Abel's POV
¿Quieren un consejo? No cometan un error tan grande con su novia o ex-novia, porque de ser los harán recorrer todo un maldito centro comercial para comprar ropa. Ashley me da otra bolsa y yo gruño molesto. Ella sabe que detesto hacer este tipo de cosas, pero está haciéndome pagar por todo, además de que sus padres decidieron que era buena ponerme como su niñero.
—¿Podemos tomar algo? —sugiero.
Ashley me regresa a ver y nota las trece bolsas repletas que tengo en mis manos, hace una mueca y nos guía hasta un McDonald's.
Súper.
Me siento en una mesa, mientras Ashley va a pedir nuestra comida. Coloco todas las bolsas a mi lado y algunas en el piso. ¿Quién en su sano juicio puede comprar tanto? Creo que tendrá que comprar otra maleta.
Al cabo de unos minutos, Ashley viene feliz con nuestra orden. Cuando éramos novios siempre veníamos a lugares de comida rápida y pedimos siempre lo mismo, aunque no entiendo como una chica tan delgada como ella coma tanto.
Ashley con dificultad abre la envoltura de su hamburguesa, pero al ver como se pelea con ella, le ayudo con su gaseosa.
—Gracias —dice con un tono bajo.
El día se está acabando y tenemos que ir a dejar todas las maletas antes de acabar el viaje en aquel club que mencionó Dylan.
Miro a Ashley, está tan hermosa, lleva un suéter que le llega hasta los muslos, con unas medias negras y unos botines, su cabello está recogido en un moño alto. ¿Cómo pude ser tan idiota para dejarla ir?
Debo aclarar esto. Y es que desde el momento en que supe que ayudaría a Kelsey a salir de aquel lugar, me jure a mí mismo que debía recuperar a Ashley, porque ella es el amor de mi vida, es preciosa, dulce, altruista y graciosa. Creo que congeniamos muy bien, porque ni por un millón de dolores cambiaría mi forma de ser.
—¿Ash?
Ella come una papa frita, mientras ve por la ventana.
—No quiero hablar contigo —dice sin más.
—Pero...
—¡Pero nada! —unos niños se nos quedan mirando y ella baja la voz— la cagaste, Abel. Si querías usarme podías haberlo dicho desde el principio, y no hacerme creer todas esas tonterías cariñosas. Yo lo hubiera entendido, te defendí de todos... ¡De todos! Casi me peleo con mi familia por ti, y no quiero volver a hacerlo. Te agradezco mucho todo lo que hiciste por Kelsey, pero en serio. Lo mejor será seguir así, sin ser nada.
Suelta aire y yo sonrío al escuchar todas las quejas de Ashley.
—¡No sonrías! —ríe Ashley.
—¿Lo tenías preparado desde antes, verdad?
Ella pone los ojos en blanco y asiente.
—Bien, déjame hablar a mí. Nunca estuve con esa chica.
—¿Perdón?
—Nunca me acosté con nadie más que no fueras tú, durante nuestra relación. Yo siempre la respete, eres el amor de mi vida, te lo dije siempre. Contraté a esa chica para que se desnudará y la veas así al llegar a mi casa —agarro la mano de ella por encima de la mesa— necesitaba protegerte, Seth quería hacerte daño. Yo debí hacerte daño a ti, no a Kelsey. Pero preferí llevarla a ella a aquel lugar espantoso, antes que ella. No me siento nada orgulloso de mis decisiones, pero siempre te protegeré. Prefería que me odies antes que hacerte algo malo con intensión.
Ashley me mira perpleja.
—¿Quieres decir que todo fue actuado?
—¡Claro! Kelsey te diría la verdad, porque le conté todo a ella, pero como verás —digo riendo— está un poco amnésica.
Ashley se ríe y me mira con la ternura de siempre.
—Perdóname, por favor —suplico— te extraño como no te imaginas, tú me cambiaste y me hiciste creer en el amor. Sólo contigo y por ti soy diferente. Sólo dame una oportunidad.
Ashley suspira y me mira divertida.
—Me debes una enorme hamburguesa, Abel. Y te he perdonado el momento en que nos ayudaste a encontrar a Kelsey, pero tampoco puedo dejar que mi mente recree ese momento... ¿Qué te parece si hacemos un trato?
—¿Qué clase de trato, bonita?
Ashley pone los ojos en blanco y me indica su mano derecha.
—Empecemos de cero.
Estrecho mi mano con la suya.
—Me parece correcto —respondo sonriendo.
Ethan's POV
Kelsey no ha parado de gritar y señalar cada lugar turístico al que hemos ido, aunque hoy se nos ha unido a nuestro pequeño grupo de turismo, los gemelos, aunque los prefiero a ellos antes que a Fernando. Hemos visitado la estatua de la libertad y no sé como —tampoco quiero saberlo— Dylan consiguió entradas para un partido de béisbol, y ¿Qué creen? ¡Kelsey gritaba emocionada viendo aquel juego! Definitivamente perdió la memoria, ella odiaba cualquier deporte, o quizás sea la euforia de estar en otro país.
También sé que se están preguntando sobre lo que pasó después de ayer en la noche, pues después del numerito que se armó con Kelsey llorando, Josh pensó que la había hecho algo y al bajar del escenario me reclamó molesto. Mi pequeña tuvo que calmarlo, porque créanme estaba hecha una fiera.
Kelsey no quiso hablar más de eso, y trató de pensar que aquel momento no había ocurrido, pero para mí no era tan fácil verla así de agobiada, odiando todo lo que pasaba en su mente. Pensé que esa noche tendría pesadillas y soñaría con algo de su pasado, pero no ha sido el caso.
Nos encontramos sentados en una mesa apartada de todo el bullicio —como si eso existiera— en un club, Drew y Josh están viendo algo en el celular del primero, Kelsey está a mi lado bostezando, creo que toda su energía se fue en cada lugar que pisamos durante el día, Dylan está coqueteando con una chica de cabello negro hasta los hombros cerca de la barra.
—¿Cuánto más esperaremos? —dice Kelsey en mi hombro.
—Se supone que vamos a despedir la última noche en Nueva York, sólo ten paciencia.
—Lo que necesito es un energizante.
Rio y meneo la cabeza. Siento como Kelsey se queda levemente dormida en mi hombro y lo muevo para que despierte, ella gruñe.
—¿Te ha gustado el viaje? —pregunto para que se despierte.
—Sí.
Vuelvo a sacudir mi hombro, pero esta vez me gano un golpe en estómago.
—Auch.
—Deberías dejarme dormir, Ethan.
—¡Disfruta el momento, Kelsey!
Ella suspira y mira el cielo, como si estuviera buscando fuerzas para no matarme.
Vemos como todos bailan al ritmo de la música, hemos decidido ir a un club de música latina, Kelsey estaba emocionada por eso, pero ahora creo que ya no. Luck, Renato, Helen, Ana y Christian vienen riendo hacia nuestra mesa.
—¿Por qué no bailan? —pregunta Anna.
—Estamos agotados —responde Drew— Kelsey nos tuvo correteando por todo Nueva York.
Ella ríe al escuchar ello.
—Era obvio que ella iba a hacer eso —comenta Helen con una sonrisa.
—¡Oigan! —exclama Kelsey— ¡Estoy aquí! No hablen como si no los escuchara.
Todos nos reímos. Ashley viene con su brazo enyesado hacia nosotros, no sé en que momento entró al lugar porque no la vi, Abel camina detrás de ella, con una sonrisa.
—¿Cómo están los tortolos? —pregunta Luck.
Ashley se pone roja de inmediato y Abel ríe al verla tan colorada.
—Mejor que tú, claro que sí —responde Abel.
Kelsey se ríe ante el comentario que lanza el pelinegro.
Todos nos hablamos de temas varios, casi no prestamos atención a lo que está sucediendo a nuestro alrededor, el alcohol hace que Josh y Christian se tornen más cariñosos, nadie hace caso ante sus muestras de afecto, bueno, después de todo lo que hemos pasado que estos dos tengan un romance es poco.
Kelsey no dice nada ante ello, creo que ha preferido no preguntar nada porque siente que podría verse involucrado su pasado y agradecemos ello. Ashley y Abel se están lanzando miradas cómplices.
¿Acaso Ashley ya perdonó a Abel?
—¡Necesitamos bailar por Dios! —grita Helen.
Ella arrastra a todos los chicos a bailar, en el lugar se escucha "Nervioso" de Johann Vera, Kelsey se lanza a mis brazos, creo que está levemente borracha, bueno casi todos lo están. Aunque yo he preferido guardarme mis ansias por estar igual de inconsciente que todos, para cuidar a mi pequeña.
—Ten cuidado, Kelsey —advierto mientras la sostengo de la cadera.
—Deja de preocuparte tanto, Ethan.
Ella suelta un pequeña risa y comienza a bailar muy pegada a mí, canta con fervor cada frase de la canción.
Tú me haces subir la presión.
Tú me robas mi corazón.
Ella es una bomba.
No sé como sentirme hacia ello, es una canción de un amor no correspondido, ¿Me quieres decir algo, Kelsey?
Ella se coloca de espaldas y comienza a mover sus caderas con mucha habilidad. Dios. Trato de seguir sus pasos y aunque soy bueno en el baile, es imposible compararme con las dotes artísticas que tiene mi pequeña latina.
Comienzo a darle vueltas, porque está posición no me está favoreciendo mucho a mis hormonas, pero no me doy cuenta del chico que está pasando por nuestro lado derecho. Kelsey al levantar un brazo derrumba todas las bebidas alcohólicas que llevaba consigo.
—¡Mierda! ¡Ten cuidado, perra! —grita enfurecido.
Mi enojo hace que vea todo negro y quito de su lado a Kelsey lo agarro de la camisa.
—Repite lo que dijiste.
Aquel chico se ve menor a nosotros, no entiendo que hace en un lugar como este, lo zarandeo un poco para causar miedo. Él es más pequeño, con cabello rubio, ojos azules y piel de porcelana, podría apostar que es un niño mimado.
—Lo que escuchaste —dice sin temor alguno.
Creo que él no está entendiendo que podría dejarlo inconsciente.
—¡Ethan! ¡Basta! —grita Kelsey a mi lado.
La muevo con el hombro para que me deje en paz, no permitiré que nadie trate así a mi pequeña.
—Así que te llamas Ethan ¡él es el culpable de todo lo que estás pasando! —le grita a Kelsey sin despegar su vista en la mía— ¡Si viera por donde te hace bailar...!
Lo interrumpo de un puñetazo en su cara, el cae como basura en el sucio piso, la sangre brota de manera abrupta desde su nariz.
Una chica rubia lo coge del brazo para que no se acerque a Kelsey, parece muy enojado. Regreso a ver a mi pequeña y la encuentro con las manos en la cabeza. Él idiota al que golpee se va maldiciendo a todos.
Abel y Ashley son los únicos que se dan cuenta en el problema que estamos metidos. Veo por el rabillo del ojo y todos los chicos están bailando, sin preocupaciones.
Abel sostiene a Kelsey de los hombros, antes que ella se desplome en el piso.
—¡Kelsey! —grito desesperado.
—Mierda —susurra Abel.
—¡Debemos sacarla de aquí! —grita Ashley.
Sostengo a Kelsey de los hombros y le llevo como puedo a fuera del club, los gemelos han notado como salíamos huyendo del establecimiento, y nos siguen.
Hago que Kelsey se siente en el bordillo de la calle, está muy mareada y casi puede pararse.
—¿Qué pasó? —pregunta Drew.
—Me duele... —susurra Kelsey— ¿Qué está pasando?
Kelsey comienza a llorar y me siento a su lado para consolarla, acaricio su espalda y beso encima de su cabeza.
—E... Ethan... —dice con dificultad, mira a Abel abrumada— Ethan es el culpable...
Abel patea una lata que está en la acera. Kelsey me mira horrorizada. Mis hermanos se miran entre sí.
—¡Mierda!
Kelsey traga saliva, parece que se ha quedado sin aire.
—Ethan es el culpable de todo el sufrimiento que estoy pasando —susurra.
Ella se tapa los oídos.
—Alguien me grita —dice viendo a cada uno de nosotros— estoy recordando eso, ¿Qué es? Su voz se me hace familiar... Me grita que diga eso, y solo veo golpe tras golpe venir hacia mí. ¿Qué clase de recuerdo es este?
Kelsey llora desconsoladamente en mi hombro.
—¿De qué eres culpable, Ethan? ¿Me hiciste daño? —pregunta alejándose un poco de mí.
—Estás muy conmocionada, Kelsey —dice Dylan— deberías ir a descansar.
—¡Odio esto! ¡Odio comenzar a tener recuerdos, que duela volverlos a crear en mi mente y que nadie me diga nada!
Kelsey sale corriendo por una calle alejada y Abel va detrás de ella. Quiero comenzar a correr pero un brazo me detiene. Ashley.
—Déjalos, él sabrá como calmarla.
¡Hola pequeñas/os!
Lo siento no pude dejar a Abel sin un poquito de amor jaja.
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¡Nos leemos pronto!