Al día siguiente, después de una larga noche empacando y hablando con Ava para que no se preocupara por nada. Thomas no había dormido casi nada y después de solo dos horas de sueño, despertó escuchando a Stiles hablar por teléfono con alguien, el castaño movía sus brazos de un lado a otro y Thomas le lanzo una almohada para que hablara más bajo.
- Hannah dice que viene en camino – Thomas no le hizo caso y siguió durmiendo recibió un almohadazo y después otro, hasta que se dio cuenta de que no podría continuar durmiendo –
- Ya voy, ya voy – Camino hacia la ducha y se quedó ahí por un largo rato intentando despabilarse, cuando salió con una toalla en su cintura Stiles lo miro de arriba abajo con una mirada lasciva, a Thomas le encantaba ver como Stiles se moría por él - ¿Disfrutas la vista?
- Si... - Thomas solo le guiño un ojo y fue a buscar algo de ropa – Digo es la primera vez que entras aquí para cambiarte.
- Tú dijiste que podía cambiarme aquí si quería.
- Si pero yo estoy aquí.
- Ya me has visto desnudo Stiles pero si quieres conservar el pudor – Thomas se dio la vuelta y quedo frente al castaño – Podrías salir y no violarme con los ojos por favor.
- Ahora quiero quedarme – Thomas solo se encogió de hombros y se cambió frente a Stiles sin siquiera sonrojarse, era un mentiroso experto y no dejaría que la presencia de Stiles lo descolocara – Lo estás haciendo apropósito.
- ¿Qué cosa?
- Eso, cambiarte extremadamente lento y agacharte más de tres veces lo estás haciendo para provocarme.
- Tal vez – Se puso una camisa y camino hacia donde el castaño estaba parado y lo beso lentamente hasta que Stiles soltó un gemido – Pero ahora tenemos que irnos.
- Claro que no – Stiles lo coloco contra la pared y lo beso apasionadamente, sus lenguas chocaron y se enredaron haciendo que ambos chicos suspiraran – No puedo convencerte de que no vengas conmigo.
Thomas negó con la cabeza y Stiles coloco su frente sobre la suya con los ojos cerrados, Thomas no sabía que decir o hacer, él nunca llegaba a este punto con ningún chico pero podía sentir que Stiles estaba preocupado por él incluso podía sentir, que Stiles sentía algo por él. Eso lo asusto de sobremanera e hizo que Thomas quisiera salir corriendo y reconsiderara la idea de ir a Beacon Hills; existía una abismal diferencia entre algo de tensión sexual entre ellos a que Stiles tuviera sentimientos por él. No eso no puede ser, se supone que nadie tiene sentimientos por mí y que yo nunca permito que eso suceda, los sentimientos son inútiles solo sirven para lastimar a las personas y yo no quiero lastimar a Stiles. El timbre sonó salvando a Thomas del ataque de pánico que estaba a punto de tener.
Stiles se movió y fue a abrir la puerta dejando a un Thomas muy asustado en la habitación, no por la batalla sobrenatural en la que se había metido si no por todos los sentimientos que estaban acumulándose en él.
- Tommy vámonos – Stiles volvió al cuarto y dejo caer su maleta al ver a Thomas perdido en sus pensamientos - ¿Estas bien?
- Stiles ¿Tu sientes algo por mí? – El castaño abrió los ojos como platos y guardo silencio. Thomas sintió como sus pulmones se vaciaban No deberías sentir nada por mi, yo no soy bueno para las personas y yo no debería sentir nada por ti. Thomas solo tomo una bocanada de aire intentando calmarse y puso su mejor cara de póker – Olvídalo eso sería imposible solo nos conocemos desde hace que... un mes, tal vez dos.
- Si eso sería extraño – Thomas fue por su maleta y Stiles iba a sus espaldas susurrando algo que Thomas no fue capaz de escuchar – Vamos las chicas nos esperan.
El viaje a Beacon Hills fue incomodo solo eran 4 horas de viaje pero para los chicos fue todo un calvario, en el que ninguno se atrevía a hablar. Thomas, por un lado tenia los nervios de punta, aunque Stiles no lo acepto Thomas sabía que el castaño sentía algo por él y eso no le gustaba; nunca nadie se había enamorado de él, ni siquiera había escuchado un te amo por parte de alguien en todos sus años de vida; todos siempre creían que él era demasiado frió y por eso nunca se lo dijeron pero si Stiles se estaba enamorando de él todo cambiaría, todo sería malo y Thomas volvería a quedarse sin su único amigo, el amor siempre complicaba las cosas hacia que las personas peleen y arruinaba todo, por eso Thomas nunca quiso enamorarse y ahora no sabía que es lo que sentía por Stiles.
- Thomas.
- ¿Qué sucede? – Stiles lo miro con las cejas arqueadas y apunto a sus manos, no se había dado cuenta de que tenía las uñas encajadas en sus palmas y un poco de sangre salía de las recientes heridas, intento relajarse pero Stiles no le quito los ojos de encima. El castaño estaciono el auto a un lado de la carretera y saco su celular.
- Tenemos que detenernos un segundo – Colgó y volvió sus ojos hacia Thomas que aún no se atrevía a decir algo - ¿Qué está pasando Thomas?
- Nada.
- Vas a empezar a mentir otra vez. Tommy dime que es lo que te molesta.
- Solo estoy cansado – Thomas intento ver hacia la ventana para no tener que cruzarse con los ojos del castaño pero este puso una mano sobre su mejilla y lo obligo a mirarlo – No deberías actuar así, te dije que solo seriamos amigos con derechos.
- Y yo te dije que no podía ser solo tu amigo con derechos.
- Creí que al menos lo intentarías.
- Por qué mejor no sigues tu propio consejo y solo te dejas llevar, no creo que sea tan malo estar en una relación – Thomas sintió que volvía a respirar al fin, cuando los dedos de Stiles acariciaron su mejilla - ¿Qué dices Tommy?
- No te prometo nada – Stiles le dio un beso y volvió a conducir – Pero lo intentare.
- Estas seguro de que no estamos perdidos – Pregunto Thomas por segunda vez, ya se había calmado un poco y ya no sentía ganas de saltar del auto cada vez que Stiles lo miraba pero desde hace una hora más o menos, cada vez que veía por la ventana se encontraba rodeado por arboles – Vivías en un pueblo fantasma.
- No idiota solo está un poco alejado, ¿Nunca habías hecho un viaje por carretera?
- No, nunca salí de Virginia.
- Nunca – Thomas negó con la cabeza – En serio eres un alíen, no saliste con tus padres de viaje a algún lugar jamás.
- Y tú conoces algún lugar además de Beacon Hills y Virginia – Thomas intento cambiar de tema, aún no estaba listo para hablar de su pasado, Stiles se lo pensó un rato y después hablo.
- Cuando era niño iba de vacaciones a muchos lugares con mi mama y mi papa pero casi no le recuerdo, aunque hace unos años fui a México con la manada.
- ¿México?
- Si, fuimos a rescatar a Derek cuando estaba enterrado en un templo o algo parecido.
- Creo que nunca entenderé como es que sigues con vida. ¿Cuánto falta para que lleguemos?
- Al menos una hora.
- Quiero escuchar el resto de tu historia.
- Bien – Stiles le conto una larga historia casi tan imposible de creer como la anterior, acerca de su amigo Jackson convirtiéndose en un kanima y Derek creando una manada para ser más poderoso y poder averiguar quién era el amo del kanima.
- Entonces me estás diciendo que tu sabias que el tal Matt era el asesino desde el principio.
- Si pero nadie me creyó.
- Pero como lo supiste si no había pruebas en su contra.
- No lo sé instinto supongo – Stiles se encogió de hombros y siguió hablando acerca de sus aventuras en Beacon Hills, el castaño hablaba como si pelear contra unos gemelos que podían unirse para formar un hombre lobo gigante, fuera algo que todos hicieran antes de ir a la escuela, también hablo acerca de una manada de alfas y un druida oscuro pero en el punto más interesante de la historia se quedó callado.
- ¿Qué paso después? - Thomas lo miraba expectante, pero la cara de Stiles cambio abruptamente, como si le doliera hablar acerca de esa parte de su pasado. Por alguna extraña razón Thomas quiso reconfortarlo, pero justo en el momento en el que iba a tomar su mano, Stiles negó con la cabeza y suspiro.
- Te molesta si cambiamos de tema no me gusta hablar sobre esa parte.
- Esta bien, pero tú no tienes derecho a presionarme para hablar sobre mi pasado hasta que no escuche toda tu historia ¿Trato?
- Trato, igual no hubiéramos tenido tiempo para hablar – Stiles señalo un letrero viejo en el que casi no se podía leer lo que ponía pero Thomas sabía lo que decía ahí "Beacon Hills".