguía moviendo. Sus muslos se apretaron alrededor mío.

“Harry, esto es…es increíble,” gimió suavemente y yo besé sus labios.

Opposite worlds  »h.sWhere stories live. Discover now