La playa estaba a unos quince minutos de nuestra base. Cuando llegamos nos fuimos hacia la parte sur.
-Muy bien busquen alrededor de la playa, agua incluida, y cuando encuentren algo sospechoso avísenme.- Dijo Bratt mientras nos equipábamos con nuestras armas.- Supongo que todos somos capaces de utilizar la magia, ¿no?-
Todos asentimos. Era muy raro que un hunter no supiera utilizar la magia, ya que es lo único que se puede heredar de los magos.
-Pues usen la magia para camuflarse de los humanos o cualquier otra criatura.-
Ahora este tío se las daba de líder, pss. Jack y yo nos separamos del grupo y fuimos más al sur. A lo lejos vi algo raro, había… como unas ruinas.
-Jack, mira.- le dije señalando el sitio.- ¿Ese sitio no te parece sospechoso?-
-Umm… no sé, si fuera sospechoso habría que informárselo al “jefe”.- Nos miramos.- Creo que no es sospechoso… pero deberíamos darnos un paseo por unas ruinas como esas ¿No crees? -Dijo con un tono sarcástico
-Creo que sí y qué mejor momento que ahora que no estamos haciendo nada.-
Nos encaminamos hacia las ruinas. Al llegar a ellas hice detenerse a Jack. Me di cuenta de que había unas cuerdas debajo de la arena. Las seguí para ver a dónde llegaban. Si las pisáramos nos caería algo del techo, no sé exactamente el qué, pero se veía que tenía unas marcas en forma de círculo. Probablemente fueran estalagmitas de algún material. Y también nos llegaría algo del mar. Era curioso aún había techo, pero no una de las paredes. Atravesamos cuidadosamente esa “sala” si se podía llamar así. Con mucho cuidado de no pisar ninguna de las cuerdas y atravesamos lo que parecía había sido una puerta.
Dentro de esa habitación habían muchos bloques de hielo, pero muchos. Me acerqué a uno, solo pude ver un… ¿pez gigante? Pensé un poco, no podía ser… Formulé un hechizo de fuego y en unos minutos empezaron a salir llamas de mis manos. Las acerqué al bloque con cuidado de no pegar las palmas de las manos en el hielo. Poco a poco, se fue derritiendo el hielo, y por la parte superior apareció una chica, me lo imaginaba, una sirena.
-Jack, ven a ayudarme con esto.- Gracias a dios, este conjuro no consume mucho poder mágico.- Descongélala, yo avisaré al resto del equipo. Eché una véngala al cielo y, en pocos minutos, el equipo completo estaba aquí. Fue un milagro que llegaran porque no les avisé de las cuerdas, aunque por lo visto, o tuvieron suerte o sí se dieron cuenta.
-Muy bien, tenemos que ir descongelando cada bloque de hielo.- Les dije yo.
Jack ya había terminado de descongelar a la chica atrapada en el bloque.
-Pero tenemos un problema listilla.- Dijo de repente Bratt.- Aunque los descongeláramos a todos, no podríamos hacer que su sangre volviera a su ritmo normal, solo una persona entre todos los hunters puede hacerlo, aunque nadie sabe quién es.-
Cada Hunter se especializaba en un elemento. Por ejemplo, si un hunter proviene de los magos del agua, puede manipular el agua como les apetezca sin necesidad de usar poder mágico. Y aunque no es exactamente un elemento, había un pequeño grupo de magos que podían controlar la sangre, al igual que había un reducido número de hunter que heredaban sus capacidades.
-Así que… qué hacemos maldita mocosa.- Me dijo Bratt con un tono de superioridad.
-Pues mira yo…- Le empecé a decir.
-Pues da la casualidad de que estas llamando maldita mocosa a la única hunter que tiene esa habilidad.-
Cuando Jack pronunció esas palabras todos se giraron hacia mí. Estaban tan sorprendidos como Bratt.
-¿Es eso cierto?- Me dijo Patri.- ¿Puedes hacerlo?
Me quedé pensando un momento, luego asentí. Ya había practicado antes con esto de la sangre pero era agotador, me dejaba exhausta y sin fuerzas.
-Genial, eres nuestra salvación.- Al menos Patri es mas simpática que Bratt.- Muy bien, el resto del equipo pongámonos manos a la obra, Jen se dedicará solo a el movimiento de la sangre.-
-Todo saldrá bien, ya verás.- Dijo Jack posando su mano en mi hombro.
-Eso espero.-