Parte 63

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HOLA MIS QUERIDOS NOCTAMBULOS... LES DEJO ESTE CAPITULO UN POCO MAS TEMPRANO DE LO NORMAL... Y ADIVINEN... ES SECRERO. DISFRTENLO, SE PONE BUENA LA COSA.


*     *    *    *


Tomo con fuerza mi cabeza, el dolor es cada vez más insoportable.

-¿Te encuentras bien?-

-Es esta maldita jaqueca-

-Siéntate- me guía a un sillón, donde me deja caer y sale corriendo a no sé dónde.

El dolor es intenso, pulsante, es como si un millón... que digo una millón un billón de agujas se incrustaran.

-Tomate esto- me dice tendiéndome una pastilla. Lo hago sin quejarme. Veo como apaga las luces y ciento que el dolor se aligera un poco- solo hay que esperar que haga efecto la medicina, deberías intentar dormir-

-¿Dormir?-

-Sí, para poder calmarte-

-Como mierdas piensas que me calmare con todo esto Ana-

-Pues... no lo sé... solo relájate y no pienses en tu situación actual-

-¿Y qué quieres que haga?-

-Relajarte- y ciento como sus pequeñas manos toman mi mejilla y me gira suavemente para poder fijar mí vista en ella- ve a dormir un rato, te preparare algo delicioso para comer-

-No sé si podre-

-La puerta del pasillo es la habitación, la que de aquí es el baño. Estás en tu casa- suelto un profundo suspiro y coloco mi mano sobre la suya, disfrutando de su tacto, me gusta que se preocupe, me da a entender que le importo y si le importo, puede... retiro la idea inmediatamente de mi cabeza y me levanto para poder dirigirme a donde ella me indico que es el baño- Si necesitas darte una ducha adelante, en la habitación hay ropa para ti- dice antes de encaminarse a la cocina.

No sé qué hora es, mis ojos pesan. Al sentir la comodidad del colchón caí rendido, un leve aroma a prados y flores silvestres me ha despertado, ese aroma tan familiar, una sensación de calma me invade y siento un peso muerto a mi lado. Giro mi cabeza para cerciórame de que es y veo el hermoso rostro de Ana descansando, me rodea como puede con sus delicados brazos, tiene un piyama muy linda consiste en un playera blanca y un diminuto short que deja expuestas sus hermosas piernas. El dolor a desaparecido, ya no siento las punzadas de ayer y al despertar con ella me hace recordar lindos momentos. Acaricio su cabello acomodándolo de tal manera que su rostro quede despejado para mi vista, su rostro expresa tranquilidad, su boca un poco abierta y esas largas pestañas que caen sobre sus pómulos, es tan hermosa.

Siento la necesidad de acariciarla y como auto reflejo lo hago, deslizo mis dedos desde su frente hasta su barbilla, bajando por su cuello y llegar a su hombro; ese simple recorrido solo lo realizo con la llena de mi dedo índice. Al llegar a su hombro la sujeto, ella se remueve, pero se presiona más a mi cuerpo y su brazo intenta sujetarme con fuerza, abre los ojos, dejándome impactado brillan tan intensamente, como si algo en ella se encendiera y cambiara toda la perspectiva de la situación actual.

-Buenos días- digo al comenzar a acariciar su brazo, solo con tres de mis dedos; en un movimiento constante de arriba abajo.

-Buenos días- me contesta con una linda sonrisa- ¿Cómo te sientes?-

-Ya mejor, gracias. Creo que si necesitaba dormir-

-Fue difícil. Te movías de un lado a otro-

-Enserio-

-Sí. Me preocupe y cuando me hacer que lo suficiente solo me jalaste y me acostaste a tu lado, de ahí te quedaste tranquilo-

-Lo lamento-

-No te disculpes, no es como que me hubiera desagradado-

-Es bueno saberlo- fijo mi mano en su cintura y ella da un leve brinco.

-debo preparar el desayuno-

-Prefiero quedarme aquí contigo-

-Lo siento, debo ir a trabajar-

-¿Qué día es?-

-Viernes-

-Podemos desayunar juntos-

-Claro, debo alistarme. Tu duerme un poco más- ella se levanta y noto como saca algo de ropa de su armario y gavetas.

Cada movimiento que realiza lo hace bajo mi atenta mirada, me incorporo con cuidado en el borde de la cama. Ella parece inmune, no le afecta nada. Me levanto en lo que ella sigue en su búsqueda en su gaveta, me paro tras ella, inhalando su fresca fragancia, ella se percata y da un brinco al sentir mis manos sobre su cintura.

-Podemos tomar un baño juntos- le insinuó, pegándome más a su cuerpo y mostrándole que no solo yo estoy más que despierto.

-Suena tentador, pero debo ser rápida- dice sin titubeos sacando su ropa interior color vino.

-Si lo muestras así, me excitare más-

-No tienes remedio- dice girándose- duerme, necesitas más descanso-

-No, yo creo que necesito otra cosa- la abrazo con fuerte, presionando mi miembro contra su cuerpo y le guiño un ojo. Ella solo sonríe divertida ante mi insinuación, en serio espero que ceda ante eso.

-Duerme- me ordena y no sé cómo lo logra pero se zafa de mi agarre.

La veo salir y yo me quedo en ese espacio, no me percate de lo grande que es la habitación, talvez el inmenso dolor no dejaba que me concentrara en algo más que no fue eso. Despertar con Ana fue gratificante y al parecer el inconsciente es más fuerte que el consiente, y verla vestida así, realmente me dieron ganas de...

Escucho el agua correr, Ana está cantando en la ducha y no puedo evitar sonreír como un idiota, sé que es tarde pero en realidad que es lo peor que pueda pasar. Claro que me desfigure el rostro, pero es un riesgo que estoy decidido a tomar, el vapor generado por el agua caliente esta por todos lados, el espejo empañado, la delicada ropa de Ana colocada sobre el mostrador. Comienzo a desvestirme y prepararme para entrar con ella, recorro con delicadeza la cortina y ella sigue inmersa en su canto, tiene espuma por todo el cuerpo y usa el jabón como si fuera un micrófono, cuando se voltea y me ve, da un brinco que casi hace que se caiga por la humedad en el piso, la tomo con fuerza, sintiendo como el agua cae en mi rostro, pero no desprendo mi vista de ella, su expresión de asombro es inigualable.

-¿Qué estás haciendo?- se talla el rostro tratando de retirar el jabón que a caído.

-Te hago compañía- espeto con una sonrisa en el rostro.

-Estás loco, debo terminar...- y mis labios no la dejan terminar, no me importa que ahora mismo sea rehén en un lugar desconocido, saber que ella está aquí es lo que me mantiene, pero aún sigo algo escéptico sobre mis propias decisiones.

Ana no lo duda y se entrega, sus manos viajan sobre mi pecho hasta mi cuello rodeándolo y afianzándose a ellos. La cesación del agua caliente y su sube cuerpo manda millones de señales a través de mi cuerpo, sujeto con fuerza y continuo devorando sus labios, el sabor del agua y el jabón, provoca que me separe. Suelto mi agarre de su cintura y los coloco sobre su larga cabellera, que caí sobre su espalda, chorreando el cumulo de agua, deslizo mis manos sobre su cabello, retirando el shampoo que tenía, ella cierra sus ojos al sentir mi tacto, lo está disfrutando y eso me hace sonreír aún más, es inevitable, esta mujer me tiene bajo sus encantos. Ya terminado el proceso, me abalanzo sobre sus labios y regreso al ataque, ella lo recibe deseosa, nuestras lenguas comienzan una batalla. Gruño al sentir que ella comienza un recorrido desde mi cuello hasta mi centro.

-Esto. Tendrá. Qué. Ser. Rápido.- dice es partes tras su respiración entre cortada.


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ESTE ISMAEL LE ENCANTA SUFRIR... CAPITULO "HOT" MIS QUERIDOS NOCTAMBULOS, ESPERENLO... LOS AMO

AMNESIA.  (COMPLETA): SAGA ATRACCIONES PELIGROSASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora