-¿Tienes alguna teoría acerca de esa tal Lisa?-me preguntó Dax.
No quería responderle por muchas razones así que fingí estar concentrado en lo que hacía. Dax era mi amigo pero sinceramente no era algo que quisiese contarle.
– Sabes, creo que es linda si te gustan las chicas como ella, pero Ty no tiene tetas ni trasero. -Moví la cabeza ante su poca táctica de decir las cosas- Y aparte baila en un bar. Es Interesante ya que debe de saber buenos movimientos; sin embargo mi consejo es que no te involucres con ella-.
-Quieres cerrar la boca por un momento, solo te dije que hace unos días me la encontré en la calle no es como si fuera a salir con ella. Además no me gusta su carácter parece ser que siempre está a la defensiva-.
Mentiroso.
-No crees que eso se deba a que trabaja en un bar y tiene que lidiar con borrachos toda la noche- soltó Dalton.
-Podría ser- me quedé pensando por un momento- pero.....
-¿Pero qué?- me interrumpió Dax.
-No nada, ni yo sé que iba a decir-.
-Bueno dejen de perder el tiempo y pónganse a trabajar- ordenó Dalton.
Suspiré y volví a lo que estaba haciendo.
Trabajar en un taller de autos era lo más relajante que pude encontrar después de haber abandonado la universidad, me mantenía concentrado y alejado de mis problemas y me daba el tiempo suficiente para estar con mi hermanito. Mi padre habría querido que encontrara algo mejor o más especifico que entrara al hospital donde él trabaja, pero ambos sabíamos muy bien que eso nunca iba a pasar.
Aparté mis pensamientos lo más lejos que pude y le puse toda mi atención a la camioneta que estaba frente a mí.
*
-¿Alguien quiere ir al bar? pensé que sería buena idea ya que estábamos hablando de chicas, y además hace falta darle una visita al sitio- dijo Dax aplastando su grasiento trasero en el asiento que teníamos colocado en un rincón del taller.
-Podría ser buena idea tomar un par de cervezas –Le secundo Dalton.
Los miré a ambos por un segundo pensando en si ir sería una buena idea.
-No tengo otra opción-.
La verdad es que yo era el más interesado en ir.
-Exacto- dijeron los dos al mismo tiempo- A parte podrías ver a la chica –.
Alcé la vista en el momento en el que Dax dijo en voz alta lo que yo quería hacer. No sabía porque pero tenía la curiosidad de verla otra vez, más aún luego de la última vez que nos vimos.
Me quedé en silencio unos segundos para luego agregar.
-De acuerdo haré una llamada- Saqué mi teléfono de mi bolsillo y marqué el número de casa. Esperé en línea hasta el tercer timbre cuando Rita la señora que cuidaba a Robert en algunas ocasiones contestó.
-Diga-
-Rita soy Tyler, llegaré un poco tarde a casa pero prometo compensártelo, un beso a Robert-Colgué. Ni tan siquiera le di tiempo a contestar porque sabría qué diría que no.
Dalton aparcó el auto a tres cuadras del bar gracias a la falta de sitios disponibles cerca del susodicho lugar. Parecía ser una noche muy ocupada.
En efecto cuando entramos las mesas estaban abarrotadas de universitarios y unos cuantos señores de mediana edad que se divertían con chicas sentadas en sus piernas, hasta me pareció ver algunas caras familiares pero no les di importancia. Nos tocó sentarnos en la barra porque no quedaba ni un solo lugar disponible.
-Las rubias son las más calientes en la cama- soltó Dax tras dejar su cerveza sobre la barra.
- Lo dice la persona que solo ha estado con dos mujeres en toda su vida, creo que eso reduce tu lista –le contradijo Dalton.
-Púdrete -
- Vamos Dax sabes que es cierto y creo que darle un beso a una chica no cuenta como tener sexo – Esta vez Dalton no pudo contener su risa.
-Eres un idiota-
Dax no era el mejor material para novio, pero hacía su mejor intento y él sabía que podía tener a cualquier chica si no fuera tan bruto para hablar. Mi amigo no era mal parecido pero una vez que abría la boca todo se iba al carajo. Necesitaba trabajar más en eso.
-Vamos chicos sabemos que es inútil poner a discusión la falta de suerte de Dax con las mujeres- fue mi turno de decir para luego soltar una buena risa.
- Vaya par de amigos- dijo Dax , iba a responderle cuando por el altavoz sonó una canción diferente y una chica nueva salió al escenario-.
En el instante en que la chica apareció en la pista no quite mis ojos de su figura, era ella, era Lisa.Traía puesta su peluca rosa junto con un conjunto de cuero en color negro que dejaba poco a la imaginación, con unas medias de red que hicieron que no apartara mi vista de sus movimientos en el momento en el que se acercó al tubo y comenzó a rodearlo con su cuerpo, tuve que apartar la vista en el momento que su mirada se perdió entre la multitud , tenía miedo a que me descubriera mirándola con tanta intensidad.
Temí abrir la boca y decir frases incoherentes pero debía admitir que Lisa sabía hacer muy bien su trabajo. Los gritos de los presentes no faltaron cuando ella trepo hasta lo más alto del palo de metal y se giró para luego caer enredando sus piernas en este y así abrirlas nuevamente cuando llegó al piso , luego comenzó a gatear haciendo movimientos extremadamente sexys al ritmo de la música. Lisa no tardó mucho en comenzar a quitarse la parte de arriba de la ropa que traía puesta, y yo volví a desviar la mirada pero esta vez a mi cerveza para después darle un largo trago y pedir otra. Dalton y Dax estaban serios observando lo que sucedía en el escenario, y para cuando volví a centrar mi mirada en ella ya se encontraba vistiendo solamente ropa interior y se acercaba a los chicos para arrebatarles el dinero que estos sostenían con ambas manos.
Para cuando logró juntar una buena cantidad de billetes verdes en su sostén volvió a caminar hacia el tubo para hacer un par de giros alrededor de este y menear las caderas haciendo que algunos hombres se levantaran de sus asientos para acercarse hasta donde estaba ella e intentar tocarla, pero antes de que eso sucediera ella ya tenía estirada su pierna para alejarlos de una manera grácil. Yo seguía cada uno de sus movimientos sin parpadear hasta que noté que ella se había percatado de mi presencia elevando la comisura izquierda de su boca en una sonrisa tan arrebatadora que hizo que me erizara de pies a cabeza.
Su presentación llegó a su final y me sentí tan abrumado en muchos sentidos que me giré sobre el banco en el que me encontraba y pedí un Whisky.
-Estoy tan caliente que si tú no vas por ella Ty iré yo-Dax alzó tanto la voz que los que estaban sentados frente a nosotros se giraron a verlo.
- ¿Porque tendría que ir yo detrás de ella?- dije alzando la mano para tomarme el contenido de mi vaso. –Además fuiste tú quien dijo que no era bueno involucrarse con ella-.
Dax se encogió de hombros.
-Pensé que estabas interesado –
-No, no lo estoy – Mentí, pero si no lo hacia él no dejaría de molestar.
Habían bailado dos chicas más cuando iba por mi cuarto Whisky. Dalton se reía de mi cara cada vez que me toma el líquido ambarino, pero a mí no me importó ya que este me estaba ayudando demasiado a relajarme.
-Hola chicos-me giré apenas escuché su voz. Ahí estaba Lisa con una gran sonrisa en su cara, esta vez estaba más cubierta que hacia un rato. Llevaba un vestido blanco del mismo material que el que había usado en el escenario, solo que en esta ocasión que se encontraba más cerca se podía apreciar como la prenda se ajustaba a su delgado cuerpo haciendo resaltar lo poco que este ofrecía a la vista varonil.
-Pero si es la dulce Lisa – dijo Dax estrechando su mano para después depositar un beso en ella.
-Espero que estén disfrutando el espectáculo-
-Demasiado, tu baile fue lo mejor que he visto en mi vida–.
-Espero que no le digas eso a todas las chicas-le dijo Lisa a mi amigo.
-Créeme que si lo hace y muy a menudo, soy Dalton-contestó este estrechando su mano de igual forma- Y él es Tyler pero creo que ya lo sabes-.
-Sí, lo conozco- en cuanto dijo eso me volví para ordenar una nueva cerveza - Ya lo había visto por ahí- dicho esto centre mi atención nuevamente en ella.
-¿Cómo te va "Pretty Woman"?- supe que fue un error decir eso cuando hizo una mueca y arrugó la frente para luego ordenarle al cantinero un whisky y beberlo de un solo golpe.
-Ahora mucho mejor, Jim agrégalo a la cuenta del joven – le hizo un gesto con la mano al cantinero para señalarme a mí y al vaso vacío que acaba de dejar sobre la barra para después marcharse rodeando las mesas y desaparecer entre tantos cuerpos.
Me maldije internamente por dejarme llevar y decir lo primero que pensé.
-Eso no salió nada bien-escuché decir a Dalton.
Claro que nada había salido bien, arruiné el poco tiempo que pude haber hablado con ella.
Muchas veces era mejor respirar y no decir nada.