James le dijo a Mike que lo vería después. Es probable que no lo vuelva a ver por el resto de la mañana. Pero antes de eso, en los salones de clase a los que él fue, se estaba hablando más de Lancaster. Mike iba al lado de él y junto con otros amigos, charlaban con James.
Preguntaban mucho sobre él y quién era en realidad. Algunos mencionaban que ya lo vieron por el instituto, sólo que lo veían como un chico marginado del resto aunque bastante tranquilo. James respondía que no se equivocaban, sólo que lo ocurrido en esa noche fue algo momentáneo.
Mike y James estuvieron preguntando (cuando había un espacio en el interrogatorio que le hacían los chicos a James) sobre el vídeo que llegó al director, pero nadie daba una respuesta afirmativa de haberlo hecho.
—¿No van a decir nada de él en la fiesta, no es así? —preguntaba Mike.
—No, a él no lo vamos a delatar —Terminaban respondiendo.
En realidad, ellos preferían dejar a Darren como el único que debía recibir dicho castigo y no James. Aquello estaba justificado, ya que más de la mitad del instituto se cansó de Darren con sus bromas y mejor callaron todo lo relacionado al contrincante.
Así dejarían paso a James Lancaster. Pero algo que sí sabía él, es que si demostraba ser algo peor o similar a Madison, lo podrían delatar y ya.
En la hora de recreo fue al salón en el que Scarlett estaba a punto de salir. La campana del cambio de hora había sonado por todos los pasillos y James se apresuró para buscarla.
Antes de verla salir, Judy y Kate se acercaron, ambas intercambiaron miradas entre ellas, confundidas, pero también un poco molestas con él.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Judy.
—Vengo a hablar con Scarlett, será breve.
Ambas volvieron a mirarse, James se había dado cuenta que no ocultaron del todo su molestia por las últimas cosas que él había hecho, pero seguía prometiendo que eso cambiaría. Es una promesa personal que no iba a dejar de lado.
—¿Ahora ya no vas a huir...? —preguntaron las dos al unísono.
—Ya no—respondió James, enseñando una sonrisa después de tanto tiempo que nos las veía—. Esta vez ya no. Esto será diferente y deberá empezar desde ahora—señaló el salón con la cabeza—. Hablaré con ella. Tal vez las vea al rato.
—De acuerdo, James —dijo Kate.
—Recuerda que Scarlett...—comentó Judy.
—... no es una persona de rencorosa —Terció James para interrumpirla, tomando en cuenta lo que pasó en uno de sus sueños—. Lo sé bien, pero también entiendo que por ahora está muy molesta conmigo.
Volvió a darles una rápida sonrisa e ingresó al salón. El maestro y los demás estudiantes habían salido y Scarlett todavía tomaba sus cosas (sentada en un pupitre del centro del aula). En cuanto miró a James, parpadeó sorprendida, no lo estaba esperando. Ella había creído que no volvería a hablarle y que si quería hablar con con él debía buscarlo, pero esta vez era él quien fue a buscarla.
Scarlett seguía un tanto sorprendida, pero al mismo tiempo no ocultaba su inquietud con respecto a lo último que sucedió. James puso una sonrisa triste, la saludó y tomó asiento en un pupitre frente a ella. Scarlett White abrió la boca para hablar, pero él se adelantó.
—Espera, antes de que quieras decirme algo o simplemente irte, escúchame.
Scarlett no dijo nada y esperó a que James prosiga.
—He venido porque quiero pedirte perdón por todas las cosas que he llegado a hacer, muchas perjudicaron a ti, a tus amigas, incluso a mi familia y a mí. Todo eso por la forma tan débil por la que me comportaba —Empezó a decir él, a la vez que se retrepaba en el asiento y dio énfasis a lo siguiente oración—. Pido perdón por todo ello, no debían ir a buscarme y mucho menos esperar que eso pudiera servir de algo cuando apenas hacía las cosas bien. Pero esta vez haré las cosas diferentes, empezando por algo muy importante.
—¿Qué cosa? —inquirió ella. Sentía que algo en aquel chico estaba dejando de lado lo que fue negativo en su vida.
—Huir—respondió James—. Principalmente huir ante esos problemas que surgían de repente, creía que huir no era nada malo porque sólo es alejarte de aquello que puede dañarte, no obstante, me he dado cuenta que si huyo los problemas seguirán ahí e incluso pueden ser peores. Ya no debo seguir huyendo de ese modo, para luego ponerme a llorar. No vas a volver a ver eso nunca más, por una simple razón.
No dijo nada, esperó a que él lo diga.
—He decidido cambiar definitivamente para bien, lo estuve reflexionando mucho y ahora creo que tengo un mejor camino para escoger que antes.
Scarlett miró los ojos de James, de verdad algo de él se había ido y una versión diferente estaba frente a ella.
—No te rogaré en que aceptes mis disculpas ante mis propios errores, pero quería que sepas estas cosas.
—¿Esperabas que yo cambiara de opinión? —Inquirió Scarlett.
—No, en realidad no. Sé que te he afectado bastante con mis problemas e inseguridades, sin embargo, deseo seguir junto a ti luego de que he decidido este cambio que seguirá de aquí en adelante. Yo en serio te amo Scarlett, pero si tú decides negarte o simplemente no continuar conmigo, lo entenderé perfectamente.
James mantenía esa sonrisa triste. Scarlett por otro lado, se había quedado sin palabras, había considerado que James (al menos el que era más inseguro y tímido) no llegaría a decir cosas como esas. Incluso aceptaba el hecho de que si ella no deseaba volver a la relación, él lo iba a entender por todo lo ocurrido. Eso era algo totalmente nuevo para ella, el supuesto cambio de James era bastante cierto. Pero aún tenía sus inquietudes, ¿esa nueva forma de ser podrá durar mucho? Ella quiso saber eso, así que dijo lo siguiente:
—Chico, entiendo bien que tengas más voluntad para venir en lugar de ir a buscarte. Admito que me has tomado por sorpresa —dijo Scarlett, soltando una risita—. Te daré una última oportunidad, pero si tú mismo no logras mantener tu nueva forma de ser, creo que ahí quedarán las cosas para nosotros.
James sonrió.
—Gracias, Scarlett —dijo James—. Cambiando de tema... ¿me ayudas a ser más sociable? La verdad intenté por mi cuenta... desde que derroté a Darren muchas personas me hablan y apenas he logrado comentar algo con todos ellos.
Scarlett soltó una carcajada y su mano dejó de sostener su hombro, y pasó a la mejilla.
—Necesitas mucha ayuda, chico.
—Vaya que sí...—masculló él, riendo junto con ella.
Scarlett tomó todas sus cosas y las guardó a la mochila.
—Por cierto —dijo James—, ¿qué pasó con el regalo que quería darte?
—Lo tomé y lo lleve a casa—respondió ella, después de acomodar sus útiles—. No podía dejarlo tirado ahí—las comisuras de la boca se levantaron—. Muchas gracias por los libros, James.
—De nada, ¿leíste alguno?
—No podía... me sentía mal por todo lo que ha pasado... pero ya tendré tiempo para leer alguno—se encogió de hombros y ladeó la cabeza, como si algo le inquietara—. Chico, yo no pude comprarte nada... lo siento—ladeó la cabeza al otro lado—. Aunque tal vez tenga algo para ti.
—No importa, Scarlett—masculló James—. No debes darme nada, yo prefiero que...
Se calló en el momento en que los labios de Scarlett llegaron a él. Los ojos de ambos se cerraron y las manos de ella se apoyaron en los hombros de James. Súbitamente, James llegó a recordar la vez en que la besó en la azotea y el instante en que miraron las luces en el parque... creía estar en aquella hora y lugar, dejando atrás que se encontraba en el instituto, sentado en un pupitre.
James apoyó su frente en la de Scarlett y sonrió, con los ojos aún cerrados.
—Creo que esto bastará.
—No... claro que no, chico... también te compraré libros.
Se separaron y vieron sus rostros de alegría.
—Está bien, Scarlett.
Se levantaron de sus pupitres y salieron del salón. James tomó la mano de Scarlett mientras salían.
Judy y Kate estaban arrimadas a la pared, fuera del salón. Ambos las miraron con curiosidad.
—¿Nos estaban espiando? —preguntó James antes que Scarlett—. De seguro también estaban espiando.
—No, nada de eso—dijeron Judy y Kate al mismo tiempo.
James y Scarlett se miraron el uno al otro, enarcando una ceja y luego pasaron a reírse.
—Mejor vamos a la cafetería—comentó Scarlett—. ¿No tienen hambre?
Todos asintieron. Caminaron hacia la cafetería conversando, pero aún más sobre James, que querían saber todo lo que sucedió mientras estaba tan ausente. Él lo hizo sin ningún problema. Detallando todo.
Solo que hubo unas cuantas cosas que no contó: lo que estuvo escribiendo y las pesadillas que tenía con Darren. Prefirió que solo eso, sea lo único que deba conservar para sí mismo. Sin embargo, Darren que se encontraba furioso estaba buscando a James.