TRUST

Par Aname_o4

11.2K 764 308

Sarada había tenido sueños con una chica desconocida. Sólo podía ver que era pelirrosa, que se parecía a ella... Plus

Prólogo
Capítulo 1- Aika Sakura
Capítulo 2- Sé cómo empezar
Capítulo 3- Muéstrame
SPAM
Capítulo 4- Siempre había tiempo para el amor
Capítulo 5- ¿Sarada tiene el sôzô?
Capítulo 6- Un verdadero paso
Capítulo 7- La última noche
Capítulo 8- Sin un adiós
Capítulo 9- La realidad
Nota
Capítulo 10- Usui Tomakaki
Capítulo 11- Tic-tac
Capítulo 12- Madre e hija
Capítulo 13- Las historias de mamá
Capítulo 14- La princesa del Cerezo (1/3)
Capítulo 14- Ella Ōtsutsuki (2/3)
Capítulo 14- Trozos de luna (3/3)
Capítulo 15- Atrapada entre chicos
Capítulo 17- Sarada Vs. Daisuke
Capítulo 18- Melodías en la habitación
Capítulo 19- Tres meses
Capítulo 20- Yerno
Lee TuT
Capítulo 21- Baka-Boguto
Comunicado

Capítulo 16- Un paso hacia adelante

237 19 17
Par Aname_o4

—Ahm...— el rubio que había delante de Sarada, Daisuke, comenzó a pensar en algún plan para sacarla de ahí sin ser visto por aquellas cuatro personas. Era un plan bastante difícil, pero al fin y al cabo eran ninjas. Ninjas torpes—. Mi habitación está arriba, ahí podremos hablar. Pero...-

Quiso dar a mostrar que quizás estaba demasiado cerca de él, y que por mucho caballero que sea, Daisuke estaba pensando que ella era sexy. ¿Acaso quería liarla?
Aunque él tenía un sexto sentido, y sabía perfectamente que si se atrevía a hacerle algo, sería golpeado en segundos. No parecía ser una chica débil.

Sarada dio unos pasos hacía atrás, notando la mirada clavada de los amigos de Daisuke. En seguida se ruborizó, aún tapando como pudo sus pechos y cruzando sus piernas.

—R...Rápid-

—¡Ey, Daisuke!— uno le llamó la atención, provocando que Mitsuki y Boruto también miraran, pensando en lo irrespetuosos que eran con el descanso ajeno—. ¿Vais a venir o no?

Automáticamente Sarada se hundió para no ser vista, ante los nervios de todo.
Rompió una regla de balnearios masculinos; jamás hundirse en agua tan cristalinas.

Daisuke tapó su miembro, también nervioso.

—¡No, no hagas es-

—¿Daisuk-

—Oye, oye— finalmente Boruto interrumpió en aquella conversación, sin apenas moverse del sitio—. Sean más respetuosos, ¿quieren?

—Ah, sí, lo siento.

Daisuke se inclinó como pudo hacia el Uzumaki y Mitsuki, sin embargo, volvió a poner su atención en Sarada.

—Vamos...— susurró—. Ve a esconderte tras la piedra. Te traeré una toalla por ese costado.

La Uchiha asintió. Daisuke salió del agua por donde estaban sus amigos, dando excusas vagas. Cogió dos toallas mientras Sarada caminó hacia la piedra, sintiendo unos ojos clavados en su espalda.
Diablos. ¿Es que acaso alguien la había descubierto?

Al encontrarse tras la piedra con Daisuke, se sintió bastante aliviada. Era un punto muerto, donde nadie podría verla.
Aunque aquello ojos ónix sí.

—No mires— amenazó con una voz indiferente, alzando su brazo para que le pudiese dar su toalla—. Gracias...

Daisuke se giró, aunque no hizo falta, ya que Sarada se envolvió en la toalla sin ni siquiera salir del agua. Toda la tela se mojó, pero no le importó.
Al salir, miró la espalda de Daisuke: él había rodeado una toalla en su cintura, por lo que lo agradeció.

—Listo— susurró. Miró hacia Boruto y Mitsuki, dándose cuenta del error cometido; el albino estaba clavando su mirada en ella. ¿Es que acaso sospechaba? No, no podría ser. Fue cuidadosa—. ¡Vámonos rápido! Debo hacerte unas preguntas.

—Sí, sí— contestó—. Aunque debemos pensar cómo salir de aquí. Si ven que tu toalla está envuelta de esa manera...

—¿Y qué diablos hago?

—Etto...— comenzó a rascar su nuca. Daisuke era considerado un buen estratega en su equipo de tres chicos. Siempre era el cuidadoso y el que pensaba antes de atacar. Por supuesto, tenía buenas ideas. Pero eso no significaba que serían fácilmente realizables—. Tengo una idea.

—¿Cuál?

—Pon tu toalla en la cintura y súbete a mi espalda— propuso con vergüenza—. Ya sé que se ve-

—¿Acaso crees que soy débil?— habló con orgullo, aunque no quería aceptar aquello. Tenía otra opción; pedir ayuda a sus compañeros. ¿Pero era buena idea? La subestimarían ante aquel error. ¡Se reirían de ella! Y...la verían desnuda. Prefirió eso, ya que a Daisuke no lo volvería a ver. ¿Qué importaba enseñarle sus complejos?—. Ni se te ocurra mirar.

Cuando volvió a girarse, bajó la toalla hacia su cintura, agachándose para que los demás no puedan verla.
Ató de nuevo su coleta, haciendo que su cabello se vea más corto de lo que era.

—Allá voy.

Con delicadeza se posicionó en su espalda y Daisuke la cargó con rubor en sus mejillas. Puso sus manos en sus muslos para cargarla.

—Asegúrate de girar la cabeza.

Eso hizo; giró su rostro, apoyándolo hacia el otro lado de la pared. También apretó con fuerza sus brazos, los cuales estaban rodeando su cuello; no quería que sus pechos fuesen descubiertos, aunque estaban tocando la piel de Daisuke.
Tampoco le importó; aquellas cosas eran delicadas, pero el único chico que podría ponerla nerviosa en aquella situación era Boruto. Boruto Uzumaki.

Daisuke comenzó a andar.
Sarada cerró sus ojos con fuerza. Cada paso que él daba, ella podía notarlo por el trote.

—Eh, Daisuke, ¿qué pasa?— preguntó un compañero, interrumpiendo los pasos del rubio—. ¿Está bien el chico?

—Ah...— Sarada notó sus nervios—. S-Sí— afirmó—. Se sobrepasó con el tiempo y se siente mareado. Iré a la enfermería de los balnearios con él, ¿está bien?

Mitsuki prestó atención en aquella conversación. Aquellos morenos cabellos... Incluso había una pequeña cicatriz en el hombro de Sarada.

<<¿En qué lío te has metido ya?>>

—Mitsuki, ¿por qué sonríes?— preguntó Boruto, haciendo que prestara atención.

Sarada y el chico rubio ya habían salido de ahí.

—Ah, nada. Es por Sarada-chan.

—¿Sarada? ¿Qué pasa con ella?

—Nada. Solo me preguntaba qué hacía en el balneario de hombres con ese chico— soltó con una sonrisa, intentando hacerle ver a Boruto que era ella.

—¿Eh?

Tardó en darse cuenta, pero asintió ante su compañero. Ese cabello, esos comportamientos extraños... Pero, ¡ese maldito chico! ¿Qué diablos hacía Sarada? Si se metió en problemas solo tenía que pedirle socorro. Rápidamente se levantó, yéndose en su busca.

—¿Qué pasa?— preguntó Mitsuki.

—¡Absolutamente nada!

Todos ya sabíamos lo molesto que estaba y lo molesto que era la situación en sí. ¿Sería real que se encontraba mal? ¡Él debería ser su apoyo, y no el estúpido desconocido! Corrió. En las taquillas se puso el pantalón, olvidándose de la ropa interior y lo demás. Sus piernas se movían solas, a la par que su corazón palpitaba con fuerza.

<<¿Por qué diablos estoy pensando que se fue a su habitación?>>

¿Dónde estaba? ¿Cómo diablos la encontraría?
Al abrir la puerta de la enfermería, ella no estaba.

—¡Diablos!

¿Así de mal se sentía ella cuando le escuchó hablar de los pechos de Kuna?

***

—Los Ōtsutsuki celebrarán el inicio de la ceremonia lunar con un baile, se hace cada año, aunque este es diferente, ya que invitaron a personas de otros clanes importantes— explicó Daisuke, sirviéndole algo de té. Sarada ya estaba vestida, prestando atención a las palabras de aquel rubio—. Así que nadie va a rechazar la invitación.

—¿En qué consiste esa ceremonia?— apoyó el codo en esa mesa, poniendo su otra mano en la taza de té.

—Realmente nadie lo sabe. Creo que por eso todos quieren ir.

—¿Cómo puedo ir?

—Ah... ¿Sarada Uchiha, verdad?— preguntó. Se habían presentado en cuanto llegaron a la habitación—. Los Uchiha no están invitados, solo hay pocos clanes que pueden ir.

¿Los Uchiha no estaban invitados? ¿Qué tenían esos estúpidos Ōtsutsuki contra su padre y ella?
Mordió sus labios, mirándolo.

—Necesito hablar con Ella Ōtsutsuki.

—¿Ella?— Daisuke prestó atención—. ¿Por qué?

—Estoy segura de que ella sabe dónde está secuestrada mi madre. Dime, ¿dónde vive ella?

—No sé— suspiró. Ojalá lo supiera—. Nadie lo sabe. No hay forma de encontrarse con un Ōtsutsuki, a no ser que ellos vengan a ti. Aunque esta vez está la fiesta de por medio.

—Necesito ir a esa fiesta, Daisuke— clavó su penetrante mirada en sus ojos. Tenían el mismo color que el de ella. Tenía el mismo brillo que el de ella—. No veo más oportunidad.

—Puedo intentar conseguirte una invitación. O darte la mía, no quiero ir.

—Sería fabuloso.

Le gustaría rechazar aquella ayuda, pero no podía tener ese lujo.
Sin ayuda de Daisuke, encontrar a Sakura sería casi imposible. Necesitaba hablar con Ella. Entrar en la fiesta y someterle a unas preguntas.
Pero, para ello, tendría que derrotarla.

—Aunque...— prestó atención—... Los Ōtsutsuki serán muy profesionales con la seguridad. Verán cada detalle de los invitados y se encargarán de que las invitaciones no hayan sido intercambiadas, vendidas o robadas.

—¿Y qué hay de las parejas?

—Por supuesto, mirarán que realmente lo sean. Habrá muchos guardias.

—¡Suena realmente difícil!— se quejó, golpeando la estúpida mesa.

Daisuke rio ante eso.

—Suena difícil porque es para divertirse y conocer más de ellos, no para una misión.

—De todas formas, gracias por la informa-

—¡Sarada!— a lo lejos pudo distinguir la voz del Uzumaki, que comenzó a gritar a través de aquella puerta. La golpeó, buscando a la Uchiha—. ¡Sé que estás ahí, ábreme!

—Uhm, ¿esa no es la voz del chico del balneario?— preguntó Daisuke con una sonrisa—. ¿Es el novio de Sarada-chan?

Aquella pregunta tan directa provocó un sonrojo en Sarada. Sus manos comenzaron a juguetear entre sí, pues no sabía qué diablos hacer. Los gritos del Uzumaki eran cada vez más fuertes, dando a entender que sería capaz de destruir aquella puerta.
Estaba feliz, pero también nerviosa. El cómo se sintió cuando le escuchó hablar de Kuna era algo que jamás había sentido antes, no de aquella manera tan intensa.
Los sentimientos flotaban en ella, ¡y no debía! Debía calmarse, porque no quería caer ante el amor.

Las personas se dedicaban en destruir cosas hermosas. ¿Y si Boruto era así?
¡No! No había forma de que eso ocurriese.

—¿Quieres que le di-

—No— se levantó, haciendo una reverencia delante de él—. Gracias por tu ayuda. En esto y en mi metedura de pata. Si es posible...

—Necesitarás más información, ¿no?

—No uso teléfonos móviles ni correo electrónico. ¿Es posible a través de paloma mensajera?

—Claro. Te daré la dirección de mi casa, también.

Cogió un papel de una cómoda, rápidamente escribiendo la dirección. Los golpes de Boruto comenzaron a ponerle bastante nervioso.
Al terminar, se lo extendió a la Uchiha.

—Realmente no planeo ir en contra de los Ōtsutsuki, pero te ayudo porque necesitaré tu ayuda. ¿Está bien?

—Créeme. Lo sé.

Al terminar de hablar con aquel chico, abrió la puerta.
Para su sorpresa, el Uzumaki estaba sudando, con un rostro de bastante preocupación. Sus ojos, sus labios... Todo se clavó hacia su dirección.
Sarada estaba ahí, y de lejos podía ver a aquel chico. Se parecía un poco a él, aunque tenía más actitud.

¿Qué haría si Sarada se había enamorado que él? Diablos. Seguro que aquel desconocido no había hablado de los pechos de Kuna a espaldas de la chica que quería.
Seguramente que aquel chico la había ayudado, cuando debió de haberlo hecho él.

¡No, no!

Nada de eso. Boruto Uzumaki era el chico más confiado de todos. ¿Por qué cuando trataba de ella se dejaba pisotear? ¿Eso era amor? ¿Querer a alguien, con un miedo tremendo a perderlo?
No quería perder a la Uchiha. Ni siquiera eran pareja, pero él lo sentía como tal.
Daisuke la cargó. Pudo tocar la suavidad de sus pequeños pechos. Pudo tocar su piel desnuda, aunque sea con su espalda y por una buena causa. ¡Pero lo hizo!
Y temió eso. ¿Y si el corazón de Sarada había latido deprisa por esa causa? ¿Y si se puso nerviosa, haciendo que provocara dudas?

—Boru-

Y justo cuando Sarada pensaba que él actuaría como un niño haciéndole una rabieta a Daisuke o actuando como un completo celoso besándola delante de él, se abalanzó sobre Sarada. Pero no para besarla o ponerla incómoda, si no, para rodear su cintura con uno de sus brazos, mientras otro rodeaba su cabello. Desató la estúpida coleta que tanta confusión le había provocado, apoyando su barbilla en su hombro.

—Por Kami-sama, Sarada...— susurró, cerrando sus ojos ante aquel abrazo algo posesivo.

Le era imposible no hacer fuerza, pues quería asegurarse de que no se iría de su lado. Ni siquiera le importó el hecho de que sus cuerpos estaban totalmente juntos; ella con su cabello aún mojado, cosa que le alegró, mostrándole que no hicieron nada. Si no, no estaría tan peinada como lo estaba.
Sonrió. ¿Estaba a punto de llorar?

—Estoy celoso...— susurró. ¿Era malo ser tan sincero? Sarada intentó reaccionar. Daisuke seguía observando con melancolía, pues le recordó a la chica que amaba. A cuánto deseaba abrazarla de aquella manera—... ¡Siento haber hablado de los pechos de Kun-

—No creo que sea buena idea decir esas palabras, ahm...— Daisuke interrumpió aquel momento. A Boruto le molestó, pero no dijo nada. Quizás aquel chico tenía razón. Pensaba que Sarada era una chica delicada, por lo que jamás supo qué decir—. Los pechos de las mujeres son hermosos todos, pero deberías fijarte en los de Sarada-chan si es que ella te gusta.

—¿Sarada?— preguntó, pues Sarada no estaba reaccionando.

Ella estaba roja. Completamente roja. Sus labios tartamudeaban. Lo único que quería era que ese tema fuese dejado de lado.

—Sarada, aunque me fije en esas cosas— habló el Uzumaki. Diablos, era malo en las reconciliaciones. Pero todo estaría bien mientras no la soltara—... No me importan. No me importan cómo sea, así que... Estoy bien contig-

—¡Baka-Boruto!— gritó, empujando al Uzumaki más hacia atrás.

Lágrimas se asomaron en los ojos de Sarada. Sabía perfectamente que Boruto no tenía malas intenciones. Ni siquiera pensó que lo que dijera estaba mal, pues era verdad en su opinión.
¿Pero por qué le dolía tanto?

Comenzó a correr, huyendo de él. Huyendo de aquella pésima escena.

Solo quería descansar. Alquilar una habitación en aquel lugar para hacerlo.
Aguantar hasta la fiesta, encontrar a su madre y, después, quién sabe.

Sus piernas eran rápidas. Miró hacia atrás; Boruto no estaba ahí, por lo que cesó un poco el paso.

<<Diablos... ¿Qué estoy haciendo? No soy una niña. No debería estar haciendo esto por complejos. >>

N/A
Bueno, eh aquí el capítulo. Y pues, quisiera preguntar si quieren lemon, o antes de eso más salseo. ¿Qué prefieren?;3

Continuer la Lecture

Vous Aimerez Aussi

75.7K 6.3K 19
"No, claro que no, es obvio que no me gusta Bradley, el es mi enemigo y... Maldito idiota, sal de mi mente, haces que mi corazón se acelere." Max es...
73.8K 7.5K 22
━━━━━━━━━━ ‹𝟹 ━━━ ⠀⠀⠀⠀𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹫𝘈𝘬𝘢𝘳𝘪 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪| 2023
518K 53.2K 133
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
888K 131K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...