Capítulo 44

862 51 12
                                    

Ella consiguió mantener el equilibrio de alguna manera, la sangre manaba de su herida, había conseguido un buen corte.

-Ya no te queda tiempo, ¿Sabes qué es esta espada, no?- Le pregunté. Apenas podía estar de pie, me dolía mucho el gemelo, pero el dolor de mi corazón en ese momento era muchísimo más fuerte.

Ella observó detenidamente la espada, y me miró horrorizada.

-Es…la espada de tu padre.- Sacó sus alas y levantó el vuelo, yo hice lo mismo haciendo salir mis alas.- ¿Cómo es que tienes esa espada?-

-Me la dio Kevin… antes de que muriera por tu culpa.- Dije mirándola con odio.- Ya no puedes hacer nada, con esta espada vosotros sois como unos simples humanos, ya estás muy débil y me será muy fácil matarte.-

Moví mis alas hasta llegar a ella, le di otro corte bastante profundo en el hombro derecho. Gritó a causa del dolor, pero consiguió sujetar su espada y devolverme el golpe en una de mis caderas.

-Se acabó.- Mascullé. Levanté mi espada y le di un último golpe certero, no en el corazón pero muy cerca, con toda la sangre que ha soltado morirá en pocos minutos.

Esta vez no gritó, tenía su cabeza en mi oído y la escuchaba respirar agitadamente.

-Tú ganas.- Dijo con una pequeña sonrisa.- Me has vencido.- Dijo tosiendo. Noté algo húmedo en mi hombro, estaba escupiendo sangre. Oí como habría la cremallera de su mono.- Un trato es un trato.- Saqué la espada de su cuerpo, ella se sostuvo en el aire como pudo y con sus manos temblando me dio el papel.- Sigue vivo, y no es una trampa, de verdad.-

-Cómo puedo creert…- Dije pasando mi mirada del papel a su cara, estaba… llorando. Se acercó poco a poco a mí, yo me alejé. Consiguió tocar mi mejilla con su mano, la miré confusa.

-Te has convertido en una gran mujer Jennifer.-  Se acercó más a mí y me abrazó, yo estaba confusa ¿qué estaba sucediendo? Mi asombro fue mayor cuando vi como sus alas cambiaban de negras a blancas lentamente.- Gracias.- dijo por último antes de soltarme y precipitarse hacia el suelo.

Yo rápidamente la cogí antes de que se estrellara contra el suelo. Fui bajando lentamente hasta apoyar un pie en la tierra, luego guardé mis alas. ¿Qué había sido eso?

La dejé delicadamente en el suelo, y la observé mejor. Tenía una madre realmente hermosa, incluso llena de sangre parecía un ángel, y parecía… parecía feliz.

Jack pasó de nuevo por mi mente. Me giré y vi a Julia y Christian al lado de su cuerpo. Él tenía un brazo sobre los hombros de Julia y la cara sobre su pelo, ella tenía la mirada perdida hacia el cuerpo de Jack.

Corrí hacia ellos aunque me doliía mucho mi pierna.

-¿Estáis bien?-

-Sí.- Dijo Christian apartando su cara del pelo de Julia.- Solo tenemos alguna heridas y yo el brazo roto.- Dijo levantando el otro brazo con un gesto de dolor.- Pero él…- Dijo mirando a Jack.

Yo bajé mi mirada hacia él, sentí que los ojos me escocían al intentar no llorar.

-Hey, dejémoslo solos.- Le dijo Christian a Julia.

Me agaché sobre Jack y le acaricié el rostro.

-¿Por qué, Jack? ¿Por qué tenía que acabar así? No es justo.- Dije ya llorando. Tapé mi cara con mis manos y me apoyé en el pecho de Jack, llorando desconsoladamente.- ¿De qué me sirve haber vencido? ¿De qué me sirve haber sobrevivido si no estás tú?- Me levanté y le miré a la cara, me acerqué y le di un beso. Sus labios estaban muy fríos. Me separé de él y le pegué un puñetazo al suelo.- Yo no sé qué hacer Jack, tú eras mi mundo y ahora… ahora… no pude ayudar a nadie, ni a Roxanne, ni a Kevin, ni siquiera a ti. ¿Para qué me sirve tener poder para  vencer a los demás si acabo perdiendo a la gente que quiero?-

Seguí llorando, me tapé de nuevo la cara con las manos. Pero sentí algo cálido en ellas y un resplandor. Las separé y tenían un leve brillo azul en ellas.

-¿Qué es esto?- pregunté en voz alta para mí misma.

Se parecía a la energía que suelo utilizar y que está dentro de mí, pero suele ser algo frío y necesitaba mucha concentración, esto… salió solo. Noté un pinchazo en mi gemelo, llevé mis manos hacia allí. Pero… el dolor de repente desapareció, las aparté y miré mi herida. Había desaparecido, la sangre y todo, no había nada ni siquiera dolor o molestia.

-¿Qué está pasando?- Dije mirando mis manos.

De repente se me ocurrió una idea, me acerqué a Jack, acerqué mis manos a su herida en el pecho delicadamente, la herida se fue cerrando poco a poco.

-Por favor, tiene que funcionar, tiene que funcionar.- susurré.

Acabé de curar la herida, pero no pasó nada. Me resigné y apoyé mi cabeza en su vientre. Realmente pensé que sería una señal de que podía recuperarle, pero no iba a ser así. Ya lo tenía todo perdido, le había perdido.

-¿Jen?- era la voz de Jack.

-Genial, ahora me imagino su voz.- Dije pensando que me iba a volver loca.

Me aparté y le miré. Tenía los ojos abiertos, me miraba realmente sorprendido.

-¿Jack?- Pregunté. Él solo sonrió. Me abalancé sobre él dándole un abrazo- Estás… estás bien… ¿cómo?-

-Yo… no lo sé, lo último que recuerdo es haberte visto en peligro, ir corriendo hacia ti y luego como ella con su espada me atravesó el pecho.- Se tocó donde antes tenía la herida.- No está… yo… pensé que no volvería a verte Jen. Y ¿dónde está ella?-

-Ya.. ya no está viva.- le conté lo sucedido y cómo antes de morir sus alas se volvieron blancas.- Según Kevin los ángeles que se convierten en demonios es como si tuvieran una doble personalidad, su personalidad oscura es la única que muestran aunque en realidad sean buenas personas, pero una vez el mal te invade ya no hay vuelta atrás, creo… que ella no quería seguir siendo un demonio, no quería seguir haciendo daño, y por eso me agradeció que yo…- Tragué saliva.

-Kevin era un buen hombre.- Yo asentí.- y por lo visto muy listo.

-Sí que lo era, siempre tenía razón en todo, sobre todo en lo último que me dijo.-

-¿el qué?-

-Era una cosa sobre el poder que tengo dentro de mí.-

El poder no fue creado para matar a otras personas, fue creado para defender a quiénes te importan.

Hunters (Terminada)Where stories live. Discover now