AMNESIA. (COMPLETA): SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS

Parte 34

Después de un camino largo y Ana quejando por tener que caminar tanto, por lo tacones. Hemos llegado, subimos a mi piso y abro la puerta dandole paso.

-Es lindo-

-Bueno hago lo que puedo- digo aparentando modestia.

-Puedo retirarme las zapatillas me están matando los pies-

-A delante estas en tu casa-

Al retirarse la zapatillas su altura disminuye, no recordaba lo baja que era. Yo me retiro la corbata y el saco, para estar mas cómodo en lo que voy a los estantes. Ella mientras tanto analiza todo a su alrededor, y se para sobre el muro de las memorias.

-Son muy lindas-

-Gracias, hago lo que puedo con mi tiempo libre-

-¿Y esta? ¿cuando me la tomaste?- señala una foto donde esta tumbada ella sobre un sillón con un libro en mano y otros tres en una mesa cercana.

-Esa es fácil, estabas en la biblioteca leyendo. Cuando la persona esta desprevenida las fotos son mas hermosas- le digo.

Ella sigue admirando las fotos en la pared, hasta que llega a la sala donde estoy.

-Que te apetece ver; Terror, horros, suspenso, romance, acción... o de todo un poco- le sugiero con una enorme sonrisa

-Acción estaría bien-

-Ok, te parece bien la de "El especialista"-

-Perfecta- dice ella caminando veloz mente al sillón –Ismael-

-Si-

-Hace frío-

-Ah, si quieres puedes ir por una manta, están en la habitación en la primera puerta por el pasillo- le señalo y escucho como avanza.

Coloco la película y espero a que ella venga. Tomo asiento en el amplio sillón y tengo el control en mi mano solo para dar inicio.

-Listo- toma asiento y extiende la amplia sabana.

Ella sube sus pies en el sillón y se apoya en mi pecho para descansar su cabeza. Solo doy click y la película comienza. Las escenas pasan una tras otra y yo solo pienso en Ana, recostada en mi pecho, su aroma invade casa pulgada de oxigeno que entra a mi cuerpo, invadiendo mis sentidos. Comienzo a distribuir pequeñas caricias sobre su brazo. A lo que ella suspira ante la sensación. Al terminar la película, veo que Ana tiene los ojos cerrados se ha quedado dormida.

-Ana- susurro

-mmm- se queja

-No puedes quedarte dormida aquí-

-No tiene nada de malo- dice ella

-Es solo que...-

-Solo dormir Ismael, puedes dejarme en el sofá, luego me voy-

-Eso si que no hermosa- me levanto levemente dejando su cabeza sobre el sillón.

Ya parado, paso mis brazos por debajo de su cabeza y sus piernas levantandola, acto que la toma por sorpresa y me rodea con sus brazos el cuello.

-¿Que haces?- inquiere algo somnolienta

-Ye llevo a la cama-

-No, déjame en el sillón ¿tu donde dormirás?- dice en un tono agotado

-En el sillón-

-No otra vez- eso me saca una sonrisa

-No te preocupes este es mas cómodo que el que tenia en el otro apartamento-