N/A: YA ESTÁ DISPONIBLE EL SIGUIENTE CAPÍTULO DE PPEAS y Shawn's the type of boyfriend.
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No llores Aria.
SHAWN.
-¡Basta!-gritó entre risas. -¡Shawn...pa...ra!-habló entrecortada.
Seguí haciéndole cosquillas, reía a más no poder, mis rodillas estaban acomodadas a su lado, mis dedos estaban en su estómago. Aria se removía y soltaba carcajadas. No era consciente de lo hermosa que se veía así.
Acostada debajo de mi, su cabello disperso sobre la cama, los mechones en su rostro, sus mejillas enrojecidas ...la forma en que sus labios se curveaban cuando reía. Si tan sólo la tuviera debajo de mi de otra manera...
-¡No puedo!-chilló y paré. Reí por lo bajo al verla recuperar el aliento.
-¿Estas bien?
-Sí. -soltó un suspiro. -No vuelvas a hacerlo.
-No vuelvas a quitarme mis muffins.
Asintió derrotada. Aquello comenzó con una discusión de porque se comió mis muffins, nadie se comía mis muffins, se molestó tanto que temí por nuestra relación. La mejor solución fue cargarla a la habitación y hacerle cosquillas.
Así solucionan sus problemas los hombres.
-Ayer mi padre llamó. -dijo de repente.
Me miró preocupada, estiré mis brazos hacia ella. Se acurrucó a mi como un gatito, sabía lo que le afectaba el tema de su padre, la vi llorar tanto cuando el las abandonó, fue la primera vez que me porté como un humano con sentimientos. Ella lloraba y a mi me molestaba tanto que lo hiciera, su padre no merecía que ella llorara por el.
Flashback
-Regreso más tarde, mami. -llamé la atención de mi mamá, dejó de preparar la comida y se dirigió a mi.
-No quiero problemas Shawn. -revolvió mi cabello. -Ya son varios los vecinos que se quejan de ti. -asentí, me sonrió. -Y no molestes a Aria ¿bien? No la está pasando muy bien y no necesita otro problema más ¿entiendes jovencito?
Asentí fastidiado. Salí, listo para dar unas vueltas por el vecindario y tal vez tirar algunos huevos.
Regresaba feliz a casa, la señora Rodríguez, la mexicana que se había mudado hace poco me dio una buena propina por ayudarla con unos sillones. Y yo que iba a tirarle huevos. Era una menos a quién molestar.
-Y con esto me falta cincuenta para el nuevo video juego que...
Dejé de hablar conmigo mismo cuando escuché sollozos, ¿había muerto alguien? Busqué de donde provenían aquellos sollozos. Llegué al jardín de Aria. Hice una mueca al verla llorar.
-¿Estas bien?-pregunté. Me ignoró y escondió su rostro entre sus manos. -Oye...lo siento.
-¿Por qué?-limpió sus lágrimas.
-Lo que te pasó.-fruncí el ceño, me senté con ella en el césped. -Se que tu papá se fue.-pasó el dorso de su mano por sus ojos. -No se lo que siente, pero lo lamento.
Asintió. Volvió a llorar, lloraba tanto que creí que iba a secarse. Suspiré, me acerqué a ella y la abracé. Aria es tan fastidiosa, pero me siento mal por lo que le está pasando.
-Oye, oye, no llores más. Me pones nervioso. -ella siguió llorando. -Oye, vas a secarte...
-No seas idiota, eso no es posible.-murmuró entre lágrimas. -Déjame sufrir en paz.
Metí las manos en mis bolsillos. Yo era muy feliz cuando le hacía algo malo a Aria, pero ella no terminaba llorando de esa manera...excepto la vez que corté los frenos de su bicicleta, pobre, chocó con un árbol.
Pero no comparaba con el llanto de ahora. Mi mamá le dijo a mi padre que el papá de Aria se había marchado y que la señora Dawson estaba triste, igual que su hija. Cuando papá se va por meses yo me siento un poco nostálgico pero sé que el volverá. En cambio, el padre de Aria no volverá.
Y eso si apesta.
-Mmmh, no vale la pena que le llores. -fruncí el ceño. -El se fue ¿vale? No merece tus lágrimas. -me miró. -Te dejó a ti y a tu mamá y eso no es de hombres. -hablé molesto. -Es un cobarde. -recité las palabras que mi padre había dicho.
-¿Y si se fue porque era una mala hija?
-Bueno, no lo creo. -me encogí de hombros.-Yo soy mal hijo y mi padre no se ha ido, tu no tienes la culpa, el es el que está mal. ¿Quién podría abandonarte? Eres muy tranquila, tienes buenas notas y los vecinos no tienen quejas de ti. -rodé los ojos. -Tu papá es un imbécil y el lo sabe... Vas a ver que se dará cuenta de lo que hizo y se arrepentirá por que tu madre es muy bella y tu eres...bueno eres buena hija.-sonreí dándole consuelo. -No llores más porque no se lo merece, tu debes demostrarle que el no es tan importante, ¡ni siquiera debe tener el título de padre!. -sorbió su nariz. -Y te prometo que si el regresa, yo voy a estar listo para llenarlo de huevos ¿si? Llamaré a Douglas si es necesario. Así que deja de llorar.
-Gracias. Creí que no tenías setimientos. -sonrió sin mostrar los dientes.
-¿Quiere un helado? Yo invito.
Asintió, se levantó y caminamos al puesto de helados que estaba cerca del parque.
Ahora debía buscar otra forma de conseguir dinero para mi video juego.
Caminamos de regreso a casa. Aria estaba un poco animada, debió ser por el helado.
-Oye, te sigo odiando ¿eh? -dije, ella asintió.
Lo que debes hacer para que una chica dejé de llorar.
Fin del flashback.
-¿Y que dijo?
-Quiere verme.
-¿Y tu...quieres?
-No estoy segura...el nos dejó por otra mujer.-frunció los labios. -No pensó en mi cuando lo hizo...no pensó cuanto me dolería no tenerlo. -su voz de quebró. -Prefirió a otra mujer antes que a su propia hija.
-Tengo los huevos preparados, puedo llamar a Douglas, no dudará en tomar un avión de regreso. -hablé provocando una risa en ella. -No tienes que hacerlo si no quieres. -dejé un beso en su frente.
Suspiró. -Tiene hijos o hijas, no lo sé. -habló duramente. -Quiere que los conozca.
Tragué duro, vaya. No quería ni imaginar lo que Aria estaba sintiendo, debe ser horrible que tu padre se vaya y decida tener otra familia, luego regresa para que conozcas a tus hermanos.
Que gran mierda.
-Sus hijos deben ser feos. -hablé con desprecio. -Horribles, que asco, no vayas.
Se rió. -Yo también soy su hija.
-Lamentablemente, pero tu eres preciosa. -pellizqué su mejilla. -Al menos eso si pudo hacer bien el idiota.
-Creo que iré, al final de cuentas el es mi padre ¿no es así?
Asentí.
No estaba de acuerdo con la idea pero siempre apoyaría a Aria.
En todo.
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