Chains of Sin/KookJin

By Cherry_Boob

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Donde Satanás se enamora del ángel más hermoso y lo arrastra a las profundidades del infierno para reclamar s... More

Prólogo: Trono de Sangre
Capítulo II: Hell's Banquet
Capítulo III: Sufrimiento eterno
Capítulo IV: Fire and Blood
Capítulo V: Lost Kingdom
Capítulo VI: Agonía y Duda
Capítulo VII: Mammón
Capítulo VIII: Empire of Sin
Capítulo IX: Anomalías de cambio
Capítulo X: Ingenuidad
Capítulo XI: Devil's Gift
Capítulo XIII: La verdad que anhelaba
Capítulo XIII: History of Hell
Capítulo XIV: Everything

Capítulo I: Contaminado

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By Cherry_Boob




La risa de Jungkook resonó fuertemente dentro de la habitación oscura, acompañadas por los sonidos de gemidos ahogados y jadeos provenientes de la fuente de su entretenimiento. Sus ojos se llenaron de lujuria cuando vio la deliciosa imagen frente a él, un ángel luchando bajo su misericordia. Las piernas del ángel se abrieron de par en par, dejándolo completamente expuesto mientras los ojos del demonio se daban un festín con la vista, y los lazos lo mantenían restringido.

Unos dedos pecaminosos empujaban dentro y fuera de su agujero, jugando con su interior y emitiendo sonidos húmedos y vergonzosos. La humillación era clara en la expresión del ángel; ojos húmedos, rostro ruborizado, y se mordía el labio inferior para evitar que salieran sus gemidos. Sin embargo, incluso en este estado degradante, todavía tenía la misma valentía y orgullo cuando se enfrentó con Jungkook.

El demonio sonrió divertido mientras miraba al ángel tratar de negar el placer que estaba sintiendo claramente. Él era fuerte y Jungkook le daría una prueba de su propia medicina. Duró más tiempo que algunas de sus víctimas anteriores, pero independientemente de cuánto tiempo pueda contenerse, eventualmente cederá al placer y cuando lo haga, Jungkook lo matará como el resto.

—Solo ríndete —dijo Satanás en voz baja y ronca, enviando escalofríos por la espalda del ángel. El serafín sintió que su pene se contraía ante el sonido y la vista de él hacía que Jungkook estuviera más ansioso por su sumisión y las cadenas que rodeaban las alas del ángel resonaron cuando trató de liberarse. El demonio observó el charco de blanco justo debajo del ángel, algunos ya se habían secado mientras que otros estaban húmedos debido a la reciente liberación del ángel.

—Ya te has corrido un montón de veces, ¿te duele la polla, mi pequeño ángel? ¿No te molesta que no te has podido tocar?

Seokjin reprimió otro gemido cuando los dedos del demonio rozaron un punto particularmente sensible dentro de él, jadeando con fuerza cuando los dedos del demonio decidieron burlarse de él frotando el mismo punto en un movimiento lento y agonizante, Pero intentó no ceder, y optó por enviar otra de sus miradas llenas de lágrimas al sonriente demonio. Sabía que no parecía tan intimidante como quería, especialmente en su situación, pero no iba a darle al demonio supremo el placer de verlo rendirse.

Aunque Satanás parecía divertido con su desafío. Quizás encontró placer viéndolo luchar, aferrándose tratando de no caer en la tentación. El ángel no quería traicionar a sus parientes, sus propias creencias, su Dios, pero Jungkook sabía que pronto rompería esa idea, como muchos otros antes que él. Se romperá y suplicará a Jungkook que lo toque, lo arruine, que lo folle. Solo la idea de eso hizo que la polla de Jungkook se contrajera.

—Te vas a rendir tarde o temprano —susurró cerca de la oreja roja del ángel, su aliento tan atractivo que el ángel se sintió sofocado, los hechizos del demonio eran una tentación y se necesitó toda la fuerza para poder resistirse. —Pronto estarás bajo mi piedad, rogando por más como la puta que eres, después de todo...—sacó sus dedos del agujero y lo llevó a los labios de Seokjin, empujándolo dentro para que el ángel se probara en los dedos pecaminosos del demonio. —Gritabas como una perra cuando te follaba repetidamente en el suelo, y en las paredes, y en frente a todos mis secuaces y de tus subordinados en el primer día.





Satanás recordó ese día tan bien. Había terminado de romper al ángel femenino cuyo nombre ni siquiera se molestó en recordar, incluso si el ángel lo había pronunciado muchas veces. Después de que finalmente la quebrantó, la mató de inmediato, aburrido de que ella se rindiera tan pronto, además de que su sabor era muy simple. Ella ya no era el hermoso juguete que Jungkook vio por primera vez, así que la tiró como la muñeca de trapo que llegó a ser.

Entonces entró uno de los príncipes del infierno; Avaricia o más conocido como Mammón, arrastrando a un grupo de ángeles dentro de una jaula.

Mammón era uno de los demonios que sin sentido cruzó los siete infiernos y llegó a su guarida, arrodillándose y reconociendo la innegable fuerza de Jungkook, convirtiéndose así en uno de sus subordinados. La forma fea de Mammón se había transformado en la perfección que era en este momento tan pronto como Jungkook lo aceptaba. Ahora, era conocido como Mammón al igual que Jungkook es conocido como Satanás, pero cuando solo se encontraban ellos dos, Mamón se convierte en Taehyung.

Satanás levantó una ceja al observar a los ángeles en la jaula y luego su mirada fue hacia Mammón, exigiendo una explicación.

—Los encontré cruzando la frontera, sabes que entrar a nuestro reino sin permiso es un crimen, y tanto el cielo como el infierno han acordado que si alguno de nosotros rompe esto, entonces los intrusos deben ser castigados. —Luego miró fríamente a los ángeles temblorosos.—El cielo no puede salvarlos ahora que rompieron las reglas, entonces, ¿Qué planeas hacer con ellos?

Satanás originalmente planeó entre regresarlo al cielo o dáselos a cada uno de los príncipes para que se diviertan, o tíralos al río llameante donde sufren junto con otras almas destrozadas y sufrientes de pecadores. Pero vislumbró un rostro inquietantemente bello detrás del grupo acurrucado, e inmediatamente le dijo a Mammón que lo trajera.

Cuando el hermoso ángel fue separado del grupo, los ángeles gimieron e intentaron alcanzarlo, llamándolo hyung. Satanás entonces se dio cuenta de que este ángel era más viejo que el resto de sus cautivos, pero no había mucha diferencia entre sus edades, si no las sombras de sus alas fueran alguna indicación. Una de sus mejores folladas le dijo que la edad del ángel está indicada por el tono más claro de sus alas. Este hermoso ángel tiene las alas blancas más puras y cegadoras en las que Satanás ha puesto sus ojos, incluso más blancas que los ángeles anteriores.

También escuchó que cuanto más cegadoras y hermosas son las alas, más puros y bondadosos son. La idea hizo que Satanás se emocionara al contemplar la etérea belleza que estaba frente a él.

—Quiero este —le dijo a Mammón—encadenado en mi cama, abierto de par en par para que pueda hacerlo.

Mammón le dio media vuelta al ángel y asintió en silencioso, pensando si el ángel era realmente era digno del interés de Satanás. Tres de sus pequeños demonios se adelantaron para hacer la tarea por él, agarrando al ángel y haciéndolo arrodillarse para que pudieran atarlo. Pero el ángel se mostró desafiante cuando luchó al extender sus alas de par en par que los pequeños secuaces de Mammón fueron arrastrados por la ráfaga de viento y rompieron algunos de los marcos y muebles en la sala del trono de Satanás.

Justo antes de que el ángel pudiese hacer otro movimiento imprudente, quedó congelado en su lugar, y le resultaba difícil moverse. Fue entonces cuando la temperatura de la sala descendió unos pocos grados, el ángel y sus compañeros sintieron un escalofrío cuando la habitación se alzó con una muerte inminente. —¿Qué estás tratando de hacer? —una fría voz atravesó el ensordecedor silencio de la habitación mientras sus ocupantes miraban con miedo cuando Satanás lo miraba con una expresión oscura: —me gustaban esos marcos.

Mammón parecía asustado e inmediatamente inclinó la cabeza, maldiciendo a sus secuaces por haber fallado tanto.

—Los reemplazaré lo más pronto posible, Sa-

—Olvídalo —dijo Satanás mientras acercaba su mano al desafiante rostro del ángel y muy pronto, el serafín perdió toda la fuerza que tenía y se inclinó para arrodillarse contra su voluntad. —El delincuente tendrá que pagarlo por él mismo.

Satanás miró fijamente los ojos temerosos del ángel antes de que comenzara a deshacerse de ese miedo y se transformara en uno de tonta valentía y audacia. Se divirtió al ver que alguien lo miraba con mucho más desprecio que miedo. Cada ángel lo odiaba, Satanás lo sabía, pero nunca se atrevieron a mostrarles tanto odio en su presencia. Siempre fueron temerosos. Esta expresión fue la primera que recibió de un ángel, y lo intrigó mucho.

—Tú —dijo Satanás mientras sonreía. —Esa expresión tuya me asombra, es bonito. Me hace querer romperte tan mal. Tan mal que estarías llorando interminablemente. —se rio ante tal idea mientras se agachaba para encontrarse con el ángel arrodillado cara a cara, ojo con ojo. —Me haces querer manchar tus alas blancas puras, suplicando misericordia mientras te golpeo. Y antes de que lo pienses, estarás pidiendo por más.

Antes de que Satanás pudiera terminar de contar lo que planeaba hacer, el ángel le escupió en la cara. Satán parpadeó sorprendido ante la saliva húmeda y pegajosa que goteaba en su mejilla. Se llevó la parte de atrás de sus mangas hacia arriba para limpiarla, luego se volvió hacia el ángel que lo fulminó con la mirada.

Mientras más blancas sean las alas, más puras y bondadosas son. Oh el ya no se creería ese cuento. Todo lo que este ángel tiene es belleza, nada más. El resto es una tontería. Una tontería que volvió loco a Satanás. Sintió la excitación fluir por sus venas ante el desafío que se veía enfrente de él.

Mammón se mostró furioso ante la evidente falta de respeto cuando materializó un látigo y lo levantó para golpear al ángel infractor. Pero antes de que pudiera dar un golpe, Satanás agarró el látigo y sin siquiera echarle una mirada, dijo: —No lo toques. Él es mío. — con una sonrisa adornada en sus facciones. —Voy a reclamarlo aquí mismo donde estamos parados.

Los ojos del ángel se abrieron ante sus palabras y antes de que pudiera registrarlo, Satanás gruñó como una bestia y desgarró su ropa como si no fuera nada. Antes de que pudiera comprender algo más, fue empujado al suelo, completamente desnudo, mientras lo penetraban sin previo aviso. Gritó por el dolor que sentía, era una sensación nueva. Él era completamente virgen y nunca antes había tenido relaciones sexuales. Aparte de eso, no estaba preparado.

Se sentía como si lo estuvieran desgarrando, partiéndose por la mitad mientras sus paredes se estiraban. Dejó escapar embarazosos sonidos de dolor y con un toque de placer cuando Satanás se abrió paso en su cuerpo. El ángel ni siquiera sabía que podía sentir de la manera en que lo hace. Él no sabía que era posible sentir dolor y placer al mismo tiempo. Hubiera cedido y suplicado por más hasta que escuchó sollozos justo al lado de él. Fue entonces cuando abrió los ojos llenos de lágrimas y se dio cuenta de que lo estaban jodiendo, no, violando, frente a sus dongsaengs y que en realidad lo disfrutó por un momento.

Sintiéndose humillado y disgustado consigo mismo, se revolvió e intentó luchar. Pero Satanás era más fuerte cuando lo inmovilizó contra el suelo y lo golpeó con más fuerza, indiferente al hecho de que la sangre goteaba sobre sus muslos y sobre los pisos de mármol. Sus ojos recorrieron la habitación, para descubrir que tenía otra audiencia, además de sus dongsaengs, y eran esos demonios repugnantes y desfigurados.

Todo su cuerpo ardía de dolor y placer cuando Satanás hizo sus maravillas. Pero sus lágrimas derramadas ante la humillación pública a la que fue sometido. Por lo menos, si pudiera cubrir los ojos de sus dongsaengs y no hacerles ver su lamentable y embarazoso estado, habría sido un poco reconfortante. Pero para ser visto así, frente a sus enemigos y frente a las personas que lo admiraban, lo desgarraba más que el dolor físico.

Estaba en cuatro patas mientras Satanás lo golpeaba por detrás. Su cara estaba en frente de la jaula en donde sus dongsaengs miraban con horror ante la situación de su hyung.

—Rogarás, pronto te someterás a mí. —La sonrisa se escuchó en su voz—Esta será la forma en que serás tratado aquí. Como una puta más.

Seokjin ni siquiera podía controlar sus gemidos mientras era follado por detrás y menos cuando estaba a punto de tener un orgasmo, seguido de Jungkook que se corría por dentro. Justo cuando pensaba que todo había terminado, kook lo llevó a una nueva posición, con las piernas abiertas de par en par y sus partes íntimas y el agujero completamente desplegados para que su audiencia pudiera ver cómo goteaba. Seokjin trató de cerrar sus doloridas piernas pero estaba demasiado dolido para hacerlo. Gritó más fuerte cuando Satanás penetró en su agujero una vez más, susurrando: —Tan jodidamente apretado —en su oído.

Unos minutos más tarde, Seokjin ha perdido su voz al ser golpeado en la parte superior de cada superficie dura, y sus dongsaengs y los demonios lo vieron consumirse. Antes de perder la conciencia, pudo escuchar a Satanás decirle que esto era solo el comienzo.

Y realmente lo fue.

De vuelta en el presente, continúan jugando sus juegos tortuosos, pero esta vez, Seokjin no cederá. Estaba peleando una batalla perdida, pero nunca perderá realmente hasta que se dé por vencido. Él luchará hasta que Satanás se canse de él. Para entonces, la muerte sería una mejor opción que esta. Él puede seguir a sus dongsaengs en el río del sufrimiento al que fueron enviados.

—Oye, angelito —Jungkook susurró: —¿Me estás escuchando? —. Sonrió mientras empujaba con sus dedos en la garganta de Seokjin y el ángel dejaba escapar un gemido ahogado mientras se corría una vez más.

El serafín se mantuvo jadeando después de su liberación y le resultó difícil respirar con los dedos crueles de Kook en su boca. Sin previo aviso, mordió los dedos del demonio y se sintió satisfecho cuando escuchó un gruñido de dolor cuando los dígitos salieron de su boca. Inmediatamente comenzó a recuperar el aliento. Pero no duro mucho tiempo cuando sintió un agarre en su barbilla antes de verse obligado a mirar hacia arriba y mirar los ojos rojos de Jungkook.

Sintió que ganó por un momento mientras veía la ira del demonio bailar en esos ojos crueles. Pero la victoria fue efímera cuando los fruncidos labios de Satanás se transformaron en una sonrisa cruel. —Todavía no te rindes, eh — luego retiró sus manos y se puso de pie —Parece que esto no es lo suficiente para romperte. Bien entonces. Lo haremos de la manera difícil.

Con un chasquido de sus dedos, Seokjin estaba desatado y tan pronto como obtuvo el control de sus extremidades, inmediatamente cerró las piernas y se cubrió lo mejor que pudo con sus manos. Jungkook se rió entre dientes mientras lo miraba, arrojó su capa al ángel deslumbrante.

—No estás realmente escondiéndote con esas manos.

El ángel parecía querer decir algo, pero decidió que encubrirse era más importante, así que se contuvo y se envolvió en la capa. Jungkook no puede evitar admirar la forma en que su capa oscura hizo que la piel pálida del ángel se destacara aún más. Ah, quería marcar su piel perfecta con sus mordiscos. Jungkook hizo una nota mental para hacer eso para más tarde.

—Ponte de pie —le dijo al otro que se negó a moverse de su posición. Puso los ojos en blanco, —¿Quieres que el semen se sequen sobre ti? Te estoy limpiando.

El ángel parecía que no le creía. No es que Jungkook no le diera ninguna razón para estarlo desde la primera vez que se conocieron. Aun así, Satanás no era la criatura más paciente en este reino y gruñó ante su acto de desafío, tirando de él y arrastrándolo. Seokjin se retorció en su agarre pero sintió hormigueo en su cuerpo cuando el agarre de Jungkook lo apretó y pronto descubrió que no podía moverse. Como el primer día.

Seokjin no sabía a dónde lo enviarían, pero para su sorpresa, lo llevaron a una habitación hermosa. Ahora que lo pensaba, sus expectativas del infierno no eran tan malas como él pensaba. Pensó que el lugar sería caótico y que habría cadáveres por todas partes. Pero para su sorpresa, la guarida de Satanás no era tan desordenada y naufragada como él suponía. De hecho, se veía igual que el palacio en el cielo, excepto que el ambiente aquí abajo era más oscuro y más siniestro.

Observó su entorno y descubrió que era una habitación de cuatro esquinas y que las paredes eran todos grandes espejos. Pudo ver su propio reflejo en los cuatro lados y le hizo una mueca de dolor ver cuán agotado se veía, pero había un brillo extraño en su tez. Trató de no darse cuenta de los cambios porque le recordaba cómo nunca más podría regresar al cielo a partir de ahora. Dirigió su atención al centro de la habitación y descubrió que era una gran piscina humeante con cascadas diseñadas en todas las esquinas.

Antes de que pudiera observar más, fue levantado del suelo y se quitó la capa. Gritó mientras estaba sumergido en las cálidas y calmantes aguas. Instintivamente se aferró al demonio cuyos brazos están envueltos alrededor de él, llevándolo en un estilo nupcial, mientras se bañaban juntos.

Seokjin cerró los ojos con fuerza, preparándose para lo que estaba por venir. Sin embargo, pasaron los segundos y luego se convirtieron en minutos. Todavía se encontraba en los brazos del demonio. Gradualmente y con cautela, abrió un ojo y vio que el demonio lo estaba mirando. Al ver esos ojos tranquilos, cerró su ojo para evitar la mirada.

Pero luego los abrió de nuevo cuando escuchó una risa divertida. Pero era extraño ya que este sonaba diferente. No sonaba siniestro y cruel. Era un sonido tranquilo y encantador, y pronto levantó la vista para ver al demonio mirándolo con una sonrisa divertida. —¿Qué estás haciendo? —Se rió entre dientes.

—¿Qué estás haciendo? —replicó él. ¿Por qué este demonio no lo está atacando como suele hacerlo? Seokjin estaba a su merced, por mucho que odiara admitir eso, y él tenía el control total. Él claramente lo trajo aquí con la intención de torturarlo, pero en este momento, el demonio simplemente no estaba haciendo nada. ¿Estaba esperando una oportunidad perfecta para cuando Seokjin bajara la guardia? Si es así, Seokjin frunció los labios y frunció las cejas mientras resoplaba con determinación. No iba a darle a este demonio el placer de atraparlo con la guardia baja.

—Te lo dije, ¿no es así? —Satanás dijo tranquilamente—Te estoy limpiando. Así que deja de tensarte y relájate mientras te limpio.—.

—No —Seokjin empujó al demonio—No hay forma de que te deje. Bájame, lo haré yo mismo —el demonio levantó una ceja hacia él y luego sin ceremonias lo dejó caer al agua. Balbuceó mientras no estaba preparado y descubrió que no podía mover las extremidades. Parecía que el demonio aún había levantado el hechizo paralizante o algo que le había echado antes.

Unos segundos después de esa agonía que paso mientras se ahogaba, fue llevado de vuelta a la superficie y ahora estaba de cara al demonio que sonreía burlonamente.

—No puedes hacerlo —dijo con una sonrisa —Así que tengo que ser yo.

Quería replicar a eso, pero estaba demasiado ocupado jadeando por la falta de aire. El demonio no se vio afectado por su dolor cuando lo colocó en una posición de pie antes de que una de sus manos desapareciera en el agua y se metiera dentro de su agujero. Seokjin jadeó y habló con los dientes apretados—Sácalo, no me toques.

—No tienes voz aquí —Jungkook respondió altivamente, insertando dos dedos y moviéndose en un movimiento de tijera. —Aquí abajo, yo soy el jefe. Mi palabra es la ley.

El ángel se mordió los labios cuando sintió que algo del agua caliente entraba en él cada vez que Satanás lo abría. Se sentía raro. Pero Jungkook siguió tocando esa parte de él y pudo sentir que se endurecía cuando lo tocaba. El demonio sonrió cuando sintió que había tenido éxito en su tarea y comenzó a insertar su tercer dedo.

—Espera —jadeó Seokjin, su cabeza descansando sobre los hombros del demonio, —¿Por qué tienes que ser tú el que me tiene que limpiar? ¿No debería haber algún tipo de sirvientes que hagan estas cosas por ti?

Jungkook levantó una ceja ante ese comentario—¿Por qué? ¿No quieres que lo haga? —preguntó en un tono desafiante. Luego se rió entre dientes mientras sacaba los dedos —Bien, pero recuerda, todos mis súbditos aquí son los príncipes del Infierno o esos demonios distorsionados. No puedo dejar que los príncipes laven a una simple esclava como tú, así es que te dejas seducir por un demonio tentáculo o que alguien más te destroce las entrañas, tu elección.

Seokjin sintió un escalofrío ante esas opciones, sintiendo temor ante las imágenes que surgieron. Follada por un demonio con tentáculos, Seokjin nunca desearía eso. No podía soportar imaginar lo que esas cosas viscosas tocándolo antes de que lo abrazaran. También pudo haber deseado morir antes que someterse a Satanás, pero no deseaba que otro demonio lo tocara brutalmente hasta la muerte.

Satanás consideró que su silencio era una respuesta suficiente cuando él insertó sus dedos y comenzó a limpiarlo completamente. También lavó las otras partes del cuerpo de Seokjin que dejaron al ángel avergonzado al sentir que era un bebé mimado. La gentileza poco característica que mostraba Satanás enervó a Seokjin, pero tan pronto como ese pensamiento llegó, lo lamentó. Jungkook se inclinó para susurrarle al oído: —Ya que me preguntaste antes, que es algo que nunca debes hacer, creo que mereces un castigo.

—¿Qué? —Seokjin jadeó cuando fue levantado y sus piernas se extendieron en el agua. Jungkook mantuvo sus piernas separadas antes de que Seokjin sintiera la polla del demonio presionando contra su tembloroso agujero. Lentamente, como para burlarse de él, el demonio empujó más fuerte. Observando divertido al ángel, el cual se mordía el labio inferior una vez más para evitar que el ruido salga de su boca.

Tan pronto como estuvo completamente enfundado en su interior, Jungkook tomó un ritmo brutal mientras salía y volvía a entrar, haciendo que Seokjin gimiera fuertemente en contra de su voluntad. Cada vez que entraba y salía, el agua de la pileta entraba y Seokjin se sentía extrañamente lleno incluso sin que el demonio se corriera aún.

El demonio lo mantuvo allí, follándolo duro y rápido, indiferente a que el ángel le estuviera gritando que se detuviera. Él sonrió ampliamente mientras veía caer lágrimas de los bellos ojos del ángel y se inclinó para lamer esas dulces gotas. Era adictivo, pensó Jungkook, mientras lamía y probaba las lágrimas y la piel de Seokjin. Seokjin sabía maravilloso. Hizo que Jungkook se volviera loco de lo delicioso que era.

Saliendo de su mente, Satanás tomó un ritmo más rápido, retirándose y golpeando repetidamente, mientras salía lentamente de la piscina y fijaba el serafín en el suelo de mármol del baño. Fue allí donde lo golpeó con fuerza hasta que liberó su carga con un gruñido satisfecho. Tan pronto como se retiró, el semen salió vertiendo por el agujero del ángel, y como para torturarlo aún más, Jungkook agarró sus piernas y las separó.

Seokjin casi gimió en humillación mientras trataba de cerrar sus piernas pero fue en vano. Podía sentir la mirada del demonio en su agujero que estaba chorreando una mezcla del semen que soltó y el agua de la piscina que entró. Los sonidos de aplastamiento avergonzaron a Seokjin y le avergonzó, aún más, el hecho de que el demonio señor lo miraba como si fuera una especie de espectáculo entretenido.

Sus dedos de los pies se enroscaron mientras trataba de contener el resto del semen y el agua, no podía salir. No podía soportar la humillación a la que estaba sometido y simplemente tenía que detenerlo a toda costa. Podía sentir su estómago dolorido por el líquido extraño que negaba liberar de su cuerpo y podía oír a Satanás chasquear la lengua con fastidio.

—Déjalo salir —gruñó Jungkook en advertencia. Seokjin todavía se negó a obedecerlo y entonces, Jungkook le dijo: —Si así es como lo quieres, está bien.

Las manos del demonio que mantenían sus piernas abiertas se movieron para apretar sus nalgas y separarlas, en donde goteaba un pequeño chorro de líquido. Se inclinó y comenzó a comerse el semen del ano de Seokjin. La cara del ángel estaba completamente sonrojada mientras gemía ante la acción inesperada. Se sentía extraño, pero la degustación de la lengua del demonio y el trazado de su agujero eran agradables. Seokjin casi suplicó por más, pero se detuvo antes de que pudiera decirlo.

Al darse cuenta de que casi se rindió ante el diablo, se mordió los labios una vez más y se obligó a sí mismo a guardar silencio. Él no debería ceder ante este demonio, incluso si su lengua era increíblemente pecaminosa. No debería ceder a pesar del inmenso placer que estaba sintiendo en este momento.

Cuando Jungkook notó que el ángel se había calmado, se alejó de donde estaba saboreándose en el agujero del ángel. Alzó la vista y vio que el ángel se estaba mordiendo los labios una vez más. De repente, molesto, gruñó y dijo: —Bien. Todavía serás obstinado, eh — con un chasquido de sus dedos, un objeto extraño con una forma de calavera en su parte superior se materializó en el aire. —Entonces tendré que enseñarte una lección.

Jungkook recogió el semen que goteaba en el piso de cuando Seokjin se había corrido, luego extendió el agujero del otro con la otra mano y puso el líquido dentro del ángel una vez más. Seokjin quedó sin aliento ante la acción y trató de defenderse —¡Eso no está limpio! Deten-

Jungkook no lo escuchó mientras lo guardaba hasta que no hubo más. A continuación, tomó el objeto diseñado por el cráneo que convocó antes y lo enchufó en el agujero de Seokjin, manteniendo el semen dentro. Seokjin gimió, sus dedos de los pies se contrajeron  y sus uñas arañaron el suelo de mármol —¡Sácalo! no, ¡ah!

Jungkook empujó el plugged más profundo, antes de retroceder para ver el producto en acción, con una sonrisa satisfecha adornando su rostro. Luego miró la cara de su hermoso ángel antes de llevarlo en estilo nupcial una vez más.

—Es hora de cambiarte —Jungkook dijo, con un brillo malvado en los ojos mientras tenía más planes para hacer que el ángel cediera: —Esta noche tendré un festín. Todos en el Infierno estarán presentes allí, y tú...—dijo con una excitación apenas oculta en su siniestra sonrisa. —Los mantendrá entretenidos.

Las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Seokjin antes de que pudiera detenerlos. No, él no quiere esto. Tiene miedo. Él está cansado. No más.

—No más —susurró Seokjin. Pero su ruego fue en vano. Nadie iba a ayudarlo. Ni el cielo, ni el mismo infierno.

Él estaba en completa misericordia de Satanás.



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Me disculpo por la tardanza :( espero que les haya gustado el capítulo, fue literalmente porno JAJAJAJAJAJA

En el otro capítulo sabrán más de la trama 😈 nos leemos pronto💖

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