Capítulo 23

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Yo le miré y me quité de encima de él y me senté al borde de su cama.

Él me miro, parecía sorprendido. Nos quedamos en silencio, y después se puso una mano en su boca estaba… estaba… ¿intentando no reírse?

-¿Qué?- Le pregunté molesta.

El soltó la risa retenida, no sabía que alguien podría llegar a reírse tanto, hasta le salieron algunas lágrimas de risa. Yo noté que me sonrojaba un poco. Menos mal, que con la poca luz que había, no podía verme bien.

-Lo siento, lo siento.- Dijo intentando parar de reír.- Es que siempre das tanto miedo cuando peleas, y no pareces una chica asustadiza y que te de miedo una cosa como esa, es bastante gracioso-

-Jo, es solo que me dan mucho miedo.- Yo le miré.- ¿Puedo dormir contigo?-

-¿Qué?-

-No pienses mal, pero no quiero…-

Se escuchó otro trueno y yo me aferré otra vez a él. Acarició mi cabeza dulcemente, y me pidió que esperara.

Al rato volvió con su móvil y unos auriculares. Me senté sobre sus muslos y apoyé mi cabeza en su pecho.

-Ponte esto.- Dijo dándome los auriculares.-

Luego puso una canción a todo volumen, aunque no era muy ruidosa, la conocía bien. Era “Your best friend” de Mai Kuraki. Me quitó uno de ello y se acercó a mi oído.

-Ahora solo duérmete, yo estoy aquí contigo, cierra los ojos y haz como si nada pasara.-

Volvió a poner el auricular en su sitio. Yo cerré mis ojos y me dejé llevar por el cansancio del día.

“Vi un letrero con un nombre, Phantanus, conocía esa discoteca, es únicamente para “seres mágicos”. Entré dentro, me dejé llevar por la música. Un elfo no me quitaba los ojos de encima, él estaba en una zona vip, muchas chicas se movían a su alrededor, de todo tipo de razas. Me acerqué a él. De repente nos encontramos en una habitación privada, el elfo parecía asustado.

-Vale, vale te diré dónde esta.- Dijo desesperado.- El sitio que buscas es… es…-

Todo se volvió borroso oí que alguien me llamaba”

Entonces desperté, Jack estaba delante de mí. Sonrió al verme despierta.

-Siento despertarte, pero parecía que tenías una pesadilla.- Acarició mi mejilla y me besó tiernamente.- Espera aquí, traeré el desayuno.-

Él se levanto y pude verle mejor, iba sin camiseta, sus músculos bien marcados, aunque sin exagerar. Iba con unos pantalones largos de rayas blancas y amarillas verticales.

Empezó a oler a tostadas y a algo más que no supe qué era. Cuando subió vino con una bandeja enorme con comida.

Había una taza con café, tostadas con mantequilla y unos crepes, rellenos de chocolate.

-No me importaría hacer esto todos los días.- Le dije.

-Con mucho gusto lo haré.- Dijo dándome un beso en la mejilla.- Tú desayuna, yo voy a recoger todo el estropicio que he hecho abajo.-

Pensé en el sueño que tuve, fue algo bastante raro. Entonces pensé en lo que me dijo Sam. Fue justo cuando salía de la habitación en donde estaba antes de recuperarme

“Aunque ahora no sepas a dónde dirigirte, no te preocupes, pronto encontrarás una respuesta”

¿Y si era eso? ¿El sueño? Podría ser, y además, esa discoteca existía, sé dónde quedaba y cómo conseguir que nos dejaran entrar.

Terminé el desayuno todo lo rápido que pude y le bajé la bandeja a Jack.

-Tenemos que llamar a los demás.- Le dije, él me miro extrañado.

-¿Para qué?- Dijo dándome un beso en la frente cuando me acerqué.

-Nos vamos de fiesta.-

Hunters (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora