BUENAS NOCHES MIS AMADOS NOCTAMBULOS
DISCULPEN LA DEMORA, PROBLEMAS DE CONEXIÓN, PERO AQUI ESTA QUE EMPIESE EL MARATON.
LES EXPLICO EL MARATON CONSISTIRA EN TRES CAPITULOS NORMALES Y UN EPILOGO.
ASI MISMO DEPENDIENDO DE SUS VOTOS Y RECOMENDACIONES, LES REGALARE UN CAPITULO ESPECIAL DE ANASTASIA Y COMO VIVIO ELLA ESTOS ULTIMOS MOMENTOS.
Y PUES SIN MAS PREAMBULOS EMPECEMOS.
(NOTA: SI HAY ERRORES ORTOGRAFICOS, GRAMATICALES. LES COMENTO QUE ESTOY ESCRIBIENDO LOS CAPITULOS FINALES CONFORME LOS PUBLICO, ES DECIR... NI YO SE LO QUE MI MENTE PERVERSA LES DEPARA)
LOS AMO... BUENAS NOCHES.
*****
Han pasado días, quizás semanas desde que estoy en el hospital. Esa chica que antes estaba aquí a mi lado, ya no ha venido a verme. Pero el hombre que dice ser mi padre ha estado todos los días aquí, junto con un grupo de hombre armados en la puerta, no pregunto ya que sigo sin entender, pero la curiosidad me mata.
-¿Y Anastasia?- digo llamando la atención de mi "padre".
-Será mejor que te olvides de ella-
-Solo quiero darle las gracias-
-¿Por que?-
-Ella estuvo cuidándome ¿no?-
-Esa chica no es buena-
-¿Por qué lo dices?-
-Mira Ismael es mejor que la olvides y continuemos, hay que espera como avanza todo esto-
-Sigo sin entender- cuando está apunto de protestar la puerta se abra dejando ver a uno de los doctores.
-¿Nos tiene noticias doctor?- mi "Padre" se levanta rápidamente y una pisca de esperanza baña su rostro
-Los exámenes salen muy bien, no hay explicación de por qué la memoria de Ismael no se ha restablecido, aunque esto es un proceso lento. Deben ser pacientes.-
-Eso quiere decir-
-Que es difícil saber cuándo podrá recuperar la memoria-
Es cierto no les comente, hace unos días los médicos me realizaron todo tipo de estudios físicos y psicológicos, al parecer la mente es algo que no logran entender muy bien ya que no saben a ciencia cierta cuando recuperare la memoria.
-Hoy te daremos de alta Ismael-
-Por fin- suspire de alivio, ya está harto de estar entre estas cuatro paredes y solo ver una pared por el enorme ventanal.- Estaba muy aburrido aquí-
-Mi recomendación es que tome unos días de descanso; nada de tenciones, trabajo o cualquier cosa que lo altere-
-Muy bien Doctor. Escuchaste Ismael-
-No quede sordo padre, solo perdí la memoria-
-Debiste perder ese pésimo sentido del humor que tienes-
-Señor Harrison, podemos hablar un momento- le dice el doctor a mi padre y asiente.
-Prepárate, saldremos en un rato más-
Me han dejado solo en la habitación y aun siento como si algo me faltara, esa sensación de que es importante que recupere mis recuerdos, pero mi padre dice que no debo forzarme, que eso pasara poco a poco. Me encuentro inmerso en mis pensamientos y no noto que la puerta había sido abierta, una chica vestida de blanco ha entrado.
-Ya te dieron de alta- dice la melodiosa voz
-Si- contesto de forma tajante y continua guardando mis cosas en la pequeña maleta.
-Eso es bueno- dice algo pesaroso
-Eso creo-
Analizo a la chica que no he podido ver su rostro, sus movimiento de un lado a otro, ansiosa y algo impaciente, su melena negra que cae sujeta en una trenza hasta su cintura.
-Cuídate Ismael- lo último lo dice tratando de ahogar un sollozo, la veo salir corriendo y golpear a mi padre que entraba.
-¿Que fue eso?- inquiere intrigado.
-Ni idea. Estoy listo-
-Vamos ya firme tu alta-
Y por primera vez en estos últimos tres meses que me he encontrado aquí, la enorme ciudad me deslumbra, el sonido de carros es ensordecedor, este lugar no tiene nada de relajante, no pe dará la calma que dice el medico necesito. Sigo de cerca los pasos de mi padre hasta el estacionamiento, donde un automóvil nos espera, retira la alarma y se apresura a abril la cajuela y poder ingresar mi maleta. Entro al carro antes que mi padre y analizo los alrededores a través de la ventana y una figura delicada aparece en mi campo de visión. Esa melena negra sobre sale en mi campo de visión. La chica que me cuido, que estuvo a mi lado cada segundo y que desapareció sin que pudiera agradecerle. Mi padre arranca sobre saltándome. Al voltear de nuevo noto como ella se aleja.
-Espera- digo
-Que pasa Ismael- abro la puerta del carro y bajo- Ismael- me grita, pero no me detengo.
Sus gritos continúan llamando la atención de la chica que voltea y al verme su rostro es indescriptible; sorpresa, angustia, miedo... no tengo idea de que es lo que expresa en este momento. Voltea a todos lados como si buscara una salida, una forma de huir <<alejarce de mi>>, de esto. Cuando estoy mas cerca, solo unos pasos mas, comienza a correr y yo tras ella. No la dejare, necesito saber mas, mas de ella. Todo el tiempo que no estuvo solo pensaba en ella, solo quería saber donde estaba, pro que no me vicitaba si todo el tiempo de inconciencia estuvo ahí sin acceder a los reclamos de mi padre. Pero ahora esta aquí, no se acerca a mi y la verdad no entiendo.
-Espera- grito tratando de alcanzarla.
La logro alcanzar cuando trastabilla con sus zapatillas que alentizan su carrera.
-Dejame Ismael-
-¿Que haces aquí? ¿Por qué desapareciste? ¿Quién eres?- y sus ojos llenos de dolor se fijan en los mios, la brisa sueve sopla, removiendo su melena.
-Ismael- la voz de mi padre llama mi atención- ¿Tú? Te dije que te quería lejos de él, qué demonios haces aquí-
-¿La conoces?- inquiero
-Solo olvidala, no es nadie importante-
-No es nadie importante. Esta chica estuvo a mi lado cuando estaba inconciente-
-¿Cómo sabes eso?-
-Solo... no se... el verla simplemente, el escuchar su voz cada vez que me hablaba- mi cabeza comienza a doler y caigo incado en la fría asera. El dolor es insoportable.
-Ismael, relájate- me dice dulcemente la chica a mi lado y lo hago, comienzo a calmar mi respiración y el dolor se calma.
-¿Quién eres?- fijo mis ojos en ella y noto omo desvia la mirada a mi padre, de manera suplicante.
-Ella es Anastacia Mayer, una de nuestras colaboradoras en el bufete. Solo eso-
-No creo que sea solo eso-
-Ismael, estas confundido, el impacto en tu cabeza te desorianta. Anastasia solo me ayudaba a ver como estabas, no lo hacia mas que por ordenes mias. ¿Verdad Anastasia?- ella asiente resignada, pero no les creo, no se por que pero no creo ninguna de sus palabras. Me levanto del frio suelo y ella copia el acto.
-Solo había venido a analizar la situación, el Lic. Harrison no contestaba las llamadas hace que me preocupe-
-Regrese a la oficina señorita Mayer, hágase cargo de lo que deba. Vamos hijo- me toma del brazo y me lleva a cuestas. Tengo la extraña sensación de que me miente. De que los dos me mienten.
Despues de eso ella no volvió aparecer, ya han pasado tres meses y me encuentro en la casa de la playa, mi pare no me quiere en la oficina y la verdad me aburro. Mauro y Gisela vienen a visitarme con el pequeño Alfred, los recuerdos aun son borrosos, ellos me han ayudado ha acompletar siertos huecos, pero aun siento ese basio en mi pecho y lo se al ver el atardecer en la terraza.
-Aun pensando- la voz de mauro llama mi atención.
-Solo siento que hay algo... algo que es importante... y...-
-No te fuerces amigo, los recuerdos llegaran por si solos-
-No lo se, siento que estos recuerdos no quieren regresar-
-Cambiemos de tema, el recordar lo que te paso me deprime-
-¿Qué quieres hacer?-
-Salgamos a caminar, Alfred esta inquieto y Gisela ya no lo soporta-
-No digas eso si es un angel ese niño-
-No se de donde vez eso-
-Bueno, ire por unas cosas a mi habitación y vamos-
-Muy bien le abisare a Gisela- asiento y comienzo a subir las escaleras.
En la habitación tengo muchas cosas, no he querido cambiar mucho las cosas, si no mal recuerdo tenia una cámara en esta parte. Rebusco en la parte superior de mi closed, donde tengo cajas con cosas, no las he abierto para ver que tengo.
-Aquí estas- saco el aparato pero en el proceso cae una de las cajas desparramandoce todo.
-Que fue eso- escucho la voz de mi amiga y luego su figura entrar.
-Solo se me callo esta caja- hay muchas fotos esparcidad, comienzo a acomodarlas para guardarlas nuevamente, Gisela me ayuda, pero se detiene al ver una de las fotos y sus lagrimas salen. –Gisela todo esta bien- ella me ve con los ojos llorosos tratando de contenerse.
-Si- se limpia las lagrimas figitivas- Es solo que esta es mi favorita- la coloca con las demás
Sin que se percate la tomo entre mis manos y hay dos jóvenes hablando, bajo un gran árbol; una de ellas con el cabello rojo fuego y los ojos verdes, y la otra una chica de cabello castaño y ojos marron claro, sonríen muy alegres, ambas están con vestidos y parece que la noche estaba apunto de caer. Al analizar la foto siento una opesión en el pecho.
-¿Quienes son?- le pregunto a Gisela, quien voltea y ve la foto en mi mano.
-Esa soy yo- señala la que tiene el cabello rojo – Y ella... ella era mi mejor amiga-
-¿Era?-
-Desaparecio hace muchos años-
-¿Y no has tenido contacto con ella?-
-No-
-Pero eso es raro-
-Ismael, déjalo... solo se fue y no dijo nada, nos abandono, es mejor que lo dejes asi- toma la caja y se levanta con ella en sus manos.
-¿Cuál es su nombre?-
-¿Para que quieres saberlo? -Evita mi pregunta
-Solo curiosidad-
-No es importante- y de nuevo la opreción en el pecho.
Tengo el presentimiento que la he visto en algún lado. Analizo con mayor determinación la foto, es mas joven pero se parece a ella. La chica el hospital. La que me cuido mientras estaba inconciente.
-Nos vamos- dice Gisela regresándome a la realidad.
-Claro- dejo la foto en la caja y le ayudo a regresarla a su lugar.